lunes, 5 de diciembre de 2022

ANALIZANDO LA COYUNTURA POLITICA EN EL PERU

 


MATAR O MORIR

por Antonio Zapata

La República, 2 de diciembre, 2022

Algunos congresistas exaltados han definido su línea con esos términos. Seguro soñaron con Grau y Bolognesi, pero suena a palabrería hueca. Saben que no tienen los votos para vacar y que un buen grupo prefiere gozar de los privilegios hasta el 2026. Entonces, ¿por qué lo hacen? La respuesta es sencilla, por pose, porque prefieren el gesto melodramático ante sus tribunas antes que afrontar la situación con seriedad.

Pero la frase es un avance en la violencia verbal: ahora es a matar. Por su lado, los insultos de estos días han estado centrados en la vida íntima de la primera ministra. Francamente es el colmo, además que incurran en ello periodistas mujeres que se sienten ultrajadas cuando alguien las ofende. La doble moral y la incontinencia verbal se han desbordado. El problema es que tiene consecuencias políticas.

Ese desborde de palabras intimidantes es parte de riesgosas maniobras legales. El Congreso amenaza con vacar o suspender, mientras que el Ejecutivo lo hace con la interpretación sobre la confianza y cerrar el Parlamento. Ambos intuyen que –-si se atrevieran-– el resultado sería que ambos caerían y habría nuevas elecciones. Por eso no dan el paso. Pero se ponen al borde y en cualquier momento pueden caer en el precipicio. Ambos poderes son manejados por personal alterado e inexperto que busca algo imposible en la precaria democracia peruana, salvarse a sí mismo a través de la eliminación del rival.

Así, están cerca del suicidio y la OEA no podrá evitarlo. Solo serviría si hubiera cierta voluntad de diálogo, pero si adentro no hacemos nuestra parte nadie puede obligarnos desde afuera. Por ello, lo más probable es que en algún momento ambos poderes terminen de anularse entre sí y no haya otra salida que la clásica de las democracias, elecciones generales.

Nadie puede saber exactamente cuál será la coyuntura y menos los detalles. Pero la tendencia es clara. Ambos se dirigen al choque y la ciudadanía no va a permitir que uno quede indemne. Así, la frase “matar o morir” de ese par de congresistas es un anticipo inconsciente del fin de sus carreras. Van a salir de escena y les será difícil regresar.

En estas circunstancias algunas fuerzas consideran que se requiere reformas políticas y la Coalición Ciudadana ha presentado un conjunto de sugerencias. La lógica es clara. Si se convoca a elecciones con las reglas actuales –que se asumen como deficientes– el resultado también será negativo. Es verdad. Pero no parece posible que estos congresistas, a quienes se pide que se vayan a su casa por incompetentes y corruptos, aprueben un paquete de reformas orientadas a que nunca más vuelvan al poder. Es pedir peras al olmo. Más bien, una mirada realista conduce a pensar que tarde o temprano habrá elecciones y que lo más probable es que se lleven adelante con las reglas actuales. Así recién lleguen en 2026, es mejor estar preparados para ese desenlace.

Por ello, es preferible definir un programa de reformas y buscar apoyos en actores políticos con sentido. Mi apreciación es que sería necesario empezar por las preocupaciones reales de la gente en términos de ingresos, salud, educación, vivienda y trabajo; antes que por fórmulas legales. Pero es indudable que las demandas sociales y políticas deben ir juntas. Esas reformas son la bandera que es preciso levantar. Ya no se trata de pedirle a otro que haga esto o aquello. Por ejemplo, mis camaradas de izquierda creen que aún se debe exigir que Castillo cumpla sus promesas. Otra utopía. No lo hará. Por el contrario, fin de año es el momento para preparar la salida racional que represente el sentido nacional y popular que hierve en el país.

 

TESIS SOBRE EL CAOS POLÍTICO PERUANO

por Sinesio López Jiménez

La República, 24 de noviembre, 2022

1. La crisis política actual comenzó en el 2016 cuando Keiko Fujimori (KF) se negó a aceptar la derrota electoral y decidió desbarrancar a Kuczynski (PPK) para gobernar desde el Congreso. Pretendió dar un golpe de Estado congresal como son casi todos los golpes de Estado del siglo XXI en América Latina.

2. La pretensión golpista surgió cuando PPK no tenía mayoría en el Congreso que era controlado por KF. Se produjo entonces un típico gobierno dividido que no tenía gobernabilidad porque el presidencialismo del Perú no es puro como en USA, sino parlamentarizado.

3. En el Perú es difícil, si no imposible, que un presidente tenga mayoría congresal porque los partidos representativos han colapsado y han sido reemplazados por “partidos” patrimonialistas que son vientres de alquiler de caudillos ambiciosos. Esto ha producido una alta fragmentación política que impide formar coaliciones para que el Ejecutivo tenga mayoría.

4. El Congreso fujimorista quiso vacar a PPK por supuesta incapacidad moral en dos ocasiones. Ante la inminencia de la vacancia, PPK renunció y fue reemplazado por el vicepresidente Vizcarra. KF consumó su golpe parlamentario usando a Vizcarra como títere. Este se negó a desempeñar ese deshonroso papel, propuso una reforma política y otra judicial y llamó a un referéndum que ganó. Apeló luego al mecanismo constitucional de dos votos negados de confianza para disolver el Congreso.

Periodismo mermelero

5. Vizcarra convocó a elecciones congresales complementarias sin presentar alternativas que lo respaldaran. Otra vez, el Congreso estaba controlado por los partidos de oposición que buscaron vacar a Vizcarra por incapacidad moral. Finalmente, Vizcarra fue vacado el último año de gobierno en el que el presidente carece de protección constitucional. Se produjo entonces una dictadura parlamentaria, se quebró la división de poderes y el presidente era nombrado por el Congreso.

6. Mientras tanto, la pandemia evaporó el mito del neoliberalismo exitoso: la economía primario-exportadora era una máquina de producir informales (75%), altos niveles de desigualdad y pobreza (reducida por el boom exportador), un Estado neoliberal capturado, débil e incapaz, una sociedad fragmentada, racista y discriminadora y un individualismo posesivo.

7. En las últimas elecciones ganó Castillo, y KF y la ultraderecha inventaron un fraude electoral. Desde el primer día de gobierno, la ultraderecha y la prensa oligopólica buscaron vacarlo. Dos mociones de vacancia han fracasado y preparan la tercera.

8. Castillo ha puesto su cuota en el golpe congresal: incapacidad para formar coaliciones políticas y seleccionar un equipo técnico de primera para gobernar, patrimonialismo y corrupción.

9. La ultraderecha y los medios han logrado que el Poder Judicial criminalice la política, algo nuevo que no pasó en gobiernos anteriores. Jueces y fiscales invaden la política y convierten a los partidos y al Ejecutivo, supuestamente corruptos, en organizaciones criminales. <:>

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