EN LA PERSPECTIVA LATINOAMERICANA
Escribe: Milciades
Ruiz
l
finalizar el 2025, descargo mi exceso de ira política por todo lo que estamos
pasando, en el plano económico, social, político, cultural, jurídico y más.
Todo exceso es desequilibrante. Pero, las causas de una problemática se diluyen
en el tiempo y perdemos consciencia de los hechos. Vemos lo cercano solamente,
pero la infelicidad que envuelve al planeta proviene de desequilibrios
históricos cuyos rastros hemos perdido. Los automáticos deseos de año nuevo,
son solo buena voluntad.
Muchos,
ignoran que, somos de un país que no, nos pertenece. ¿Cómo? En cierto modo,
nuestro país, pertenece a poderes extranjeros, pero fundamentalmente en lo
económico, del que se deriva nuestro sometimiento cultural, político y
jurídico. No saben que el territorio mundial, está repartido, ni que, tenemos
amos que deciden por encima de nuestra voluntad nacional.
EE
UU se cree dueño de Panamá, México, Canadá y Groenlandia, para controlar el tránsito
comercial, la migración y la competencia extranjera. El cerco militar se
extiende a toda Latinoamérica y en nuestro país, sus tropas tendrán presencia
disuasiva a partir del 2025, como parte de su estrategia hegemónica. Lo que se
viene, parece ser espantoso, ante los desesperados esfuerzos por evitar el
deterioro interno y externo de los EE UU.
Esta
pérdida de soberanía, viene sucediendo desde que, el Tahuantinsuyo, nuestra
patria originaria, perdió su autonomía total, en el siglo XVI. Toda la actividad
económica fue reorientada hacia el exterior, para fortalecer a la monarquía
española, en desmedro del desarrollo propio. Luego pasamos a ser propiedad
inglesa, para quedar hasta ahora bajo las órdenes del amo yanqui. Son 492 años
de saqueo de nuestro oro, plata, cobre, salitre, guano y otros recursos
naturales que, de haberlos utilizado en nuestro desarrollo, otro habría sido
nuestro destino
Con
la independencia del virreinato, no se devolvió el territorio a la población
autóctona y ha continuado expropiado por la descendencia de los invasores.
Diferente son los casos de ex colonias asiáticas y africanas, donde lograda la
independencia, los territorios fueron devueltos a sus dueños originarios.
Expulsados los franceses y norteamericanos, fueron los vietnamitas los que
recuperaron totalmente su patria y, fueron los chinos los que tomaron para sí,
el gobierno de su país. Ni la descendencia japonesa ni inglesa mandan allí.
Pero
pasada la etapa histórica de las capturas geográficas, el capitalismo mundial
desarrolló otras formas de captura indirecta más efectiva que las
territoriales. La sujeción financiera y comercial era más rentable que las
atrocidades coloniales. En nuestro caso, el apoyo financiero de Gran Bretaña a
la independencia fue altamente rentable para ella. Durante más de medio siglo
estuvimos pagando deudas e intereses a Inglaterra por los préstamos para la
independencia y el sostenimiento de la república inicial. Concesiones mineras,
de puertos libres y, tratados de “Amistad, comercio y navegación”, eran parte
de pagos.
Los
países europeos se estaban adueñando de las rutas comerciales con América.
Frente a esto, el capitalismo norteamericano lanzó su estrategia para tomar
como suyos, los dominios de las colonias independizadas en nuestro continente.
Con premeditación, alevosía y ventaja, tramó la doctrina de “América para los
americanos”, lanzada por su presidente James Monroe que, escondía la verdadera
intención que era, América para los norteamericanos.
Se
ha celebrado el bicentenario de la batalla de Ayacucho que puso fin a la
sujeción española, pero se ha ocultado el bicentenario de la doctrina de
Monroe, mediante la cual, EE UU monopolizó nuestra dominación, advirtiendo a
las potencias europeas para que se mantuvieran fuera de sus dominios en nuestro
continente. Desde entonces hasta ahora, EE UU interviene impunemente en los
asuntos internos de todos los países latinoamericanos, derrocando gobiernos que
no actúan conforme a sus intereses, como lo hizo con Velasco, Allende y otros.
Son
numerosas las intervenciones militares, sabotajes, represalias, bloqueos,
espionaje, aislamiento diplomático, sicariato político, y otras medidas
coercitivas para someter a los países desobedientes. Pero el siglo XXI, marca
ya el declive de EE UU como sucedió con el imperio romano, abrumado por crisis
política, económica y derrotas militares, seguida de invasiones (migraciones).
Es una oportunidad para la liberación latinoamericana.
El
endeudamiento de EE UU está llegando al nivel de no poder recibir mayores
préstamos para cumplir compromisos de pago. Si no recurre a medidas de
emergencia, la estampida de capitales derrumbará su economía. Está perdiendo la
guerra en Ucrania y ya, no hay dinero para sostener el conflicto. A su
debilitamiento militar se suma la expansión de los conflictos que amenazan una
tercera guerra mundial de pronósticos desastrosos.
La
deuda federal de EE.UU. se sitúa en torno a los 36 billones de dólares, y la
inflación por el coronavirus elevó los costes de endeudamiento a tal punto que
el pago de la deuda superará el próximo año al gasto en seguridad nacional. La
invasión masiva de más de 50 millones de migrantes, agrava la situación
económica. El número de personas sin hogar en EE.UU. alcanzó un nuevo récord
desde que empezó a computarse en 2007, con un aumento de 18 % en
comparación al 2023, en gran parte por la invasión migrante.
La
participación del dólar en las reservas mundiales de divisas sigue disminuyendo
y en el tercer trimestre de este año ha caído a su nivel mundial más bajo en
tres décadas. Su peor enemigo, el bloque BRICS (Brasil, Rusia, India, China y
Sudáfrica) va ganando adeptos con monedas alternativas. Han pasado a ser socios
del BRICS, Bolivia, Indonesia, Kazajistán, Cuba, Malasia, Tailandia, Uganda,
Uzbekistán, pero sigue creciendo.
Todos
estos aspectos, están evolucionando en contra de la hegemonía de EE UU, lo que
nos da una luz de esperanza para el porvenir. Pero no olvidemos que el alto
nivel de vida del que ahora gozan, se debe al bajo nivel de vida nuestra. Harán
todo lo posible por mantener esta desigualdad recurriendo a toda clase de
artimañas. En esta perspectiva, no deberíamos permanecer inactivos esperando
que pase el cadáver del imperialismo. Hay que poner el hombro.
Haríamos
mal en desvincularnos de un mal para vincularnos a otro. Las lisonjas vienen
del otro lado, como cantos de sirena. No repitamos los errores del pasado.
Hagamos prevalecer lo nuestro sin caer en la trampa del facilismo. Recuperar
nuestra soberanía es la clave. Equidad, para un desarrollo compartido, sin
renunciar a nuestro derecho consuetudinario, conforme a nuestros usos y
costumbres. Entreguismo, nunca más.
30 dic-2024
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DATOS
PANAMA
La actual republica
de Panamá era parte de Colombia, pero logro independizarse el de noviembre de
1903, debido a la intervención de los EEUU, país que ejerció duras presiones y
amenazas, para que ello ocurriera y en consecuencia, invertir en la construcción
del Canal interoceánico, lo cual logró, administrando el paso y creando un enclave
en el territorio del nuevo país (“La Zona”), hasta que las continuas luchas del
pueblo panameño durante 35 años dieron finalmente sus frutos con la firma del
tratado Torrijos-Carter y la asunción práctica de la soberanía panameña sobre
el canal el 31 de diciembre de 1999.
Ahora, el
presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, refirió que en el canal de
Panamá operan soldados chinos, esto después de decir que su país debía volver a
tener control de este canal. Criticó lo que describió como tarifas injustas a
barcos estadounidenses para pasar por el Canal de Panamá y amenazó con
exigir que Washington retome el control del estratégico paso.
GROENLANDIA
La supuesta idea de Trump de hacerse con Groenlandia, región autónoma
perteneciente a Dinamarca, provocó esta semana sorpresa... y risas. Pero Truman
la quiso comprar por primera vez
en noviembre de 1945, cuando un senador republicano dijo que las fuerzas
armadas del país consideraban que era una "necesidad militar".
BBC
Groenlandia es el doceavo territorio más grande
del mundo (diez veces más grande que Reino Unido) y la isla más grande del
planeta: dos millones de kilómetros cuadrados de roca y hielo. Su población
es minúscula (57,000 habitantes).
La base
aérea de Thule, en Groenlaandia, sigue siendo en la actualidad la base militar
de Estados Unidos más septentrional y un ejemplo de la importancia
estratégica que aún le da el país a la isla.