LECTURAS
INTERESANTES Nº 635
LIMA PERU
10 NOVIEMBRE 2014
SER POBRE Y MORIR EN
EL PERÚ
Lucía Alvites
Las cosas se
cuentan solas, solo hay que saber mirar. Piero
Tomado de HILDEBRANDT EN SUS TRECE N°225 |
Hace unos días el país fue testigo del desalojo de Fidel
Flores, un padre cajamarquino que como muchos otros peruanos no podía saldar
una deuda antigua que lo llevó a hipotecar su casa. Fidel, no tenía otro lugar
para vivir con su esposa e hijos, así que atrincherado en el techo de la
vivienda en disputa intentó impedir un desalojo que terminó con su vida.
Esta historia ha trascendido todos los medios y ha indignado
a muchos. Hasta un Ollanta Humala, a estas alturas evidentemente debilitado por
un gobierno que perdió su razón de ser, ha tratado de ser enfático y ha dicho
que lo ocurrido es una vergüenza. Eso sí, el Presidente no emitió ningún
comentario sobre su rúbrica en la ley 30151 que libra de responsabilidad a
militares y policías que “en cumplimiento de su deber y en usos de sus armas u
otro medio de defensa, cause lesiones o muerte”. Ser pobre es un delito y se paga con la vida porque así lo
ha vuelto legal esta norma infame y vergonzosa que sigue manchando de sangre
las manos de sus firmantes.
No salíamos del impacto de la historia de Fidel, cuando otra
muerte nos llama la atención y golpea la conciencia. Otra muerte que nos pone
frente a frente un modelo que se jacta de su crecimiento económico pero que no
logra garantizar derechos mínimos, empezando por el derecho a la vida, para la
población.
Dany Rojas Delgado tenía 13 años cuando sufrió un accidente
en Apurímac que le causó graves lesiones como la pérdida de un fragmento de la
pared abdominal. Necesitaba una cirugía compleja pero en el hospital regional
del Cusco, en el que estaba internado, no había condiciones para llevarla a
cabo. Desde el 4 de octubre el hospital cusqueño solicitó una cama a un
hospital de Lima para poderlo trasladar y concretar la cirugía. Fue recién el
31 de octubre, 27 días después, que recibieron una respuesta positiva para
trasladarlo. Dany, finalmente, no pudo ser trasladado por falta, otra vez, de
una ambulancia aérea y falleció el 1° de noviembre.
LA REPÚBLICA |
¿Cómo pudieron demorarse 27 días para trasladar a un menor
que necesitaba urgentemente una cirugía? ¿Cómo es posible que no tengamos
ambulancias aéreas a disposición en emergencias como éstas? ¿Cuándo podremos
tener hospitales a lo largo del país que tengan logísticamente las condiciones
para realizar operaciones complejas?
Estas situaciones solo son posibles en un Estado que ha
renunciado a garantizar y potenciar servicios básicos para sus ciudadanos, como
la salud o la vivienda, entregándoselos al mercado. Y para la lógica del
mercado, que no es otra que el lucro, los servicios de calidad no son para la
inmensa mayoría de peruanos sino solo para los pocos que pueden pagarlos.
Mientras unos cuantos millonarios peruanos ponen su lujo y
despilfarro en los rankings de los más ricos del mundo, como muestra de los
“logros” del modelo ultra liberal, la inmensa mayoría vive en la negación de
derechos sociales de calidad, al borde de la desprotección ante cualquier
tragedia.
Definitivamente, el modelo económico actual del Perú y su
tan mentado crecimiento económico no solo no han podido sentar bases para el
desarrollo del país sino que ha sido y es su principal obstáculo porque no va a
haber desarrollo sin mínimos que nos hagan a todas y todos ciudadanos.
Historias como las de Fidel y Dany indignan y duelen, pero
también nos enrostran la urgencia de un cambio en el país.
La responsabilidad es enorme. Y es ahora.
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