LECTURAS
INTERESANTES Nº 909
LIMA
PERU 6 AGOSTO
2019
DOS POR DOS,
METIENDO LAS CUATRO
Escribe: Milcíades
Ruiz
Mientras la prensa nos hace poner los ojos en un estéril
lío casero agitando el enfrentamiento entre dos facciones de la derecha,
haciéndonos participar en la bronca; en el escenario global hay un lío mayor al
que no le estamos prestando atención. Las dos facciones más grandes del
capitalismo están agudizando su enfrentamiento por el empoderamiento comercial,
cuyas consecuencias podrían desencadenar una conflagración mundial de nuevo
tipo y que ya, nos está afectando.
Es verdad que la vieja república ha llegado a un grave
estado de deterioro que requiere ser resuelto. Y es aquí donde nos hace falta
una propuesta propia, coherente con nuestra ideología, sin caer en la
chabacanería política. Una acertada propuesta reivindicativa es la que
necesitamos en este momento histórico para elevar nuestro empoderamiento
político. El pueblo ha perdido la fe en todo el sistema administrativo
tradicional y no solamente en la representación legislativa.
“Todo está podrido” es una expresión popular que refleja la
situación nacional. Si en este momento político el Ejecutivo planteara disolver
todos los partidos políticos, el poder judicial, el poder electoral y los
ministerios del poder ejecutivo, seguramente que la población en mayoría lo
aprobaría. Pero la viveza del Ejecutivo está en decir figurativamente: “Por
allá va el ladrón” para despistar la atención y en esto, le siguen los nuestros
por falta de personalidad propia.
¿Y por qué, el ejecutivo no plantea convocar a una asamblea
constituyente para cambiar la Carta Magna que nos ocasiona tantos problemas? La
respuesta es obvia. Pero las fuerzas populares lo podrían plantear para
fortalecer esta bandera. Eso sí, con un nuevo sistema de representación ya que
el actual está viciado. El adelanto de elecciones no hará desaparecer los males
intrínsecos del sistema integral vigente. Podemos pasarnos muchos años haciendo
reformas que deforman, pero la maquinaria seguirá arrojando bazofia mientras no
cambie los insumos.
Hemos perdido nuestra capacidad de convocatoria popular para
recoger propuestas, pero creo que bien podríamos reunirnos en un foro abierto,
todos los que voluntariamente deseen aportar ideas que nos permitan elaborar
alternativas viables de sostenimiento político popular. Algo deberíamos hacer
para apuntalar la lucha popular.
Pero retomando lo dicho en el primer párrafo, sabemos por
experiencia histórica que las guerras mundiales capitalistas se iniciaron como
guerras comerciales y continuaron después de ellas, con un nuevo mapa en la
distribución de mercados. En la monarquía la concentración de riqueza era
producto del arrebato forzado a los conquistados, pero en la época capitalista
la succión de riqueza se realiza mediante la comercialización de bienes y
servicios.
Cuanto más se venda, mayor será la acumulación para seguir
creciendo industrialmente y es así como EE UU ha construido su poderío,
alcanzando un alto nivel de vida para su población. En otros términos, el
desarrollo y nivel de vida de los estadounidenses solo es sostenible, si
mantiene cautivo su mercado mundial. Si algún país como Venezuela, deja de
comprarle bienes y servicios de guerra, significa pérdida de mercado y así, en
todos los rubros.
Pero resulta que, acogiéndose al mercado libre, propugnado
por EE UU para penetrar mercados ajenos, China penetró en nuestro continente e
invadió el mercado interno norteamericano. Cuando se dieron cuenta, ya China
había penetrado con su mercadería y también se había convertido en el principal
proveedor de insumos, materia prima y accesorios de la industria yanqui. Esto
obligó a EE UU a cambiar de doctrina y tomar medidas para desalojar de su
mercado a los chinos.
China le estaba succionando riqueza al rey de los vampiros,
haciéndose cada día más rico y con mayor crecimiento económico mundial.
Quitarle la presa al dragón no es fácil. EE UU elevó los aranceles a las
importaciones procedentes de China, encareciéndolas para que no puedan competir
y amplió esta medida a otros países para recuperar mercado. China hizo lo mismo
con la mercadería estadounidense. Como era previsible, estas medidas y contra
medidas, han ocasionado daños en ambas partes, pero también hay un desbarajuste
económico que alcanza a otros países como el nuestro.
No obstante, EE UU está decidido a recuperar su mercado
porque su estándar de vida está en peligro y sigue la escalada de esta guerra
comercial. En el tablero de ajedrez, se barajan otras movidas y China ha
apelado a devaluar su moneda para encarecer el dólar y así, restringir todas
las compras a EE UU. Pero cada vez que hacen una movida estratégica, el andamio
comercial mundial se desequilibra y corre el peligro de caerse provocando
crisis generalizada. Las inversiones y el comercio mundial sufren este
desbarajuste.
Es de imaginarse lo que ocurriría si como contramedida EE UU
también deprecia el dólar. En adelante, no se sabe lo que pueda ocurrir con
nuestra condición de país carroñero de la exportación de materia prima. No
tenemos otra fuente que compense el desbalance que nos ocasione una crisis
mundial. Es apremiante tomar medidas preventivas. Frente a esta situación,
sería bueno formular una propuesta propia distinta a la que hace el
neoliberalismo de reformas que recortan los derechos laborales y sociales.
Estas son solo sugerencias que probablemente no tengan eco
ya que la novela política está en un nivel emocionante para muchos y todos
quieren saber el desenlace, sin importar lo que suceda con nuestra economía. La
farándula política continuará y como siempre, será el pueblo el que cargue con
la crisis económica. Disculpen que desentone con otra música.
Agosto, 2019
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