QHANTATI URURI DE CONIMA
León Ramiro Arapa
Chura LOS ANDES 11/08/2019
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as flautas de pan más antiguas halladas en lo que hoy
es el territorio peruano, proceden de Caral y Chilca, en la costa del
departamento de Lima, hace más de 5000 años. Desde entonces han tenido largos y
distintos procesos de evolución, como es el caso de la flauta de pan asentada
en el Altiplano conocida bajo el nombre genérico de siku. En base a este
instrumento debieron haber sido numerosas las expresiones prehispánicas que se
crearon de los cuales sólo algunas son consideradas como supervivientes como es
el caso del chiriwano y el ayarachi.
La agrupación emblemática de este pueblo, el conjunto
“Qhantati Ururi”, remonta su
existencia al año de 1830, estando presentes en la fundación de ese distrito en
1854 y la melodía “Camacho” captada en los años de guerra con Chile 1879. Por
otra parte, gracias a su dinamismo y participación por medio de “contratas” es
que logran llevar su expresión artístico cultural a distintos pueblos de la
zona aymara al norte del lago Titicaca.
Thomas Turino (1993) anota que tanto en la
reelaboración de la modalidad sikuri como en la formación de dicho conjunto en
1928, tuvieron participación los mistis de Conima. Específicamente señala a don
Natalio Calderón Fuentes, personaje que compartía los ideales indigenistas de
su época, quien convoca a tocadores de distintos ayllus para conformar el grupo
representativo de ese distrito, al que finalmente bautiza como Qhantati Ururi.
Este investigador norteamericano, quien realizó su trabajo de campo entre
1984-86, sugiere que la reformulación de esta modalidad, y consiguiente
creación del estilo Conima, se opera a principios del siglo XX a partir de una
expresión sikuri de varios bombos que ya usaba quintas (contras), a la que don
Natalio por sus conocimientos musicales como arpista le añade terceras voces
(bajos).
La sociedad de sikuris, era en lo fundamental, un
conjunto que realizaba música de estudiantina, pero que también componía y
ejecutaba el sikuri. Sus integrantes formaban parte de la aristocracia local de
Conima. Autoridades, gamonales o mistis que dominaban y despreciaban a la masa
indígena que les rodeaba, pero que servían y gustaban del arte del sikuri para
tener influencia y prestigio. Este conjunto, con el transcurrir del tiempo, fue
adquiriendo prestigio, respeto e influencia en el ámbito local, regional y
posteriormente nacional.
Hasta fines de los sesentas del siglo pasado, nuestra
sociedad era oligárquica y latifundista. Eran tiempos en los que no había mayor
movilidad social y donde las personas generalmente estaban sujetas a sus
lugares de origen. En este contexto, la vida transcurría tranquilamente según
las ocupaciones de cada pueblo, en donde no faltaban ansiadas festividades que
celebrar. Es así que la conformación de un conjunto de sikuris local que anime
los eventos sociales era de esperar.
En el año de 1961, asume la presidencia el hijo de
don Natalio Calderón, Waldo Calderón Pacoricona. A este le sucede en 1965, el
tercer hijo del fundador, Lucio V Calderón Pacoricona. Durante la presidencia
de Waldo, el conjunto es invitado a Moho, Vilquechico, Puerto Acosta y La Paz.
El 16 de marzo de 1965, el conjunto viaja a Huancané, Puno, Arequipa y Lima
llevando en su repertorio más de 30 danzas. En Lima se presentan en el
Instituto Peruano Norteamericano, Radio Nacional, en las ruinas de Puruchuco,
el Coliseo Nacional, el Ministerio de Educación, el Olivar de San Isidro, y en
el Palacio de Gobierno, donde interpretan el Himno Nacional ante el Presidente
Fernando Belaunde.
En la grabación del Qhantati Ururi de 1965, todos los
huayños ligeros son interpretados como zampoñada (choclo) y los huayños
calmados con varios bombos; asimismo, la principal festividad en base a sikus
en Conima es la Fiesta de Pascuas, en donde los grupos se reconvierten en la
modalidad de Soldado Palla Palla que es básicamente una especie de zampoñada.
Esta situación, también reparada por dicho investigador, le hace plantear la
posibilidad de que el huayño ligero no sea más que la interpretación en varios
bombos de la zampoñada, tal como suele ocurrir con el imillani originalmente
interpretado con cajas.
Hasta aquí, una vez establecidas ambas modalidades, y
a despecho de las otras expresiones en base al siku incluso más antiguas y
telúricas, el sikumoreno y el sikuri serán los que logren captar la atención de
los coterráneos, siendo adoptados y asimilados en los distintos pueblos del
Altiplano peruano.
Otros factores propicios para la conformación de
sikuris en la primera mitad del siglo XX fueron tanto la prédica indigenista
que reivindicaba social y culturalmente al “indio”, así como la aparición de
los primeros gremios laborales en el sector urbano.
En ese contexto, los distintos pueblos empiezan a
tener sus primeros conjuntos que en el mejor de los casos serán los históricos
o emblemáticos de sus respectivas localidades. Así tenemos cómo el grupo
representativo de Conima (denominado “Sociedad de Tiro”, “Chojjña Mocco”,
“Huayna Titicaca”, “Lágrimas Oscuras”) adquiere su denominación definitiva como
“Qhantati Ururi” (1937). En la península de Huata y de extracción
aymara-campesina, los “Sikuris Huata” pasarán a denominarse “Q´keni Sankayo”.
Cabe mencionar en este periodo, que como parte de las
primeras olas migratoria que se da hacia la ciudad de Lima, algunos puneños
residentes, de forma recreativa y en su afán de rememorar las tradiciones de
sus lugares de origen, forman las primeras agrupaciones de sikuris en la
capital, a saber, “Unión Progresista Conima” (1954) y “Zampoñas del
Titicaca”(1956), ésta última solía hacerse presente en los festivales que
otrora se realizaban en la Pampa de Amancaes, llegando a grabar un LP en 1966.
En el mes de enero del año 1997 y bajo la presidencia
del Sr. Martin Blanco Aliaga, en la ciudad de La Paz-Bolivia en la disquera
Discolandia se graba 15 melodías musicales en caset, como sikuri estilo
calmado, ligero y manifestaciones artísticos culturales con instrumentos aerófonos
andinos de Conima; en la región de Puno, siendo el Ing. David Jimenez Sardon,
premia al conjunto de Mùsica y Danza Autóctonas Qhantati Ururi de Conima con el
premio Pez de Oro y Lago Sagrado, reconocimiento a su estilo musical sui
generis, dada la complejidad rítmica y melódica como uno de los más
hermosos del altiplano.
El conjunto Qhantati Ururi, es invitado a asistir
para que interprete sus más hermosas melodías en el I Encuentro de Presidentes
Latinoamericanos” Cusco 2005. En el año 2017 se realiza la grabación musical,
en la disquera Kantuta en la ciudad de Juliaca, grabándose un CD con 17 temas
musicales con aerófono andino la tarka
El mes de mayo del año 2009, el congreso de la
republica del Perù, condecora con la Medalla de Honor en el Grado Oficial al
conjunto de Música y danzas Autóctonas Qhantati Ururi por la difusión de la
música y reconocimiento a su larga trayectoria, y que interpreta sus melodías
musicales con instrumentos aerófonos andinos como el phalabato, tarka, pito,
chulla, siku, kallamachu entre otros.
En la actualidad el conjunto de sikuris Qhantati
Ururi, ha devenido en uno de los más importantes conjuntos de sikus a nivel
nacional e internacional, no solo por su compleja formación orquestal y estilo
inconfundible. Sino también por su labor de difusión y conservación del arte
musical andino. Posee una organización con sede principal y central en la
capital del distrito de Conima, cuyo órgano de conducción es la junta directiva
que está conformado por un grupo de personas elegidos democráticamente en
asamblea y por un periodo de dos años, Sergio Viamonte Blanco es elegido en la
noche de fiesta de Pascuas como Presidente del emblemático conjunto de sikuris
Qhantati Ururi de Conima.
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