miércoles, 2 de agosto de 2023

NUESTROS RECURSOS NATURALES

 LA ALPACA DEL PERÚ

LA REPUBLICA 2AGO23

El camélido sudamericano tiene en nuestro país su principal hábitat.

El 87% de la población mundial de alpacas habita en el Perú. En los departamentos de Puno, Cusco, Ayacucho, Huancavelica, Apurímac y Pasco se encuentran las reservas principales de este camélido, de fina y apreciada lana, que constituye una de las fuentes principales de ingresos para las comunidades nativas de las zonas altoandinas. Según FAO, genera del 70 al 80% de los ingresos de los 90.000 alpaqueros que preservan los métodos tradicionales de crianza y esquila.

Se calcula que hay 3,7 millones de alpacas en el país, que surten con sus fibras un mercado mundial que aprecia la flexibilidad, suavidad, calidez y belleza de su lana. En sus 22 colores naturales, es comparable con otras fibras de alta calidad como el mohair y el cachemir. La producción de alpaca en textiles va ganando prestigio tanto en su versión artesanal como en la producción industrial.

Su éxito actual hay que asociarlo al enorme esfuerzo hecho por los alpaqueros peruanos para adaptarse a los requerimientos sanitarios y los estándares de calidad que se han ido introduciendo en su producción. Siendo su crianza una práctica ancestral de nuestros pueblos originarios que siguen trabajando prendas con su fibra y manteniendo un surtido y multicolor vestuario hecho con este material, también ha dado un salto cualitativo para llegar a ser procesada industrialmente y vendida a mercados internacionales.

Debemos recordar que la alpaca es un animal domesticado por los antiguos peruanos que han conocido y aprovechado la alta calidad de su lana.

En el 2022, la exportación de fibra de alpaca alcanzó los 340 millones de soles. Hay una enorme y millonaria economía que se basa en la venta del pelaje del camélido que es parte de la identidad cultural del Perú ancestral. Ese éxito, sin embargo, no se distribuye de forma equitativa con los alpaqueros peruanos, quienes no obtienen ganancias acordes a los precios internacionales.

Según Cepes, el costo de compra del kilo de vellón es de 8,7 dólares, mientras que la venta de la fibra procesada está en 33,5 dólares el kilo, para la exportación. Hay un enorme desbalance entre quien cría, protege y preserva a las alpacas de los peligros de la caza ilegal y de la depredación, y quienes comercializan su valiosa lana. Los alpaqueros reciben bonos estatales de 266 soles por alpaca perdida, mientras que un animal reproductor podría valer unos 20.000 soles.

Aún queda mucho camino por recorrer para dotar a los alpaqueros de tecnologías que permitan la preservación de la especie y nuevos mecanismos de protección ante la adversidad climática y la caza ilegal. Se trata de una de las especies más características de nuestra cultura milenaria, a la que celebramos cada 1 de agosto. <>

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