jueves, 30 de junio de 2022

LA COYUNTURA POLITICA PERUANA

 OPERATIVOS DE BLINDAJE

Eland Vera

Son tan extendidas y habituales las prácticas de corrupción, ilegalidad y abusos dentro de nuestro mundo político y económico, que cada cierto tiempo asistimos a operativos perversos destinados a organizar sistemas nada santos de protección a infractores, abusivos y corruptos. El Congreso, siguiendo esa línea, termina siendo el espacio ad hoc para proteger a los sinvergüenzas. Y algunos congresistas trabajan como operadores y lobistas de infractores e indeseables.

Los campeones del blindaje son los fujimoristas y la extrema derecha. Ahí tenemos los blindajes a “Los cuellos blancos del puerto”, al excontralor Edgar Alarcón, al exfiscal de la Nación Pedro Chávarry y recientemente al expresidente de facto Manuel Merino. Los operativos de blindaje se sostienen en interpretaciones y argumentaciones descabelladas que vulneran las normas y las leyes. Se trata de leguleyadas armadas con apariencia de legalidad que luego son respaldas por grupos políticos acostumbrados a proteger a los corruptos.

En una sociedad altamente tolerante a los actos de corrupción –desde pequeños hasta grandes- el blindaje termina siendo una operación habitual de protección a los actos ilegales. Un examen más atento a los operativos de blindaje permite comprobar que la protección no sólo es al personaje encumbrado que cometió actos de corrupción; sino que se trata de blindar a redes y personas de distinto nivel que operan en las instituciones del Estado.

Lo blindaron
Lo visible es el exjuez, el excontralor, el exfiscal, el excongresista; pero en el fondo tenemos sistemas montados que involucran a funcionarios, políticos, asesores, familiares, colaboradores, lobistas o financistas que dinamizan y dan vida a actos canallas dentro de las entidades estatales. Los blindados son la parte visible, las redes que están detrás demuestran que nuestros funcionarios y políticos no cumplen funciones de servicio público; el objetivo es sacar provecho, beneficios y ventajas de la relación y el trabajo dentro del aparato estatal.

Se trata de una vieja historia del Estado peruano: saquearlo. Entonces, los operativos de blindaje cumplen un papel miserable: mantener y defender las formas y estilos corruptos dentro de la institucionalidad estatal. Pero, es bueno alertar que no solo existen grandes operativos de blindaje orquestados desde el Congreso; también existen blindajes en niveles intermedios y pequeños de la administración pública. En municipalidades, gobiernos regionales, direcciones departamentales y oficinas diversas se encarpetan sanciones o se pasan por alto faltas y delitos cometidos por trabajadores y funcionarios. Como ciudadanos debemos desarrollar una actitud vigilante y de denuncia, pues como sabemos la corrupción es el cáncer del desarrollo y el bienestar de la población.

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