sábado, 16 de enero de 2021

FAZ CAPITALISTA DE CHINA EN EL PERU

 

DE COOLIES A PATRONES

INVERSIONES E INVASIONES CHINAS EN LA MINERIA PERUANA

Jorge Manco Zaconetti

Tomado de diario UNO 16ENE21 p. 7

E

n el Perú, el único productor de hierro que obtiene desde 1993 a la fecha altas tasas de rentabilidad operativa, es la empresa china Shougang Hierro Perú Marcona que extrae anualmente casi 10 mi­llones de toneladas de hierro que en un 98% “se exportan” hacia su matriz ubicada en Chi­na Popular.

Por ello, la empresa brasileña Gerdau, un gigante mundial en la industria del acero que opera la siderúrgica de Chimbote tiene que comprar afuera hierro como insumos en for­ma de chatarra y gar­gantillas, para obtener acero en sus hornos se­cundarios y abastecer el mercado local.

Resulta una cruel pa­radoja para el país que teniendo enormes re­servas de hierro en Marcona/Ica, la materia pri­ma fundamental para obtener acero, se tenga que importar para po­der procesar y obtener acero por medio de dos empresas que operan en el país, Aceros Are­quipa y SiderPerú.

Esta es una expresión de la falta de planea­miento estratégico del proceso privatizador de los años noventa duran­te la dictadura de Fujimori que no impuso nin­guna condicionalidad para el abastecimiento prioritario del mercado local de hierro para la ob­tención de acero.

En síntesis, tenemos que importar productos planos y largos de acero para satisfacer el merca­do nacional en un 50% y el otros 50% se satisface con la producción de Ace­ros Arequipa y SiderPerú que cada vez se comporta como una gran empresa importadora y distribui­dora a nivel país. Mientras el alto homo de Chimbote el corazón de la siderur­gia sigue desactivado, y la ciudad languidece con un mayor subempleo.

PUNTERO EN COBRE

En lo referente al co­bre con la producción de Las Bambas (Apurímac), Chinalco (Junín) y de Shouxin Perú, los capitales chinos explican casi el 25% de la produc­ción de concentrados de cobre, con tendencia al aumento si maduran los nuevos emprendimien­tos empresariales.

A nivel de proyectos de cobre está en cons­trucción la ampliación de Toromocho por Chinalco (US$1,355 millones), más los proyectos de “Don Ja­vier”, “El Galeno” y “Río Blanco”. A todo ello se debe sumar el proyec­to de hierro Pampa de Pongo bajo responsabi­lidad de la empresa chi­na Jinzhao Mining Perú (US$2,200 millones).

Todos estos emprendi­mientos comprometen inversiones superiores a los US$10,155 millones de dólares que sumadas a las inversiones ya realizadas ubican a China como el principal inversionista minero en el Perú, des­plazando a los Estados Unidos, Canadá, Austra­lia, Suiza etc.

En función del origen de los capitales China Po­pular no solamente sería el principal inversionista minero en el país, sino también el principal productor de cobre, despla­zando a empresas de ca­pitales occidentales tales como Minera Cerro Verde (Arequipa), Minera Antamina (Ancash) y Southern Perú Copper Corporation (SPCC) con sus operacio­nes en Tacna (Toquepala) y Moquegua (Cuajone)

PATRÓN CONFUCIANO

Si se trata de evaluar las inversiones chinas en el Perú, tendría que seña­lar que corresponden a inversiones de largo plazo pensando en el interés es­tratégico del Estado chino como potencia emergen­te. Es decir, las inversio­nes chinas tanto públicas como privadas están su­pervisadas por el Partido Comunista Chino. Lo cual plantea una serie de interrogantes para el análisis.

China es la segunda po­tencia económica después de los Estados Unidos de Norteamérica a nivel del valor de la producción anual, y está llamada a ser la potencia hegemónica de la economía mundial en el presente siglo.

El gigante asiático es también un gran produc­tor minero de cobre, zinc, plomo, hierro, pero tam­bién un gran consumidor de minerales. Es más, en la producción de acero explica el 51% de la pro­ducción mundial despla­zando a la India, Rusia, Japón, Indonesia, Estados Unidos y Alemania.

Solamente en la pro­ducción mundial de co­bre, si se contabilizara la producción de las minas de las empresas chinas ubicadas en el Perú, prác­ticamente China sería el segundo productor mun­dial de cobre después de Chile y el primer consu­midor del metal rojo.

Si tenemos presente que con la revolución en las energías limpias eólicas y solares, las casas inteligentes, los autos eléctricos, la robótica son intensivas en el uso del cobre, prácticamen­te el gigante asiático está asegurando el abas­tecimiento a futuro del metal rojo.

Una segunda carac­terística de las inversio­nes chinas está en rela­ción al financiamiento estatal de las principa­les inversiones por me­dio de bancos de apoyo a la exportación. Los asiáticos tienen tanto dinero disponible que pueden “comprar has­ta el cielo”.

Así, en 1992 para ga­nar la licitación de la empresa estatal Hierro Perú, Shougang pagó casi cinco veces el precio base fijado en la privatización. Por las reservas de cobre de Toromocho la empresa china Chinalco abonó más de US$792 millo­nes de dólares, cuando la empresa vendedora no había invertido ni US $ 100 millones, y por su participación en Las Bambas pagaron más de US$6,449 millones.

Los capitales chinos no tienen nada de “socialistas ni solidarios”. Son capitales que se rigen por la maximización de las utilida­des en detrimento de los pagos al Estado, el cuidado ambiental; y, en la relación con sus trabajadores, son casi siempre conflictivas. Son la esencia del “ca­pitalismo siglo XXI”. ▒▒



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