GENÉTICA MOLECULAR PARA MEJORAR
LA FIBRA DE ALPACA
LA
REPUBLICA, 4 agosto 2024
D |
esde
identificar a las alpacas que producen los vellones de lana más finos y
reconocer enfermedades hereditarias, hasta hacer que su fibra no produzca
picazón para que sea más valorada en el mercado internacional. Investigadores
de la Universidad Agraria La Molina UNALM trabajan para ayudar a productores
altoandinos y hacer que la crianza de esta especie sea rentable y sustentable.
La
mayoría de alpacas del mundo están en Perú,
a 4.000 metros sobre el nivel del mar. A esa altura, comunidades y familias se
dedican a la extracción de su fibra como principal fuente de ingresos. También
allí, personas con batas blancas extraen muestras de sangre de estos
auquénidos. ¿El objetivo? Que la calidad de las chompas, chalinas, ponchos y
otros tejidos que se fabrican a partir de su lana —considerada una de las más
finas— mejore a partir de genética molecular.
Gutiérrez
es especialista en mejora de genética animal, consiguió un doctorado en la
Universidad Estatal de Iowa, en Estados Unidos. Desde su regreso al Perú,
ha buscado aplicar y expandir lo aprendido con sus estudiantes. “El primer paso
ha sido crear este laboratorio”, cuenta el zootecnista. Fue implementado desde
2010, con apoyo de proyectos de financiamiento externo e interno. También
impulsó la creación de cursos que no existían sobre uso de información
molecular.
La genética
molecular es una rama de la biología que se centra en la estructura de
los genes a nivel celular. Es como estudiar el libro de instrucciones que está
dentro de cada célula del cuerpo. Este libro se llama ácido
desoxirribonucleico, más conocido como ADN, y tiene información
sobre cómo funciona cada ser vivo. Se le estudia para mejorar cultivos
agrícolas, en la ganadería y en otros campos.
Existen
conocimientos avanzados de genética molecular para vacas,
cerdos y aves, animales que forman parte de grandes cadenas económicas en
Norte América, Europa y Oceanía, cuenta Gutiérrez. “En cambio, como las llamas,
alpacas y cuyes nuestros no tienen tanta importancia para ellos, no se
había hecho la inversión. Nos corresponde como país hacer la inversión”,
sostiene.
Junto
al doctor Abel Ponce de León, también de la UNALM,
especializado en la Universidad de Minessota, aplicaron a distintos proyectos
para obtener financiamiento. “La idea era descubrir marcadores avanzados para
las alpacas”, relata Gutiérrez.
“Los marcadores
moleculares son regiones de ADN que marcan una posición a lo largo del
genoma de la alpaca”, explica. Con ello es posible conocer sobre enfermedades
hereditarias y aspectos de interés para la producción, como el diámetro de la
fibra y el peso del vellón de lana.
Gustavo Gutiérrez, especialista de la Universidad Nacional Agraria La Molina
“Esto
se usa para estudios genéticos. Con la información, podemos ver la
manera práctica de desarrollar programas de mejora de genética animal”,
explica. También permite evaluar la consanguinidad genómica de las alpacas para
impedir el apareamiento entre machos y hembras con parentesco, lo que —con alta
probabilidad— ocasiona defectos en las crías.
El
equipo ha logrado descubrir 4 millones de marcadores moleculares y ha estado
trabajando con 76.000 de ellos, a partir de 1.200 muestras de
alpacas, precisa Gutiérrez.
Actualmente,
en un nuevo proyecto con la empresa tecnológica MGI Tech Co y
la textil Inca Tops se trabajará con 1.500 de estos auquénidos
para mejorar la calidad de la fibra.
Para trasladar muestras de alpacas a los laboratorios de MGI Tech Co, en Brasil, estas deben tener un ADN de alta calidad. En la granja de la UNALM hay alpacas que han sido de ayuda para que los científicos afinen las técnicas con las que vienen recogiendo muestras de los auquénidos en comunidades de los andes peruanos. Solo se necesitan 30 mililitros de sangre o 30 vellones con bulbo piloso.
Sin
picazón
Las
alpacas se esquilan una vez al año. El día central son sujetadas una por una
para ser esquiladas con una rasuradora especial o tijeras. Como quedan con poco
abrigo, pasan la noche en un cobertizo y luego las liberan. Así es como se
consigue una de las fibras más finas del mundo, cuenta Gustavo Gutiérrez.
Con
la información conseguida de la genética molecular, quienes crían alpacas
pueden saber qué animales poseen los vellones más finos para
que tengan crías y logren una mejora genética de la población. Pero, además se
busca reducir la picazón que pueden generar las prendas que se
elaboran. “Ya se logró la finura, ahora toca reducir la picazón”, resalta el
zootecnista.
Fibra de Alpaca |
“La
idea es reducir el porcentaje de medulación en el conjunto de fibras y a través
de eso reducir el efecto de picazón. Es decir, hacer que las prendas de alpacas
den mayor confort. En eso estamos”, indica Gutiérrez.
A
largo plazo, el proyecto busca que la mayoría de criadores de
alpacas en Perú cuenten con la información obtenida para disminuir la
picazón. “A partir del ADN, reconocer si este animal es bueno o es malo para
disminuir el efecto de picazón”, expresa. Según el zootecnista, algunas
comunidades tienen cooperativas comunales, pero la mayoría de criadores
trabajan de forma individual.
“Buscamos
contribuir a hacer que la crianza sea un negocio sustentable. El precio de la
fibra de alpaca, y también de los textiles, depende mucho de la finura”, dice. <>
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