miércoles, 4 de agosto de 2021

PINTORES PUNEÑISTAS: MANUEL DOMINGO PANTIGOSO

PEQUEÑA BIOGRAFIA

Textos tomados de la Revista LaCorriente N° 9, julio 2021

Hijo de Manuel Trinidad Ámbur Pantigoso (cuzqueño, de ascendencia hindú) y de Juana Pinto Montoya (arequipeña), nació en Arequipa el 26 de julio de 1901. Estudió en la escuela de Miguel Ángel Cornejo, en el «Seminario» y en los «Salesianos». Vinatea Reinoso fue su condiscípulo. Trabajó por entonces como canillita. Autodidacta, libre de cualquier atadura, con un profundo amor por la cultura y el conocimiento en general, estuvo con la «Sociedad Anónima de Arte» (Cuzco, 1913-1914), con los «Jóvenes Amantes del Arte» (Arequipa 1914-1915, de Juan Manuel Polar) y con el pintor Pedro León Oviedo (Arequipa 1915-1916). En 1917 Teófilo Castillo lo destacó en una colectiva por su «temperamento artístico de valía». Se aproximó al grupo «El Aquelarre» y su primera individual (1919) fue muy elogiada por César A. Rodríguez. Expuso con Enrique Masías (1921). Ese año obtuvo un Tercer Premio en una colectiva por el Centenario de la Independencia. Se vinculó desde 1919 con el grupo «La Tea» -que luego sería «Orkopata»-, también con el «Boletín Titicaca» (Puno). En 1923 expuso en la U. del Cuzco y fue atraído, espiritual e intelectualmente, por la juventud universitaria; integró «El falansterio» del maestro Rafael Tupayachi y exhibió en La Paz; luego lo hizo con el caricaturista Lazarte (Puno, 1924).

Como representante del pensamiento ultraórbico del Sur andino expuso en Potosí, Buenos Aires y Montevideo, donde conoció a los poetas Carlos Sabat Ercasty y Juan Parra del Riego. Fue considerado uno de los grandes pintores latinoamericanos (Lugones). Se presentó nuevamente en La Paz, y luego con Lazarte y Blas en el Cuzco (1925). En 1926 sus ilustraciones del poemario «Ande», de Alejandro Peralta, fueron elogiadas por José Santos Chocano. Desde La Paz Magda Portal lo reconoció como exponente de la vanguardia del Sur. Su primera exposición en Lima (1926) fue muy elogiada por Carlos Solari («Don Quijote»). Estuvo luego al lado de los grupos «Resurgimiento » (Luis E. Valcárcel-Uriel García) y «Ande» (Cuzco). Expuso en 1926 con Camilo Blas (Sicuani), en 1927 con Francisco Olazo (Cuzco) y con Olazo y Blas (Arequipa). En su segunda muestra en Lima (1927) conoció a Mariátegui. Por su intermedio Armando Bazán destacó su obra en la revista «Amauta». Viajó con Olazo a París y expuso con los auspicios de Ventura García Calderón y el apoyo de César Vallejo y Ernesto More. Julio Romero de Torres patrocinó su exposición en Madrid (1928); por el éxito obtenido ingresó a la Enciclopedia Universal Ilustrada Espasa-Calpe. Decoró en 1929 el Pabellón Peruano en la Exposición Iberoamericana, de Sevilla; aquí se casó con Antonia Pecero Hernández con la que tendría nueve hijos. Regresó al Perú en 1930 y exhibió «Decoración mural con motivos peruanos» (Lima).


En 1931 impulsó en La Paz la «Semana de Arte Indianista» y expuso con Víctor Martínez Málaga. Fundó, acompañado de otros pintores, la revista «Cunan»: 4 números en el Cuzco, el 5° en Puno y el 6° en Arequipa (1932). El 7° debió salir en Lima, con Sabogal, pero no se logró. Ese año del 32, en el mercado de Puno, realizó la «Primera Exposición Peruana de Pintura Indianista»; luego impulsó en Arequipa, en compañía de otros, el «Arequepay, hogar fue directivo, en 1938, de la Sociedad de Bellas Artes que señaló otros rumbos respecto a la Escuela de Bellas Artes dirigida por Sabogal. Obtuvo Premio de Honor y Medalla de Plata en la Exposición Internacional de Valparaíso (1939). Expuso con notable éxito en la Municipalidad motivos limeños, andinos y retratos (1940). Otras muestras importantes: en la ANEA (1943) y en la Sociedad de Bellas Artes (con César Calvo de Araujo, en 1945); la colectiva de Viña del Mar (1946) con Grau, Macedonio, «Apurimak», González Gamarra, Quispez Asín y otros; también aquella sobre la raza negra (1947) y la que inauguró la Galería San Marcos, con Hinostroza y Guzmán (1952). En 1954 expuso en Arequipa y Puno y captó otros temas para sus acuarelas (Lima, 1958-1960). Su última individual en Lima (1962) privilegió el Callejón de Huaylas. Otra vez en Arequipa, fue homenajeado y allí recibió -en la ANEA- la consagratoria «Flor del Texao», al inaugurar su muestra. Desde 1965 se autoexilió en su casa-huerta de Magdalena, pintando al hombre y a la divinidad. Su apartamiento se interrumpió en 1980 cuando dos hijos y dos nietos expusieron a su lado en la Galería San José Obrero de Barranco. De 1982 a 1985 aparecieron ilustraciones suyas en «Crónica Cultural», del diario «La Crónica». También escribió allí prosa y poesía con el seudónimo de «Trinidad Colomera». En 1984 se le concedió el Premio Nacional de Cultura, en Arte, luego de recibir el INC solicitudes de todo el país. Al cumplir 70 años de vida artística los coleccionistas de Londres expusieron sus témperas en el Canning House, de la capital inglesa. Al fallecer el 24 de enero de 1991, el Congreso, la Iglesia, el INC, el Ministerio de Educación, la Universidad de San Marcos, etc. le rindieron homenaje. El primero solicitó perennizar su obra con una exposición permanente en el Museo de la Nación y que un colegio de Arequipa lleve su nombre.

Su casa-huerta (Libertad 1457, Magdalena del Mar) donde vivió cerca de cincuenta años fue declarada por el INC Patrimonio Cultural de la Época Republicana. Años después, con dudosas razones, se anuló esta condición. En los últimos lustros se han realizado exposiciones en Insula, Asociación «El Último Jueves», Museo de la Nación, Municipalidad de Magdalena del Mar (dos veces), INC del Callao, casa de Magdalena, Banco Central de Reserva, Centro Cultural Juan Parra del Riego, IPSS, Biblioteca Nacional (aquí se colocó su retrato en la Galería de Peruanos Ilustres).

En el año de su Centenario (2001) se inauguró una galería con su nombre en el Complejo Cultural de la UNAS (Arequipa). También se develó una placa recordatoria en la casa donde naciera (Peral 401) y se erigió el busto que lo perenniza en una plaza pública de su ciudad natal. En Lima, en mayo de ese año, se presentó la exposición «Los Independientes» en el ICPNA de Miraflores, en donde se recordaron aquellos Salones que el maestro gestó y organizó. Así mismo se realizó una gran exposición de sus obras en el Museo Pedro de Osma, en Barranco (julio-agosto del 2001) bajo la curaduría de Jesús Ruiz Durand. En abril del 2004 se inauguró la Galería «Manuel Domingo Pantigoso» en la Biblioteca Municipal de Magdalena del Mar, con una exposición de sus pinturas. Tres meses más tarde (julio) ese mismo municipio, en recuerdo de uno de sus más ilustres vecinos, colocó el busto del llama - do «poeta del color» y «pintor del siglo XX» en una plazuela de la localidad. (Manuel Pantigoso Pecero)

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Jesús Ruiz Durand : Hay un empaque medular en su obra que se mantiene latente a lo largo de toda su producción: es el tema filosófico, que lo impulsa a asumir y construir con sus amigos intelectuales del bloque sureño una original declaración de principios estéticos y vivenciales. Se trata de la visión Ultraórbica, del carismático movimiento cultural del sur, estudiado y analizado de manera ejemplar por Manuel Pantigoso, el hijo. Es un tema capital que sostiene la estructura conceptual de su quehacer artístico. El ultraorbicismo fue una poética filosófica elaborada por Gamaliel Churata y sostenida por el grupo Orqopata y por intelectuales puneños y sureños del Perú de la primera mitad del siglo XX, todos ellos compañeros de Pantigoso, en pos de una idea propia que aglutinase las cosmovisiones ancestrales altiplánicas con la estética contemporánea de su tiempo, desde una perspectiva andina y universal.
















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