domingo, 6 de agosto de 2023

EN EL DIA JUBILAR DE BOLIVIA

 REFLEXIONES SOBRE

EL ALTO PERÚ

Isaac Bigio[1]

Diario UNO 6AGO23

C

ada 6 de agosto los altoperuanos celebran su día nacional, algo que ocurre 9 días después de que los que aún se reclaman como peruanos festejan sus fies­tas patrias cada 28 de julio. Mientras a los primeros aún le faltan 2 años para conmemorar su bicentenario, los segundos ya lo han hecho hace 2 años.

Sin embargo, el Alto Perú ya no le gusta recordar que durante casi 3 siglos tuvo ese nombre (el que más tiempo ha durado para designar a su respectivo territorio).

En agosto 1825 este se convirtió en el único país del mundo que adoptó el nombre de su libertador (el venezolano Simón Bolívar). La inicial "República de Bolívar" pasó por varios procesos hasta devenir en lo que es hoy el "Estado plurinacional de Bolivia".

Y no es que la indepen­dencia boliviana se hubiese dado 4 años después de la peruana, pues la emanci­pación de ambas se selló en la batalla de Ayacucho del 9 de diciembre de 1824. Cuando Lima era el bastión del virreinato, los primeros gritos libertarios sudamericanos partieron de las ac­tuales Sucre y La Paz (las que hoy son las 2 capitales que tiene este país, el único en el hemisferio en tener tal dicotomia.

A partir de la creación de Bolivia se ffue recortando esa histórica conexión con el resto del Perú, la cual se remonta al Collasuyo (el cual se extendió hacia par­tes de todos los 9 departa­mentos de la actual Bolivia y otras zonas aledañas) ya antes aún a las civilizacio­nes del lago Titicaca (como a la que hoy se le conoce como Tiahuanaco).

La confederación peruano-boliviana de 1836-39 llegó a ser la república más extensa del hemisferio y del planeta, pero su divi­sión hizo que ésta quedase repartida entre 3 tercios (lo que hoy es el Perú, Bolivia y numerosos territorios que fueron anexados en distintos momentos por sus veci­nos, especialmente Brasil y Chile). Este último país fue multiplicando su superficie derrotando a los mapuches en el sur y a la alianza pe­ruano-boliviana en el norte con la guerra de 1879-84.

Hace 14 décadas Bolivia perdió acceso al mar, algo que siempre había tenido durante su primer medio siglo de vida republicana y todos sus estados previos (ya sea antes o después de la conquista). Mientras Pa­raguay tiene un acceso al Atlántico a través de la cuenca de la Plata, todas las grandes urbes bolivia­nas carecen de cualquier conexión directa o indirec­ta con cualquier océano.

La división entre los dos Perús ha afectado a am­bos (y mucho). Mientras que Alemania, Vietnam y Yemen lograron reunificarse tras haber estado partidas en 2 repúblicas, casi nadie plantea que se dé algo similar entre los 2 Perús, pese a que su ac­tual separación no se debe, como en esos otros casos, a que ambos optaron por modelos socioeconómicos contrapuestos.

La reunificación de los 2 Estados que comparten el mayor lago sudamericano (el Titicaca) haría que la mayoría de los quechuas y aimaras y del antiguo Tahuantinsuyo estuvie­sen viviendo en una mis­ma república. También acabaría con la tragedia mediterránea altoperuana. Esta unión, a su vez, devendría en una potencia mundial en minas, litio y agroexportaciones.

De todos los 193 miem­bros de las Naciones Uni­das, Bolivia sigue siendo el único que fue bautizado con el nombre de su fun­dador que estuvo allí pre­sente. Antes había la Rodesia del sur y la del norte, creadas por el millonario británico Cecil Rhodes, pero luego su población mayoritariamente negra rompió con el segregacionismo racial blanco y les cambió su nombre por el de Zimbabue y Zambia).

Las Filipinas fueron denominadas así por navegantes castellanos en honor a su rey Felipe, mientras que también bautizaron a las adyacen­tes Carolinas o Marianas en tributo a mujeres de la realeza española. Colombia fue inicialmente el apela­tivo con el cual el venezo­lano Francisco de Miranda designó al continente de Colón, el cual, en su mayor parte, debería haber estado unido bajo una monarquía constitucional hispanoha­blante comandada por un inca. Al final, este se redujo a una sola república, cuyo territorio jamás fue cono­cido por el mismo Colón. Los sauditas siguen sien­do la única nación cuyo apelativo es el mismo de la única familia real que siempre les ha regido (y muy brutalmente).

Tanto "Perú" como "Bolivia" no son nom­bres oriundos y fueron impuestos desde afuera por blancoides, ya sean conquistadores o liber­tadores. Con el despertar de las naciones originarias, que por doquier quieren en­trar a la globalización con su propia identidad, y con el surgimiento de nuevas asociaciones de Estados, no debería renunciarse a la idea de reunificar a los 2 Perús o a los territorios que alguna vez conformaron el Tahuantinsuyo.

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[1] Politologo, economista, historiador con grados y postgrados en la London Schoo/ of Economics.

 



 

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