JOSÉ PANIAGUA NÚÑEZ
Nació
en Puno, 1929. Se le conoce con el seudónimo de JOSPANI en el mundo literario,
Aparece con una poesía beligerante, confrontacional. Era la década del 50, una
época de serios conflictos sociales y de rebeliones. Los poetas no podían estar
al margen de estos hechos históricos. Su poesía por tanto encierra un contenido
ideológico y político que reflejaba de alguna manera la crisis profunda de un
país que se debatía entre la miseria y la violencia. Su poesía posterior es de
reflexión; el amor y la soledad se instalan en el poeta.
Solapa
del libro “POETAS DEL 50” Ed. UNA. 1914?
La poesía de JÓSPANI, seudónimo de José Paniagua Núñez, tiene dos
momentos. El primero está marcado por la violencia. Una sociedad que se
desarrolla en un clima de engaños, de racismo feroz, de explotación despiadada.
El segundo momento, sobre todo, con Fantasía del silencio se caracteriza por
ser intimista. Su poesía trocó en otro proyecto, el amor, la soledad y la
bohemia serán, sus referentes. Padilla, al respecto dijo: Este poemario de Jóspani
se nos figura una copa de vino añejo, fino y exquisito, como son los humos
vinos que acostumbramos tomar, de aquéllos que aun cuando lo hemos bebido hasta
la última gota, nos deja en la boca su rico aroma y ese sabor delicioso
producido por el sol entre la arena y el mar. (Apumarka N° 1, p. 95)
Jorge
Flórez Aybar. Contratapa del libro “POETAS DEL 50”
BOHEMIADA
UNAS
VECES
La
calle sombría como el rostro de un muerto,
Las
bujías como pupilas desvanecidas,
La
cruz imprescindible de cuatro calles,
Y la
tumba enlutada de la noche.
El
viento, una oración muy triste,
Mis
pasos, latidos del silencio,
Mi
sombra, sin sombra, una esperanza,
Los
árboles enigmáticos, centinelas callados.
El frío
travieso buscando mis pulmones,
Mis
ojos trajinando las sombras,
Los
cerros lejanos repicando misterios,
Y mi
vida atisbando un verso nocturno.
Otras
veces.
La
música danzando con mis tímpanos.
La
mesa cansada de mis codos.
El
espacio aburrido con mis palabras.
Las
paredes arrojando mis miradas.
Los
cigarrillos mordiendo mi garganta.
Las
copas suspirando recuerdos.
Mis
manos estrangulando la vida.
Mis
penas mojadas de licor.
El
caté respirando el fondo de las cosas.
Los
amigos recordando alguna amada.
Los
labios humedecidos de consuelo.
Y el
espíritu tranquilo en su festín.
Siempre,
Cuatro
paredes aburridas con mi presencia,
La
ventanilla que me alcanza un pedazo de ciclo.
Una
mesa bordada con mis poemas
Una
silleta crujiendo su fatiga.
Una
cama con la rima de mis sueños.
Una
mesa de noche preguntando del día.
Un
cenicero con la escoria del ayer.
Un
reloj imperativo que me bota a la calle.
Mis
libros, camaradas del Universo.
Mis
papeles arrugados de dulces fantasías
Mis periódicos
enjugando los hechos.
Y mi
vida tambaleando en la nada de la vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario