sábado, 13 de agosto de 2022

ESCLARECEDORA OPINIÒN SOBRE EL MOMENTO POLITICO

 HECHOS Y NORMAS EN RELACIÓN

AL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA

Por: Jorge Rendón Vásquez[1]

Con la pretendida seriedad que para algunos emana de los discursos parlamentarios, en los periódicos, radios y TV, que los comentan, menudean ciertos términos jurídicos contra sus objetivos de turno que son, por supuesto, ahora en un ciento por ciento, personajes de la escena política. Estos son, se diría, sus “puntos” en su bulling profesional.

En un comento anterior, recordé que, hace algunas décadas, un periodista radial, utilizando las vociferaciones como estilo, acusaba a determinadas personas de la comisión de ciertos delitos, irregularidades, infidelidades o lo que pudiera dañarlas hasta que luego de unos días las dejaba de lado y seguía con otras. Las olvidaba, porque sus víctimas le pagaban, algo más de lo que le habían pagado los que le encomendaron los ataques. Fue normal que ese periodista, se convirtiera en maestro póstumo de otros que reprodujeron su procedimiento y estilo.

Ahora, el “punto” de estos, que debe de estarles rindiendo gordo, es el Presidente de la República, un hombre del pueblo, maestro de escuela, sencillo y honesto, como cualquiera de los millones de provincianos que salieron de tierra dentro y que, perforando la coraza de la discriminación racial y social, ha podido elevarse hasta la primera magistratura de la Nación, para honra de sus iguales.

No voy a glosar la cantidad de barbaridades que salen de la boca y las compus de sus detractores parlamentarios y mediáticos. Me referiré solo a ciertas expresiones lanzadas contra él como dardos envenenados para erradicarlo de la Presidencia: traición a la patria; adelanto de elecciones; suspensión; inhabilitación; vacancia.

Traición a la patria: En una entrevista concedida por el Presidente Castillo a un periodista de alquiler de la CNN, en enero pasado, este le preguntó si le cedería un salida al mar a Bolivia. El Presidente le respondió que no, pero que eso dependía del pueblo peruano y que él se debía al pueblo. El periodista retrucó entonces: Ah, eso lo consideran los peruanos traición a la patria.

Fue la voz de mando. De inmediato, en los medios se acusó a Pedro Castillo de traición a la patria, así como así, y esta acusación rebotó en la mente de los congresistas de la ultraderecha algunos de los cuales se comprometieron a llevar al Presidente al cadalso. Pero ¿qué dicen las normas jurídicas sobre esto? La Constitución dispone que “El Presidente de la República solo puede ser acusado, durante su periódo, por traición a la patria” (art. 117º). Como la Constitución no define en qué consiste esta, se debe ir al Código Penal el que, como figura genérica, prescribe: “El que practica un acto dirigido a someter a la República, en todo o en parte, a la dominación extranjera o a hacer independiente una parte de la misma, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de quince años.” En esa entrevista, el Presidente Castillo no practicó ningún acto para hacer lo que esta norma prohibe, ni era posible que lo hiciese. Por lo demás, el acto debe conllevar, realmente, el efecto de someter a la República a dominación extranjera o de independizar una parte del territorio nacional, en ambos casos.

Adelanto de elecciones: Un buen día, un expresidente de la República que llegó a este cargo “sin comerlo, ni beberlo”, como le sucedió al buen Sancho cuando lo nombraron gobernador de la ínsula de Barataria, declaró, muy suelto de huesos, en una entrevista, que para salir de la crisis –se le ocurrió que había una– se debería adelantar las elecciones presidenciales y de los congresistas. ¿Para qué lo dijo? Muchos congresistas no tuvieron reparo en prorrumpir en carcajadas cuyo eco resonó hasta en los cerros que circundan Lima. Pero, ¿por qué se rieron? 1) porque en la Constitución no hay ninguna norma sobre adelanto de las elecciones; y 2) porque ellos mismos no se iban a quitar sus jugosos sueldos de 23,000 soles por mes por hacer nada.

Suspensión: Otra payasada de algunos periodistas y congresistas se centró en esta figura para suspender de sus funciones al Presidente Castillo. Pero, tampoco hay en la Constitución alguna norma que trate de ella en relación a la Presidencia de la República.

Inhabilitación: Otros recurrieron a esta palabra del artículo 41º de la Constitución, aplicable a los funcionarios y servidores públicos, según lo que disponga la ley y por efecto de su responsabilidad que puede ser administrativa y penal. Pero esta disposición no se le aplica al Presidente de la República para él que se requeriría de norma expresa en la Constitución, y en la vigente no la hay.

Vacancia: Para algunos congresistas de la ultraderecha achorada y su caja de resonancia mediática, la vacancia de la Presidencia de la República sigue siendo el arma definitiva, a pesar de sus fracasos anteriores. Una lectura superficial del artículo 113º de la Constitución, que la menciona, les daría el pretexto. Veamos: el inciso 2 de este artículo dice: la Presidencia de la República vaca por: “permanente incapacidad moral o física declarada por el Congreso”. Ya se ha determinado que la permanente incapacidad moral es una incapacidad mental, significación vigente desde que esta norma apareció en la Constitución de 1839, en vista de que la del 1834 solo incluía la “perpetua imposibilidad física”; y así se ha repetido desde entonces. Por eso, en las constituciones no se menciona a la incapacidad mental que puede ser más grave que la física. Además, la incapacidad moral, como tal, no puede ser declarada de entrada, por una simple imputación. El ámbito de la moral es subjetivo, corresponde a cada persona, según sus juicios sobre lo que considera moral o amoral. Por lo tanto, para el caso de que se insistiese erróneamente en que la palabra moral en el artículo 113º de la Constitución, no alude a la incapacidad mental, no bastaría el requisito de los 2/3 del número legal de miembros del Congreso para aprobar la vacancia, dispuesto por el art. 89A del Reglamento del Congreso. Se requeriría antes la definición de los casos de amoralidad sancionados con la vacancia, cuya comisión se daría obviamente después y no antes, por el principio de tipificación previa previsto en la Constitución: “Nadie será procesado ni condenado por acto u omisión que al tiempo de cometerse no esté previamente calificado en la ley, de manera expresa e inequívoca, como infracción punible” (art. 2º24-d). Y este precepto es absoluto. Sancionar por lo que se cree que es amoral o inmoral, sin norma previa, es sencillamente arbitrario.

Prensa, radio y TV, digitados
Pero, ¿les importa el derecho a los congresistas empeñados en censurar a Pedro Castillo? Se advierte que no, para nada. Para ellos solo cuentan sus votos y sus sueldos.  Será necesario, por eso, incluir en la próxima Constitución un artículo por el cual se considere como delito el voto de los congresistas que infrinja la Constitución y las leyes.

Algo más: frente a esta farragosa embestida de todos los días contra el Presidente de la República, el dominio del derecho por quienes están con él es esencial, porque de lo que se trata es, justamente, de defender el Estado de Derecho contra la barbarie, contra los herederos del poder hispánico que, en los doscientos años de vida repúblicana, han seguido considerando al Perú como su hacienda y a las mayorías populares como sus siervos.

Es, por ello, un acierto del Presidente tener en el gabinete ministerial a un jurista de polendas como Aníbal Torres Vásquez, profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de San Marcos y autor de libros reconocidos como indispensables para el ejercicio de la actividad y la docencia jurídicas, cuyos dichos se afirman en sólidos fundamentos de hecho y de derecho. Y, en esto, ninguno de sus adversarios y contradictores le llega ni a las rodillas.

 

(Comentos, 12/8/2022)

[1] Profesor Emérito de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

ARTE POPULAR COREOGRAFICO Y COSTUMBRISTA EN PUNO

 LOS K’USILLUS

Escribe: Juan Sosa León

Tomado de JULI ETERNO

si a un juleño le preguntas ¿A qué santo se le rinde culto el 14 de septiembre? Estoy seguro que lo primero que se hará presente en su memoria serán los K’usillus. Alguien me dijo que no hay juleño que no se hubiera disfrazado y bailado de K´usillu, caso contrario, dejaría de ser juleño.

Sería una impertinencia querer describir su indumentaria y los objetos que porta. Sin embargo, el k’usillu juleño difiere de cabo a rabo con los de otras latitudes (Bolivia y Acora). Mientras aquellos visten abrigos y pantalones anchos, el juleño, lleva una levita o frak de jerga tejida en telares caseros y trusa blanca, lo cual los hace más agiles y vivaces, como un verdadero mono.

MOSHO
La palabra K’usillu es un vocablo aimara que significa “mono”. Personaje típico en varias danzas, vivaracho, fanfarrón y mentiroso. Dicen que, en sus caretas, sobre todo la nariz y los cachos, le ponen alfileres, por si alguien intenta quitarle la máscara para reconocerlo.

Los K’usillus se desplazan en grupos, haciendo monadas, bailando a los acordes del charango que uno de ellos pulsa. Cortejan a las señoritas hasta hacerlas sonrojar. Al mismo tiempo hablan en aimara fingiendo una voz muy aguda: –¿Khititsa? (¡Quién soy?) huy, huy, huy.


En efecto, no se les podía reconocer, cuentan que solo un amiguito era fácil de reconocer, pues al momento de hacer sonar su chicote lo hacía con la mano izquierda. Mi compañero de trabajo, un señor de unos 45 o 70 años de edad, me contó que, en una oportunidad, un grupo de nuestros personajes motivo de esta narración, ingresaron al templo San Pedro y al salir encontraron una manada de 12 a 15 llamas. Uno de ellos, se atrevió a montar a uno de estos camélidos, el animal, dio un salto que hizo volar por los aires al atrevido que quería realizar sus monadas en el lomo de la bestia. El improvisado jinete, no se levantó. Sus compañeros, siempre en son de broma decían:

– Huy, huy, huy Jiwatawa huy, huy, huy jiwatawa (está muerto, esta muerto) Lo levantaron entre cuatro, cada uno jalaba una extremidad, lo llevaron hasta la pileta de la plaza con el fin de reanimarlo. Al llegar al lugar, hacían el ademan de echarle agua, cuando quisieron que se incorporara le decían: – ¡Sartum! (levántate) –pero el susodicho no se levantaba y pensaron que seguía fingiendo el desmayo. Y seguían la monada, bailando y haciendo piruetas alrededor del compañero.

Alcides Catacora Pinazo
La gente que observaba la pantomima reía de buena gana. Sin embargo, al momento de querer desplazarse por las calles, se dieron cuenta que el desmayado estaba más tieso que un palo de eucalipto, es decir, estaba ya bien muerto hace rato. En un segundo pasaron de la risa al llanto, no obstante, algunos curiosos seguían riendo, pues pensaban que la escena final, era también producto de las travesuras de los K’usillus.

Al día siguiente, todos tuvieron que desfilar por la policía. Desprovistos de sus caretas y su anonimato, esclarecieron a la autoridad su presunta participación en un delito, pues para la ley no hay K’usillu ni huy, huy, huy que los ampare. También me contaron que muchas damitas se disfrazaban de K’usillus, demostrando la paridad de género. Yo era incrédulo al respecto, hasta que una señora que tenía su tienda me contó que muy sigilosamente se le acercó un K’usillu y al oído le dijo:

– Señora, por favor, facilíteme su baño para hacer mis necesidades, soy fulanita de tal y no puedo hacerlo como los demás, en la calle. Después de muchos años estuve de pasada por Juli en la fecha indicada.

Juan de la Cruz Machicado
El dueño del carro, nos sugirió que observáramos unos 10 minutos la fiesta, todos accedimos, subimos a la tolva del vehículo y observamos un tumulto de personas que avanzaban tras de un niño de 4 o 5 años de edad. Con su lujosa indumentaria de K’usillu, hacia las delicias de los espectadores. Con su chicote dibujaba hermosas figuras en el piso y bailaba saltando sobre las figuras que diseñaba en la vereda. Posteriormente me entere que el niño, era el nieto de mi amigo más entrañable de Juli. Para terminar esta narración, contaré lo que un amigo bromista que estudió en el colegio de Juli y que seguro bailó con sus compañeros, expresó en su lengua aimara, no con el fin de ofender, solo para hacer reír a las personas con que conversábamos en un grupo de amigos:

–“Juliñunakax K’usillut Isthapisisax imillanakar arkanaqasinxa, imillanakan Ch’inap mukhisipki” (los juleños vistiéndose de k’usillus persiguen a las chicas y están oliéndoles el trasero).

Max Casillo


 

miércoles, 10 de agosto de 2022

EN EL DIA INTERNACIONAL DE LA JUVENTUD

 POR LA JUVENTUD

REVOLUCIONARIA

Escribe: Milciades Ruiz

Hemos llegado al mes de los vientos, en el ciclo anual para el hemisferio sur del planeta. Los niños podrán elevar sus cometas. El oscuro invierno va quedando atrás y pronto llegará la primavera en la que todo florece. Así también, en nuestro ciclo de vida, llegamos a la juventud, que es la etapa decisiva, la más heroica y gloriosa de nuestra existencia.

En esta etapa definimos nuestra personalidad. Nos orientamos por los valores que estimulan nuestros esfuerzos en procura de lograr la superación personal y social. No todos tenemos las mismas posibilidades, pues mucho depende de las condiciones materiales en las que llegamos a esta etapa y, de las condiciones sociales en el contexto histórico.

Respondemos políticamente a esas condiciones asumiendo los retos que nos depara la historia para nuestro tiempo. De esa respuesta, depende el futuro nacional. Nuestro país, no hubiese cambiado su situación feudal, si la generación de jóvenes de la década de 1960, no hubiese asumido su rol histórico. Han sido los jóvenes chilenos, los que han obligado a cambiar la Carta Magna de su país. Los ejemplos son muchos.

Los jóvenes de un pueblo que sufre, absorben la problemática social y toman iniciativas en busca de soluciones, para acabar con las causas de los padecimientos. Son rebeldes porque están disconformes con las condiciones imperantes. Cambiar esta situación se convierte en un ideal supremo. Son ellos, los que traen la renovación venciendo la resistencia del conservadurismo que se aferra al sistema decadente.

Las grandes rebeliones como las de Túpac Amaru II, han tenido en la juventud, su mayor masa combativa. Todas las conquistas sociales tienen como principal fuerza a la juventud que las impulsó. Es la que gana las guerras y, todas las victorias se la debemos a ella, que lo da todo por los ideales de superación. Jóvenes revolucionarios como Javier Heraud, son gestores de la liberación humana.

Pero el rol histórico de la juventud no es solo de fuerza. Se recurre a ella solo cuando la necesidad obliga. En el desarrollo de los pueblos, la juventud tiene un rol multidimensional, que constituye la base de sustentación para el mejoramiento de las condiciones de vida, en toda época histórica. Son los jóvenes, los más emprendedores en el campo del deporte, ciencia, tecnología, negocios, arte, política, etc.

Según la calidad de la juventud, es que tendremos los líderes del mañana. No solo en las tareas de gobierno, sino también, como conductores en todos los sectores de la vida nacional. Esto, le da a la juventud un rol estratégico en el desarrollo de la patria. El apoyo a la juventud nacional, es como sembrar para obtener buena cosecha de desarrollo humano.

Siendo así, tan fundamental y estratégico, ¿Cómo es que nuestro país no tiene una política de estado que le preste la máxima atención a la juventud? No hay, una entidad encargada específicamente de desarrollar sus capacidades, para que tengamos una base, un semillero de alto rendimiento en la sostenibilidad del futuro nacional.

Nos preocupamos por los recursos naturales, pero no, por nuestros recursos humanos, que están por encima de todo. Abogamos por la pureza del agua, del medio ambiente, pero no por la pureza de nuestro semillero social. Hoy seríamos mejores personas, si hubiésemos tenido el apoyo de un estado promotor del desarrollo juvenil y no tendríamos que lamentar la pésima calidad de nuestros gobernantes ineptos.

La visión de la problemática nacional, del desarrollo del país, las proyecciones hacia el futuro, los objetivos y metas de la sociedad, la fisiología económica, social y política, deberían ser parte de la formación de la juventud peruana. Se ganaría mucho enseñándoles la elaboración de proyectos de desarrollo, manejo de instrumentos financieros para viabilizar iniciativas, formulación legislativa, entre otras habilidades.

Así, NO
La potencialidad de nuestros recursos juveniles es inmensa, pero no la vemos, ni la sabemos aprovechar. No la impulsamos, ni le damos las facilidades para su expansión productiva. El entusiasmo está concentrado allí, es la llama viviente de los ideales más puros. Por el bien de nuestra sociedad en desarrollo, es necesario y conveniente elevar su calidad generacional. Ello ayudaría enormemente a resolver los grandes problemas nacionales de desempleo, tecnologías, PBI, etc.

Para ellos!

Hay experiencias nacionales interesantes en el despliegue juvenil. Cuando la iglesia cristiana tomó partido por los pobres, en la década de 1960, dio margen para el surgimiento de la “teología de la liberación” solidarizándose con las demandas populares. Surgió el Movimiento Sindical Cristiano -MOSICP y era la iglesia la que estimulaba las iniciativas de jóvenes católicos que, en gran número salían al campo a organizar sindicatos campesinos.

Otra experiencia interesante fue la que propició el gobierno de Velasco, con el Área Juvenil, del SINAMOS. Amparados por el estado, los jóvenes participaban en el programa “Trabajo Popular Universitario- TPU. Compartían las faenas agrícolas, al mismo tiempo que intercambiaban ideas sobre la realidad nacional y la asociatividad empresarial. Muy distinto fue lo que hizo Fujimori, metiendo tanques de guerra a los claustros universitarios.

Pero también, los partidos políticos daban acceso institucionalizado a los jóvenes militantes, preparándolos como cuadros políticos o, futuros dirigentes. Todo eso se ha retraído y los jóvenes optan ahora por crear colectivos políticos, ante el desamparo en el que se encuentran. Los jóvenes necesitan orientación ideológica, pero los referentes no cubren la necesidad y decepcionan con su falta de claridad en estos días de incertidumbre.

Hay un vacío de liderazgo que resulta negativo. Tengamos en cuenta que, una mala orientación de la juventud, puede conducir a su descarrilamiento cuando se pierde el equilibrio de la racionalidad, primando el fanatismo y la intolerancia. Por ejemplo, en nuestro país, los jóvenes maoístas imitando a los guardias rojos de China, se radicalizaron extremadamente en la década de 1980, queriendo imponer sus ideas a la fuerza, degenerando en terrorismo.

Por eso es importante que la juventud aprenda a entender las leyes de la naturaleza. Los principios del universo le darán las armas para desarrollarse mejor, siendo certeros en la interpretación de los hechos, análisis y conclusiones. Lo que distingue a los jóvenes revolucionarios es su conducta racional, pues actúan por convicción de conocimiento y no por emotividad.

El 12 de agosto, es el “Día Internacional de la Juventud”. Va mi saludo a la juventud peruana. Más que celebrar, hay que plantearse tareas que podamos realizar para elevar la calidad generacional de nuestros jóvenes. Contribuir con nuestra experiencia a esclarecer situaciones que orienten a la juventud, es nuestra obligación. Es una tarea que deberíamos asumir responsablemente. Salvo mejor parecer.

Agosto 9- 2022

lunes, 8 de agosto de 2022

LIBRO SOBRE VILQUECHICO (MOHO, PUNO, PERU)

 Escribe: Guillermo Vàsquez Cuentas

punoculturaydesarrollo.blogspot.com,

A mi dilecto y antiguo amigo JOSE LUIS AYALA vaya mi profundo agradecimiento por haberme hecho llegar, con su acostumbrada generosidad, y como obsequio, el libro LIBRO DE ORO EN EL BICENTENARIO de Vilquechico, editado y publicado por la Municipalidad Distrital de ese pueblo que tantos hechos memorables tiene registrados en la historia de los Omasuyos, sector oriental de las tierras adyacentes al gran Titikaka.

Adelanto mi conclusión general aunque tal vez apresurada -debido a una primera pero detallada revisión- del contenido del volumen, señalando que de las 558 páginas que lo integran emana con fuerza ostensible el espíritu identitario de los aimaras orgullosos de su tradiciones; lo cual va de la mano con el amor extraordinario por ese hermoso paraje collavino de quienes decidieron, impulsaron, participaron, colaboraron con la auspiciosa publicación de esta obra.

Junto con esa anticipada opinión, no puede dejar de decirse algo sobre algunas partes del contenido del libro que a nuestro muy modesto juicio merecen ser mencionadas.

En sus primeros términos el libro contiene un tratamiento poco conocido, especial e ilustrativo, de la toponimia de Vilquechico.

En esa primera parte brilla la sinopsis histórica que, con la solvencia a que nos tiene acostumbrados, corre a cargo de Victor Calsin Anco. A nuestro juicio se trata de una excelente introducción a la historia de Vilquechico que es tratada con mayor amplitud en la Tercera Parte y en la Cuarta Parte, creo que ambas de la autoría de Leoncio Mamani Coaquira.

Los datos e informaciones sobre la geografía, la organización política y la economía del ámbito distrital aparecen en la Segunda, Quinta y Sexta Partes, en todas con un nivel de profundidad medio pero suficiente para el conocimiento de la realidad de Vilquechico.

La dimensión social de esa realidad es abordada en la Séptima Parte: Costumbres y Tradiciones, en la Octava Parte: Conjuntos Folklòricos (propiamente arte coreográfico popular), Novena Parte: Educación y Principales Instituciones; Décima Parte: Deportes; Decimoprimera Parte: Religiosidad y Festividades; y, Decimosegunda Parte: Turismo.

Parte muy especial y sugerente, además de justiciera, es la Decimotercera Parte dedica a “Personajes”. Una entrevista a un vilquechiqueño, indagatoria sobre la vida y obra de Carlos More, destacadísimo hijo de ese pueblo, realizada por José Luis Ayala con maestría de sabueso cultural, abre esta última Parte. Por lo demás, bajo la pluma de Miguel Paucar Apaza, César Condori Condori, aparecen mini biografías de gente destacada del lugar: Lucas Castillo Luque, Luis Quinto Condori, Rafael Condori Mamani, Alexis Céspedes Quispe, Victor Quispe Luque, Benito Mamani Condori, Maximo Santander Rojas, Florencio Palero Condori, Aurelio Choquehuanca condori, Wilson Huancapaza Canaza, Elvis Capia, Elio Machaca Villalba.

La parte final del libro está dedicada a presentar “Poemas y Canciones” de diversos autores, nativos y foráneos vinculados en distintas formas con el pueblo vilquechiqueño.

Ya en el final, bajo el epígrafe “El otro rostro d la historia” se insertan artículos y ensayos cortos sobre Vilquechico y sobre las personalidades naturales de ese pueblo. Destacan los trabajos dedicados a Carlos More Barrionuevo; los escritos de José Portugal Catacora sobre “La Colonia Indígena de Trabajo Colectivo de Vilquechico, 1943-1948”; (dos ensayos cortos con el mismo titulo); de José Luis Ayala: “Vilquechico en el Corazón y la Memoria” y “Carlos More, Amigo de Cèsar Vallejo”.

Se incluye también como “Anexo” varios artículos todos interesantísimos de Hernán Amat Olazabal: “Visión Histórica de Puno: el valioso legado del tiempo prehispánico”; “Del esplendor de Tiwanaco a los reinos altiplánicos, 1,200 a 1,450 d.C”; “La Agricultura y los camellones”, “Síntesis histórica de Puno y su entorno. El altiplano del Collao”; “El Lago Titicaca”.  Mientras, Hernan Cornejo Velásquez, trata un tema de su especialidad: “Cocina Aymara”.

No se puede dejar de decir que este esfuerzo de la Municipalidad Distrital de Vilquechico, debería ser imitado por todas las municipalidades del departamento puneño. Si esa aspiración llegara a instrumentarse con el tiempo, tendríamos en nuestra tierra puneña las posibilidades documentales para un conocimiento cabal, total y completo de nuestro pasado presente y futuro, digno de dejar como legado a quienes han de seguirnos. <:>

Vaya mi más cálida y puneñista felicitación al alcalde y concejeros de la Municipalidad distrital de Vilquechico. (Guillermo Vàsquez Cuentas, agosto 2022)