viernes, 18 de agosto de 2023

OPINION. AVANCES DE LA DERECHA POLTICA EN EL MUNDO Y EN EL PERU

ESPERPENTOS

César Hildebrandt

En “HILDEBRANDT EN SUS TRECE” N° 649, 18AGO

M

e gustan los esperpentos que la derecha produce para encanto de las muche­dumbres vueltas plebes y de los líderes de opinión salidos de Altamira.

Allí está Bukele, el gran carcelero, el alcaide colosal, el hombre de las llaves del penal. En el futuro, su gobierno será descrito en las páginas de sucesos y El Salvador seguirá siendo un país inverosímil.

Allí estuvo Lenín Moreno, el viscoso traidor que le abrió la puerta de la embajada ecuatoriana a la policía londinense para que capturara a Julián Assange y que hizo todo lo po­sible para que su país volviera a ser el cachorro tímido del jardín de atrás. Nadie recuerda ni siquiera su silla de ruedas de lisiado rencoroso.


Allí está Javier Milei, que produce excitación rupestre en los líderes de la derecha peruana y continental. El se­ñor quiere armas a discreción, dólar sustitutorio, machos al mando y ningún banco central que les joda el festival de la recuperación. Sólo el peronismo, que es el fujimorismo del río de la Plata, podía producir un payaso de ese tamaño.

Yo espero que gane porque los argentinos se lo merecen.

Y es que esta gente o se entremata con gran euforia, como en la época de los montoneros y los Videla, o acepta el empate vitalicio con la mediocridad. El peronismo, que es un dolor en la ingle y una inflamación en los presupuestos, ha dominado a la Argentina durante décadas. ¿Alguien puede explicar cómo es que un borroso puñado de ideas imaginadas por una actriz de se­gunda y un coronel de cuarta prevaleció en un país que alguna vez se sintió europeo y especial? Pues allí tienen. No eran ni tan europeos ni tan especiales. Si el matrimonio Kirchner fue la pareja real de la esquina rosada, eso quiere decir que el país que había enamorado a Gonzalo Losada estaba muerto.

Y de un país así, entre estertores, sale un Milei.

Me produce curiosidad comprobar cómo es que la derecha mundial ya no se satisface con controlar la economía y el poder mediático. Lo que quiere es devolvemos a un siglo del pasado en el que sea posible la indefensión absoluta de los trabajadores, la hegemonía brutal del dinero, la brutalización de la política. Cuando Milei habla de que todos los argentinos se armen no sólo está planteando privatizar mortalmente la seguridad sino que está evocando al viejo ganadero del gauchismo hernandiano. La derecha nos propone un viaje inverso, un tour por la máquina del tiempo.

En España, el brote de VOX, ahora en episódica crisis, es una señal de que hay un sector de la derecha que está harto de la supuesta moderación del PP, que es el pactismo conservador y con algunos filtros. Lo que quieren las nuevas tribus de la restauración es que en España vuelvan a matar, por maricón, a García Lorca. No sólo quieren tu bolsillo: quieren eviscerarte, robarte el alma, borrarte la memoria. Es como si el mismo Dios que le ordenó a Abraham matar a su hijo, volviera ahora con una Colt 45 en la mano. Si hay sangre y violencia en la Biblia, ¿por qué no aceptar sangre y violencia en la reconstrucción del medioevo que es el sueño de algunos? Y a propósito: Milei ya ha dicho que si sale ele­gido, sus aliados más íntimos serán Estados Unidos e Israel.

El comunismo ha sido aplastado. Pero eso no quiere decir que sus enemigos hayan tenido la razón. El mundo es una tragedia de la desigualdad, un antro de injusticia, una obscena exhibición de poder por parte de quienes lo han acaparado. Es, además, un mundo que marcha aceleradamente hacia un final de pesadilla. Cuando el calor nos asfixie y el agua dulce sea causa de guerras, quizás lleguemos a saber qué maldito cúmulo de errores cometimos. Entre ellos, a la hora del balance, estará haber creído que la solución era saquear el planeta para que el PBI no cesara de crecer. Estará también haber sido pasivos ante la estupidez. No habernos rebelado. Haber encendido un celular para ver qué decía la BBC. Haber hecho del silencio una virtud.


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