domingo, 2 de octubre de 2016

ILAVE EN LA HISTORIA


NOTAS SOBRE
LA TRAYECTORIA HISTÓRICA DE ILAVE
Escribe: Guillermo Vásquez Cuentas
Tomado de LOS ANDES 2OCT16
El tema relativo a la realidad global de cualquier circunscripción peruana es siempre amplísimo, como lo es en este caso, el de la provincia puneña de El Collao y su capital Ilave. Por tal razón su tratamiento tiene que hacerse por sus principales aspectos, uno tras otro.
En esta oportunidad optamos por ensayar una aproximación de la realidad collavina optando por el aspecto histórico, dejando los demás aspectos, económico, social, cultural, etc. para oportunidades futuras.
El aspecto histórico es asimismo amplio y poco desarrollado en la historiografía regional. De ahí que hemos escogido como método o forma de exposición, lo que llamaríamos una cronología, apenas comentada, con el solo propósito de dar una idea de la trayectoria histórica del pueblo de Ilave a través de los tiempos.
Hay que advertir que la cronología que expondremos dista mucho de estar completa. Hay muchos y clamorosos vacíos. Por ello, tocaremos aquellos hechos y fenómenos históricos sobre los que tenemos algunos datos e informaciones, que son al mismo tiempo los que consideramos los más importantes. Veamos:
El Collao en el mundo y en Perú
Por Ley Nº 81 de 27 de setiembre de 1905 el “pueblo” de Ilave se elevó a la categoría de Villa conjuntamente con el pueblo de Yunguyo, en tiempos del Presidente José Pardo. Más tarde, en 1950 por gestión de Enrique Gallegos, Diputado por el Departamento de Puno y distinguido hijo de Ilave es elevado a la categoría de cuidad, mediante Ley Nº 11830 del 28 de Noviembre de 1950. El 12 de diciembre de 1991, mediante Ley N° 25361, se crea la provincia de El Collao, con su capital Ilave.
La provincia de El Collao se ubica en la parte peruana del altiplano, integrante de la gran Meseta del Collao. Su territorio tiene forma alargada en él se reconocen tres zonas: La “Zona Baja” que parte de las orillas del Titicaca, mostrando en sus primeros tramos circunlacustres a las conocidas "pampas de Ilave", hábitat de miles y miles de familias campesinas. La “Zona Media” sesgada por cadenas de cerros ocres de piedra caliza, alternándose con las de rosada arenisca que cual columna vertebral de prehistórico y gigantesco reptil, se hunde y vuelve a aparecer una y otra vez en el suelo de la llanura. La “Zona Alta” constituida el área cordillerana pletórica de ichu, y más arriba, de tolares, de queñua y de yareta en medio de las nieves. Esta división a partir de la geografía, funciona para la participación organizada de la población en asuntos públicos.
El Rio Ilave y su cuenca
El río llave atraviesa longitudinalmente casi la totalidad del territorio provincial. Sus afluentes, el Huenkke y el Blanco, así como sus múltiples tributarios menores que bajan de las alturas, integran una cuenca de 7,500 km2, una de las más extensas de la hoya del Titicaca. El río generalmente manso y moderado, se torna colosal e impetuoso en época de lluvias y sus desbordes afectan en distinta medida la vivencia de sus pobladores ribereños, a quienes brinda todo el tiempo su vital servicio, a lo largo de su sinuosa marcha de 170 kilómetros hacia el lago receptor de sus límpidas y a veces turbias aguas.
De dónde vienen los nombres de Collao e Ilave
N. Andrinik
Algunos cronistas de la historia (Garcilaso de la Vega) utilizan el término de “Collas” para referirse a las etnias aymaras; aunque estrictamente los Collas eran una etnia aymara, pero que dada su reiterada lucha con los incas del Cusco, hicieron que el termino abarcara más espacios sociales, dando lugar a que uno de los suyos del Tahuantinsuyo, se llamara Collasuyo y los geógrafos nombraran al altiplano como “Meseta del Collao”.
Hay muchas hipótesis sobre la etimología del término “Ccolla”. La más aceptada es que significa cura, remedio, cuyo tráfico a todos los confines del mundo aimara estaba a cargo de los “Colla aguayos” (atados con remedios medicinales) que con el tiempo derivaron los “Callahuayas”.
De otro lado, muchas hipótesis han sido formuladas para escudriñar el significado etimológico de llave. Entre aquellas hipótesis merecen destacarse la que supo­ne que llave viene de "Jilahui" o "el lugar donde se crece”; y aquella otra que sostiene que se deriva de "Jila jawira", es decir "río mayor". Esta aproximación tiene asidero por sustentarse en la toponimia -que explica en gran parte de los casos los nombres de los pueblos-, ya que en efecto, el río llave es uno de los más caudalosos de la región de Puno y el mayor del ámbito Lupacca.
Los ilaveños más antiguos
Los arqueólogos y paleontólogos han encontrado restos y muestras de que en el espacio Lupacca y por tanto en el ilaveño, vivieron hace miles de años los hombres nómadas de las cavernas, hace 4 mil años aproximadamente; allí están las pinturas rupestres encontradas en el cerro San Carlos de Anuanuni, hace pocos años, y los que se encuentran en Kellkatani, Chichillapi.
La joya de oro más antigua de América
En el lugar denominado “Jiskairumokko” (combinación de tres palabras aymaras, jiska que significa pequeño, iru refiriéndose a un tipo de manojo de hierba, y mokko que significa una pequeña colina) ubicado en la comunidad aymara de Jachacachi cerca del lugar conocido como Totorani y cerca también al río Ilave, el científico norteamericano Mark Aldenderfer y un equipo de arqueólogos de la Universidad de Arizona, encontró varios objetos ornamentales junto a una mandíbula humana.
Entre tales objetos, se encontró un collar que consta de nueve cuentas cilindricas de oro intercaladas con pequeñas piedras verdes. El material (cuerda, lazo, hilo) que sirvió para enlazar todo ello, un material que se desintegró a lo largo del tiempo. La joya, es el “ejemplo más antiguo de oro trabajado, en las Américas” han dicho los especialistas. Los exámenes mostraron que data de hace 4.000 años.
 Según el informe científico publicado en la revista especializada 'Proceedings of the National Academy of Sciences' [Actas de la Academia Nacional de Ciencias EEUU] en mayo de 2008, y que se emitió después de investigaciones que se realizaron desde el año 1995, el sitio corresponde a un campamento estacional de un grupo humano -tal vez todavía nómada- que hace cuatro milenios, vivía de los animales que cazaba y los frutos que recogía. La transición de esa vida nómada a la sedentaria comenzó en 3400 antes de Cristo (aC) y acabó hacia 2000 aC.
Esa sociedad asentada en la región 4,000 años A.C. fue difícilmente muy desarrollada.  Los investigadores, sin embargo, puntualizan que los pueblos de la región estuvieron cambiando de ser cazadores-recolectores a tener una existencia sedentaria, por tanto, es posible que la sociedad estuviera empezando a estratificarse, como lo demostraría la presencia del oro.
Orígenes remotos
El origen de llave como asentamiento humano se pierde en la penumbra del pasado milenario, tal 
como ocurre con la mayoría de los pueblos andinos. Resulta evidente que los primeros pobladores de esa tierra estuvieron entre aquellos grupos de la me­seta, que construyeron el misterioso Tiahuanaco, probablemente hacia el año 900 después de Cristo, según estudios de los ar­queólogos Amat y Lumbreras. En ese tiempo insondable habría empezado la expansión de esa primigenia cultura hacia el norte, casi simultáneamente con el inicio de su prolongada decadencia; luego de la cual surgieron en sus predios un conjunto de conglomerados humanos suficientemente diferenciados que los historia­dores han dado en llamar "reinos o señoríos aymaras".
El mundo aimara
Los aimaras ya eran una civilización cuando Cusco aún no se vislumbraba como futuro ombligo del mundo incaico.
Los aimaras son una de las naciones originarias del continente americano y por tanto del Perú Bolivia y Chile. Pese a la unidad racial y lingüística los aimaras estuvieron divididos en etnias que se diferenciaban unas de otras por rasgos costumbristas, pero básicamente porque cada una tenía una organización político-administrativa, en la que el poder de mando se ejercía por una diarquía, es decir por dos personas, dos mallkus, en el ursinsaya y el alajjsaya, uno de los cuales tenía alguna preeminencia.
Estas formaciones político-culturales aimaras fueron muchas. Abarcaban un extenso territorio. Los Canas, lo Canchis, los Chumbivilcas en zonas del actual departamento de Cusco eran aimaras, como lo eran los Ubinas y los Collaguas en el actual Chivay, Arequipa. Ya en la meseta del Collao, están los Callahuayas, en las actuales provincias de Carabaya y Sandia. Todo el sector norte del departamento de Puno estaba ocupado por la etnia aimara de los Collas, cuya capital era Atuncolla. La orilla oriental del Lago Titicaca desde Huaycho a Achacachi en Bolivia la ocupaban los Omasuyos. En la orilla occidental los Lupaccas. Al sur del Desaguadero los Pakajjes (Paca-hjakkes  u hombres águila) y más allá una serie de etnias aimaras, entre las que destacaban los Carangas, los Charcas, los Chuis, los Lipes, etc. etc.
Los Lupaccas (Lupi-hjakkes
hombres del sol)
Los Lupaccas fueron militar y económicamente los más poderosos de todas las etnias aimaras. Los Lupaccas (los Lupi-hjakkes, hombres del sol), abarcaban un conjunto de circunscripciones llamadas “p’ekkeñas” por ellos o "cabeceras" por los españoles. Estas eran, Zepita, Yunguyo, Pomata, Juli, Ilave, Acora y Chucuito. Este último pueblo, por ser el centro hegemónico y lugar de residencia de los principales 'mallcus" lupaccas, extendió con su nombre todo el territorio del reino, con la indispensable ayuda de los pragmáticos administradores coloniales.
El “dominio territorial” de los Lupaccas cubría asentamientos poblacionales sujetos al poder político-administrativo que ejercían los “mallcus” principales de y desde la localidad de Chucuito, abarcó las actuales provincias de El Collao, Chucuito y Yunguyo, así como los actuales distritos de Acora, Chucuito, Pichacani, San Antonio de Esquilache y Puno de la provincia de Puno. También ocupaban zonas cordille­ranas como Carumas, Candarave, Tarata que pertenecen hoy a provincias de los departamentos de Tacna, Moquegua y Arequipa, y una pequeña zona  en actual  territorio fronterizo chileno. Los Lupaccas dominaban además otros espacios para aprovecharlos económicamente para cultivar en ellos especies que no eran “de altura”; así, en la costa ocupaban los valles de Sama, Locumba, Tambo, Caplina y otros; y, en la ceja de selva, Larecajja, ubicada en la ladera oriental de la cordillera de Apolobamba.
Los Lupaccas y el imperio incaico
Versiones históricas mayormente aceptadas, sostienen que pese a su consecuente tradición guerrera y frente a la expan­sión incaica los Lupaccas optaron por imponer ventajosas condiciones en un arreglo pacífico antes que enfrentarse a las hues­tes de Viracocha lnca, primero y de Tupac Yupanqui, después. Ese pacto de mutua conveniencia, produ­jo el mantenimiento de la organización política, social y económica de los Lupaccas así como la permanencia de sus costumbres y lengua, a cambio de contribuir a las campañas del ejército imperial, de pagar tributos al inca y de formar parte del Collasuyo. EI aspecto religioso no podía presentar problemas desde que el dios sol que imponían los incas a los vencidos, era el mismo dios principal de los Lupaccas y quien sabe si en tiempos más remotos, hombres de éstos lares fueron al valle cusqueño a iniciar con los quechuas el desarrollo de lo que más tarde se­ría el gran imperio del sol.
"Ciudad Encantada"





















Llegan los invasores
Diego de Agüero y Pedro Martín de Moguer fueron los primeros hispanos en pisar la meseta del Collao. Luego de su arribo al Collao, los españoles repararon en la riqueza especialmente ganadera de los Lupaccas, y por esta razón los excluyeron del sistema de encomiendas a cambio de tributar directamente al rey en especies convertibles en dinero.
Durante los primeros años de la colonia, muchos españoles dejaron registradas sus observaciones sobre el altiplano.  Aquí algunos datos de los “cronistas de la historia” sobre Ilave:
“...Chuquito (Chucuito) ...que es la más principal y entera población que ay en la mayor parte deste reyno, el cual ha sido y es cabeza de los indios qu su majestad tiene en esta comarca...en este tiempo es cabecera de los indios cuyos pueblos se nombran Xuli, Chilane (Ilave), Acos, Pomata, Cepita...Son ricos de ganado de sus ovejas gigantes y tienen muchos mantenimientos de los naturales...”1548. Pedro Cieza de León : “ Crónica del Perú, Primera Parte”
“La provincia de Chucuhuito es la principal del Collao con gran abundancia de pastos y ganados...sus pueblos Chucuhuito, Jelave (Ilave), Jule, Pumata, Sepita...tienen muchas gentes...” 1557. P. Antonio Vásquez de Espinoza “Compendio y Descripción de las Indias Occidentales”
“De este mismo nombre (lago de Chucuito) hay un pueblo que está casi en la playa por una parte y por la otra sobre un cerro no muy alto y en esta donde reside el curaca. Los pueblos sujetos son Xuli, Pumata, Cepita y Arbilavi (Ilave) P. Reginaldo de Lizárraga: “Descripción Breve de la tierra del Perú, Tucuman, Rio de la Plata y chile”
“En medio de la provincia del Collao está la mayor laguna que se ha hallado en las Indias...se llama este lago Titicaca y alrededor de ella (hay) muchos pueblos....El principal de sus orillas es Chucuito y los demás se llaman Xuli, Hilavi (Ilave), Yongoyo, Acor, Pumata y Zepita...” 1582. Lic. Juan de Matienzo : “Gobierno del Perú ”
“...y como en el Titicaca oviese yslas pobladas de gente, otro tirano o señor a quien llamaban Cari...venido de Cutimpu (hoy Coquimbo, Chile) avía salido con mucha gente y con grandes balsas entrado en las yslas donde peleó con los naturales dellas...de las cuales Cari salio vencedor...dio la buelta a Chuquito (Chucuito), a donde abía fecho su asiento y por su mandado se avían poblado los pueblos de Ylava, Xula, Ceita y Pumata...”  Cieza de León en “El Señorío de los Incas Yupangues”. Luego, después de visitar casi toda América, Cieza dice en 1550 que Chucuito era la "principal y entera población" que hay en la mayor parte del subcontinente, razón por la cual el rey de España la reservó exclusivamente para sí.
En la Ordenanza de Tambos de 31 de mayo de 1543, dada por el Gobernador Cristóbal Vaca de Castro se considera el Tambo de Hilavi, el cual debía ser atendido por gente del mismo pueblo.
Llegan los dominicos
Alrededor de 1540 llegaron a Ilave los primeros misioneros dominicos. Se dice que erigieron primero la Iglesia de la Purificación de Nues­tra Señora, que desapareció con el tiempo al punto de que no es posible ubicar el lugar en el que se habría levantado. Pocos años después, se empezó la construcción de las primeras estructuras del templo principal de San Miguel bajo la conducción tesonera de Fray Agus­tín de Formicedo. A lo largo del tiempo el templo fue cambiando su fisonomía, gracias a sucesivas refacciones, modificaciones y ampliaciones, a lo largo de muchos años, hasta aproximadamente 1615. Dos campanas que hoy lucen en su blanca torre, llevan la inscripción que atestigua haber sido obsequiadas por el Gran Mariscal Santa Cruz, durante sus afanes por crear la Confederación Perú-boliviana. Hay quienes dicen que una de ellas, por su apreciable componente de oro en su aleación, fue llevada al extranjero.
El Arcángel San Miguel fue entronizado como patrono del pueblo de Ilave en 1552, a instancias del religioso dominico Fray Agustín de Formicedo. Cada 29 de setiembre la capital de provincia da curso a una multitudinaria festividad.
En 1563 El Mallcu Vilcacutipa junto con los ilaveños Martín Huancacutipa, Carlos Chura Guanaco, Cristóbal Maquera, Pablo Pilco y Carlos Alasaya, firmaron una escritura de donación de un terreno a favor de Fray Francisco de San Miguel, para que se haga «la casa y monasterio del Señor Santo Domingo” habiendo obsequiado también, ornamentos, cálices, cruces y todas las otras cosas necesarias para la iglesia y sacristía y también las imágenes de los altares.
La famosa visita
En 1567, a los 35 años después de la llegada de los espa­ñoles al Perú, se produce el definitivamente importante viaje del visitador real Garcí Diez de San Miguel con la misión de levantar un censo de personas, tierras y ganado, para cuyo fin recorrió todo el "señorío Lupacca". Encontró como mallkus a Martín Cari (principal) y Martín Cusi,
El visitador llegó a Ilave el 21 de marzo de 1567. Encontró como mallcu principal a Francisco Vilcacutipa, mallcu de Alasaya desde tiempos de Huayna Capac (que los quechuas llaman Hanansaya, es decir "de la parte de arriba") y a Juan Calamaquera mallcu de Maasaya (que los incas llamaban Urinsaya o de la parte de abajo). En llave como en los demás pueblos, el poder político era compartido por dos “mallcus” uno de los cuales tenía preeminencia rotativa.
De los muchos aspectos interesantes de la vida de los lupaccas y que fluyen de la visita, salta a la curiosidad aquella información dada por Vilcacutipa, quien contara que él y seis mil ilaveños fueron a conquistar a la etnia de los Pastos en la hoy frontera entre Ecuador y Colombia, por orden del inca Huayna Capac, bajo el mando de general Mollo Cahuana nacido en Ilave, de los que regresaron sólo mil. Vilcactutipa contó que además, en diversas oportunidades grupos de ilaveños en condición de mitimaes se desperdigaron por todos los confines del Tahuantinsuyo.
Curas no tan santos
Después de la visita de Diez de San Miguel, el virrey Toledo basándose en un informe reservado de aquél, envía al Licenciado Fray Pedro Gutierrez Flores y Juan Ramires Segarra en Visita Secreta para que establezcan el comportamiento de los curas dominicos en la provincia. Los visitadores, en todos los pueblos encuentran en los religiosos comportamientos poco o nada honestos, que a la postre determinarían el reemplazo de los dominicos por los jesuitas.
En 1575, Fray Pedro de Gutiérrez, efectúa una nueva visita a la provincia de Chucuito con la finalidad de inspeccionar el funcionamiento de los Tambos Reales. Constata que en el tambo de Ilave, como en los otros dos tambos existen dos “marcamayas” que eran los encargados de atender por turno los tambos y llevar quipus sobre el movimiento de personas y bienes. (Archivo General de Indias. Secciòn II. Contaduría, Legajo 1787.; citado en “Arquitectura del Altiplano Peruano” p. 163)
Templo de Santa Barbara
En 1583 se Produce la visita de Juan López de Zúñiga. En su reporte a las autoridades coloniales informa que el templo de San Miguel estaba siendo techado; y que había dos capillas: La de Santa Bárbara y la de Nuestra Señora de las Nieves. (Domingo Llanque “Ilave: Tierra de Ganaderos Tejedores y Guerreros”.
En 1590 aproximadamente, se inicia la construcción progresiva de la Iglesia de Santa Bárbara, casi íntegramente de piedra. A mediados del siglo XVII ya estaba virtualmente terminada. Alrededor de 1790 bajo el im­pulso del Marqués de Casa Hermosa de Puno, quien donó además cuadros y un púlpito de madera, se reedificó esta Iglesia, para darle nueva composición y forma. Ha permanecido abandonada en tiempos recientes, aunque se han hecho algunas refacciones para su rehabilitación, pero los trabajos están lejos de reiniciarse y concluirse.
Ya en 1600, junto a los Tambos de Chucuito, Acora, Pomata y Zepita, estaba el tambo de Ilave. En su larga peregrinación por los pueblos del Perú Guaman Poma de Ayala encuentra al Tambo Real de Ilave. En su celebrado y conocido libro “Nueva Coronica y Buen Gobierno” y se refiere a Ilave como “Hila Haui (“pueblo, tambo real, clase 2”). “Hila Haui”, es exactamente Jila jauira, es decir “río mayor”, lo cual confirma plenamente la tesis de Alberto Cuentas Zavala en cuanto al origen del nombre de Ilave, antes Hilave.
La rebelión tupamarista
En la gesta de Tupac Amaru, en la participación activa de los chucuiteños en la insurrección de Tupac Katari, cuyos lugartenientes incursionaron desde el sur hasta Puno. 1871, fue un año de intensa lucha por la emancipación ensangrentando la provincia. Como una de las derivaciones de la lucha, el 24 de marzo de ese año, Ilave fue incendiado en su totalidad por orden de Joaquín de Orellana, Corregidor de Puno, como escarmiento por su colaboración con el movimiento insurreccional.
En los nuevos tiempos
Al llegar la independencia, la existencia de la provincia de Chucuito y con ella la del distrito de Ilave, fue reconocida y convalidada en el Reglamento Provisional de 26 de Abril de 1822, expedido por José de San Martín. Bolívar con­firmó la creación de la provincia en el Decreto Dictatorial de 25 de Marzo de l826
En tiempos de Candamo. Chambi, Chambilla e Ilachura
originaron la visita de Maguiña.
Mediante Decreto Supremo del 2 de Mayo del 1854 expedido por el Mariscal Ramón Castilla se reorganizo la demarcación territorial del provincia de Chucuito y legalizó la pertenencia de Ilave a esta provincia. Se estableció que Ilave sería la capital del distrito del mismo nombre. Se separan de la provincia de Chucuito los distritos de Acora, Chucuito y Pichacani, para posibilitar la creación de la vecina provincia del Cercado de Puno.
Sublevación Indígena.
Durante los primeros días del mes de abril de 1897, se produjo una masiva sublevación de las masas indígenas de Ilave. Entre el 5 y el 10 de ese mes y año miles de indígenas permanecieron apiñados en las cumbres de los cerros inmediatos al rio y al pueblo de Ilave, “en actitud agresiva, tocando sus instrumentos de guerra llamados “Pututos” y haciendo una algazara infernal muy difícil de describir” dice en un informe el Subprefecto de entonces Manuel Pío Chávez. “las familias (que vivían en el pueblo) acudían despavoridas a guarecerse en los templos” añade el Teniente Coronel Teodoro P. Laguna, en el parte de hechos, respectivo. “Se oyeron atronadores gritos y el bullicio de mil bocinas que poblaban el espacio en todos los contornos del pueblo” refiere por su lado el Gobernador del Distrito de Ilave Ramón A. Valdivia, en su extenso informe al Prefecto del Departamento.

La causa inmediata del levantamiento, fue la errónea creencia propalada en el campesinado de que la matrícula o inscripción de predios rústicos que el gobierno había empezado a ejecutar a través de la Delegatura y Recaudación Fiscal de Ilave, con fines tributarios (Llamada “Contribución de Predios Rústicos y Urbanos”), tenia como propósito -según tal creencia errónea-, la apropiación por el Estado de la mitad de las cada parcela de tierra y predio registrados.
Como las pequeñas guarniciones de gente armada encargada del orden público era insuficiente para reprimir la sublevación, tuvo que venir un destacamento de cien hombres del batallón Canta, acantonado en Puno. Nadie ha informado sobre el número de indígenas muertos en los desiguales enfrentamientos, sobre todo en el cerro Campanani.
En 1902 la provincia de Chucuito vivió un conflicto que tuvo repercusión nacional. Se originó en Santa Rosa de Juli, cuyos pobladores de doce ayllus rechazaron que la capital del distrito se trasladara al lugar conocido como Huanacamaya, pues se les iba a obligar efectúen la construcción de los locales oficiales y religiosos. Una comisión de indígenas llevó el caso personalmente hasta el presidente de las República Manuel Candamo, quien envió una comisión presidida por el abogado Alejandro Maguiña. Una vez en Juli éste nombró como secretario e interprete a Telésforo Catacora y como asesor a Valentín Paniagua, quienes dieron solución al caso.
El conflicto motivó que se formara en Lima la Sociedad Pro Indígena con memorable actuación en las luchas sociales en el Perú y el acceso al cargo de subprefecto de Teodomiro Gutiérrez Cuevas, más tarde conocido como Rumi Maki.
El puente símbolo de Ilave
El 15 de enero de 1905, se inauguró el formidable puente de piedra, cal y arena construido sobre el río Ilave a inmediaciones de la ciudad del mismo nombre.
En 1567 el visitador Diez de San Miguel ya había ordenado que se construyese un medio para vadear el río. Muchas personas y ganado habían perecido en tantos fallidos intentos de atravesarlo en balsas de totora, en el lugar por eso llamado “Balsawi” o Balsabe como hoy se le conoce. Los accidentes más trágicos se daban en época de crecida del río, ordinariamente uno de los más caudalosos de la cuenca del Titicaca.
Puente emblemático. Por mas de un siglo prestó servicios a la nación
El río aún sin puente, constituía un obstáculo notable para el tráfico de personas, ganado y mercadería procedente de la provincia de Chucuito y también de las repúblicas de Bolivia y Argentina, hacia Puno, Juliaca, el resto del departamento y del Perú. Por eso, la necesaria construcción del puente pasó a convertirse en un vivo anhelo de los pueblos de la región.
Lo hizo realidad, después de salvar obstáculos de toda clase, el Comité Pro Construcción del Puente de Ilave, instalado el 7 de junio de 1900, presidido con tesón indesmayable por el subprefecto de la Provincia Mariano Vicente Cuentas Laso. Sin presupuesto estatal aún, se recurrió a la erogación voluntaria de los pobladores de la provincia, mediante la adquisición de bonos que iban de un sol hasta veinticinco soles. Toda la provincia entró a un proceso de movilización cívica, construyéndose para tal efecto Juntas de Notables en todos los distritos para recolectar los aportes. El Estado, a través de la “Junta Departamental” de Puno completó el presupuesto ascendente a S/. 23,232.00.
Después de más de un siglo, en febrero de 2002, después de haber prestado incalculables servicios a la zona y a la nación, parte de sus diez grandes machones se rindieron y colapsaron, por el descuido y la incuria de los encargados de mantenerlo. Ha sido reconstruido, aunque con diseño arquitectónico que difiere del original. 
Durante un siglo ese puente fue el monumento emblemático de la ciudad, monumento a la tenaci­dad del ilaveño y se convirtió en el indiscutido símbolo que caracteriza la imagen de Ilave en el concierto de pueblos del altiplano puneño.
El comercio de fibra de alpaca
A partir de 1930, comerciantes del lugar y otros venidos de otras latitudes, inician el acopio de fibra de alpaca, así como de llama y oveja con menos significación, preferentemente de color blanco. La
MASAS. U Montúfar
gran demanda extranjera venía desde Inglaterra y Holanda y para atenderla aparecieron en Arequipa casas exportadoras, que concertaron con acopiadores o “rescatistas” que durante el periodo de auge de este negocio, prosperaron notablemente. Ilave se convirtió en uno de los centros más importantes de estos productos en el sur del Perú.
Ilave tristemente célebre en las noticias mundiales
El 27 de abril de 2004 Cirilo Fernando Robles, Alcalde de Ilave, después de intentar una reunión del Consejo Municipal, fue capturado por una turba. Posteriormente fue asesinado por la masa de sus captores.
Estos hechos fueron parte del epílogo de un conflicto que conmocionó durante meses la opinión pública nacional e internacional. El nombre de Ilave, apareció durante varios días en casi toda la prensa escrita mundial y fue pronunciado por locutores y presentadores de televisión en diversas latitudes del globo, generando una fama no deseable. El análisis objetivo de los hechos está pendiente, pues están abiertas muchas heridas y subsisten aún opiniones contradictorias sobre el tema.
El Collao en la Actualidad
La actividad comercial es bastante difundida en la provincia. Ilave es y será un punto comercial clave en el altiplano peruano y sus conexiones con repúblicas vecinas. Capital dinerario apreciable se moviliza a diario como resultado del intenso tráfico de origen ganadero y agrícola.
El turismo tiene interesantes atractivos. A 58 km. vía carrera de Ilave-Mazocruz al sur oeste de la ciudad de Ilave, región Puno provincia El Collao, en el distrito de Conduriri, parcialidad de Chilliwa, lugar caracterizado por grandiosas formaciones rocosas. Encontramos espectaculares columnas de piedras que miden hasta 100 metros de alto, farallones verticales que según los lugareños, simbolizan algunas costumbres, vivencias y mitos, tal es el caso de un matrimonio, la danza de los chokelas, hábitos de trabajo ganadera y agrícola. A ese conjunto natural se ha dado en llamar “La ciudad encantada”.
La gran puerta de Ajayu Marca, en las inmediaciones de Bebedero, entre Ilave y Juli, se ha convertido en lugar recurrentemente visitado por organizaciones místicas.
Ilave, hoy

El casco urbano de Ilave, ciudad capital de la provincia, ha crecido sorprendentemente en los últimos años. Cerca de 35 mil ilaveños habitan en sus 37 barrios. El campo de la provincia, con cerca de 350 comunidades campesinas y parcialidades alberga a más de 60 mil habitantes.

Hoy, es la ciudad progresista y pujante que ha llegado a constituirse en tercera en importancia del departamento de Puno. A esto han contribuido sin dura, tres principales facto­res: su diversificada y creciente actividad económica ya que es núcleo comercial ­siempre floreciente, importante productor de ganado vacuno y lanar, así como de variedad de productos agrícolas; su privilegiada situación geoestratégica en el sur altiplánico por ser centro de confluencia de importantes carreteras; y, su ingente y laboriosa población que avizora un futuro cada vez mejor.

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