MÚSICA, VIENTO Y HERENCIA
Hace unos días se llevó a cabo este primer conversatorio organizado por la Comisión de Cultura del Centro Federado de la Facultad de Ciencias Sociales de la Pontificia Universidad Católica PUCP, en el marco de celebraciones del “mes de los sikuris”, el cual reunió en dos mesas de trabajo a investigadores y docentes con músicos e intérpretes del siku.
En la Primera Mesa participaron Chalena Vásquez, Carlos Mansilla y Dennys Peña con el tema "Antaras de ejecución unilineal, prácticas prehispánicas y contemporáneas". Carlos Mansilla presentó sus investigaciones realizadas cuando formó parte de Wayllakepa proyecto en arqueomusicología que involucró el registro radiográfico de 135 piezas arqueológicas del Museo Nacional de Antropología y Arqueología e Historia Natural MNAAHP. Los objetos sonoros a través de los rayos X revelaron los altos conocimientos acústicos que alcanzaron nuestras culturas ancestrales. Esa información ha sido ingresada en formatos multimedia y en plataformas digitales para su difusión.
En palabras de Mansilla, el sonido tenía mucha importancia en el mundo andino, ya que fue sacralizado y ritualizado.
En el Diccionario de Fray Diego González Holguín editado en Lima en 1608, se presenta definiciones locales antiguas sobre la experiencia andina con el sonido. Aquí incluimos algunos vocablos que aparecen en una parte del texto de exposición del profesor Mansilla:
“Huaccachini: Hacerla sonar, o tañer”
“Huaccaynin: Su canto o bramido”
“Huaccachini: Hazer llorar (…)”
“Huaccanqui runa, [Huaccanqui] machu: Los cantores que entonan en las danzas y saben los tonos y cantares y fabulas antiguas taquiyachaq huacanqui o hahuaricuy yachak”
“Huaccayllicuni: Invocar a Dios llorando por agua CANTANDO de noche por las calles un cantar lloroso. Huacaytu. Era la invocación que hazían a Dios agua lluvia cuando no llovía”.
“Huacayllcuy: La procesión o qualquiera inuocación que se haga por agua que assi lo vsan agora los indios en la falta de agua. Dios hazedor del hombre danos cu agua y los tonos son aysu queu, sol, fa, mi, a Nuestra Señora Ayau hizu parayquicta cachamuy queu queu que mama. Ayaya runsy ruraksuy quicta cachamuyc”.
Chalena Vásquez habló de sus investigaciones sobre el Anteq en la
comunidad campesina de Cedro, Socos, Ayacucho realizada en agosto del 2015.
Presentó a través de un video esta expresión musical y coreográfica como parte
de la Fiesta del Agua o Yarqa Aspiy en la localidad de Socos en la que
participan dos intérpretes: un “anteq” que toca la antara bajo, la tinya y
baila; le acompaña haciendo pareja otro músico “anteq” que toca la antara tiple.
La demostración estuvo a cargo de Mateo Taco (tinya) y Efraín Taco Alvites
(antara).
Ver video completo en este enlace (17:17”):
https://youtu.be/X_wLA_81tfc?list=PLUgIg2qFcCZp6b7-IRIws8g9ZW1haMg5W
Dennys Peña,
fundador de la agrupación de sikuris PUCP, presentó en video a los Chunchos de
Yuraqraqay-Luricocha. La grabación se realizó en mayo 2016, durante la Fiesta
de las Cruces en Huanta, Ayacucho y en ella quedó registrada la entrevista a la
señora Natividad Landeo Molina, quien recordó las canciones de Chunchos de
Yuraqraqay.
La
tradición musical de esos grupos basada en la ejecución de antaras, continúa
pese a que por un tiempo su música dejó de ejecutarse debido a diversas
circunstancias; entre ellas no se dejar de mencionar la presión ejercida por
diversos grupos religiosos evangélicos, quienes han venido prohibiendo durante
años a los pobladores tocar sus instrumentos, cantar o hacer música. Por ello, aparece como necesario cuidar y
preservar las tradiciones de los pueblos andinos.
En la
actualidad varios grupos de diferentes comunidades de Luricocha, Huanta, han
retomado su práctica recordando y fortificando la memoria musical colectiva.
En este video, se
reconoce a los Chunchos por la ropa que a pesar de ser de la sierra visten con
ropas de la selva como son la cushma, plumas, semillas de frutos de la selva y
cantos de quechua que hablan de animales cazadores de la selva; observamos
también que las antaras en los Chunchos no se trenzan como ocurre en los
sikuris.
Ver
video completo en este enlace (13:04”): https://youtu.be/s8FDiXZdUg0
La Segunda Mesa: "Sikuris como práctica de representación y resistencia" contó
con la presentación de la Comunidad Artística Surimanta Ayllu, Carlos Sánchez
Huaringa, Eloy Uribe, Arturo Plasencia y Gonzalo Chávez, quienes plantearon sus
experiencias, investigaciones y convivencias a partir del acercamiento a la
música prehispánica y particularmente a la práctica sikuri en la Lima de hoy.
Durante su presentación Carlos Sánchez Huaringa, Director del Centro
Universitario de Folklore de San Marcos, mencionó los diversos conjuntos en
todo Lima que se autodenominaron ‘metropolitanos’ que se formaron en los años
’80 tocando música de Sikuri, pero no son de Puno. “Se consideraban a sí mismos un movimiento con una estructura musical
como un camino hacia una plena identificación con los grupos regionales. La
búsqueda de esa identificación durante esa década, va a esquematizar los
estilos para poder captar la legitimización social del medio, y para sacar al
sikuri migrante que es al que llevan hacia otros lugares cuando son invitados a
participar en reuniones de grupos de puneños en Lima. La mayoría de estos
conjuntos metropolitanos buscaban imitar y adquirir la esencia de los sikuris
de Ilave. Pero en los años ’90 surge un relajamiento y un cambio de percepción
que repercute en la producción musical, cuando uno de esos conjuntos es invitado
a un concurso en Ilave y decidieron
tocar sin copiar o pensar en las influencias ilaveñas, pero su sorpresa fue
grande cuando nadie reconoció sus sonidos como la fuente de su música y les
gustó esa interpretación tan propia de este conjunto que llegaba desde Lima”,
comentó.
Expositores
de la Segunda Mesa (Izq. a Der.): Representante de la Comunidad Artística
Surimanta Ayllu, Carlos Sánchez Huaringa, Eloy Uribe, Arturo Plasencia y
Gonzalo Chávez
|
A su
turno Eloy Uribe relató que, a la capital Lima llegaron puneños desde los años
’20, y con mayor fuerza durante los años ’40 los que conocemos como regionales,
quienes iniciaron la práctica de sikuri con la música de sus localidades de
origen, buscando identificarse con sus identidades locales. La mayoría de los
integrantes de estas agrupaciones tenían un origen rural, eran migrantes
campesinos que al llegar a la ciudad capital fundaron en el año 1970 una de las
agrupaciones vigentes hasta la actualidad, la Asociación Juvenil Puno” (AJP);
convirtiéndose con el paso de los años en una vanguardia cultural de afirmación
de la cultura originaria del sikuri. (Sonia Bermúdez Lozano)
VIDEO: Presentación de la
investigación realizada por Gonzalo Chávez en la provincia de Moho, Puno. Ver video
completo en este enlace: https://youtu.be/qt1G1VGD3V4
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