domingo, 17 de diciembre de 2023

ANALISIS DE LA REALIDAD SOCIAL PERUANA

LOS JÓVENES NO MIGRAN SOLO POR DESESPERANZA, SINO PORQUE LA OPORTUNIDAD ESTÁ ABIERTA

Raúl Mendoza entrevista a Tania Vásquez

En: Suplemento +DOMINGO de LA REPUBLICA 17DIC23 pp. 4-5

E

l 2023 acaba con casi medio millón de peruanos que se han ido del país por diversas razones, pero sobre todo porque no sienten que tengan en el Perú las condiciones para un mejor proyecto de vida, ya sea por la coyuntura económica o política. Una tendencia que crece año tras año. Tania Vásquez, socióloga e investigadora del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), traza aquí una radiografía de la migración peruana con da­tos y cifras, y señala que las redes tejidas en los países de destino, por los peruanos que se fueron antes, hacen más fácil la partida de los nuevos migrantes.

Los peruanos están volviendo a irse del país. ¿Estamos viviendo un nuevo ciclo de mi­gración comoya ocurrió en Iosaños80y otros momentos de nuestra historia reciente?

Hemos tenido diferentes momentos de emi­gración. Hubo un momento importante alrede­dor del 2000 que luego tuvo un declive. Volvió a repuntar el 2007, año en que tuvimos otro gran contingente emigrando. En el 2017,2018 está­bamos en ascenso con otro ciclo de migrantes y llegó la pandemia. El ciclo se truncó porque la movilidad global se limitó. Pero otra vez el 2021 empezó a crecer. Porque estos ciclos los actúan las personas y tienen generaciones. Hay genera­ciones que ya salieron y son los padres. Los hijos salen cuando ya alcanzan la adultez. Hay ciclos, pero también hay algo que llamamos las razones de periodo: periodos en los que los mercados la­borales se van transformando y se genera otro impulso nuevo. En este periodo teníamos esta tendencia, pero también hay una generación que está más conectada, que tiene la experiencia de padres, tíos, abuelos que han emigrado, que tiene contactos...

Y es un poco más fácil emigrar para ellos

Exacto. Hoy la probabilidad de emigrar es ma­yor. Ha ido incrementándose y eso tiene que ver con las redes sociales de la migración (los lazos que forjan los migrantes afuera).

Tras la pandemia, ¿los peruanos se van del país solo por razones económicas?

La pandemia explica muchas cosas. Había un cido económico importante en que el Perú estaba viviendo, la experiencia de una mejor posición económica, por lo menos en indicadores macro. Ocurre que cuando hay una crisis económica que afecta a los hogares, las personas toman la decisión de la emigración como una manera de resolver un problema. Y eso pasó con la pande­mia. Todos los estudios que estamos examinan­do sobre indicadores económicos de diferente tipo indica que ahora, si bien se ha superado los momentos más duros de la pandemia, aún no se ha recuperado el nivel previo a la pandemia. Entonces hay un déficit para los hogares, y hay un elemento que es el de recuperar el nivel de in­gresos. La emigración siempre ha sido, desde los ochentas, una posibilidad de recuperar eso. Pero no necesariamente la decisión de emigración está motivada por un afán de resolución de una crisis, sino que hoy los jóvenes y los adultos están más conectados a redes de emigración, pero también a redes institucionales, que es todo el sistema educativo internacional. Las universidades cada vez tienen más convenios, cada vez es más po­sible emigrar y hay todo un aprendizaje que se va acumulando. A veces es más sencillo estudiar en el exterior que hacerlo aquí, porque aquí es bastante cara la educación superior.

¿Quiénes están migrando?

Está emigrando el grupo más joven, de 19 a 29 años, pero también las personas de mediana edad, de 30 a 49. En el grupo de adultos mayores, están saliendo sobre todo mujeres. A diferentes edades, son diferentes razones. Cuando son en edad laboral, de 19 a 29, pueden ser razones de estudio o trabajo, pero en el grupo demujeresyhombresentrelos30 y 49 están los mercados laborales segregados por sexo. Por ejemplo, hay mercados laborales más atrayentes para emigrantes mujeres porque hay trans­formaciones en las sociedades a las que van, como España, Italia, en donde, como la población está envejeciendo, la posibilidad de cuidado a menores o mayores en el hogar es mayor. Lo mismo Chile, Argentina. No es que tengan que trabajar solo en eso, pero esas son las características de los merca­dos laborales ahora. Y la migración intrarregional, dentro de América Latina, se ha hecho fuerte en los últimos años, aunque Estados Unidos sigue siendo el destino más importante.

He visto que muchos peruanos están mi­grando por la inseguridad ciudadana, incluso porque aquí son extorsionados

No tenemos en el Perú encuestas específicas para averiguar con una validez estadística ‘este es el porcentaje que se va por esta razón’, pero sí sabemos por estudios cualitativos y sondeos de hace irnos meses sobre la posibilidad de emigrar, que un tipo de movilidad está causada por huir de un contexto inseguro como pagar cupos o ver un peligro para la seguridad física. Entonces, tiene que buscar otro lugar en donde trabajar o producir. Eso lo he visto sobre todo para migración in­terna. Es decir mucha gente del norte, de Trujillo, se vienen a Lima o van a ciudades más tranquilas. Gente con negocios muy pequeños o vinculados al transporte. Es un tema a examinar con detalle.

Aproximadamente medio millón de per­sonas se han ¡do este2023. ¿La tendencia es creciente para los próximos años?

Parece que sí hay una tendencia de que va a ser más importante que lo observado en los años pasados. Los peruanos y peruanas que han salido de forma regular a través de un control migratorio y todavía no habían regresado a agosto de 2023 son alrededor de 415.000 personas. Eso es tres veces más de los que salieron en 2021. El salto ha ocurrido entre 2021 y 2022. Hay que esperar el consolidado del INEI, porque ellos corrigen los errores de subregistro o registro.

Usted estudió en Estados Unidos y vivió la experiencia del migrante. ¿Qué es lo que en­frenta un migrante en otra sociedad?

En un momento de mi vida yo fui una emi­grante por estudios. En mi caso, allá uno le pone más atención a lo que pasa en su país, sobre todo los científicos sociales, estamos todo el tiempo conectados leyendo las noticias. Y la adaptación tiene que ver con la condición en que uno emigra. Si emigras para estudiar, las condiciones de vida están un poco resueltas, porque tienes tus labores muy claras, tus objetivos muy claros, un sopor­te económico si tienes una beca. La universidad te protege. Entonces, no tienes que lidiar con el tema de la sobrevivencia. En cambio los migrantes laborales si tienen que hacer un proceso de adaptación más duro. Si van por su propio pro­yecto de trabajo tienen que resolver problemas institucionales complejos, como la salud. De­pendiendo del país hay sistemas de protección social más acogedores con las personas. Por eso hay migración de adultos mayores. Porque si hay familiares que ya han emigrado, lo que se bus­ca es que los adultos mayores del país de origen puedan acceder a esos sistemas que tienen más cobertura para las personas.

En una encuesta de este año del IEP veía que el porcentaje de jóvenes que se quieren ir se ha duplicado respecto al 2022, porque creen que el país no va a mejorar en los próxi­mos años. Están desesperanzados.

Esta tendencia de los jóvenes que ya no ne­cesariamente deciden hacer su vida adulta en su país de origen viene de hace una década. Si hubiéramos hecho una encuesta en el 2018,2019 a estudiantes de colegio, sobre todo privados, so­bre donde preferirían estudiar o trabajar, podrías ver una proporción muy alta que ya pensaban que su futuro no está en su propio país sino en otro. No solo por la desesperanza, que debe ser un factor, sino porque la oportunidad está abierta. Siempre, en todos los países, la migración por trabajo o es­tudios siempre ocurre entre los 15 y los 30 años. Ese es el perfil estándar.

Aunque la migración al exterior es el sín­toma de que algo no anda bien en el país de origen, usted señala que hay algunos aspec­tos positivos en irse. Por ejemplo, ver que en otros países las instituciones funcionan y hay una noción mayor de lo que es ser ciudadano.

Eso es un cambio importante, es una contri­bución de la migración internacional. Por com­paración las personas que salen conocen qué de­rechos le asisten en una sociedad que respeta los derechos humanosy otros derechos básicos. Esas nociones de ciudadanía, que quizá se aprenden en otra sociedad, empiezan también a difundirse por las redes sociales de emigración. Las redes sociales de emigración son colectividades de personas conectadas por lazos de diferente tipo: pueden ser familiares, de tipo profesional, o de vecindad o barrio, lo que une a las personas. Hay otras contribuciones de la migración. Por ejem­plo, para las mujeres la migración también sirve para resolver problemas cuando viven contextos de comportamiento opresivo o de violencia. El poder moverse es una estrategia para salvaguar­dar su bienestar y el de su familia.

Los peruanos en el exterior, unos 3 mi­llones, envían remesas a sus familias. ¿Qué tan importante es esa cifra para la econo­mía del país?

De acuerdo con los cuadros estadísticos del BCRP más recientes, las remesas del exterior en el 2022 fueron de 3.708 millones de dólares. En 2023 será un poco mayor ya que han venido re­cuperándose desde finales de la pandemia. Por ejemplo, en 2021 estas fueron de 3.608 millones de dólares. Y en cada uno de los tres trimestres ya registrados de este año, estas remesas han sido un poco más altas: US$993 millones en el trimestre I del 2023, de US$1.094 millones en el II trimestre y US$1.152 millones el III trimestre. Si asumimos que en el IV trimestre serán igual que en el IV tri­mestre del 2022, o sea 987 millones de dólares, este año, sumando los 4 trimestres, tal vez serían US$4.226 millones, más o menos 1,7% del PBI. <> 

No hay comentarios:

Publicar un comentario