QUIERE TUMBARSE LA LEY
UNIVERSITARIA
LA CARTA CON LA QUE
CONGRESISTA FUJIMORISTA PRESIONA AL MINISTRO DE EDUCACIÓN
Víctor Caballero. Periodista egresado de YouTube
Tomado de: http://utero.pe/2016/11/21/
La educación en el Perú está en peligro. Los logros
alcanzados por la Ley Universitaria comienzan a darse contra los muros
impuestos por algunos congresistas fujimoristas y apristas. El listado de parlamentarios que
espera con ansias ver cómo la ley es tumbada es largo. Uno de ellos, el
más relevante de todos debido a la comisión que preside, es Lucio Ávila.
Este útero tuvo acceso a una carta que evidencia las
intenciones que tiene el congresista fujimorista con una universidad a la que
le guarda mucho cariño debido a sus más de 40 años de relación: la Universidad
Nacional del Altiplano de Puno. Para poder entender qué busca con la carta
debemos realizar un breve pero contundente recordatorio.
1. Lucio, el rector
universitario
De Lucio Ávila ya te hemos contado mucho en este útero: es
congresista de Fuerza Popular, fue rector de la Universidad Nacional del
Altiplano de Puno desde el 2010 hasta el 2014 y fue docente de la misma
universidad desde 1975 hasta el 2016. Ávila es tan ‘querido’ por esa casa de
estudios que, incluso, en el 2014, fue elegido como el personaje del año.
Pero lo más importante en su historia -y que nos compete a
todos los peruanos- es que Lucio fue elegido como el presidente de la comisión
de Educación del Congreso en agosto de este año. Pese a sus antecedentes de
plagios, su sentencia por alimentos y sus roches con el mal uso de los
vehículos de la universidad que dirigió, Lucio es la cabeza de la comisión que
vela por la educación en el Perú.
2. Lucio, el presidente de
la comisión de Educación
En teoría, la labor del presidente de la comisión de
Educación del Congreso se resume en trabajar para que todas las leyes que pasen
por sus manos -y salgan de sus manos- sirvan para mejorar el nivel de la
educación en el Perú. Esto implica:
- Evitar que algunas universidades se encuentren ubicadas en
el segundo piso de cevicherías.
- Evitar que los rectores se aferren a los cargos y que el
nivel de la educación sea cada vez mejor.
¿Qué ha hecho Ávila hasta ahora? Lo más relevante ha sido
presentar el proyecto de Ley que modifica la Ley N° 30220, Ley universitaria.
Este proyecto, presentado en setiembre de este año, busca tumbarse a la Ley Universitaria sin hacer mucho roche:
Modifica el artículo 17 de la Ley Universitaria y logra que los miembros de la SUNEDU sean
rectores. Es decir, convierte a los fiscalizados en fiscalizadores al
mismo tiempo.
Establece que los docentes de las universidades sean elegidos de acuerdo al régimen
laboral de la universidad privada y no por lo establecido en la Ley
Universitaria.
Establece que la inversión del 2% del presupuesto, destinado para la responsabilidad
social de la universidad, sea únicamente para las universidades públicas.
(Es decir, las privadas, que conforman la gran mayoría, no tengan que invertir
este monto).
Todos estos cambios, sumados a las nueve modificaciones que
quiere agregar Javier Velásquez Quesquén y a los cambios prometidos por
Mauricio Mulder nos dicen lo evidente: se quieren bajar a la Ley Universitaria
y punto.
Estos dos puntos fueron la entradita. Ahora pasamos al plato
de fondo.
3. Lucio, el rector que
ahora es congresista pero piensa como rector
El Sineace (Sistema Nacional de Evaluación, Acreditación y
Certificación de la Calidad Educativa) es un organismo adscrito al Ministerio
de Educación encargado de acreditar y certificar que las escuelas, los
institutos y universidades son de calidad.
Según la Ley N° 28740, la acreditación es “el reconocimiento formal de la
calidad demostrada por una institución o programa educativo, otorgado por el
Estado”.
“Ante una demanda de Educación Básica, de Educación Superior
Universitaria y de Educación Superior No Universitaria surgen los mecanismos de
certificación y acreditación, a fin de asegurar la calidad educativa que las
instituciones deben brindar”.
Para no irnos en floro:
¿Para qué sirve la acreditación? El principal objetivo es
contribuir con el aseguramiento de la calidad educativa del país.
¿Están obligadas todas las universidades a acreditarse? No,
es voluntario; pero si acreditas a la universidad la catalogas como una de alta
calidad. Esta distinción estatal pesa mucho.
¿Cómo se puede acreditar una universidad? Debes cumplir con
un largo y exigente listado de requisitos y estándares de calidad establecidos
por Sineace. El plazo para la entrega de expedientes de este año venció el 31
de mayo.
Una de
las universidades que intentó conseguir esta prestigiosa acreditación fue,
justamente, la Universidad Nacional del Altiplano de Puno. El plazo para
entregar los expedientes con los estudios y estándares establecidos, como
indicamos, venció el 31 de mayo. Para ese entonces, Lucio Ávila todavía
pertenecía a la plana de la universidad. Sin embargo, la entrega de expedientes
resultó un fracaso: la universidad no consiguió la acreditación y para volver a
intentarlo tendrá que esperar al próximo año y realizar nuevos estudios.
Pero Lucio tiene otros planes en mente para conseguir la
acreditación
Si no se pudo por las buenas, pues por las malas. El 6 de
setiembre, el ya presidente de la comisión de Educación del Congreso de la
República, Lucio Ávila, decidió
enviarle una carta al ministro de Educación, Jaime Saavedra, exigiéndole que
ordene la ejecución de los procesos de evaluación externa para “darle una
manito” a la Universidad Nacional del Altiplano de Puno.
El párrafo más importante del documento indica:
“Al respecto, solicitan la incorporación en el proceso de
evaluación externa de autoevaluación para fines de lograr su acreditación de
las Escuelas Profesionales de Ingeniería Agrícola, de Ciencias Biológicas y de
la Facultad de Trabajo Social de la Universidad Nacional del Altiplano de Puno,
el mismo que ha demandado un enorme gasto presupuestario y trabajo comprometido
de la comunidad universitaria, por lo que mediante el presente SOLICITO A SU
DESPACHO ORDENE LA EJECUCIÓN DE LOS PROCESOS DE EVALUACIÓN EXTERNA DE
AUTOEVALUACIÓN DE LAS MENCIONADAS ESCUELAS PROFESIONALES, ADEMÁS DE LA CITADA
FACULTAD”.
Para ponerlo en sencillo:
Como la universidad no pudo conseguir la acreditación, el
congresista y presidente de la comisión interfiere para que obtenga una segunda
oportunidad. El congresista
le pide al ministro que cometa una irregularidad, que salte por sobre la
ley, que el proceso ordinario no se cumpla. Más abajo, casi al final de la
carta, Ávila pide también que se le extienda el plano al resto de universidades. Pero queda
claro que la prioridad es la Universidad
del Altiplano.
4. Pero eso no es todo
Fuentes de este útero nos informaron que esta carta no
obtuvo respuesta de parte del Ministerio de Educación. Por tal motivo, según
otras fuentes en el Congreso, Ávila citó a la presidenta del Sineace, Peregrina Morgan, a su despacho
para pedirle personalmente que otorgue de inmediato la acreditación.
Morgan le explicó que no era posible otorgarle la
acreditación pues el plazo para aceptar el expediente había vencido en mayo y
existen normas y resoluciones que otorgaron el mismo tiempo a todas las casas
de estudio. También explicó que esta decisión no le competía en su totalidad ya
que Sineace cuenta con un concejo directivo conformado por tres personas:
Gisella Orjeda, presidenta de Concytec, Jorge Zegarra, representante del
Ministerio de Educación y ella. Tendrían que ser los tres quienes decidieran, fuera del reglamento y en
sesión de concejo, si es que otorgan la acreditación.
Como era de esperarse, esta respuesta no fue del agrado del
congresista, quien procedió a exaltarse con la jefa del Sineace. Este episodio
se llevó a cabo la semana pasada en el despacho de Ávila en el Congreso y fue confirmado por un
asistente de dicha reunión. Luego de esto, el parlamentario naranja anunció que
la Comisión de Educación evalúa declarar en emergencia el sector.
¿Está bien que un congresista, que ejerce al mismo tiempo el
cargo de presidente de la comisión de Educación, interfiera de esta forma en
representación de una universidad? El abogado José Alejandro Godoy nos da una
pista de la respuesta.
“El problema con el envío de este tipo de comunicaciones es
que el señor Ávila es presidente de la Comisión de Educación y ha sido un tenaz opositor a la
Ley Universitaria. Parece que, ante la reacción pública contra cualquier
proyecto que busque contrariar el espíritu de la Ley, se opta por el lobby para
evitar que algunas universidades cumplan con la misma. Esto es bastante grave
en términos éticos”.
Este útero intentó comunicarse en reiteradas oportunidades
con el congresista Ávila, pero -desde el miércoles 16 hasta hoy- no hemos
obtenido respuesta.
Quien sí nos respondió fue Guillermo Cáceres, miembro de la comisión de
Educación del Congreso. Él nos envió un “ayuda memoria” como respuesta a la
carta mostrada anteriormente.
Es necesario realizar
algunas precisiones sobre esta respuesta:
El proceso de autoevaluación no tiene un plazo determinado,
puede durar meses o años ya que depende de la propia institución (por eso se
llama autoevaluación).
El plazo para presentar la evaluación externa no fue
modificado de manera imprevista en marzo. El proyecto de nuevo modelo o
estándares se presentó a la comunidad educativa en talleres que se realizaron
en Trujillo, Tacna, Cusco, Lima, Arequipa y otros.
El plazo hasta el 31 de mayo no era para adecuarse al nuevo
modelo, era para que concluyan el proceso y presenten su expediente cumpliendo
los primeros estándares.
Dicen que deben implementar laboratorios y bibliotecas.
¿Cómo una universidad puede funcionar sin laboratorios o bibliotecas?
Finalmente, nuestra pregunta sobre por qué un congresista y
presidente de comisión tendría que intervenir a favor de una institución
educativa en particular no obtuvo respuesta.
Todos estamos de acuerdo con que hay que trabajar a favor de
la educación de este país, pero para ello se debe empezar por respetar los
plazos, términos y condiciones de aquellas entidades encargadas de
supervisarlas.
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