LOS ROSTROS DE LA NUEVA
PINTURA PUNEÑA
Escribe: José Luis
Velasquez Garambel. Correo Puno 17DIC13 .- Hace poco salió a luz un libro sobre "Arte
Rupestre" de Moisés Apaza Ahumada y Roberto Ramos, editado en la
biblioteca puneña, se trata de un libro que muestra escenas sobre la caza y
domesticación de los camélidos sudamericanos, constituye además un registro y
catálogo de los diversos sitios arqueológicos que contienen estas escenas, los
aceites, grasas y colores de pigmentación de origen vegetal y mineral hicieron
que lleguen a nuestros días, y terminen siendo los primeros registros de los
modos de vida.
Salvo los dibujos de Guamán Poma de Ayala alusivos al
Collao, la escuela de indígenas formado por Bernardo Bitti en Juli (de donde se
asignaban las pinturas para las diversas parroquias y templos menores, dando
lugar a una escuela puneña, que no ha sido estudiada) los dibujos de los
viajeros que pasaron por Puno entre los siglos XVIII y XIX, la tradición
pictórica de Puno es muy rica, a pesar de ser muy joven, se tuvo la presencia
de Artistas como el cordobés José Américo Malanca, el arequipeño Domingo
Pantigoso, José Sabogal, María Wisse, Carlota Carvallo, Julia Codesido en la
década del 20, quienes hicieron que se genere el Circulo Pictórico Laykakota
del año 35 al 40 (Amadeo Landaeta, Carlos Dreyer, Carlos Rubina, Joaquín
Chávez, Florentino Sosa y Genaro Escobar), no puede negarse la importancia de
los artistas plásticos que estuvieron de paso por Puno, porque el paisaje
vulneró sus imaginarios y terminaron formando el indigenismo pictórico que tanto
renombre ha dado al país. Sin embargo uno de los pintores y grabadores que ha
quedado al margen ha sido Demetrio Peralta (Diego Kunurana), el hermano menor
de Gamaliel Churata y Alejandro Peralta, quien merece un trabajo mayor, por la
calidad y el tema de su trabajo.
No hubo en Puno más movimiento hasta que en las décadas del
80 y 90, en que Aurelio Medina (Mosho), Martín Gómez, Yemy Alemán, Betty Reboa
y José Luis Barriga, reactivaran el dinamismo pictórico. Paralelamente el
prestigio de Juan de la Cruz Machicao iba creciendo jalado de la mano con la de
Apomayta y CCopacaty. Ya que el caso de Víctor Humareda uno de los mayores
artistas del siglo es un punto aparte, que requiere un tratamiento especial en
el análisis de su obra.
Uno de los artistas que ha logrado generar una verdadera
cola estética ha sido David Frías Chávez, quien desde sus talleres en la UNA-P
ha logrado formar una generación de jóvenes que vienen pugnando un sitial en
las artes plásticas, sus alumnos son una generación interesante, han asimilado
no solo la técnica, sino la disciplina en el trabajo, no son profesores de
artes plásticas, sino artistas en toda la dimensión espiritual que ello
conlleva. Max Castillo, Hugo Pari, Andrés Galindo, Arturo Toledo, Moyas, Juan
Gómez (Juandino), Niltón Vela y Marilia Flores Arnao, constituyen una
generación marcada por la paciencia, la delicadeza y el compromiso.
Bajo la dirección de Max Castillo y Aymar Ccopacati se
efectuaron una serie de muestras colectivas paralelas en varios salones,
mostrando un nuevo movimiento pictórico.
Max Castillo es el líder visible de esta generación, también
el que cuenta con mayor experiencia, la calidad de su trabajo habla por él, y
el valor más joven es Marilia Flores.
PINTOR MAX CASTILLO: “EL
KUSILLO ES MI INSPIRACIÓN”
Max Castillo |
Los Andes | 18DIC13.-
A pesar que inicialmente pensó en estudiar ingenierías, su talento
innato y su pasión por el dibujo y el color lo llevó a formarse como artista.
El puneño Max Castillo Quispe, uno de los pintores más talentosos de la región
Puno ha encontrado en el Kusillo, mítico personaje de danzas autóctonas, su
principal inspiración para realizar verdaderas obras de arte. Logros aparte,
entre sus más trascendentes proyectos está la implementación del Segundo Salón
de Arte, proyecto iniciado el año 2011 en Arequipa.
“El arte es el sueño mismo de un hombre, hasta ahora ha sido
bien difícil vivir de los colores, las formas, porque Puno es una tierra muy
especial; la población frente al arte es tímida a la hora de comprar y por
timidez no asiste a las salas”, expresa el puneño Max Castillo Quispe, que
recientemente clausuró el segundo salón de arte que se realizó por todo un mes.
El proyecto del Segundo Salón de Arte, donde se mostró a 70
pintores de la región, el país y algunos de talla internacional, en 6 salas
diferentes en el mes de noviembre, tuvo la finalidad de presentar a sus
artistas y romper la barrera entre el público y el artista.
“Queríamos que la gente vaya a conocer a sus artistas y se
de un relajo. Nosotros ofrecemos que el puneño invierta en arte el puneño;
tener una obra en el muro de tu sala hace mucho en tu vida”, manifiesta el
artista que ejerce la docencia y enseña a pintar a escolares.
Max Castillo desde muy pequeño tuvo aptitud para el dibujo y
el color, en la secundaria se dio cuenta que tenía vocación para el arte, él
buscaba sorprender en sus tareas, sobre todo en sus dibujos; postuló a
ingenierías, pero terminó estudiando Arte en la Universidad Nacional del
Altiplano (UNA). Hoy es licenciado y enseña a niños y jóvenes.
El Segundo Salón de Arte fue un proyecto que inició el año
2011 en Arequipa y este 2013 se realizó en Puno por el aniversario de la ciudad
de plata, donde se presenció arte en pintura, escultura, fotografías e
instalaciones; además, el artista internacional Ramiro Llona donó una de sus
obras para este proyecto.
En su búsqueda de artista tradicionalista, Max Castillo
encontró en el Kusillo, personaje de carnavales de danzas autóctonas, la
inspiración para sus obras de arte; el pinto al personaje de mil formas, tanto
así que su grupo artístico se llama “Qusillo Vox”.
“Cuando termina la universidad uno sale buscando tema que
pintar, el punto inspirador, algo que haga fluir tus pinceles; en el kusillo
encontré un personaje fresco, ágil; de hecho que tenga una máscara, que se
mueva en ese fantástico mundo de lo andino, el kusillo es el espíritu de la
alegría y sensualidad en las danzas; en mis cuadros lo he representado como un
guardián”, relata el destacado artista.
Max Castillo ya tiene una familia, una esposa y un hijo
único a quien le transmite su amor por el arte, “la estimulación en un niño es
primordial y qué mejor con los colores, las formas que despiertan
sensibilidad”, manifiesta el artista plástico.
El artista también integra la Agrupación Cultural de Vientos
Hujmaya que concursó innumerables veces en la festividad de la Virgen de la
Candelaria, donde él se ha identificado siempre con su personaje. ”Yo he
bailado de Kusillo, he hecho bailar de Kusillo y seguiré haciendo, bailando y
tocando las melodías del siku que tiene ritmos fabulosos que identifican a Puno
y al Perú”, manifiesta orgulloso el Kusillo, Max Castillo.
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