martes, 14 de mayo de 2024

POETAS PERUANOS

 LEGADO REVOLUCIONARIO DE JAVIER HERAUD

Escribe: Milciades Ruiz, mayo 13/2024

E

l 15 de mayo de 1963, ocurrió el épico suceso de nuestra historia en que, el laureado “Poeta joven del Perú”, Javier Heraud Pérez, fue abatido en su otro yo, “El Río”, en la selva de Madre de Dios, cuando cumplía misión revolucionaria, en nuestra ilusión patriótica de hacer justicia social, ante el padecimiento de los pobres de nuestro país.

La década de 1960, fue de gran fervor revolucionario. El ejército rebelde de Cuba había derrotado por la vía de las armas a la dictadura militar de Fulgencio Batista y el gobierno revolucionario estaba haciendo reforma agraria expropiando a las empresas terratenientes, nacionalizando empresas monopólicas, recuperando sus recursos naturales en manos extranjeras, educación y medicinas gratis, etc.

El entusiasmo era inmenso, con la esperanza de que ocurriera lo mismo en nuestro país. Surgieron nuevos movimientos políticos, como el “Frente Nacional de Defensa del Petróleo”, el “Frente de Liberación Nacional” fundado por el cura capellán del ejército, Salomón Bolo, el general (r), César Pando y el periodista Genaro Carnero Checa; el “partido social progresista” y otros grupos identificados con la revolución cubana.

En 1961, Radio Habana Cuba, avisó que el gobierno cubano ofrecía becas de estudios universitarios a jóvenes peruanos y, muchos provincianos postulamos acudiendo a Lima a inscribirnos en la Federación de Estudiantes del Perú, con sede en la casona de San Marcos que, tenía esa responsabilidad. Eran tiempos en que la FEP pesaba por su gran influencia política.

Javier Heraud, había logrado ingresar a la Universidad Católica y a San Marcos. A sus 20 años ya era profesor en colegios emblemáticos y había viajado en representación de Perú, al Fórum Internacional de la Juventud realizado en Moscú. No obstante, a su regreso, se inscribió entre los postulantes a dichas becas, conjuntamente con otros jóvenes poetas.

La visita a la Unión Soviética, fortaleció su vocación política y escribió: “No creo que sea suficiente llamarse revolucionario para serlo”. Más aun, los becaros seleccionados viajamos a La Habana, con gran entusiasmo, pensando en los estudios, pero el impacto de ver directamente el entusiasmo popular de un pueblo armado, nos contagió su fe revolucionaria.

Entre los becarios provincianos, acostumbrados al sufrimiento de la dominación terrateniente, era lógico abrazar los ideales revolucionarios. Estábamos con sed de justicia social. Pero nos llamó la atención que Javier y otros poetas asumieran la misma actitud cuando pedimos a Fidel nos ayudara en nuestros deseos de hacer la revolución peruana. Rompían los esquemas teóricos.

Javier era un muchacho miraflorino, había estudiado en el británico Markham College, y no era un sufrido vasallo del sistema republicano. Hoy comprendo su excepcional sensibilidad humana. Creo que todos los poetas y poetisas, tienen esa virtud. Eso explica la resuelta participación revolucionaria de José Martí, Mariano Melgar y, otros poetas que se jugaron la vida por la liberación de los oprimidos contra el yugo opresor.

Cuando en 1962, los becarios peruanos en Cuba, fundamos el “Ejército de Liberación Nacional- ELN”, todos éramos muy jóvenes, dispuestos a dar la vida por lograr que Perú sea una república socialista. Javier tenía apenas 21 años, como la gran mayoría de estudiantes becarios. Otros peruanos no becarios se fueron sumando al grupo inicial.

En nuestro afán revolucionario, enrumbamos hacia nuestras zonas operativas, atravesando territorio boliviano, hasta llegar cerca de la frontera selvática, donde nos esperaban los guías hacia el valle de La Convención (Cusco) y Pasco. Los detalles lo pueden leer en: javier-heraud-poeta-revolucionario/

Lo dicho hasta aquí, no es solo por rendir homenaje a tan insigne revolucionario que asumió el reto de la historia de su tiempo. Es también por renovar nuestra fue fe la lucha revolucionaria que nos corresponde y tomar nuevo impulso en nuestros afanes de lograr la anhelada liberación de los oprimidos, ante las atrocidades del sistema de opresión capitalista mundial y nacional.

El reto de nuestro tiempo sigue siendo el mismo que tuvo Javier Heraud, solo que las condiciones han variado. El actual sistema de opresión capitalista ha renovado mecanismos de dominación con tecnología diversa. Pero la estructura sigue siendo piramidal. Los más poderosos dominantes en la cúspide y los indefensos en la base.

A esa estructura vertical, nos oponemos por las desigualdades sociales que ocasiona y que se traducen en injusticia social en todo aspecto. Nuestra opción es la estructura horizontal, compartiendo el desarrollo humano en condiciones de equidad socialista. Al interés individualista por encima del interés social, nosotros postulamos lo contrario.

A la primacía del capital, nuestra opción es la primacía de los derechos humanos. A las hegemonías económicas oponemos la libre determinación de los pueblos. A la postergación de los pueblos ancestrales nos oponemos reivindicando sus plenos derechos, sin sumisión a los poderes discriminatorios.

La epopeya de Javier Heraud, es el fuego eterno que alienta nuevas generaciones de peruanos, sensibles al sufrimiento humano. Los ideales supremos de la juventud peruana van por la senda del bienestar común y la justicia social. Solidaridad con los que sufren las injusticias de un régimen abusivo. Liberar a nuestra patria de toda dominación hegemónica, siempre será nuestra bandera.

Finalizo repitiendo lo que escribió aquel jovencito miraflorino:

Palabra de guerrillero

Porque mi patria es hermosa

como una espada en el aire,

y más grande ahora y aun

más hermosa todavía,

yo hablo y la defiendo

con mi vida.

No me importa lo que digan

los traidores,

hemos cerrado el pasado

con gruesas lágrimas de acero.

El cielo es nuestro,

nuestro el pan de cada día,

hemos sembrado y cosechado

el trigo y la tierra,

y el trigo y la tierra

son nuestros,

y para siempre nos pertenecen

el mar

las montañas y los pájaros.

 

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