TUPAC AMARU INMORTAL
Escribe: Milciades Ruiz
El 4 de noviembre de 1780, estalló en Sangarara,
Cusco, la más grandiosa rebelión nativa de todos los tiempos, liderada por José
Gabriel Condorcanqui Noguera-Tupac Amaru II. Conmocionó al mundo y aterró a los
colonialistas del sistema de dominación monárquica. Fue la culminación de
sucesivas rebeliones en diversas localidades andinas, contra los abusos de los
extranjeros que los despojaron del Tahuantinsuyo y se apropiaron de su
territorio.
Actualmente, la lucha prosigue porque al igual que en el virreinato,
expoliadores extraños, en condición de inversionistas, invaden el hábitat
nativo, se adueñan de su suelo, de sus recursos naturales y saquean las
riquezas que los nativos heredaron de sus antepasados. Los depredadores
capitalistas, dejan en escombros la ecología de la vivencia nativa. Si los
nativos protestan, se les reprime como en el coloniaje. En el fondo, es la
misma figura del abuso de poder de los dominantes.
Como sabemos, históricamente, las mayores inversiones mineras han
estado en las regiones de Cajamarca, Huancavelica, Cerro de Pasco y, Apurímac
que, por ello, son las de mayor pobreza en nuestro país y tienen entre sus
escombros, inmensos pasivos ambientales. La carroña que dejan las corporaciones
mineras al estado, como impuestos, no compensan los daños ecológicos, ni la
pérdida de riqueza para la sostenibilidad de generaciones futuras.
Es por eso que, la veneración a Tupac Amaru II no se extingue en la memoria
nacional, en el pensamiento político y en el sentimiento ancestral. No solo en
el Perú, sino también, en todo el territorio que fue el Tahuantinsuyo y más. No
desparecerá, hasta que las causas de la añoranza lo mantengan vivo en el clamor
popular.
Hacia 1750, las rebeliones se intensificaron por la tiranía de los
corregidores, que eran las autoridades supremas en las provincias. Cobraban los
impuestos a los nativos arrebatándoles sus propiedades si no pagaban,
establecían las “mitas” de trabajo forzado por turnos anuales en las minas y,
obrajes manufactureros de mortífera explotación de fuerza humana, abusaban con
el sistema obligatorio de los “repartimientos” de mercadería sobrevaluada que
los nativos estaban obligados a comprarles, aunque no les gustasen, como
naipes, libros que no sabían leer, vestimentas europeas, etc. etc.
En un informe de una misión científica que pasó por Perú en aquellos
años (Juan y Ulloa) se lee: “El origen principal de los abusos y
extorsiones cometidos por los corregidores, eran la codicia insaciable…. Era
indispensable labrar fortuna, pronto y bien, y el único camino para lograrlo,
consistía en explotar las fuerzas, el trabajo y hasta la existencia misma de
los indígenas”. (Diccionario Histórico Biográfico del Perú- Tomo VIII).
Pero también ahora, sigue “la codicia insaciable” de las corporaciones,
capitalistas coludidas con los neo corregidores adictos a la corrupción. Están
en la minería, hidrocarburos, servicios, concesiones forestales, tecnología,
latifundios agroexportadores, agro importación, cadenas de tiendas
comerciales, cadenas de farmacias y muchas otras formas de arrebatarnos
riqueza. Todo esto hace que el resentimiento nativo se acumule y quizá estalle
en algún momento.
“No más pobres en un país rico” dijo un defraudador político y
Chumbivilcas que antes luchó contra los corregidores, está ahora, en pie de
lucha precisamente porque en medio de la riqueza minera, no tienen los
servicios básicos de agua potable, desagüe, infraestructura educativa, y siguen
cultivando con instrumentos de labranza prehispánicos. Las mujeres trabajando
con sus bebes a la espalda, sin descanso por maternidad, sin seguro social, sin
gratificaciones, sin bonificación por escolaridad, etc.
En cambio, los parlamentarios gozan de todas las bonificaciones y el
presidente carga con la familia y amigos, en el avión presidencial a costa del
erario nacional. ¿Cómo no anhelar entonces, la resurrección de Tupac Amaru,
para terminar lo que dejó pendiente? Velasco acogió este sentimiento nacional y
la figura de Tupac Amaru fue el ícono de su gobierno revolucionario. ¡Qué
diferencia con el que se abraza de la OEA para guarecerse de las penalidades de
sus malos manejos!
Tupac Amaru representa pues, la lucha contra la injusticia social, la
esclavitud laboral, el abuso en todo régimen de explotación humana, contra las
inequidades sociales y, la discriminación indígena. Por eso mismo, está en los
ideales de libertad, autonomía nacional, equidad social, patriotismo,
reivindicación de los pueblos originarios, defensa de las riquezas naturales,
nacionalismo, integración andina y solidaridad.
El pueblo oprimido se identifica con Tupac Amaru por lo que significó y sigue significando en este sistema republicano de opresión. Tras su muerte, se le dio la razón eliminando el régimen de los corregidores y estableciendo las intendencias que, la república las mantuvo como prefecturas. Pero la dominación colonial no suelta el poder republicano y por eso vemos a su descendencia presidir el poder legislativo, como hemos tenido en el anterior parlamento a Vitucho García Belaunde, descendiente de Juan de la Torre, uno de los trece de la Isla del gallo, con Pizarro.
Por el contrario, la población nativa es marginada del poder y
subestimada por racismo. Pero no olvidemos que, junto con Tupac Amaru, se
sublevaron otros revolucionarios como José Bermejo, Antonio Oblitas, Antonio
Bastidas, Francisco Túpac Amaru, su hijo Hipólito y muchos otros líderes
nativos. Especial homenaje merecen Micaela Bastidas, su esposa, la curaca o
cacica de Acos Tomasa Condemayta, Marcela Castro y las esposas de los
sublevados que estuvieron siempre junto a ellos.
Tupac Amaru era descendiente del inca Huayna Capac, de quien Huáscar
heredó el mando. Asesinado este, asumió su hermano Manco Inca. Asesinado este,
por los españoles, el sucesor fue su hijo Sayri Tupac a quien la dominación
española sedujo y lo mantuvo custodiado, muriendo sospechosamente de manera
extraña. Su hermano Felipe Tupac Amaru, tomó la posta, pero desconfiando de los
españoles permaneció en Vilcabamba, preservando su autonomía.
Temeroso de que tramara una rebelión para recuperar el Tahuantinsuyo,
el virrey Toledo lo hizo perseguir y tras su captura, fue ejecutado
públicamente en la plaza del Cusco en 1579, a pesar de los ruegos de clérigos y
personalidades, al no comprobarse los cargos atribuidos. El llanto masivo
altisonante de la población nativa en el escenario fue desgarrador.
Hija de Felipe Tupac-Amaru fue Juana Pilcohuaco, (nieta de Manco Inca y
bisnieta de Huayna Capac) que casó con Diego Felipe Condorcanqui, curaca jefe
de Curimana. De este matrimonio nació Blas Condorcanqui, que heredó el cargo, y
fue abuelo de José Gabriel, cuyos padres fueron Miguel Condorcanqui y Rosa
Noguera.
Bueno pues, no tendría sentido conmemorar este acontecimiento
histórico, si no fuera por la responsabilidad que nos compromete a seguir su
ejemplo, pues lo que hagamos por la justicia social, será la mejor herencia
para nuestra descendencia y porque la lucha, es la única forma de forjar un
futuro de bienestar equitativo para la sociedad nacional y mundial. <:>
Noviembre 02- 2022
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