miércoles, 26 de julio de 2023

PARA LA HISTORIA DEL PERIODISMO PUNEÑO

GAMALIEL CHURATA Y

WAYNA CHUKIWANKA

José Luis Ayala

Diario UNO 23JUL23

T

odavía no hay una biografía completa, versada, crítica y adecuadamente documentada a cerca de la importante labor como ideólogo, magistrado, abo­gado y político de Francis­co Chukiwanka Ayulo. Se trata de un personaje que durante toda su existen­cia, luchó para que se les reconociera a las grandes mayorías de peruanos, no solo la dignidad humana, sino sobre todo el derecho de acceso al poder, de par­te de las grandes mayorías quechuas y aymaras.

Francisco Chukiwanka Ayulo, coincidió con José Carlos Mariátegui y Gamaliel Churata, para que las haciendas fueran ad­judicadas a los trabajado­res convertidos en ciervos. Hasta que el general Juan Velasco Alvarado hizo po­sible la reforma agraria. Desde entonces, el Perú nunca más fue el mismo, tal como se ha podido com­probaren la última marcha "Toma de Lima”.

Uno de los hijos del Dr. Chukiwanka fue Wayna. Una vez que terminó la se­cundaria en el Colegio San Carlos de Puno, se matriculó en la Universidad San An­drés de La Paz (Bolivia). Sin embargo, se puso a trabajar como cambista de dinero boliviano en dólares. En po­cos meses de intensa labor acumuló una fortuna. Fue entonces que decidió incursionar en el periodismo pa­ceño, compró una moderna rotativa y fundó la Agencia Comercial ACPEN. Primero editó el "Expreso Matinal" y luego "Expreso Tarde".

Wayna acudió a Churata para que lo asesorara. Pero la economía boliviana experimentó una seria recesión, por lo que lo que la empresa quebró. Los acreedores en­juiciaron pidiendo el remate de sus bienes. Acosado por deudas y convencido que se trataba de una cuestión de honor, citó a quienes debía para "cancelar las deudas", a un desayuno. Los acreedores concurrieron a un lujo­so hotel de La Paz, el 16 de diciembre de 1939. Wayna Kapaj saludó y luego de media hora dijo: "Señores todo está cancelado. Veo que han traído la documentación in­herente". Los concurrentes alcanzaron las cuentas más intereses. Entonces Wayna Kapaj dijo: "Como no tengo dinero para pagarles, les pago con mi vida". Sacó un revólver de su cartapacio, abrió la boca y se disparó un tiro mortal.

De esa manera, Wayna Kapaj, no solo asumió una actitud honorable sino que además se suicidó para no manchar el apellido Chuki­wanka. La noticia sorpren­dió a los lectores de los "Ex­presos" y particularmente a Churata. Inmediatamente la derecha paceña inició una feroz campaña contra él debido a sus conviccio­nes de escritor y periodista de izquierda.

Xuliana López Céspedes, ha trabajado este tema y proporcionado un docu­mento fundamental que pone fin a una polémica que ha durado muchos años. Se decía que Churata había inducido a un grave error a Wayna, cuando la verdad es otra. Churata dirigía los diarios y Wayna tenía a su cargo la em­presa. Hubo una recesión en la economía boliviana. Entonces, los acreedores lo lincharon. Creyeron que la familia Chukiwanka paga­ría los subidos intereses que exigían los usureros.

Francisco Chukiwanka Ayulo (al centro) y familia. Huayna el segundo de la izquierda

El 18 de diciembre de 1940, en el diario LA CALLE Churata publicó una carta. "No solamente para exigir celeridad en el trámite judi­cial que investiga las causas el suicido de Wayna kapaj Chukiwanka, propietario y gerente de la agencia co­mercial ACPEN, sino para buscarle un compañero de infortunio. “LA NOCHE ha pu­blicado ayer -decía- una nota en la que, de manera concreta, insinúa la necesi­dad de precisar la responsa­bilidad que pudo caberme en la 'estafa' de cerca de doscientos mil bolivianos de los peniques que, por inexperiencia, Wayna kapaj Chukiwanka pagó con su vida hace un año". [1] Yo no me rehúso, por lo demás, en que algunos de estos que me creen real­mente responsable de la muerte de Wayna kapaj Chukiwanka y sus con­secuencias, acudan a los estratos judiciales y me demanden; me hallo listo y anheloso de responder el cargo que se quiera formular sobre mí. El padre de Waina Kapaj es uno de los semáforos de la conciencia ética del Perú y a raíz de esta tragedia se enlutó para siempre su corazón, me decía: ‘Mi Wayna lo quería a usted como aun padre, mi leal, mi único amigo’. Y Wayna, al despedirse en un almuerzo que ofreciera en el Sucre Palace Hotel, horas antes de su muerte, a amigos y amigas de su intimidad -me lo ha referido otro de los acreedores de ACPEN, el señor Heriberto Aliaga- expresó que deseaba brin­dar por su 'mejor amigo, su padre, amigo en todo momento, pero sobre todo amigo en la adversidad, por Churata".

Desde la adolescencia, Churata no pudo vivir tranquilo a causa de su innata rebeldía de escritor crítico y visión del mundo. Se trata de un tema que ha sido y es sistemáticamente sos­layado. La mayor cantidad de trabajos críticos se refieren de modo especial a su obra literaria. Sin embargo, José Carlos Mariátegui, José María Arguedas, Gamaliel Churata, Carlos Oquendo de Amat, César Vallejo, Alberto Flores Galindo y Edmundo Guillén Guillén, resisten de pie un largo proceso de desideologización continua.

Ojalá que alguna vez tengamos acceso a los Ex­presos editados por Wayna Chukiwanka y textos de Churata. Se trata de una época clave para la política y economía boliviana y latinoamericana.

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[1].- Diario La calle (La Paz), 18 de diciembre de 1940. p.5. 

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