RPP Zenaida Zea.- 25 de Julio 2014.- Se ubica en la
meseta del Collao, aproximadamente a 3 810 metros sobre el nivel del mar y a
siete kilómetros de la ciudad de Puno.
Según algunas investigaciones del Instituto Nacional de
Cultura de Perú, los ancestros del poblador uro provienen de la Polinesia,
llamados el ´Pueblo del lago´ o ´Kotsuña´, un grupo étnico diferente a los
aymaras y quechuas. La principal actividad del poblador uro es la pesca y la artesanía
El desarrollo del turismo es fundamental por ser su
principal fuente de ingresos.
Etimológicamente “uros” proviene de la palabra aimara “qhana
uru” “qhana” que quiere decir “claro”; y «uru» significa día, por
consiguiente significa día claro.
Hace más de mil años se asentaron los primeros pobladores urus, milenaria cultura andina que surgió tras la fundación del Imperio Incaico, cuando Manco Capac y Mama Ocllo emergieron del majestuoso Titicaca, bautizándolo como el “Lago Sagrado de los Incas”.
Se ubica en la meseta del Collao, aproximadamente a 3 810 metros sobre el nivel del mar y a siete kilómetros de la ciudad de Puno. Además, limita por el norte con los distritos de Coata y Huata, por el Sur con la Comunidad de Chimu y Ojerani, por el este con las penínsulas de Capachica y Chucuito y por el Oeste con Isla Estévez y Uros Chulluni.
Orígenes. Herederos de los milenarios "pukinas" con el dialecto uro o pukina, los urus fueron una etnia diferente a los aymaras y quechuas. Conocidos también como “kot-suña", quienes antiguamente hablaban el pukina.
Según algunas investigaciones del Instituto Nacional de Cultura de Perú, los ancestros del poblador uro provienen de la Polinesia, llamados el “Pueblo del lago” o “Kotsuña”, un grupo étnico diferente a los aymaras y quechuas.
Luis Lumbreras, arqueólogo peruano, sostiene que este grupo se instaló en las márgenes del Lago Uro-Uro en territorio boliviano, y que el asedio de los incas les obligo a refugiarse en la parte peruana para constituir las Islas de los Uros.
Al surcar las gélidas aguas del Titicaca, la etnia Uru construyó un archipiélago en base a elementos propios del lago como la totora, el llacho, una capa natural con tierra y su raíz denominada Khilli.
Hábiles manos tejen la totora para construir sus viviendas, escuelas, establecimientos de salud, restaurantes y demás edificaciones básicas como en cualquier civilización; lujo que solo pueden darse como en ninguna parte del planeta con un recurso que también sirve de alimento.
La totora seca, base de todas sus edificaciones, ha sido complementada con otros materiales como la madera y calaminas para atemperar el clima que llega como máximo a los 20ºC y mínima a los 10ºC. La función termorreguladora que cumple el lago hace que la estadía sea más agradable, además de favorecer a las actividades agrícolas.
Actualmente en el lado puneño existen 70 islas dividas en dos sectores: Urus Chulluni y le de las islas flotantes. Entre las principales están Chumi, Paraíso, Kapi, Titino, Tinajero Negrone, Tupiri, Santa María, Tribuna y Toranipata; las tres últimas las más visitadas por los turistas.
Idioma. La lengua originaria de los uros era puquina, que luego se mezcló con el dialecto quechua y el aymara, imponiéndose ésta última además del español. Estuvieron también presentes las lenguas originarias uruquilla, Chiw Luschi chun o ma uchun, más conocidos en el lado boliviano de Oruro.
El permanente flujo turístico ha obligado a sus pobladores a aprender idiomas extranjeros como el inglés, alemán, francés, entre otros; y no es para menos, teniendo en cuentes que su fuente de ingresos dependerá principalmente de la actividad turística.
Riqueza natural . Como parte de la Reserva Nacional del Titicaca, las cañas de totora (Schoenoplectus o Scirpus totora) representa el habitad perfecto para la fauna al favorecer el equilibrio del ecosistema, especialmente para las aves silvestres que habitan en el lago.
También está la sacca, su raíz que se conoce como la flor y el vástago Hauricolla Cchullo que crece en tierras pantanosas. Mas hacia la superficie, el llacho (Elodea, Meriophyhum patamogetum), sirve para alimentar al ganado y producir derivados.
El grano de agua (Lens esculenta) conocida comúnmente como lenteja, es una aparición frecuente de macrófitos flotante en aguas de nitrógeno, potasio y fósforo; no obstante su presencia, desmesurada, como es el caso, causa efectos negativos ya que esto derivan de aguas residuales.
Sus generosas fibras de totora albergan su fauna como lo son las especies nativas carachi, pejerrey, ispi, mauri, la trucha y boga; los cinco primeros infaltables en su suculenta gastronomía, también llevados a los mercados de Puno y Juliaca y las comunidades circundantes.
Custodia su cielo azul y sus legendarias aguas aves nativas como la garza buyera, blanca, gris y azul; la gaviota, el ganso andino, el pato, ibis negro, chuwankira, la galatera, ajoya, la choca y el gavilán.
Actividades . La principal actividad del poblador uro es la pesca y la artesanía. El desarrollo del turismo es fundamental por ser su principal fuente de ingreso, por lo que se han esforzado en mostrar abiertamente su cultura viva, sus usos y costumbres que son su mayor atractivo.
En artesanía, sus moradores elaboran atractivas chullos, chuspas, alfombras bordadas, bolsas bordadas, fajas y demás indumentaria con motivos propios. Asimismo, es un verdadero lujo ver cómo manos diestras elaboran impresionantes embarcaciones en base a totora.
En los últimos años, el turismo se ha incrementado en la región de Puno gracias a la presencia de estas islas flotantes, que son de visita obligatoria para cualquier foráneo. Estando a casi 10 minutos de la Ciudad Lacustre, cómodas lanchitas o balsas de totora ofrecen una travesía espectacular por sus aguas que reflejan el azul puro del cielo altiplánico.
Educación y religión . En 1963, la “Misión Adventista del Lago Titicaca”, crea la primera escuela particular respaldada por OFASA con apoyo alimentario para los alumnos internados. Actualmente en el centro poblado Uros Chulluni, cuenta con nueve instituciones educativas entre inicial, primaria y PRONOEIS.
Antiguamente rendían culto a deidades como el puma, cóndor, serpiente y el Huarihuilca; sin embargo la principal era la luna que estaba representada en dibujos y decoraciones de su cerámica hallada en Tiahuanaco. También estaba el sol y las estrellas como divinidades protectoras.
Creencias. Los uros se consideran dueños del lago y del agua; además creían tener la sangre negra debido a lo cual no podían ahogarse ni sentir frío en las noches de invierno. También solían llamarse "Lupihaques", hijos del sol.
Hoy en día, uros no hablan el idioma uro, pero mantienen algunas costumbres antiguas.
Hace más de mil años se asentaron los primeros pobladores urus, milenaria cultura andina que surgió tras la fundación del Imperio Incaico, cuando Manco Capac y Mama Ocllo emergieron del majestuoso Titicaca, bautizándolo como el “Lago Sagrado de los Incas”.
Se ubica en la meseta del Collao, aproximadamente a 3 810 metros sobre el nivel del mar y a siete kilómetros de la ciudad de Puno. Además, limita por el norte con los distritos de Coata y Huata, por el Sur con la Comunidad de Chimu y Ojerani, por el este con las penínsulas de Capachica y Chucuito y por el Oeste con Isla Estévez y Uros Chulluni.
Orígenes. Herederos de los milenarios "pukinas" con el dialecto uro o pukina, los urus fueron una etnia diferente a los aymaras y quechuas. Conocidos también como “kot-suña", quienes antiguamente hablaban el pukina.
Según algunas investigaciones del Instituto Nacional de Cultura de Perú, los ancestros del poblador uro provienen de la Polinesia, llamados el “Pueblo del lago” o “Kotsuña”, un grupo étnico diferente a los aymaras y quechuas.
Luis Lumbreras, arqueólogo peruano, sostiene que este grupo se instaló en las márgenes del Lago Uro-Uro en territorio boliviano, y que el asedio de los incas les obligo a refugiarse en la parte peruana para constituir las Islas de los Uros.
Al surcar las gélidas aguas del Titicaca, la etnia Uru construyó un archipiélago en base a elementos propios del lago como la totora, el llacho, una capa natural con tierra y su raíz denominada Khilli.
Hábiles manos tejen la totora para construir sus viviendas, escuelas, establecimientos de salud, restaurantes y demás edificaciones básicas como en cualquier civilización; lujo que solo pueden darse como en ninguna parte del planeta con un recurso que también sirve de alimento.
La totora seca, base de todas sus edificaciones, ha sido complementada con otros materiales como la madera y calaminas para atemperar el clima que llega como máximo a los 20ºC y mínima a los 10ºC. La función termorreguladora que cumple el lago hace que la estadía sea más agradable, además de favorecer a las actividades agrícolas.
Actualmente en el lado puneño existen 70 islas dividas en dos sectores: Urus Chulluni y le de las islas flotantes. Entre las principales están Chumi, Paraíso, Kapi, Titino, Tinajero Negrone, Tupiri, Santa María, Tribuna y Toranipata; las tres últimas las más visitadas por los turistas.
Idioma. La lengua originaria de los uros era puquina, que luego se mezcló con el dialecto quechua y el aymara, imponiéndose ésta última además del español. Estuvieron también presentes las lenguas originarias uruquilla, Chiw Luschi chun o ma uchun, más conocidos en el lado boliviano de Oruro.
El permanente flujo turístico ha obligado a sus pobladores a aprender idiomas extranjeros como el inglés, alemán, francés, entre otros; y no es para menos, teniendo en cuentes que su fuente de ingresos dependerá principalmente de la actividad turística.
Riqueza natural . Como parte de la Reserva Nacional del Titicaca, las cañas de totora (Schoenoplectus o Scirpus totora) representa el habitad perfecto para la fauna al favorecer el equilibrio del ecosistema, especialmente para las aves silvestres que habitan en el lago.
También está la sacca, su raíz que se conoce como la flor y el vástago Hauricolla Cchullo que crece en tierras pantanosas. Mas hacia la superficie, el llacho (Elodea, Meriophyhum patamogetum), sirve para alimentar al ganado y producir derivados.
El grano de agua (Lens esculenta) conocida comúnmente como lenteja, es una aparición frecuente de macrófitos flotante en aguas de nitrógeno, potasio y fósforo; no obstante su presencia, desmesurada, como es el caso, causa efectos negativos ya que esto derivan de aguas residuales.
Sus generosas fibras de totora albergan su fauna como lo son las especies nativas carachi, pejerrey, ispi, mauri, la trucha y boga; los cinco primeros infaltables en su suculenta gastronomía, también llevados a los mercados de Puno y Juliaca y las comunidades circundantes.
Custodia su cielo azul y sus legendarias aguas aves nativas como la garza buyera, blanca, gris y azul; la gaviota, el ganso andino, el pato, ibis negro, chuwankira, la galatera, ajoya, la choca y el gavilán.
Actividades . La principal actividad del poblador uro es la pesca y la artesanía. El desarrollo del turismo es fundamental por ser su principal fuente de ingreso, por lo que se han esforzado en mostrar abiertamente su cultura viva, sus usos y costumbres que son su mayor atractivo.
En artesanía, sus moradores elaboran atractivas chullos, chuspas, alfombras bordadas, bolsas bordadas, fajas y demás indumentaria con motivos propios. Asimismo, es un verdadero lujo ver cómo manos diestras elaboran impresionantes embarcaciones en base a totora.
En los últimos años, el turismo se ha incrementado en la región de Puno gracias a la presencia de estas islas flotantes, que son de visita obligatoria para cualquier foráneo. Estando a casi 10 minutos de la Ciudad Lacustre, cómodas lanchitas o balsas de totora ofrecen una travesía espectacular por sus aguas que reflejan el azul puro del cielo altiplánico.
Educación y religión . En 1963, la “Misión Adventista del Lago Titicaca”, crea la primera escuela particular respaldada por OFASA con apoyo alimentario para los alumnos internados. Actualmente en el centro poblado Uros Chulluni, cuenta con nueve instituciones educativas entre inicial, primaria y PRONOEIS.
Antiguamente rendían culto a deidades como el puma, cóndor, serpiente y el Huarihuilca; sin embargo la principal era la luna que estaba representada en dibujos y decoraciones de su cerámica hallada en Tiahuanaco. También estaba el sol y las estrellas como divinidades protectoras.
Creencias. Los uros se consideran dueños del lago y del agua; además creían tener la sangre negra debido a lo cual no podían ahogarse ni sentir frío en las noches de invierno. También solían llamarse "Lupihaques", hijos del sol.
Hoy en día, uros no hablan el idioma uro, pero mantienen algunas costumbres antiguas.
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