LECTURAS
INTERESANTES Nº 733
LIMA
PERU 23 DICIEMBRE
2016
LA COMEDIETA DEL ENCUENTRO
César
Hildebrandt
Tomado de “HILDEBRANDT EN SUS TRECE” N° 2017,
23DIC16 p.12
Reza PPK en la tercera fila. Reza en la capilla de la casa donde vive
Cipriani, el camarlengo convocante. Reza detrás de Keiko, que debe estar
agradeciéndole a Dios que Cipriani le haya quitado las castañas del fuego.
Porque después de botar a Saavedra y de ganarse el repudio generalizado, el
fujimorismo congresal recibe este santo remedio: el presunto agraviado, PPK,
no duda en sentarse a conversar con la dueña de la mayoría parlamentaria. Y no
duda en hacerlo en casa ajena. Por lo tanto, si el presunto agraviado
demuestra una sonámbula felicidad, entonces no hay agravio. ¡Que Dios bendiga
a todos!
Composición en Photoshop, autor anónimo |
Todo
esto ha sido cómico. El cardenal que dijo que la Coordinadora Nacional de
Derechos Humanos era "una cojudez" -y lo dijo cuando en Ayacucho
incineraban cadáveres en el horno del cuartel Los Cabitos- decide que es tiempo
de darle una mano al partido de sus amores. Y llama a Keiko y a PPK, en ese
orden, para "pacificar el país". ¿Estábamos en guerra? No. Lo que
pasaba es que el fujimorismo, heredero directo de Montesinos y Martin Rivas,
había decidido aplastar a un ministro para demostrarle al tembloroso Ejecutivo quién
manda en el Perú. Y eso había creado una atmósfera de rechazo expresada en
marchas, columnas, redes sociales. Había que reinstalar al fujimorismo en la
hipocresía, en la impostura, en el enmascaramiento, en el cuento chino. Y qué
mejor escenario que la casa del caudillo del Opus Dei, esa secta que fundara
Josemaría Escrivá de Balaguer, que se fue a Chile a apoyar a Pinochet cuando el
coronel Contreras decidía quién debía morir y quién debía seguir siendo
torturado.
Cuando
Cipriani soltó el globo en RPP quiso hacernos creer que recién iniciaba su
gestión de pacificador. Lo cierto es que ya había hablado con Keiko Fujimori y
con el presidente, en ese orden.
¿Nadie
pudo decirle a PPK que acudir a esa cita fuera de Palacio era demasiado favor
para con sus recientes verdugos? ¿No hubiera sido mejor que esperaran un poco,
que se disculparan otro tanto, que sufrieran políticamente lo que largamente
se merecían? ¿No habría sido bueno componer una agenda que ordenara el diálogo
y que lo hiciera, en algunos aspectos, vinculante?
Dicen
que PPK no oye las voces lúcidas alrededor suyo. Dicen que es terco y que sólo
escucha la voz adinerada del lobista que sigue siendo. Dicen que es un presidente
que no se siente presidente, que sigue preguntándose por qué está donde está y
que ese complejo de inferioridad lo sitúa en un peligroso nivel frente a sus
interlocutores.
No
sé si ese chismorreo tendrá algo de verdad. Lo que sí sé, porque hay pruebas y
testimonios, es que PPK nada tiene de líder y muy poco de jefe político.
¿Se
imaginan a la señora Merkel diciendo que espera "que no la chanquen"?
¿Se imaginan a la señora Bachelet diciendo que su bancada "no le hace
caso"? ¿Se imaginan a Sirimavo Bandaranaike, la ceilandesa que en 1960
fue la primera mujer del mundo en ocupar el cargo de primera ministra,
haciendo de la duda una placentera afición mientras enfrentaba a la guerrilla
tamil?
Pues
PPK disfruta de su papel de subordinado voluntario. Se le vio así cuando le
extendió la mano tres veces a la disforzada lideresa de la organización que
fundara el condenado Fujimori. Se le vio así cuando sonreía con cara de abuelo
Memo mientras escuchaba a su más que par. Lo más digno de Ascencio Segura, el
autor de la horrible
"Ña Catita", fue cuando Keiko Fujimori habló al
final, cerrando el show, durante dos minutos y medio mientras que PPK había
consumido apenas 55 segundos, antecediéndola sin decir nada significativo y
con una cara agradecida que era para llorar. La señora Fujimori dijo que
Fuerza Popular "iba a continuar su mandato" y que, eso sí, prometía
no conspirar para dar un golpe de estado bajo el paraguas de la vacancia
presidencial. El sargento Canuto no lo habría hecho mejor. ¡La jefa de la
oposición prometiendo que no iba a cargarse la Constitución, como hizo el padre
a quien quiere liberar! ¿Qué come- dieta es esta? ¿Qué paisete somos?
El ácido humor del genial Carlin |
¿Qué
ha logrado PPK? La tregua que el fujimorismo necesitaba para reparar averías
después de bombardear la reforma universitaria y lograr el ascenso al
ministerio de Educación de una dama que, por su fragilidad, parece salida de un
Degas plagiado.
¿Qué
ha obtenido PPK a mediano y largo plazo? Nada. Es arduo negociar con un
partido que domina el parlamento. Pero es casi imposible esperar el
cumplimiento de algo de lo someramente acordado con un partido cuyo único fin
es lavar un apellido y vengarse de quienes denunciaron la deshonra. Que PPK
le pregunte a Máximo San Román cómo es la cosa. Estamos a la deriva. La
derecha está feliz. ■
No hay comentarios:
Publicar un comentario