sábado, 27 de julio de 2024

¡NUEVO NÚMERO DE ALTIPLANIA!

 Puede descargar el PDF de la revista N°10  

entrando en la página de la revista:   https://altiplania.org/

Llegamos al número 10 de ALTIPLANIA, que viene con una hermosa y significativa portada de JUANDINO, alusiva al tema central de su contenido. Nuestro agradecimiento a este artista, tanto de la pintura, como de la escultura y los murales. 

PARA EL DEBATE SOBRE LA INDEPENDENCIA DEL PERU

 LA INDEPENDENCIA VIRREINAL

VINO DEL EXTRANJERO

Escribe: Milciades Ruiz

C

omo todos los años de la dominación colonial republicana, julio es el mes de júbilo en el que conmemora el aniversario de la independencia del virreinato del Perú. Desde niños, nos han inculcado la única versión histórica implantada por la dominación vigente desde 1821. Pero esta versión, es necesariamente fraudulenta porque fue hecha para conservar el predominio sobre la población autóctona. Para quienes percibimos el engaño, estamos frente al dilema de dejar que, el fraude persista o, esclarecer los hechos.

Disculpen que insista. Solo me anima el deseo de justicia histórica con la verdad. Interrumpir la partitura de la música oficial con notas discordantes, malogra el disfrute. No obstante, asumo lo que me caiga por desmentir versiones falaces. Si les digo que, la independencia del virreinato del Perú, se la debemos al hijo del virrey del Perú, chocaré contra la estructura mental cimentada. Si les digo que esa independencia se la debemos a los chilenos, creerán que estoy desvariando. Pero es verdad. Es que tales afirmaciones son incompletas.

San Martin en la jura de la independencia
El asunto cambia cuando les digo que me estoy refiriendo a Bernardo O’Hoggins, hijo natural del irlandés Ambrosio O’Higgins que fue virrey del Perú en 1796, y destituido por su tener un hijo subversivo. Documentado está que Bernardo, conoció en Gran Bretaña a Francisco Miranda, quien lo incorporó a la logia “Lautaro” y allí empezó su afán revolucionario que lo llevaría a independizar Chile y organizar con endeudamiento chileno, la supuesta “Expedición Libertadora” extranjera que nos llegó gratis como entrega a domicilio.

Lo hizo con el apoyo de San Martín y Juan Martín de pues los tres eran miembros de la misma logia masónica subversiva y postulaban el mismo esquema político. (Hoy serían tildados de terroristas). Pero una cosa es decir afirmaciones incompletas y otra, tergiversar los hechos. No es lo mismo, hablar de la independencia del Perú que, del virreinato del mismo nombre, cuyo objetivo era tener una monarquía propia separándose de la metrópoli, pero sin cambar la estructura de dominación vigente de la cual eran parte los supuestos “libertadores”.

Tampoco lo es, hablar de emancipación del Perú, cuando de lo que se trataba era de emancipar solo a los españoles criollos, sojuzgados por los españoles peninsulares. Los que abrazaban esta causa, se autodenominaron “patriotas” y de ese leguaje hemos tomado nuestra visión histórica engañosa pues, no era asunto de los peruanos ancestrales, ni de afroperuanos esclavizados por esos “patriotas”. Hipólito Unanue y otros próceres “patriotas” eran esclavistas”. Muchos nativos, creyeron que los “libertadores” les iban a emancipar devolviéndoles su patria arrebatada y cayeron en la trampa.

Excluidos en la conducción del proceso
En la mentalidad de los suplantadores “patriotas” de aquella época, los pobladores autóctonos, a quienes se despojó de su territorio, no eran considerados peruanos. Se les denominaba “indios” o “naturales” que no tenían derechos como personas, pues se les calificaba de “salvajes”. Peruanos eran solo los advenedizos de extracción española. Esta ideología aún persiste soterradamente. Ahora mismo ya van 35 líderes indígenas asesinados por defender su territorio ancestral, frente a invasores externos que se apropian de sus recursos naturales, agua, tierra, bosques amazónicos y, depredan la riqueza comunitaria con fines de lucro extranjero y narcotráfico, operando como organizaciones criminales. La impunidad es similar a los depredadores colonialistas. Pero ni el “Defensor del pueblo”, ni las organizaciones políticas dicen nada porque son parte del sistema de dominación.

En la primera constitución republicana se estableció que, para ser ciudadano peruano era requisito saber leer y escribir español, lo cual era prohibitivo para los nativos. Incluso 30 años después de la proclamación de la independencia hacia 1851, los nativos dueños originarios del territorio peruano, estaban obligados a transitar con pasaporte expedidos por los prefectos. Atrocidades como estas son omitidas por la historia oficial.


Pero el fraude se convierte en estafa histórica, si en los textos educativos se presenta a Túpac Amaru II, como precursor de la independencia de sus opresores colonialistas. Tenemos así, una historia tergiversada por la dominación. No tenemos una versión histórica de la otra parte de los protagonistas, los nativos, pues desde los cronistas de la conquista, hasta los historiadores republicanos han interpretado los hechos según su mentalidad condicionada por ser parte del sistema de dominación. Pero hay documentos originales que amparan lo que estoy diciendo.

Después de leer la correspondencia de los diversos protagonistas de la época, conservados en el acervo histórico de documentos originales, y apoyándome en el materialismo histórico de hechos comprobados, puedo opinar lo siguiente:

1.    La independencia del virreinato del Perú, fue gestada en el extranjero y ejecutada por extranjeros mercenarizados o contratados. No lo hicieron por amor al Perú, sino por razones militares de asegurar la sobrevivencia de las provincias virreinales liberadas, anulando la única entrada estratégica que le quedaba a España (en guerra con Francia) para recuperar sus colonias.

2.    En ningún momento, los supuestos “libertadores” pensaron en liberar a los nativos, devolverles su patria arrebatada y que los dominadores colonialistas se vayan dejando libre al Tahuantinsuyo. San Martín, quería a toda costa, implantar una monarquía en Perú, bajo un rey de sangre extranjera. Inusitadamente, fue el representante del virrey el que amenazó con un rey nativo. El historiador Jorge Basadre, en su obra, “Sultanismo, corrupción y dependencia en el Perú republicano” Capítulo: “La fórmula de una monarquía indígena”, presenta como prueba documental el texto del Conde de Torata, sobre las conferencias de paz entre San Martín y el virrey La Serna en junio de 1821:


Pocos peruanos en la capitulación de Ayacucho

(…) “Al día siguiente recibió Valdez (representante del virrey La Serna) la orden de pasar a bordo del buque que montaba San Martín, en unión con Dn Andrés García Camba, a manifestar a aquel caudillo que ni la diputación provincial, ni el ayuntamiento, ni el ejército, admitían su proposición (La de la monarquía bajo rey europeo); lo que le causó no poca sorpresa, viendo en un todo frustrados sus maquiavélicos designios. Continuaron, sin embargo, las negociaciones, aunque sin esperanzas de ningún resultado favorable, y el virrey creyó conveniente asociar a la Junta Pacificadora al digno conde de Villa-Hermosa, magistrado de la audiencia de Lima, y al coronel Valdez, con cuyo motivo pudo San Martín conocer más de cerca la firmeza de este jefe, puesto que en las diferentes entrevistas que tuvieron más de una vez ocurrieron entre los dos, discusiones acaloradas. En una de estas, manifestando el caudillo enemigo que los españoles no tenían otro medio para salvarse que abrazar la capitulación o tirarse un tiro, le contestó el coronel Valdez que se hallaba muy lejos de creerse en el caso desesperado que suponía; pero que si tal llegase a suceder, es decir que no pudiesen continuar por más tiempo sosteniendo la causa española en aquellos dominios, estaban resueltos a proclamar el imperio de los Incas y ayudar a los indios a sostenerlo, antes de consentir que lo ocupasen unos súbditos rebeldes que no tenían más derechos que los que habían adquirido de sus antepasados los españoles; dijo más Valdez que, con este pensamiento tenía a su lado, en clase de ayudante de campo, al descendiente más inmediato de los incas, a quien proclamaría emperador, dando principio con esto a una nueva guerra y a un nuevo orden de cosas, cuyos resultados no es fácil prever”.

El propio San Martín, al enviar una expedición al sur al mando del rico y aristocrático coronel Domingo Tristán, a quien acababa de ascender a General; y como su segundo al coronel Agustín Gamarra, quien se había pasado a filas libertarias tras ser por años un sanguinario represor de revolucionarios anticoloniales, escribió la siguiente carta.

“Señor general de Brigada, D Domingo Tristán. Lima. Enero 18 de 1822.

Instrucción que deberá observar el jefe del Estado Mayor de la División expedicionaria del Sur

1°. (…)

2°. (…) La atención con los blancos, y la conmiseración con los indígenas, son indispensables para lograr la cooperación de los primeros, y lisonjear ventajosamente a los segundos, en la presente campaña. Conviene dar a estos un impulso general y simultáneo si fuese posible, pero no abrirles margen para la voluntariedad absoluta en la parte hostil, pues ella será muy perjudicial. En el estado actual de su incivilización, debe conducirse a esta casta a la ilustración y felicidad sin permitirle una acción principal e independiente en el plan de la guerra. La sujeción de los Comandantes de sus partidas (guerrillas) y la consideración a sus derechos y quejas, son los dos ejes sobre que debe rodar por ahora la obra de su regeneración. Por lo mismo se hace demasiado interesante la observancia de esta política para el buen suceso del orden militar. Yo espero que US. desempeñará mis intenciones en toda la extensión de sus alcances; pues a US. es a quien está confiada la suerte de la patria en una sección considerable de poder y recursos. -Dios guarde a US. muchos años. José de San Martín.”


3.   
No cabe duda que la guerra por la independencia del virreinato fue entre oficiales realistas y ex realistas. Ambos fueron formados militarmente por España y la defendieron contra la invasión francesa. Se conocían personalmente en algunos casos. San Martín y Bolívar premiaban a los realistas que se pasaban a sus filas ascendiéndoles de grado para continuar la carrera militar con cargos y sueldos mejorados. No fue pues, una guerra entre oprimidos contra opresores colonialistas. Finalmente, la independencia definitiva tras la victoria de Ayacucho, fue conseguida por realistas conversos que derrotaron a realistas leales. Pero no fueron ellos los que derramaron su sangre por la independencia, sino mayormente los nativos y esclavos reclutados a la fuerza en ambos bandos como soldados “carne de cañón”. Así mismo, nativos de las guerrillas y montoneras que voluntariamente participaron en apoyo a los “libertadores”.


Firma de Acta de la independencia

En Cerro de Pasco, el 7 de diciembre de 1821 las tropas realistas fueron sorprendidas en la oscuridad de la noche, por un inesperado ataque de una muchedumbre indígena que, lanzando gritos las aterrorizaron y las dispersaron. Pero aclarado el día, se reagruparon, y contra atacando a esa multitud desarmada, dieron muerte a más de 700 nativos. Esto nos da idea del sector que más derramó su sangre creyendo que llegaría su libertad. No es único caso pues pueblos enteros como Cangallo fueron incendiados, eliminando habitantes.

4.    El historiador Jorge Basadre, nos dice que no tenemos un héroe nacional de esa época. Pero esto, también es cuestionable si dejamos de pensar solo en los peruanos advenedizos y no, en los peruanos ancestrales. Los héroes peruanos nativos se cuentan por miles solo que se omiten siguiendo a San Martín, de “no permitirles una acción principal”.

Hubo cientos de guerrillas y ataques nativos en montoneras masivas en las quebradas estrechas andinas, al ejército realista con solo hondas, palos y enormes piedras desbarrancadas (galgas). Un ejemplo característico entre muchos, es el encuentro en la “Cuesta del Viento”, en Caravelí cuando 20 guerrilleros evitaron el paso de casi un millar de soldados realistas. Por ello, el propio San Martín dispuso la condecoración con medallas de oro y plata para los líderes heroicos de las guerrillas y montoneras que, eran el terror de las tropas realistas. (Claro que lo hacía solo para “lisonjear ventajosamente a los indígenas”, sin permitirles protagonismo principal).

Este bloqueo al protagonismo nativo aún persiste hasta la actualidad. El Perú está orgulloso de su pasado prehispánico, pero no por ello permite que los peruanos ancestrales ocupen altos cargos estatales ni en la oficialidad de la fuerza naval, aérea y ejército. Como soldados sí, pero hasta allí nomás. Como votantes electorales sí, pero no como parlamentarios, ni embajadores, jueces supremos, ministros, etc. Se les trata como “ignorantes”, pero fueron sus sabios ancestros los que construyeron Machu Picchu, maravilla mundial y los que desarrollaron 4,400 especies de plantas de propiedades utilizadas por la humanidad: 787 plantas comestibles, 1,408 especies medicinales, como ningún país en el mundo. ¿Cuánto es lo que ha desarrollado la república de los “mistis”? Solo el bloqueo al desarrollo nativo para que no superen a los “criollos” de la actualidad.

Este bloqueo al desarrollo indígena hasta hoy, no es solo educativo, sino total: Bloqueo económico, político, social, sanitario, laboral, tecnológico, etc.

Pero volviendo a la temática, muchos de esos guerrilleros y montoneros murieron creyendo en la independencia del Perú, como es el caso del Comandante Velasco, fusilado por Carratalá, el Capitán Faustino Aliaga, igualmente pasado por las armas, el «Cholo Fuerte», ajusticiado en Moya, y el Capitán Orrantia, decapitado en Tarma. También se registra la acción guerrillera de Marcelino Carreño en la que actuaban hasta 720 negros, teniendo en Abancay, a 26 jefes guerrilleros bajo su mando. Murió combatiendo en la víspera de la batalla de Ayacucho. Son muchos los casos de fusilamiento, prisioneros ensartados del cuello con dogales de fierro; los degüellos, ejecuciones masivas, incluyendo mujeres y niños.

En 1822, los nativos de Jauja reunieron su consejo de guerra y se ofrecieron a pelear a nombre de su padre el Inca. La historia oficial omite las acciones heroicas de José Carlos Chillihuanca, Miguel Uzcanoa Champi, Miguel Cajayanni, Romualdo Cuyabamba, Francisco Mayta, Manuel Chuquiarque, y de José Ignacio Ninavilca, curaca de Huarochirí.

También el caso de Esteban Catacora, cacique de Ilave y comandante de guerrillas en diciembre de 1824, teniendo el mando en Acora, Pomata, Tiquina y Desaguadero.

Resalta el caso del «Batallón Huánuco», cuya organización se encomendó a Francisco de Paula Otero Comandante General de las Guerrillas de la Sierra que llegaba al millar de combatientes.

Otros casos son los de las guerrillas de Juan Evangelista Vivas en Yauyos, las de Quiroz, Orrantia, Vidal, Acuña, y muchos otros caudillos de guerrillas, desde antes de la llegada de San Martin, De modo que son muchos los héroes nativos de la independencia, incluyendo mestizos como el caso de la huamanguina María Parado de Bellido, hija de la nativa Jacinta CCayo que, ni se le menciona en las fiestas patrias.

5. Aunque San Martín anunció la independencia del Perú “por la voluntad general de los pueblos”, no hubo tal hecho, lo cierto es que, el acta de tal independencia no fue firmada por los líderes nativos sino, por la nobleza colonialista. Firmaron esa acta, el Conde San Isidro, el Conde de la Vega del Ren, el Conde de Las lagunas, el Marqués de Villafuerte, el Marqués de Monte Alegre, el Conde de Torreblanca, el Conde de Vista Florida, el Conde de San Juan de Lurigancho, el Marqués de Corpa y, el Marqués de Casa Dávila.

Y también, por otros notables de la dominación colonial como: el sacerdote Xavier de Luna Pizarro, el aristócrata José de la Riva Agüero, Andrés Salazar, Manuel Agustín de la Torre, Tomás e Ignacio Ortiz de Cevallos, Antonio Boza, Hipólito Unanue, José y Miguel de la Puente, Manuel A. Colmenares, Luis A. Naranjo, Mateo de Pro, Lorenzo Zárate, Francisco Moreyra y Matute, Manuel y José Ferreyros, Francisco Xavier Mariátegui, José Antonio de Ugarte, Antonio de Bedoya, José Pezet, Pedro Olaechea, Manuel Tudela, José de la Torre, Agustín de Vivanco, Toribio de Alarco, Manuel Gallo, Carlos de Bedoya y otros, en mayor parte esclavistas y señores feudales.

No sigo en mi perorata, pero queda mucho por aclarar y comparar con la situación actual. Disculpen la molestia.

Julio 20/ 2024

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LAS INDEPENDENCIA DEL PERU EN DEBATE

LA “LEYENDA ROSA” DE LA GUERRA POR LA INDEPENDENCIA

¿HUBO UN PUEBLO PERUANO QUE LUCHÓ CONTRA EL IMPERIO COLONIAL?

por Iván Arenas*

En : 12 de junio de 2024: https://elmontonero.pe/columnas/la-leyenda-rosa-de-la-guerra-por-la-independencia

A propósito del denominado “proceso de la independencia”, un sector de historiadores o divulgadores de la historia “nacional” ha tomado como axioma que lo que hubo aquí fue una “guerra de liberación patriótica”; de un “pueblo” contra un “imperio colonial”.

Vendido así el relato, desde los albores de 1821 hacia adelante, no sería sino durante la celebración del primer centenario de la independencia (1921) que nuestros intelectuales pudieron implantar algunos de los “mitos fundacionales”. En todo caso allí está la historia narrada por Valdelomar y enseñada en los colegios sobre el origen de la bandera peruana. En “el sueño de San Martín” se crea una historia romántica, no obstante la bandera que hoy se iza refiere a los colores de los tercios que fueron el terror en Flandes y Nápoles. De hecho, Francisco Pizarro, un “porquero” como despectivamente se le trata y que estuvo al servicio del “Gran Capitán”, fue un tercio al fin y al cabo.

Toda historia nacional, si se precia de serlo, nace siempre con mitos fundacionales, algunos de ellos “iluminadores” y otros absolutamente oscuros y falsos. Acuérdense lo que le dice Lord Varys a Meñique sobre la mentira fundacional del Trono en el reino de Poniente, en la serie Games of Thrones.

En el “gran relato nacional” se dice, por ejemplo, que hubo un movimiento de liberación patriótico contra el imperio colonial. No obstante, el concepto “colonial” es usado desde 1830 en adelante, y se refiere a la forma y fondo de los imperios franceses, holandeses (provincias unidas) e ingleses. Mas no a la acción de la monarquía católica hispánica, heredera de Roma. De hecho, el título de Emperador de los Romanos (mal llamada Bizancio) le fue concedido a Isabel y Fernando por el propio Andrés Paleólogo a los cuales también los nombraría herederos universales. Así, la Monarquía Hispánica jamás consideró legalmente colonias a las que siempre tituló como provincias. Como imperio se dice de muchas formas, se ha mal acostumbrado a ecualizar al imperio inglés e hispánico en un mismo dial, cuando en la realidad son absolutamente distintos.

El imperio de la monarquía católica hispánica (reconocida así) siempre reprodujo, como Roma, sus instituciones y alentó el mestizaje (salvo en los territorios conquistados al sur de España, que son harina de otro costal) como legitimación del buen gobierno. Allí está en todo caso el testamento de Isabel con respecto a las “indias”, acaso una de las primeras evidencias de la forma como operaba la monarquía en suelo conquistado.

El hecho de que existiera en la legislación indiana la llamada República de indios, durante el Virreinato, no fue para “separar” en partes la unidad del imperio, sino todo lo contrario: el objetivo era conservar los fueros, derechos e instituciones indianas. Eso no implicaba que el sistema de “repúblicas” (en el sentido escolástico) no haya sido laxo, sino todo lo contrario. Allí está Dionisio Túpac Yupanqui, hombre gris y diputado en las Cortes de Cádiz, que conocía poco la realidad de estos lugares y del que se inspiró el mismo Marx. Para cerrar este párrafo: hay imperios generadores e imperios depredadores, como dice Gustavo Bueno, acaso uno de los más grandes filósofos de nuestro tiempo. Imperios que desarrollan instituciones (como Roma) e imperios que instalan factorías.

A propósito, la tesis de Robinson y Acemoglu en ¿Por qué fracasan las Naciones?, peca de esa misma vieja pretensión weberiana de considerar que el protestantismo tiene un “talento institucional” para crear riqueza (cosa que refutaremos en otra ocasión).

Se ha dicho también, más como mea culpa que como exposición de razones, que en el Virreinato del Perú el grueso del bando realista durante el proceso de “independencia” estuvo integrado por indígenas y criollos, y no deja de ser verdad. Pero eso no evidencia una actitud sumisa del indio o del criollo hacia los españoles del hemisferio europeo; más bien demuestra que una mayoría no estaba dispuesta a la secesión o a dejar sus fueros y beneficios, que tenían 300 años de vigencia y tradición. El mismo movimiento liderado por Túpac Amaru se alzó no en contra de la monarquía y menos contra el catolicismo, sino contra el “mal gobierno”.

Para redondear la idea, podemos decir que sin los pueblos indígenas (que odiaron a las panacas incas) no habría sido posible la conquista de los “peruleros” en tan poco tiempo; y sin los criollos (herederos españoles) no habría secesión o eso llamado independencia. Dicho sea también que fue el liberalismo y el republicanismo de los primeros días, que hoy algunas derechas defienden, el corpus teórico que hizo posible la secesión.

Se ha intentado romantizar el proceso de independencia en una especie de épica, según la cual supuestamente hubo un pueblo contra un imperio colonial, cuando en realidad fue, sobre todo en el Virreinato del Perú, una novela con grises y matices, donde hubo provincias y no colonias. Solo otro dato: ni Bolívar ni San Martín, a pesar de su traición a la monarquía hispánica, pretendieron volver al antepasado inca, sino regentar ellos mismos el poder.

En el colmo del asunto, la historiografía de izquierda ha logrado ideologizar todo este asunto. Y hoy quienes defienden los hechos objetivos del Virreinato son de derechas, y quienes defienden el gesto de liberación son de izquierdas. Menuda ignorancia. <>

________________________

* ADVERTENCIA: el autor es peruano, se presenta como "analista político", y no debiera confundírsele con el homónimo actor y humorista chileno Sergio Iván Arenas Maturana, famoso en su país como "el profesor Rossa", por el programa infantil de TV de ese nombre, emitido entre 1981-2002 y 2011-2012. 

PUNEÑOS EN LUCHA POR INDEPENDENCIA

 PEDRO OBAYA,

UN CAUDILLO OLVIDADO

Por. Bruno Medina Enríquez

P

edro Obaya fue un personaje que fue partícipe de la Revolución Tupacamarista de 1780, aunque poco conocido en la historiografía oficial de Túpac Amaru, en razón de haber actuado más con Túpac Katari en el Alto Perú.

Apodado “El Tuerto”, en razón a que le faltaba un ojo, fue un líder nacido en la ciudad de Lampa, que se sumó a la sublevación tupacamarista, durante los primeros meses de la llegada del viento revolucionario al Altiplano, hacia diciembre de 1780 y cuando José Gabriel se dirige a Puno en su afán de expandir la sublevación en ese amplio territorio y lo logró, por cierto, y en demasía. Después que fuera descuartizado la revolución continuó en esa región por lo menos un año más, tiempo en el que esa región fue liberada del dominio español en manos de los sublevados.

Es en esa ocasión de la presencia de Tupac Amaru II en el altiplano, cuando éste entabla relaciones con diversos personajes y líderes campesinos, entre ellos Pedro Vilcapaza y otros cabecillas, mientras que Pedro Obaya se suma al liderazgo de Vilcapaza en Azángaro, donde recibe el encargo de dirigirse al Alto Perú, para controlar a algunos líderes de movimiento katarista.

En el Alto Perú  ya se habían sublevado en agosto de 1780 los hermanos Katari en la región de Chayanta, los que fueron fácilmente reprimidos, sin embargo a continuación en los inicios de 1781, es Julián Apaza, con el sobrenombre de Túpac Katari, quien lidera la sublevación en el Alto Perú, de modo independiente y sin mayores relaciones ni coordinaciones con Túpac Amaru II. En estas circunstancias “El Tuerto Obaya”, estando con las huestes revolucionarias en Azángaro (de ahí que la historiografía boliviana lo consideraba azangarino), asume el encargo de acercarse a Túpac Katari, para que este se sume a la lucha tupacamarista, conducida por el Inka/Rey y, en todo caso, controlar las acciones de extremada crudeza en la lucha que los de Túpac Katari empleaban, en tanto que no respetaba a las mujeres, a los niños, ni a los criollos de algún modo aliados de la tendencia tupacamarista.

En cumplimiento del encargo recibido, Pedro Obaya se presenta ante Túpac Katari como si fuera sobrino de Túpac Amaru II con el propósito de apoyarlo y al mismo tiempo controlar la extrema violencia de las huestes aymaras. Como derivación de ese apoyo Tupac Katari se hace llamar Virrey, reconociendo a José Gabriel como el Rey Inka.

En esos meses, la lucha revolucionaria en el Alto Perú es exitosa, sobre todo en la búsqueda del objetivo prioritario consistente en la toma de la ciudad de la Paz, la más importante localidad con presencia y gobierno de los españoles. La ciudad es sometida a sitio prolongado en varias oportunidades, aislándola de su relación con otros lugares del espacio altiplánico. A esa ciudad no podía ingresar ningún tipo de productos ni abastecimientos, lo cual generaba una situación de hambruna atroz en parte de la breves fuerzas españolas. En todo ese proceso de asedio recurrente a La Paz, Pedro Obaya tuvo un papel muy importante.

Mientras tanto, frente a la agresividad mostrada por Tupac Katari contra los criollos, Pedro Obaya, en afán de recuperar algunas anteriores simpatías tupacamaristas, envía cartas y misivas a diversos criollos paceños de alguna influencia y representatividad, mostrándoles el afán y el objeto de lo propuesto por Tupac Amaru II, en su deseo de comprender en esa lucha a los criollos. Misivas que motivaron que finalmente se entablara una entrevista entre los sitiadores bajo la dirección del Tuerto Obaya con representantes de los colonialistas, a quienes les planteó directamente que, para levantar el sitio de la Paz y resolver el conflicto en común acuerdo y suspender las acciones de los sublevados, era necesario -en primer lugar- que reconozcan a Túpac Amaru como el Inca gobernante del Perú, como Rey, luego que hagan entrega de los corregidores para someterlos a proceso judicial por sus acciones, así como de los hacendados explotadores y los aduaneros, quienes cobraban altos montos por alcabalas y aduanajes en tránsito; todos a los que se obligaban a rendirse y entregar sus armas de fuego. Por último, les planteó que se destruyan las barricadas de atrincheramiento que se habían construido en los límites de la ciudad de la Paz.

Por supuesto que esta propuesta de Obaya no fue aceptada por los colonialistas paceños, pero consiguió el alejamiento de algún modo de Tupac Katari del sitio de la Paz. Mientras, Obaya había recibido el refuerzo de Andrés Túpac Amaru (Andrés Mendigure, joven sobrino de José Gabriel) quien venía actuando en la zona de Puno bajo las órdenes de Diego Cristóbal con relativo éxito, como en aquel sitio al pueblo de Sorata, que fue alcanzado previa construcción de diques que fueron desbordados en afán de inundar la ciudad y tomarla por asalto. En esa ocasión los rebeldes obtuvieron apreciables tesoros de oro y plata. Esa misma táctica querían los rebeldes aplicar en el caso de la ciudad de la Paz, dada su ubicación estratégica, lo cual finalmente no pudo concretarse por la situación estacional del clima.

Frente a esta imposibilidad material de inundar la ciudad de La Paz, hacia el mes de abril de 1781, tiempo de pocas lluvias, la estrategia de Obaya consistió en simular la existencia de una carta que hace llegar a los sitiados anunciando la pronta presencia de refuerzos militares venidos desde Buenos Aires. Para dar verisimilitud a ese supuesto hecho, Obaya mandó reunir un numeroso grupo de sus correligionarios vistiéndoles en su mayoría con vestimentas españolas, parte de cuyos uniformes habían sido tomados de los capturados. Obaya al mando de esas simuladas tropas enarboladas con banderas españolas, posicionadas en las alturas de la Paz para ser vistos allí, envía emisarios a la ciudad anunciando esa supuesta presencia de los realistas salvadores. Por supuesto que el hecho causó mucha alegría en las filas de los rezagos colonialistas de la ciudad. Para hacer más creíble la llegada de las fuerzas hispanas, se llegó a simular una confrontación bélica en los altos de La Paz entre dichas fuerzas y los sitiadores, donde menudearon las balas, disparos y supuestos muertos y heridos.

Esta estrategia fue asumida por Obaya en el afán de alcanzar la confianza de los colonialistas, para que ellos descuidasen las defensas y permitieran el exitoso ingreso de ese “ejercito salvador” entre aclamaciones y vivas. Sin embargo, esa alegría no duró mucho tiempo entre los españoles, porque de algún modo, la estratagema de Obaya fue descubierta. Cuando el grupo “salvador” ya estaba cerca de la ciudad, Obaya también se acercó de modo desafiante a retarlos, cuando de pronto su caballo tropieza y él cae de la montura, lo cual es aprovechado por los españoles para rodearlo y capturarlo. Es llevado al centro de la ciudad por orden del Corregidor Sebastián de Segurola.

El sitio y los combates por el control de La Paz continuarían, muy a pesar de la llegada a las cercanías de la ciudad de refuerzos rioplatenses al mando del coronel Ignacio Flores, quien finalmente rompió el cerco a la ciudad ingresando a ella. No obstante, en los siguientes meses lo insurrectos no permitieron mantener la defensa de la ciudad. La inseguridad hizo que el Coronel Flores tenga que retirarse ante la situación crítica de un ejército en el cual se producían gran número de deserciones, sobre todo en razón al hambre y el desabastecimiento de la ciudad. En el mes de agosto se vio obligado a abandonar la ciudad para dirigirse a Oruro, no sin antes mandar a ahorcar a Pedro Obaya, así como a otros rebeldes capturados, entre los que destacó el caso de Bonifacio Chuquimamani, quien fuera secretario de Tupac Katari.

A continuación, el sito a La Paz se intensificaría por parte de Tupac Katari, con mucha insistencia, en los siguientes meses, como luego por parte del joven Andrés Túpac Amaru.

Ese fue el destino del “El Tuerto” Pedro Obaya, poco conocido en la historia oficial peruana, pero si reivindicado inicialmente en las letras por Juan José Vega, cuando trata sobre los Rebeldes del Altiplano durante la Revolución Tupacamarista. <>



viernes, 26 de julio de 2024

HILDEBRANDT. COMENTARIOS

 DIA DE LA INDEPENDENCIA

César Hildebrandt

En: HILDEBRANDT EN SUS TRECE Nº 696, 26JUL24

E

n el país inexistente de la presidenta hologramática, el Congreso de los forajidos aplaude y confirma.

La señora que va a Palacio describe cen­tenares de obras supuestamente realizadas, proyectos que serán decisivos, inversiones urgentes que cambiarán la faz de la patria y garantizarán el progreso, el orden y la paz social. (Grandes aplausos).

La aplauden y cele­bran miembros del par­tido del mundialmente único analfabeto fun­cional que ha fundado universidades masivas, la organización herede­ra de la década sin ley, la fachada de Pepe Luna, lo que sobró de la pa­rrillada de Perú Libre, los felipillos de Vox y un surtido etcétera de arrastrados.

Festejan a Boluarte porque de ese modo le agradecen que se haya prestado a la farsa de este gobierno ilegí­timo. La tratan for­malmente como pre­sidenta sabiendo que no lo es ni por asomo y que son ellos, representantes del crimen organizado, quienes han reformulado la constitución de 1993 y disparado el desbalance fiscal.

La señora que va a Palacio dice sus mentiras en el dis­curso ritual del 28 de julio, el ilusorio día de la indepen­dencia de esta comarca estrafalaria.

Y hay bandas que tocan marchas, cornetas de recibi­miento, talones que suenan a reconocimiento, ceremonias de recibo. Los peruanos amamos la farsa. El gobierno actual es la enésima reencarnación de la locura republicana que creamos hace dos siglos.

Nos libramos felizmente de los españoles y elegimos el desorden. Hemos vivido en él con gran gusto y ahora, después de muchas batallas perdidas, tenemos lo que sem­bramos: un remedo de país que tiene el 70% de su econo­mía sumergido en la informalidad, una derecha soez que ha borrado la memoria de su complicidad, una izquierda sin padre ni madre que no sabe qué quiere, un crecimiento que depende del precio de los metales.

Y lo más importante: una dra­mática carencia de ciudadanía. Arriba y abajo, da lo mismo: el concepto del bien común está ausente, el egoísmo rige, la inclinación por la salida fácil y fuera de la ley está a flor de piel.

No somos un gran país como nos quieren hacer decir. Somos un país mediano que nació como una gran promesa pero que ahora, dos siglos después de la felicidad del parto poscolonial, involuciona sin pausa. Lo dice nuestra política, nuestra cultura, nuestras instituciones, el régimen actual.

Somos el país que dentro de dos años, cuando esta tragicomedia termine formalmente, tendrá que elegir entre zombis y cretinos, entre megalómanos y caudillos de bolsillo, entre ladrones y jefes de cárteles. O entre el fujimorismo y el antaurismo, que son las dos versiones extremas de la decadencia.

No importa lo que diga la señora que va a Palacio. No importa que quienes la aplau­dan simulen ser congresistas cuan­do, en realidad, son carne de pre­sidio. No importa qué prontuarios se hayan esgrimido para ocupar los puestos directivos del Congreso.

El problema del Perú es que somos un país delusorio. Nuestro símbolo patrio no es la cor­nucopia de la abundancia sino los millones de viviendas sin terminar, las varillas sobresaliendo, los pisos prometidos, los aires que habrán de conocer nuestro empeño apenas se pueda. Para nosotros, el futuro siempre será una coartada. Y la esperanza, nuestro fentanilo.

Lo que deberíamos hacer es declarar nuestra verdadera independencia personal: liberarnos de las taras que nos aturden. <>

lunes, 22 de julio de 2024

JOVENES FOTOGRAFOS PUNEÑOS: JESUS CHUNGA

Alegoria de Kusillos


Choquelas Calacoto

Kunturi


MTC ANUNCIA CONSTRUCCION DE NUEVA VIA EN PUNO

CARRETERA MACUSANI-NUÑOA

ESPERADA POR 60 AÑOS. CONECTARÁ 4 REGIONES DEL PAÍS

LA REPUBLICA 22JUL24

El Ministerio de Transportes y Comunicaciones, por medio del ministro Raúl Pérez Reyes, ha revelado el inicio de los estudios de preinversión para un proyecto que ha sido esperado por 60 años. Esta obra promete unir 4 regiones al proporcionar una infraestructura de transporte de calidad.

Asimismo, se conoció que el megaproyecto del MTC beneficiará directamente a más de 26,000 ciudadanos a lo largo de los aproximadamente 70 kilómetros del tramo, el cual estará contemplado por una ruta moderna y segura.

La carretera Macusani-Nuñoa ubicada en la provincia de Carabaya, Puno, es la vía que tiene planeada ejecutar el Ministerio de Transportes y Comunicaciones en la región. La construcción cuenta con una inversión de aproximadamente US$180 millones y la empresa Intersur Concesiones es la encargada de realizar los estudios para realizar la obra una vez se firme una adenda al contrato de concesión.

En su anuncio, el ministro Pérez Reyes destacó la importancia de esta obra para el desarrollo de Puno. “Hoy hemos dado un importante paso para el desarrollo de la región Puno. Al igual que aquí, desde el ministerio estamos trabajando proyectos en Sandía, Huancané, Lampa y Juliaca. Esta obra, esperada por tanto tiempo, pronto será una realidad y mejorará la calidad de vida de miles de puneños”, afirmó el titular del MTC.

¿Qué regiones conectará la carretera Macusani-Nuñoa?

La carretera integrará importantes rutas como Melgar-CarabayaMacusani-Ollachea y Sicuani-Santa Rosa, esto logrará conectar las siguientes regiones: Puno, Puerto Maldonado, Cusco y Arequipa

Esta integración facilitará el movimiento de personas y mercancías entre regiones, lo que fortalecerá la infraestructura de transporte del país.

¿Qué más beneficios traerá la carretera?

El impacto de la carretera Macusani-Nuñoa también se extiende a la creación de empleos directos e indirectos, la reducción de tiempos de viaje y costos de transporte, así como la disminución de los índices de accidentes. Además, la carretera se ubicará cerca del Corredor Minero del Sur, un eje productivo clave para la extracción de minerales valiosos como oro, plata, y litio.

Autoridades celebran construcción de vía

En la ceremonia de anuncio participaron autoridades locales clave, entre ellos el alcalde provincial de Carabaya, Edmundo Cáceres; el burgomaestre de Nuñoa, Luis Condori; y la vicegobernadora de Puno, Eladia De La Riva.

Los líderes locales expresaron su agradecimiento por el apoyo del Ministerio de Transportes y Comunicaciones, resaltando la voluntad política del Gobierno para hacer realidad este esperado proyecto. <>

SITUACION Y PERSPECTIVAS GEOPOLITICAS EN EL MUNDO DE HOY

 EL MUNDO UNIPOLAR

DE NUESTROS DÍAS

Por Manuel Rodríguez Cuadros

En LA REPÚBLICA 30 de junio de 2024.

R

aymond Aron, en PAZ Y GUERRA ENTRE LAS NACIONES diferencia los conceptos de poder y potencia. El primero hace referencia a los recursos naturales, sociales, militares, económicos, tecnológicos, culturales y políticos que posee un Estado para determinar o influir en la conducta de los otros Estados. La potencia es la capacidad y legitimidad para movilizar esos recursos en circunstancias determinadas, con el fin de obtener objetivos específicos. A partir de la dimensión de Hans Morgenthau distinguió tres sistemas internacionales. Si es manifiesta la existencia de un poder superior al resto, nos encontramos ante un sistema unipolar, si dos son los Estados con poderes equivalentes, el sistema es bipolar; y si son varios los Estados con poderes equivalentes, entonces es multipolar.

Unipolar
Existen distintas percepciones políticas, académicas y diplomáticas sobre el mundo de nuestros días. Se ha difundido mucho la idea más o menos generalizada de que la multipolaridad es el patrón de la actual estructura mundial. Autores como Aleksandr Duguin, Fareed Zakaria, Emma Ashford o Evan Cooper sostienen que el mundo es multipolar y que esa pluralidad del poder se caracterizaría por el delineamiento de los Estados Unidos y por la ascensión de un número relativamente amplio de nuevos poderes, como la China, la Unión Europea, Rusia y hasta algunos BRICS como la India.

Si se analizan con cierta objetividad la estructura del poder mundial y sobre todo sus tendencias, es muy difícil sostener la idea de la multipolaridad. Desde el punto de vista del poder militar convencional, los Estados Unidos son largamente la mayor potencia. Su gasto militar es cerca de cuatro veces mayor que el de China (Global Firepower, SIPRI). Su capacidad de desplazamiento para intervenir en conflictos localizados o proporcionar ayuda financiera militar sigue siendo única. Según Conflict Management and Peace Science, posee 254 bases e instalaciones militares en el extranjero y cerca de 200.000 efectivos militares (solo en Alemania y Corea del Sur hay 34.000 y 26.400 respectivamente). China no tiene sino cuatro bases en el extranjero (lo que es también subproducto positivo de su diplomacia no intervencionista). Ningún otro país se acerca ni de lejos a esta capacidad de operación militar en el mundo.

Esta unipolaridad del poder militar no se reproduce en el campo nuclear, donde hay una estructura bipolar entre los Estados Unidos y Rusia. Según el SIPRI, Rusia posee 5.889 armas nucleares y los Estados Unidos 5.244. El contraste con China —que posee solo 350— es muy marcado.

Si se traslada el eje del análisis del poder hacia el ámbito político, ningún país en el mundo ejerce, como los Estados Unidos, una vinculación instrumental entre su poder nacional y su política exterior de forma tan masiva. La diplomacia norteamericana con fracasos y éxitos es una conjunción del desplazamiento de fuerzas militares y la acción política diplomática. En el Asia, África, Europa y el Oriente Medio. Y en el ámbito más específico de lo político, los Estados Unidos son un actor político interno en la gran mayoría de los 193 países que forman las Naciones Unidas.

Bipolar
En lo económico, no obstante el ascenso chino, el sistema sigue siendo unipolar. La economía china es dos tercios de la norteamericana. El sistema monetario sigue estando dominado por los Estados Unidos y el patrón dólar no ve amenazado su hegemonía. Es cierto que, en lo económico, China es un poder ascendente y los Estados Unidos lo contrario. Pero aún son economías que no se pueden equiparar.

La globalización ha impactado estructuralmente en el mundo de la pos Guerra Fría. La casi ausencia de intercambios entre los bloques dio lugar a una vinculación intensa de sus economías. Por volumen total de exportaciones e importaciones, Estados Unidos es el principal socio comercial de China y a la inversa. Como China ya es la segunda potencia económica mundial y al 2050 puede reemplazar a los Estados Unidos, Washington aplica una política económica de contención a los intercambios económicos, científicos y tecnológicos, incluidas sanciones selectivas. Por el contrario, la China —la gran ganadora del proceso global— defiende el comercio libre de beneficio mutuo. En todo caso hay una competencia-confrontación económica. Pero la cooperación-integración tiene una mayor envergadura. En las próximas décadas, esa relación económica de integración-conflicto seguirá marcando el ritmo del proceso global.

En el ámbito cultural, los Estados Unidos son también un poder unipolar. El American way of life es el patrón de referencia básico de lo que se denomina la cultura global y el factor externo de mayor influencia cultural en la sociedad china. Los patrones de consumo norteamericano son usuales en la China de hoy. El consumo es también una influencia cultural.

El mundo actual se caracteriza, así, por constituir un sistema internacional unipolar complejo y en transición. Es complejo, pues siendo unipolar, en lo nuclear es bipolar y en lo económico comprende a una potencia ascendente; y especialmente, porque en lo político-militar la disociación entre poder y potencia es tan grande que relativiza la efectividad del poder unilateral. En este caso de los Estados Unidos. Algunos ejemplos. En un asunto tan grave como la guerra Israel-Hamás, el plan de paz de Biden es rechazado por Israel y no logra ejecutarse. El bloqueo contra Rusia por la guerra en Ucrania ha sido un fracaso.  La economía rusa creció el 2023 a 3,6 % frente  al 0,5 % de la Unión Europea. Y la evolución de la guerra, donde la victoria rusa parece ineluctable, pondrá a la OTAN en un escenario de posguerra impensado,a pesar de haber sido previsible.

Multipolar
El debilitamiento de la potencia o del poder blando de los Estados Unidos se observa también en el tablero diplomático latinoamericano. Más allá de que China sea el principal socioeconómico de Sudamérica, en lo político-diplomático hay escenarios poco conocidos. Del total de las votaciones en la Asamblea General (2022), el Perú coincidió con América Latina en un 70,94 %. Con China en un 88,89 %, con Rusia 55,56 y con los Estados Unidos solo 22,22. El dato es que esas posiciones no las determina ni la presión ni el interés de la potencia unipolar. No reflejan posicionamientos o alineamientos en función de los ejes de la política mundial, sino la convergencia-divergencia de objetivos y posiciones los Estados. No son votos anti ni pro. Son expresión de intereses nacionales diferenciados.

El sistema unipolar de transición tiene tres características fundamentales y una contradicción principal. Entre las primeras, existe una disociación profunda entre el poder (atributos de la de fuerza e influencia) y la potencia o poder blando (capacidad de utilizar el poder para obtener objetivos deseados). Esto da más inestabilidad al sistema y absorbe el surgimiento de guerras y focos de conflicto, incluida la amenaza plausible del uso del arma nuclear táctica. Al mismo tiempo, las correlaciones de fuerza son entre Estados y no de bloques. Eso produce márgenes de acción para que los Estados medianos y pequeños tengan diplomacias más independientes. Y finalmente, en términos económicos, hay una interdependencia compleja que hace que los poderes mayores del sistema tengan límites a sus dinámicas de conflicto.

La contradicción principal es que mientras el mundo occidental, liderado por los Estados Unidos, concibe sus políticas exteriores en una conjunción de normas y valores (la democracia, por ejemplo), China y Rusia y muchos otros países demandan un mundo solo guiado por normas y no aceptan que unas sociedades impongan sus valores a otras. Aquí está el germen de una mayor conflictividad. <>

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domingo, 21 de julio de 2024

NOTAS PARA LA HISTORIA DEL CAMPESINADO PUNEÑO

 ABUSO E INSURGENCIA 

EN EL ALTIPLANO

Por: Jaime Ardiles Franco

Extracto tomado del libro: INDIO. DERECHO CONSUETIDUNARIO Y DERECHO POSTIVO

L

a explotación, el dominio y el abuso por parte de los hacendados y gamonales del altiplano peruano, en contra de los indios, en especial contra los indígenas asentados en el sur andino —considerado por unos como bastión étnico de supervivencia de una cultura ancestral y, por otros, especialmente políticos, como mancha india o trapecio de la pobreza—, se ejercía sin control alguno y sin arrepentimiento.

La violencia contra la raza indígena creció y se agudizó en la época republicana, en medio del supuesto proyecto histórico que se forjó para la independencia del yugo hispánico y monárquico; se suprimió la mita, inventada, reglamentada e impuesta en la era de los Habsburgo y los Borbones para diezmar a la población aborigen usándola como herramienta de trabajo y como utensilio doméstico que cualquier encomendero podía disponer para sus faenas y requerimientos; no obstante, eliminada la mita se continuó con la aplicación de nuevas imposiciones tributarias; se inventó la práctica del "enganche" en la que las empresas mineras contrataban los servicios de los indígenas y no les pagaban o les pagaban mal; se convirtió en pongos a los jóvenes indios y se utilizó innoblemente a las mujeres andinas.

Se diseñó nuevos mecanismos despreciativos de la vida y cultura de los indios al tiempo de fortalecer la expansión de las haciendas a costa de las comunidades indígenas. La república, como es hoy, es un inventario deficitario en cuanto a promoción, reivindicación y efectiva integración indígena a la realidad nacional con proyectos y propuestas viables. Nada de eso se ha hecho. Las nuevas élites, encaramadas en el inicio de la república, para afirmar la identidad peruanista, motejaron de coloniaje a la época de dominio español en el Perú y América. Nada más que una coartada.

Esa perversa explotación no tiene parangón ni siquiera con las tribulaciones que en el Cusco padecían los indígenas, también hacinados y arracimados, quienes soportaban la explotación del latifundio. Ese mundo de abusos perpetrados por hacendados y gamonales se realizaba en abierta complicidad con los representantes de los poderes locales, ora autoridades políticas, diputados, prefectos, jueces conniventes, sacerdotes, abogados rábulas y policías abusivos y de machete, haciendo insoportable la vida de los indígenas cuyo destino estaba encadenado a la suerte de la hacienda en la que decenas de ellos anidaban su existencia en viviendas precarias que les provocaban enfermedades como el tifus exantemático que era producto del hacinamiento y la falta de higiene. Un solo ambiente servía de cocina, dormitorio y comedor y allí residían los piojos que, poco a poco, invadían el cuerpo. Indignante y atroz realidad. Mientras esto sucedía los hacendados y gamonales importaban vajilla de Inglaterra y bebían licores extranjeros sin empacho y poca vergüenza. No había conciencia de la explotación y el abuso que cometían.

La expansión de las haciendas era irrefrenable y se perpetraba con anuencia y complicidad de abogados y jueces con declarada e inmoderada ambición. Los hacendados no contentos con los extensos terrenos que poseían ambicionaban más a costa de la gente indefensa que vivía en las comunidades campesinas anexas y contiguas a sus haciendas. No invertían para potenciar la producción ganadera y agrícola de sus terrenos y el capital que obtenían de esquila, venta de lanas, cueros y chalona o cosechas de cereales y tubérculos lo destinaban a construir mansiones en Lima o Arequipa y a viajar como potentados al viejo mundo, en el que la ciudad de Madrid era el epicentro, pues allí alguno de ellos podía lograr un título de Conde o Marqués y luego volver y aspirar a los salones de la aristocracia peruana.

Rebeliones indigenas
El caso ejemplar de Pío León Cabrera, gráfica lo señalado. Natural de la provincia puneña de Sandia, León Cabrera era un hacendado que fue parlamentario y dueño de la hacienda Huacchani que cubría extensos terrenos en las provincias de Azángaro, podía disponer para sus faenas y requerimientos; no obstante, eliminada la mita se continuó con la aplicación de nuevas imposiciones tributarias; se inventó la práctica del "enganche" en la que las empresas mineras contrataban los servicios de los indígenas y no les pagaban o les pagaban mal; se convirtió en pongos a los jóvenes indios y se utilizó innoblemente a las mujeres andinas.

Se diseñó nuevos mecanismos despreciativos de la vida y cultura de los indios al tiempo de fortalecer la expansión de las haciendas a costa de las comunidades indígenas. La república, fue y parece ser la de hoy, un inventario deficitario en cuanto a promoción, reivindicación y efectiva integración indígena a la realidad nacional con proyectos y propuestas viables. Nada de eso se ha hecho. Las nuevas élites, encaramadas en el inicio de la república, para afirmar la identidad peruanista, motejaron de coloniaje a la época de dominio español en el Perú y América. Nada más que una coartada.

Esa perversa explotación no tiene parangón ni siquiera con las tribulaciones que en el Cusco padecían los indígenas, también hacinados y arracimados, quienes soportaban la explotación del latifundio. Ese mundo de abusos perpetrados por hacendados y gamonales se realizaba en abierta complicidad con los representantes de los poderes locales, ora autoridades políticas, diputados, prefectos, jueces conniventes, sacerdotes, abogados rábulas y policías abusivos y de machete, haciendo insoportable la vida de los indígenas cuyo destino estaba encadenado a la suerte de la hacienda en la que decenas de ellos anidaban su existencia en viviendas precarias que les provocaban enfermedades como el tifus exantemático que era producto del hacinamiento y la falta de higiene. Un solo ambiente servía de cocina, dormitorio y comedor y allí residían los piojos que, poco a poco, invadían el cuerpo. Indignante y atroz realidad. Mientras esto sucedía los hacendados y gamonales importaban vajilla de Inglaterra y bebían licores extranjeros sin empacho y poca vergüenza. No había conciencia de la explotación y el abuso que cometían.

La expansión de las haciendas era irrefrenable y se perpetraba con anuencia y complicidad de abogados y jueces con declarada e inmoderada ambición. Los hacendados no contentos con los extensos terrenos que poseían ambicionaban más a costa de la gente indefensa que vivía en las comunidades campesinas anexas y contiguas a sus haciendas. No invertían para potenciar la producción ganadera y agrícola de sus terrenos y el capital que obtenían de esquila, venta de lanas, cueros y chalona o cosechas de cereales y tubérculos lo destinaban a construir mansiones en Lima o Arequipa y a viajar como potentados al viejo mundo, en el que la ciudad de Madrid era el epicentro, pues allí alguno de ellos podía lograr un título de Conde o Marqués y luego volver y aspirar a los salones de la aristocracia peruana.

El caso ejemplar de Pió León Cabrera, gráfica lo señalado. Natural de la provincia puneña de Sandia, León Cabrera era un hacendado que fue parlamentario y dueño de la hacienda Huacchani que cubría extensos terrenos en las provincias de Azángaro, Carabaya y Sandia. Para ser socio titular y encumbrado del Club Arequipa portaba bolsitas con pepitas de oro de la pampa de Chaquiminas y Sallaco, pampa que ha sido la antesala de las actuales minas de La Rinconada y Lunar de Oro y que representan la codicia, la muerte y la informalidad. Así fue el eje panorámico de mediados y finales del siglo XIX y principios del siglo XX.

En el sur andino peruano, la formación del gamonalismo y la exportación de lana para las fábricas textiles de los países imperialistas tuvo como centro de acopio al departamento de Puno. La región pasó de tener 703 haciendas en 1876 a 3 701 en 1915, todas en manos de gamonales que utilizaron diversos métodos para despojar a los indígenas de sus tierras, como por ejemplo inventarse una sublevación de indígenas en sus tierras, para tener el pretexto de recurrir al uso de la fuerza pública y luego despojarlos de sus tierras y ganado, coludidos con el juez y las autoridades políticas y religiosas.

Así, el dominio político, económico y social de los gamonales, además de expandir sus dominios, les permitió implantar un sistema semifeudal con características de servidumbre y racismo. Por su parte, la población indígena respondió al sistema gamonal con más de cuarenta rebeliones campesinas.

 

Haciendas en Puno (1876 - 1915)

Provincias

Número de haciendas

Año 1876

Año 1915

Cercado

233

854

Chucuito

49

241

Huancané

54

133

Sandia

7

199

Carabaya

0

127

Azángaro

178

611

 

 

 

Lampa y Ayaviri

182

1536

Total

703

3701

 

El anterior cuadro aparece en David Ruelas (2019) “LOS MOVIMIENTOS INDÌGENAS Y LA EDUCACIÒN DEL SIGLO XX EN EL SUR ANDINO PUNEÑO PERUANO” en la revista Historia de la Educación Latinoamericana, Vol.21, Num. 33 Colombia: Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia.