miércoles, 29 de noviembre de 2023

ACERCA DEL APROVECHAMIENTO DE IMPORTANTES RECURSOS NATURALES EN PUNO

 EL LITIO Y EL URANIO EN LA REGION PUNO

EL CAMBALACHE DE LAS TRANSNACIONALES MINERAS

Revista REPORTE N°128, Puno noviembre 2023

“El subdesarrollo latinoamericano es una consecuencia del desarrollo ajeno, somos pobres porque es rico el suelo que pisamos y que los lugares privilegiados por la naturaleza han sido malditos por la historia”

Eduardo Galeano

L

a prensa continental especializada en minería anunciaba durante el primer semestre del 2018 el descubrimiento de dos importantes yacimientos de Litio en América Latina, uno en México y otro en las alturas del altiplano puneño y ambos reclamaban para si la condición de ser los más importantes yacimientos de Litio con las mayores reservas en el continente. Estas esperanzadoras noticias como es normal convocaron la opinión de los mayores expertos en comercio mundial y geopolítica y develaron también los estragos de las políticas mineras emprendidas por los dictáme­nes neoliberales de los organismos multilaterales del llamado “consenso de Washington” y avivó la discusión si estas favorecían o no al país propieta­rio de los recursos naturales, los escenarios en cada país fueron absolutamente distintos.

El gobierno de México convocó a una amplia deliberación sobre qué hacer ante esta nueva oportunidad de explotación de un recurso altamente codiciado en el mundo y se llegó a la conclusión que debería intervenir como Estado, el presidente Andrés Manuel López Obrador señaló “...la decisión de que el litio es propiedad de la nación, de todos los mexicanos”

Para ello, en abril del 2922 se aprobó en el Congreso una reforma a la ley minera a través de la cual se naciona­liza la explotación, beneficio y aprovechamiento del litio. En realidad, cualquier mineral que se encuentra en subsuelo mexicano pertenece a la nación y esto está estipulado en el artículo 27 de la Constitución promulgada en 1917. Lo que queda en manos de la nación como asunto exclusivo es la explotación y beneficios del litio. Es decir, que ninguna empresa extranjera puede intervenir en ninguno de estos procesos.

Prospección en curso
El escenario en nuestro país fue diametralmente opuesto, la prensa monopolizada -propietaria de los principales diarios, cadenas televisi­vas y emisoras radiales- festejó el hallazgo “atraerá más inversión extranjera y mejorará la posición de la minería del país” fue el denominador común de sus titulares; en tanto, el gobierno nacional y el regional estuvieron ausentes de la discusión y la propuesta. Para cualquier país o región el hallazgo de un yacimiento de litio es un acto de enorme trascenden­cia, pero, en Puno y Lima la ignorancia cosechó sus frutos, la autoridad brilló por un vergonzoso silencio y descono­cimiento y no fue que faltaran declaraciones líricas, pero las acciones de gobierno en favor de la patria y sus recursos estratégicos nunca llegaron.

El caso del Congreso de la República como primer poder del Estado fue de antología, no se dio por enterado, le convenía el mutis cómplice con los intereses transnacionales y de la gran minería; su actuar en favor del interés nacional es y fue una nulidad. La instancia regional no estuvo lejos de este proceder de la capital, porque el Consejo Regional como máxima instancia del gobierno regional, no tomó acuerdo alguno sobre tan importante yacimiento de litio y uranio que se encuentra contenido en un lago prehistórico cubierto de lava, localiza­do en los distritos de Corani y Macusani, en la provincia de Carabaya a 150 kilómetros al norte del Lago Titicaca a 4,500 m.s.n.m. espacio geográfico de su competencia según ley.

El resultado de esta incompetencia trajo consigo un enorme el desconten­to social de las comunidades, poblado­res y la ciudadanía en general y es que la región Puno y la provincia de Carabaya -donde están localizadas las vetas de Litio- son los convidados de piedra de una operación donde otros festinan y disponen sus recursos mineros. Veamos los hechos, luego del anuncio de la existencia del litio en la provincia de Carabaya, la empresa Macusani Yellowcake por medio de sus representantes y con el auspicio de la Sociedad de Minería recorrieron todos los medios de prensa y las principales universidades privadas, difundiendo una verdad a medias como “el Yacimiento de Pajchani es la reserva más grande del mundo”, esta afirmación no buscaba favorecer a la región ni al país, sino mejorar su posición para vender sus acciones en la bolsa de Toronto a un mayor precio. Como que fue así.

La Compañía Macusani Yellowcake -una empresa subsidiaria vale decir que es propiedad de una empresa matriz canadiense denominada Plateau Energy- ganó una fortuna mediante pura especulación financie­ra, sin contar con licencia social ni autorización del Estado, pero eso sí, respaldados con el aval de un recurso natural de propiedad del país, de la región y sus pobladores, donde nadie -a excepción de los principales accionistas de la empresa canadiense y sus operadores nacionales obtuvie­ron grande ganancias- mientras todos los demás, estuvieron en calidad de simples espectadores viendo cómo se ganaba plata con propiedad ajena. Y es que, la empresa canadiense Plateau Energy transfirió sus acciones y activos del yacimiento de litio y uranio en Pajchani mediante una operación en la Bolsa de Valores de Toronto, a otra empresa del Canadá: Lithium American Metals, a pesar de estar impedida de hacerlo por la existencia de un litigio pendiente con el Estado Peruano.

Esta operación a favor Lithium American Metals permitió el control de la empresa Plateau Energy a cambio de que sus accionistas obtuvieran el 21% de American Lithium y un premium de 72%, es decir, no sólo vendieron sus acciones a otra compañía más grande sino, que mantuvieron sus puestos en el Directorio en la nueva compañía; además de continuar con las operacio­nes de prospección y explotación de los yacimientos de Pajchani. Un verdadero cambalache con el expreso fin de cambiar la titularidad y la razón social de la concesionaria de prospección -la empresa Macusani Yellowcake-  ya que se encontraba en contienda judicial con el Estado peruano por el incumplimiento de las normas para la licencia de exploración.

Macusani Yellowcake fue inicialmente una empresa concesionaria para la exploración de uranio, pero que de manera fortuita durante sus trabajos de prospección en busca de uranio se encontraron con la presencia de litio en forma de roca dura; es así que el principal ejecutivo de la empresa anuncio que "Grande fue nuestra sorpresa cuando hemos encontrado litio de alto nivel. Nosotros íbamos por uranio, pero al ver los resultados de las perforaciones a 80 metros de profundi­dad en el yacimiento, nos abrieron los ojos” afirmó también, que el yacimiento de litio y uranio tenía una aptitud de existencia de litio de aproximadamente 4.7 millones de TM y uranio entre 130 a 132 millones de libras. Evidentemente, estos datos son de parte y tienen un carácter prospectivo y no de reservas, son en principio expectativas de la compañía minera.

Con el propósito de desentrañar la operación fraudulenta que afecta al interés nacional y regional, debemos señalar que el área concedida a Macusani Yellowcake para la explora­ción de uranio se hizo mediante de 151 concesiones (de las cuales 32 fueron declaradas caducas por INGEMET) que abarcan más de 93,000 hectáreas localizadas entre los distritos de Macusani y Corani, donde se encuentran las comunidades campesinas de Isivilla, Chachaconiza, Quelcaya y Corani afectando a una población aproximada de 4,000 habitantes quechua hablantes. En esta área la empresa desde antes del año 2017 realizó trabajos de prospección minera mediante la instalación de cinco plataformas de exploración, pozas de sedimentación y trincheras sin contar con ninguna autorización legal de parte de la Dirección General de Minería perteneciente al MINEM.

La realización de actividades de exploración minera está sujetas al cumplimiento de una serie de requisi­tos y obtención de autorizaciones, como obtención de terrenos de uso superficial, autorización del uso del agua, aprobación de instrumentos de gestión ambiental, uso de sustancias contaminantes, uso de explosivos, etc. Yellowcake no cumplió con ninguno de estos requisitos; efectuó trabajos exploratorios con minerales radiactivos en áreas localizadas en la cabeceras de cuencas de cinco ríos que pueden causar graves daños a la salud y el medio ambiente sin autoriza­ción de la DGM, sin aprobación del estudio de impacto ambiental y sin proceso de consulta previa a las comunidades afectadas como lo exige el convenio 169 de la OIT y la ley de consulta previa que junto con su reglamento son de obligatorio cumplimiento.

A raíz de estos incumplimientos de parte de la empresa Macusani Yellowcake; la OEFA como organismo de fiscalización ambiental del Ministe­rio del Medio Ambiente, a finales del 2018 inició un proceso sancionador contra la empresa que corroboró la falta de autorización de la DGM, el incumplimiento de los requisitos ambientales mínimos y la carencia de licencia previa; sancionando la infracción de Yellowcake mediante Resolución Directoral N° 1701-2019- OEFA- DFA imponiéndole una multa de 399.98 UIT. La sanción de la OEFA dentro el ámbito de su competencia únicamente sancionó lo referido al tema ambiental, las dos otras observa­ciones referidas a la falta de autoriza­ción y consulta previa aún no han sido dirimidas por los organismos compe­tentes por lo que estarían pendientes los derechos mineros de la empresa concesionaria. <>

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