VIOLENCIA POLÍTICA EN
EL SUR-ANDINO SIGLO XIX:
LO QUE NO SE DIJO DE
LA REBELIÓN INDÍGENA DE HUANCANÉ DE 1866-68 Y JUAN BUSTAMANTE DUEÑAS
Autor: Alfredo
Germán Cornejo Pardo. Ed. Universidad Nacional del Altiplano, Puno 2021. 638
pp.
Por: Roberto Ojeda Escalante, Centro Cusqueño de Investigaciones Históricas Enfoques*
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ace algunos años, el antropólogo cusqueño
Germán Cornejo publicó un documentado estudio sobre un personaje cusqueño del
siglo XIX: Narciso Aréstegui, escritor y político de la segunda mitad de dicho
siglo (Cornejo 2013). El libro resaltaba la trayectoria política y social del
personaje, corrigiendo la versión oficial sobre su muerte a partir de revisar
la documentación y testimonios de la época. Una interesante muestra de la
utilidad de la historiografía para contrastar hechos de impunidad del pasado.
En la misma línea, nos presenta este
voluminoso libro sobre otro personaje y sucesos relacionados a los del libro
anterior, esta vez se trata de Juan Bustamante Dueñas y el escenario es la
región de Puno, énfasis en la zona de Huancané. La investigación aborda “la vida,
obra y trascendente legado político-social de un personaje de la talla de Bustamante; intencional y malévolamente
ensombrecida y empequeñecida por oscuros grupos fácticos de poder de aquellos
ruidosos tiempos, y las verdaderas razones que precipitaron el estallido de la
rebelión” (Cornejo 2013: 31).
Como indica la anterior cita, el libro inicia
con una amplia ubicación del contexto, la situación social en la región de Puno
durante el surgimiento del gamonalismo, las circunstancias que propiciaron la
rebelión indígena de 1866 y la militarización de la zona como respuesta estatal.
Todo esto viene a contribuir con el conocimiento del proceso histórico de lo
que comúnmente conocemos como “gamonalismo”, ese régimen de tenencia de la
tierra sobre el que se construyó todo el sistema económico, político y social
republicano andino.
“Si bien es cierto que en la provincia de
Azángaro algunas haciendas se gestaron en la época colonial; sin embargo, su
incremento, su expansión y su papel preponderante en el desarrollo social,
económico y político de la provincia se dio desde mediados del siglo XIX”. Es
precisamente ese periodo el que aborda y que produce el estallido social de
1866, porque no se trata de un proceso meramente económico, sino de múltiples
acciones y reacciones que se extenderán por gran parte del siglo XX. El caso
azangarino nos ayuda a comprender un proceso que se dio a lo largo de los Andes
centrales, pero la particularidad que encontramos es el temprano estallido de
rebeliones. Los agentes internos y externos pueden explicar esta
particularidad, y allí viene la otra temática del libro: el personaje.
Cornejo explora la personalidad de Juan Bustamante, las influencias que recibió, sus viajes, sus escritos y la red de amistades que influyeron en sus ideas y acciones, que lo llevaron a vincularse profundamente a la rebelión indígena. Un apartado interesante en la investigación aborda al alter ego de Bustamante en esta historia, el coronel Andrés Recharte, responsable de la represión de la protesta indígena y del cruel asesinato de Bustamante. Cabe destacar también la pertenencia de Bustamante a la Sociedad Amiga de los Indios, primera organización marcadamente indigenista, de corta duración (1867-72) y cuyos postulados finalmente no fueron tomados en cuenta por el Estado, pero nos permite completar nuestra mirada sobre el proceso de surgimiento del gamonalismo, desde una fuerte crítica al mismo surgida en sectores urbanos que confluyeron en la mencionada Sociedad.
En una segunda parte examina la situación
posterior a la rebelión y su represión violenta. La versión oficial y la
versión de “los vencidos” (testimonios de Riveros y Choquehuanca), y es aquí
donde ingresa el personaje del libro anterior, Narciso Aréstegui, amigo de Bustamante
y enviado a la zona a investigar los sucesos, terminando presuntamente
asesinado en el lago Titicaca.
“No hemos cometido, no digo un crimen, la más
leve falta que menoscabe nuestro nombre bien merecido de nacionalidad, y que
por el contrario los titulados pacificadores han manchado con toda clase de crímenes...” Testimonio de Manuel
Modesto Choquehuanca (Cornejo 2013: 490).
La extensión del libro se debe a una gran cantidad
de transcripciones y análisis de documentos de la época, lo que dificultaría a
un lector común de estos tiempos, pero el autor considera necesario para sustentar
cada uno de los puntos que va desarrollando. Por eso también, incluye
fotografías de varios de los documentos mencionados: publicaciones,
memoriales, oficios, tanto de personajes estatales como de algunos elaborados
por la población indígena. El afán de contrastar las versiones es pertinente,
visibilizando a los sectores
del conflicto: por un lado, los gamonales y autoridades vinculadas a los mismos; por el otro, los reclamos indígenas y el
de sus aliados tipo la Sociedad Amiga de los Indios.
La prosa de Cornejo es por momentos
enrevesada, con tintes literarios que le
dan mayor énfasis a sus argumentos, pero también peca de exceso en algunos
momentos, especialmente en algunos títulos. Otro aspecto que podría haber
ayudado a reducir la extensión del libro está en aquellos contenidos ya
abordados en su libro sobre Aréstegui, y que bien podría solo haberlos
referenciado. Aun así, es también cierto que contar con toda la información en un
solo libro ayuda al lector y/o investigador que revise sus páginas.
En resumen, el libro ayuda a comprender
varios aspectos de nuestra historia republicana comúnmente dejados de lado. El
largo proceso de surgimiento del indigenismo, que no aparece en el siglo XX
como comúnmente se indica, tema ya planteado por Tamayo Herrera en su Historia
del indigenismo cusqueño (Tamayo 1980), donde este remonta antecedentes indigenistas
al siglo XVI; sin embargo, para precisar el contexto, el indigenismo
propiamente dicho aparece como respuesta al creciente racismo republicano. El
otro aspecto es precisamente el de las acciones en torno al crecimiento de las
haciendas, tanto por parte de los gamonales y sus aliados, como el de las
respuestas indígenas y sus aliados. Y finalmente, para una historia de las
ideas, resulta útil la amplia exploración sobre las influencias ideológicas de
Bustamante y sus compañeros, como reflejo de los impactos de las “nuevas ideas”
que recorrían Europa. <>
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Referencias bibliográficas
Cornejo Pardo, Alfredo Germán (2013). Violencia política en el surandino siglo XIX:
Asesinato del novelista Narciso Aréstegui. Puno: UNA.
Cornejo Pardo, Alfredo Germán (2021). Violencia política en el sur-andino siglo XIX:
lo que no se dijo de la Rebelión Indígena de Huancané de 1866-68 y Juan
Bustamante Dueñas. Puno: UNA.
Tamayo Herrera, José (1980). Historia del indigenismo cusqueño. Siglos XVI-XX. Cusco: INC.
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* En: RIJCHARI: Revista de Historia y Ciencias Sociales.- Zarumilla 10B Nro. 302, Cusco, Perú. Teléfono: (+51) 988 060 070. Email: institucional@revistariqchariy.com. Email: enfoquescusco@revistariqchariy.com
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