DESESPERACIÓN ARANCELARIA
DE EE.UU.
Escribe: Milciades Ruiz
L |
a
decisión de subir los impuestos a los productos importados (Aranceles) que, EE
UU ha adoptado para proteger su mercado interno, tiene su razón de ser. Esto es
lo que no se divulga y los análisis se centran más en los efectos que ocasiona.
Pero en el trasfondo, están razones de estado, que se omiten para no dar
explicaciones. Elevar 50% los aranceles a la importación de cobre, afecta al
Perú. Pero no es por castigar a nuestro país, sino por otros motivos. Veamos.
Desde
inicios del siglo en curso, EE UU se viene quedando sin fondos disponibles para
afrontar una guerra mundial. Han bajado sus ingresos estatales y tiene
creciente déficit fiscal y déficit comercial. Esta falta de fondos lo ha llevado
a un endeudamiento descomunal que se duda que pueda pagar. De los 36,2 billones
de dólares que adeuda, 9,2 billones de dólares vencen en 2025. Es urgente
entonces, reunir fondos para salvar del hundimiento de su economía. ¿Cómo
hacerlo?
Trump,
piensa que hay que tomar medidas radicales de recorte de gastos, protección de
la producción nacional, combatir la migración, otras medidas de shock económico
(no solo arancelarias). No importa si este shock afecte a sus aliados. Salvar
del hundimiento a EE UU es una necesidad perentoria. De lo contrario, será
inevitable. La guerra en Ucrania es un desgaste que va contra este plan de
emergencia. Busca un arreglo con Rusia, no porque esté contra la guerra, sino,
porque le quita fondos. Los pretextos podrán ser diversos, pero es la dura
realidad.
De
manera que, directa, o indirectamente, estas medidas afectan a muchos países en
que las relaciones comerciales con EE UU gravitan en sus economías. A ningún
país le gusta esto, pero la necesidad de fondos es tan grande que obliga. O te
hundes o, te salvas. Sin embargo, no es solo un problema de caja monetaria. El
problema es mucho más amplio y, no ver sus implicancias podría conducir a
errores de enfoque.
Capitalismo
es mercado. No puede haber capitalismo sin mercado. Las empresas capitalistas
necesitan vender lo que producen y para eso, capturan poblaciones compradoras
(mercado). El capitalismo inglés en el siglo XVI, apoyó a los subversivos
(logias) que buscaban la independencia de las colonias españolas. No lo hacía por
compartir ideales, sino, para romper el monopolio español. Bajo esta condición
se financió por cuenta de Chile, la “Expedición Libertadora” que llegó al Perú,
al mando de San Martín.
Esto mismo, es lo que sucede ahora en otras condiciones. EE UU ha perdido gran parte de su mercado y eso ocasiona pérdidas económicas. Perder mercado es perder poder. La corriente capitalista del neoliberalismo, basado en la competitividad en el mercado (precio y calidad), ha sido fatal para EE UU. Tenía hegemonía sobre el mundo. A China le cayó esto como “anillo al dedo” que trazó una estrategia de captura de mercados, penetrando incluso al mercado interno norteamericano, con sus precios bajos.
De esta manera, EE UU fue perdiendo mercado y poder, tanto nacional, como internacional. Hasta su patio trasero latinoamericano fue ganado por China. Actualmente el mercado peruano está capturado por China, no solo en materia comercial, sino también por concesiones eléctricas, mineras, hidrocarburos, tecnologías y otros. El cobre que se extrae del Perú es mayormente de propiedad china, lo que se exporta a EE UU es muy poco. Pero también, ha capturado los mercados de Venezuela, Nicaragua, Argentina, Panamá, etc. Rusia capturó el mercado petrolero europeo, como también ha penetrado en el mercado africano.
EE
UU desea recuperar sus mercados, pero no está en condiciones de lograrlo a
corto plazo. Ante esta desesperación, no le queda otra que, proceder
drásticamente decretando reajustes en los gastos nacionales e internacionales y
aplicar aranceles para captar fondos y estimular los capitales nacionales. Los
migrantes ocasionan una serie de gastos públicos, hay que acabar con ellos; los
programas sociales aumentan los gastos, hay que reducirlos. Los programas de
ayuda internacional y las cuotas de organismos internacionales restan fondos,
hay que recortarlos. Se necesitan fondos para el sector defensa que viene
perdiendo potencia militar. Hace faltan fondos para contratar empresas
proveedoras de material bélico de alta tecnología. El dólar está perdiendo
valor de cambio en el mundo y, muchas otras necesidades.
Lo dicho quizá baste para comprender que, en esta lucha por el mercado mundial EE UU ha perdido considerablemente repercutiendo en pérdidas económicas de diversa índole. Peor aún, el neoliberalismo ha hecho migrar capitales de EE UU ha otros países que ofrecen costos menores y mayor rentabilidad, en la competitividad neoliberal. La mayor cantidad de vehículos son fabricados en México y muchos artefactos son importados por EE UU, lo que antes era producción nacional.
Bajo
los preceptos del neoliberalismo, nuestro país, ofrece hasta subsidios a los
inversionistas norteamericanos, europeos, australianos y asiáticos. Las
corporaciones de empresas oligopólicas, prefieren producir aquí antes que, en su
propio país, porque acá, se les subsidia la compra de tierras de las
irrigaciones estatales subvaluando costos, se les subsidia los tributos,
reduciendo la tasa impositiva, se les subsidia los costos laborales recortado
beneficios sociales a los trabajadores, se les subsidia los aranceles
(Drawback) devolviéndoles los tributos a los insumos y bienes que forman parte
de la producción y, muchas otras concesiones.
Entonces
pues, no es nada fácil recuperar el terreno perdido en la supremacía mundial,
en la que China ha ganado mucho terreno. Lo que estamos viendo son manotazos de
ahogado y no creo que, EE UU recupere la hegemonía de poder que tenía sobre el
mundo. Ya es muy tarde para eso. Abiertamente, va contra sus principios de
libre comercio que enarboló después de la II guerra mundial y que, le trajo
muchos beneficios hegemónicos.
El
nivel de desarrollo alcanzado por EE UU se ha levantado quitándole desarrollo a
los demás países. El nivel de vida de su población ha sido a costa de reducir
el nivel de vida de los pueblos del mundo. Todo esto, está en peligro de
perderlo. En su desesperación por evitar la caída podrá obrar a la mala, pero
la decadencia de su ciclo histórico es inexorable. Todo en el universo tiene su
ciclo. Nace, prospera, decae y finaliza.
En
todo esto, ¿Qué es lo que nos conviene? Indudablemente, a todo pueblo oprimido
conviene el fin de la opresión y libertad para obrar autónomamente. Cuba podrá
librarse de las represalias, del bloqueo general a los suministros de vida.
Muchos otros pueblos latinoamericanos abrigan la esperanza de lograr su
libertad. Pero cuidado. No se trata de salir de una dependencia para caer en
otra, como sucedió con la independencia del Perú que se desligó de España, pero
cayó en otra dependencia.
En
todo caso, dejo tema para la reflexión. El intercambio de ideas siempre es
saludable.
Julio 14/ 2025
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