LECTURAS
INTERESANTES Nº 731
LIMA PERU
18 DICIEMBRE 2016
CARTA ABIERTA A PPK
César Hildebrandt
César Hildebrandt
Vamos, PPK: tú no tienes por qué llamar a Keiko Fujimori.
Ya no eres el candidato ni el bromista prognático ni el viejito que encarnaba la esperanza.
Ahora eres el presidente de la república.
Y no puedes decir que tienes el teléfono y vas a insistir en llamar a quien apenas ha reconocido tu cargo por tuíter y no quiere hablar contigo siendo la jefa de la organización que ha copado el Congreso.
No puedes demostrar esa avidez patética por hablar con quien te niega legitimidad y afirma, a través de la Chávez y el Spadaro, que ganaste con trampa y que el Congreso le pertenece.
Ese bloqueo, en todo caso, se enfrenta haciendo política, no llamaditas anunciadas por la prensa.Y se hace política, señor presidente, desde la dignidad. Hay una calle esperando ayudarte, hay una opinión pública que sabrá juzgar, hay una prensa que dirá lo suyo cuando el chantaje y el sabotaje empantanen al país.
Un presidente no le ruega a la jefa de una organización como el fujimorismo, así esté el Congreso secuestrado por sus miembros.
Un presidente que nos salvó del autoritarismo podrido no se arrodilla ante quien nos hubiera arrollado si se hacía también con el Poder Ejecutivo.
Una cosa es que el proceso electoral haya terminado. Otra es que Carlos Bruce, decida, a su manera, cuál debe ser la política de alianzas y con qué desesperación hay que tocar las puertas de la mafia que vende protección.
Tú eres el presidente, PPK. Ahora nos representas. Representas a quienes temieron que esta vez el crimen organizado, con indumentaria de partido político billonario y regalón, nos impusiera su agenda, sus modales, su modo de regurgitar, su vocación por la sanguaza. Los politólogos del oportunismo y los sociólogos de la decadencia llaman "el mayor partido político" a la organización que recoge el legado del gobierno más corrupto de nuestra historia. Me niego a considerar "políticas" esas prácticas que consisten en reclutar adherentes con dádivas, promesas dictadas por la mercadotecnia, financiamiento oscuro y desmemoria. Resignarse a eso es morir como ciudadano. Y de esos zombis se nutre la prensa fujimorista que nos quiere engatusar.
Representas, PPK, a quienes salieron a las calles para gritarnos su alarma y a los que te dieron su apoyo instigados por el miedo, que es un potente consejero.
Y este era un miedo saludable, robusto, legítimo. Era el miedo al círculo vicioso, al regreso a las Chávez, a las recaídas. Por miedo a perder el país por segunda vez, es que mucha gente, a última hora decidió la batalla, PPK.
Esa gente no quiere verte de hinojos pidiendo que te contesten el teléfono y que te digan lo que ya sabemos que te dirán: que aprobarán lo que les de la gana, porque ellos tienen sus planes y tú los tuyos, que son los del país.
Ellos han tomado el Congreso como un botín -y en eso tienen vasta experiencia-. Y de ese parapeto sólo los sacará el éxito de tu gobierno, no la súplica que a ellos excita como la sangre al depredador.
Ya tuvimos un presidente débil y muchas veces indigno. Está terminando su período en medio de la nada. Se lo merece. No queremos otro "Cosito" en palacio.
Sabemos que tu gobierno será de derechas. Así votó la gente y eso hay que respetarlo. Pero lo que mucha gente que votó por ti espera es que una derecha
decente y lista, moderna e incluyente, rompa con la tradición de ineptitud
histérica del conservadurismo peruano. Se puede ser de derechas y ser honrado
con el gasto público, imaginativo con las prioridades, patriótico en las
decisiones, inteligente a la hora de impedir que la descentralización
desemboque en un archipiélago de califatos. Se puede ser de derechas y dedicar
un presupuesto importante a la educación y a la investigación.Ya no eres el candidato ni el bromista prognático ni el viejito que encarnaba la esperanza.
Ahora eres el presidente de la república.
Y no puedes decir que tienes el teléfono y vas a insistir en llamar a quien apenas ha reconocido tu cargo por tuíter y no quiere hablar contigo siendo la jefa de la organización que ha copado el Congreso.
No puedes demostrar esa avidez patética por hablar con quien te niega legitimidad y afirma, a través de la Chávez y el Spadaro, que ganaste con trampa y que el Congreso le pertenece.
Ese bloqueo, en todo caso, se enfrenta haciendo política, no llamaditas anunciadas por la prensa.Y se hace política, señor presidente, desde la dignidad. Hay una calle esperando ayudarte, hay una opinión pública que sabrá juzgar, hay una prensa que dirá lo suyo cuando el chantaje y el sabotaje empantanen al país.
Un presidente no le ruega a la jefa de una organización como el fujimorismo, así esté el Congreso secuestrado por sus miembros.
Un presidente que nos salvó del autoritarismo podrido no se arrodilla ante quien nos hubiera arrollado si se hacía también con el Poder Ejecutivo.
Una cosa es que el proceso electoral haya terminado. Otra es que Carlos Bruce, decida, a su manera, cuál debe ser la política de alianzas y con qué desesperación hay que tocar las puertas de la mafia que vende protección.
Tú eres el presidente, PPK. Ahora nos representas. Representas a quienes temieron que esta vez el crimen organizado, con indumentaria de partido político billonario y regalón, nos impusiera su agenda, sus modales, su modo de regurgitar, su vocación por la sanguaza. Los politólogos del oportunismo y los sociólogos de la decadencia llaman "el mayor partido político" a la organización que recoge el legado del gobierno más corrupto de nuestra historia. Me niego a considerar "políticas" esas prácticas que consisten en reclutar adherentes con dádivas, promesas dictadas por la mercadotecnia, financiamiento oscuro y desmemoria. Resignarse a eso es morir como ciudadano. Y de esos zombis se nutre la prensa fujimorista que nos quiere engatusar.
Representas, PPK, a quienes salieron a las calles para gritarnos su alarma y a los que te dieron su apoyo instigados por el miedo, que es un potente consejero.
Y este era un miedo saludable, robusto, legítimo. Era el miedo al círculo vicioso, al regreso a las Chávez, a las recaídas. Por miedo a perder el país por segunda vez, es que mucha gente, a última hora decidió la batalla, PPK.
Esa gente no quiere verte de hinojos pidiendo que te contesten el teléfono y que te digan lo que ya sabemos que te dirán: que aprobarán lo que les de la gana, porque ellos tienen sus planes y tú los tuyos, que son los del país.
Ellos han tomado el Congreso como un botín -y en eso tienen vasta experiencia-. Y de ese parapeto sólo los sacará el éxito de tu gobierno, no la súplica que a ellos excita como la sangre al depredador.
Ya tuvimos un presidente débil y muchas veces indigno. Está terminando su período en medio de la nada. Se lo merece. No queremos otro "Cosito" en palacio.
Sabemos que tu gobierno será de derechas. Así votó la gente y eso hay que respetarlo. Pero lo que mucha gente que votó por ti espera es que una derecha
En suma, se puede ser de derechas y hacer progresar al país. Sólo el paporretismo izquierdoso cree que hay recetas únicas y soluciones solidarias para todo.
Pero desde ahora, PPK, señor presidente de la república, es importante dar muestras del carácter presidencial. No más telefonitos, por favor. Eso déjeselo a Yola, la chica eterna del 4.
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