martes, 15 de marzo de 2022

NOTAS SOBRE MUSICA Y MUSICOS PUNEÑOS

 DE ZAMPOÑAS Y GUITARRAS

Por: Elias Ortiz P.

Revista de la Asociación CULTURAL llave 12DIC01

“Albas”, quién no ha escuchado esta palabra o no ha estado inmerso en su eufórico encanto. Es la mezcla de la voz telúrica de las zampoñas y el esfuerzo rudo de pulmones ansiosos, cuyos resultados no son sólo la algarabía matutina sino la vivencia dulcemente frenética de las tradiciones de nuestros pueblos, que existirán por siempre en las eternas madrugadas.

Despertando similares sentimientos, pero con armonías musicales más sutiles y profundamente sentimentales, están también las canciones arrancadas de delicados instrumentos de cuerda, que en conjunto forman las Estudiantinas o Centros Musicales, agrupaciones que con voluntariosa predisposición nos brindan momentos de alegría.

Entre estas dos formas de expresión musical se solaza el ilaveño, por lo que se hace necesario señalar, por ejm., que la zampoñada es ancestral, cultivada en el campo como en la ciudad y hasta donde recordamos y conocemos, cada barrio de nuestro llave tenía su conjunto representante para las lides alberas; recordamos al conjunto “29 de setiembre” del barrio San Miguel liderados por los hermanos Butrón, Maquera, entre otros, que con hermosos sicuris engalanaban el cielo bohemio de las fiestas. A este tradicional grupo le hacía frente el conjunto formado por trabajadores del volante llamados “Motorizada” conducidos por los Plácido, “ruso”, Guzmán, etc., quienes en hermosos contrapuntos de sicuris mañaneros provocaban el entusiasmo de los circundantes que danzaban frenéticos. Posteriormente irrumpió en escena un conjunto juvenil cuyas zampoñas retaron a los experimentados, eran liderados por los hermanos Sánchez Torres y tomando el nombre de “Melodías”. Indudablemente existen otros grupos más, pero los mencionados son los que destacan en el medio ambiente artístico.

Para orgullo del ilaveño, estos tres conjuntos grabaron sus vivencias musicales en sendas producciones fonográficas, primero fue el “29 de setiembre” luego la “Motorizada” y no podía ser menos el ahora “Centro Cultural Melodías de llave” por su juventud y pasión, materializó hasta el momento tres producciones exitosas al margen de hacer pasear su capacidad interpretativa en concursos departamentales con triunfos ya conocidos.

Centro Musical Ilave  1998

En lo referente a guitarras y mandolinas, la historia musical de llave se mece entre las furtivas serenatas, actuaciones de gala y las licenciosas fiestas carnavalescas. Todos, músicos, instrumentos y sentimientos en armoniosa simbiosis, reflejan siempre el alma pura del ilaveño, al margen de los avatares del tiempo y las circunstancias. Allí está el mérito de estos conjuntos que son parte de la fisonomía de nuestros pueblos, son voceros del cantar nuestro.

llave felizmente contó desde 1962 con el “Centro Musical llave” institución orgánica formada por destacados músicos como Graciano Rubín de Celis, Oswaldo Aquilar, Humberto Ramos entre otros, agrupación que a través de los años crearon y cultivaron hermosas marineras y huaynos, en su mayoría inspiración del primero de los mencionados. Aunque pasaron mucho tiempo entre la distraída bohemia y la meta de grabar un disco, de pronto aparece en el medio artístico la “Estudiantina llave” liderada por los hermanos Monroy Quenta, quienes sin mayores aspavientos graban el primer disco de larga duración, con canciones que reflejaban las auténticas vivencias y costumbres del poblador ilaveño. Acicate venturoso para el Centro Musical llave, que le siguió con la grabación de su primer disco que además le sirvió como punto de partida para la constante superación interpretativa del conjunto hasta 1984 en que obtuvieron el Primer Puesto en el concurso departamental de estudiantinas.

Ya con la intervención de músicos jóvenes, que introdujeron nuevos códigos en la ejecución musical, el Centro Musical llave se alzó representativo en Puno, reconocido por su estilo propio y calidad de instrumentación, demostrado en los primeros puestos logrados en sendos concursos departamentales y provinciales, que a su vez le permitieron realizar dos grabaciones musicales más y con el éxito esperado.

En estas circunstancias se hace imprescindible mencionar el talento musical del profesor Augusto Sánchez T., cuya capacidad en la dirección musical fue muy importante, como también es insoslayable la labor desprendida y sacrificada de Dn. Miguel Mendizábal y del profesor Julio Alfredo Pallara, motores que impulsaron los proyectos institucionales en y con el consenso del pueblo de llave, secundados firmemente por músicos de trayectoria.

Somos también conocedores de las actividades musicales de la “Estudiantina Magisterial'’, grupo que poco apoco viene demostrando calidades innatas y académicas a través de sus músicos, que estamos seguros que darán mucho que decir y tal vez emulen con creces a los conjuntos ya existentes.

Es cierto que en este comentario sobre “Zamponas y Guitarras”, no hemos mencionado muchos nombres, pues, no es mezquindad ni olvido, es el espacio de la Revista que nos presiona por una síntesis, por lo que pedimos mil disculpas.

Finalmente, cercados por la nostalgia de no soplar una zampona o pulsar una guitarra ilaveñas, queremos recordar que algún poeta dijo “La poesía es la música del alma”, nosotros nos atrevemos a parodiarlo afirmando que “la música es la poesía del corazón”, porque allí justamente nacen los sentimientos, allí la tristeza, allí la alegría, por tanto ¡que siga la música!. <>

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