sábado, 25 de noviembre de 2023

ANALIZANDO LA COYUNTURA PERUANA

 RANGOS DE NAVIDAD

Escribe: Milciades Ruiz

E

n una sociedad como la nuestra, que se ordena por rangos de dinero, cada cual tiene su sitio en la pirámide social capitalista. Eso, determina automáticamente, nuestras angustias, holguras y despilfarro, en la alimentación, vestimenta, vivienda, estudios, comodidades hogareñas, diversiones y celebraciones. Los festejos navideños también son por rangos dinerarios y los pobres están en el último lugar del ranking. Veamos.

Todos podemos tener los mismos derechos al disfrute, en una lindura de democracia engañosa, pero, sin salirse de su ubicación social. Si no tienes dinero, tus derechos no valen nada, aunque los tengas. Hoy día puedes tener derecho al sueldo por tu trabajo, pero si lo pierdes, se acabó tu derecho. Es el dinero el que decide en el amor, en la armonía familiar, y en todos los aspectos de nuestras vidas, porque esas son las condiciones del orden establecido.

Una de estas condiciones es que, si pierdes tu fuente de ingresos y quieres sobrevivir, aunque sea como vendedor ambulante, no tienes derecho a ello, aunque esté en juego la alimentación de tus niños. El alcalde que elegiste no es tu clase social y, piensa que esa sobrevivencia da mal aspecto a la ciudad, y va contra los intereses de los suyos, los inversionistas exclusivos.

Entonces te perseguirán implacablemente sin piedad alguna, a golpes de serenos municipales y policías que son de tu misma clase social, pero actúan así para no perder el empleo. Así funciona el sistema. Pero la culpa también es nuestra, porque fuimos nosotros, los que lo elegimos como conductor del poder municipal.

Los pobres somos mayoría, pero elegimos al representante de la minoría. Siempre nos pasa lo mismo. Nadie nos obligó. Caemos en la trampa electoral, una y otra vez. ¿Por qué lo hicimos? He allí, la clave del asunto. Es tarde para lamentar, pero no para corregir nuestra conducta política. El sistema electoral está hecho para que así, suceda siempre. No es casualidad.

En la encuesta de noviembre de IPSOS, se preguntó como en meses anteriores: En general, ¿diría que aprueba o desaprueba, la gestión de Rafael López Aliaga como Alcalde de Lima? (%). La trayectoria desde el inicio de su mandato muestra lo siguiente:

 


 Pero, algunos dirán, por qué nos miran como plaga social si no tenemos la culpa de haber perdido los ingresos familiares. Somos víctimas del sistema que nos arrojó a la calle. De eso, son culpables los gobernantes que administran la economía nacional. Mis niños se quedarán sin navidad, mientras los gobernantes darán muchos regalos a los suyos.

Tampoco es casualidad esto. El sistema político está diseñado para que los pobres carguen con los desaciertos de los ricos que, manejan el poder. La carga de la recesión económica por más de tres meses, la carga de la inflación, la carga de la crisis política, de los malos manejos gubernamentales, siempre recaerá sobre los pobres porque así está establecido en el ordenamiento social del sistema capitalista que nos rige.

Es una tiranía de gobierno, pero es legal en el estado de derecho vigente. Los gobernantes tienen derecho de abuso sobre los gobernados. En el Informe Técnico del penúltimo trimestre del año, elaborado por el INEI, para Lima metropolitana, se reporta que la tasa de desempleo ha sido de 6,6%. Del total de población desempleada, el 53,1% (194, 500) son mujeres y el 46,9% (172,100) hombres.

 


 Pero esta situación, que callan los noticieros sufragados por la publicidad empresarial, es general en todo el país. La pobreza se está incrementando con la recesión y, el hambre invade el interior del país. Si no hay plata ni para comer, menos habrá para gozar una navidad entre los pobres. Todos tiene derecho a una navidad feliz, pero los pobres no.

Perú registró en 2022 el índice de hambre más alto en diez años, un indicador que llegó a 19.6 puntos. Esta es la situación nacional, del Informe Perú, reportado por GLOBAL HUNGER INDEX (Índice Global del Hambre -IGH), en el ranking del hambre, tomando en cuenta el diagnóstico departamental. Las fuertes presiones inflacionarias durante el 2022 y la desaceleración económica conjugaron el deterioro económico, social y alimentario generalizado.

 

Entonces, en nosotros está, cambiar esta situación injusta. Si no actuamos, nos merecemos los maltratos. Los gobernantes se auto asignan bonos para incrementar sus altos ingresos, despilfarran fondos mientras se les niega a las clases necesitadas. Sucede todo esto porque lo permitimos. La pasividad, es auto condena a soportar los abusos de la dominación social. O no.

Noviembre 24- 2023

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