lunes, 28 de febrero de 2022

COYUNTURA MUNDIAL: CASO UCRANIA

 


GUERRA CANTADA

César Hildebrandt

Tomado de HILDEBRANDT EN SUS TRECE Nº 575, 25FEB22

E

l coro de Occidente se excita y grita: ¡Putin es un matón! ¡Putin es un canalla! ¡Putin es un hijo de puta!

En ese coro están. a voz alzada, los que entraron a saco en Irak diciendo que allí el demonio tema un arsenal de armas de destrucción masiva, Y todo era mentira urdida por la prensa patriótica, por los generales que necesitaban probar armas nuevas y satélites de última generación. También están los que protegen a la banda monárquica de Arabia Saudita, armada hasta los dientes para licuar periodistas en sus embajadas.

Joe Biden
Están los que alentaron la muerte de Libia, la metástasis de Isis, la invasión de Afganistán (y el triunfo final de los talibanes). Están los herederos del golpe de estado en Irán (1953) ideado por la CIA y la Anglo Iranian Petroleum, y los hijos, nietecitos, bisnietos y tataranie­to- de tantas hazañas que ya no hay manera de recordarlas todas: el reino del terror que en Africa creó la Europa de los imperios surtidos y sifilíticos, la güeña de los boers (matanza entre ingleses y holandeses con carne de cañón muchas veces negra), el falso estallido de! acorazado 'Maine' y la guerra que le permitió a los Estados Unidos hacerse con Cuba, Puerto Rico, Filipinas y Guam, las intervenciones norteamericanas en México ocurridas después del robo de Texas y de! territorio que hoy conforman California, Nevada. Arizona, Utah y una parte de Colorado, la anexión por la fuerza de Hawái, las in­trigas millonarias que terminaron con la independencia acanalada de Panamá, la invasión yanquísima de Nicaragua por el filibustero y asesino William Walker, la ocupación de República Dominicana y Haití (donde el banco màs importante fue sustituido por el City Bank), las dictaduras bananeras impuestas desde Washington en este patio trasero de las melancolías, el asesinato de Lumumba en el Congo, el bloqueo devorador de Cuba, la guerra de Vietnam y la muerte de tres millones de vietnamitas, la muerte del Chile democrático y de izquierda que terminó con aquel Pinochet creado en Langley, la Escuela de las Américas que te enseñaba a torturar con ayuda de la ciencia y a odiar con la aprobación de Dios, la Operación Charly, la Operación Contras, la Operación Cóndor… ¿Sigo? Mejor lo dejo allí, en los cementerios del sacro imperio romano-germánico-norteamericano.

Pero todos sabemos de qué hablo. Y por eso es que oír hablar a Joe Biden, cuyo hijo tiene abundantes negocios en Ucrania, da lástima. El hombre se quiere hacer la víctima pero detrás suyo está el águila de siempre esta vez sorprendida, estupefacta, planeando sobre ¡a presa que escapó.

Cuando yo acababa de cumplir 20 años y era un radical en casi todo, la Unión Soviética, bajo el disfraz del Pacto de Varsovia, invadió Checoeslovaquia para impedir las reformas del comunismo que impulsaba Alexander Dubcek La primavera de Praga termino en agosto de 1968 con los tanques soviéticos en el centro de esa ciudad.

Fue en ese momento que mis lejanas simpatías por la URSS y los suyos terminaron. ¿El comunismo imperial? ¿la invasión como normalizacion? ¿El marxismo sobre orugas? Que se fueran al demonio. Y lo mismo me paso con las simpatías que sentía por Cuba y sus barbudos. El cariño se acabó cuando escuché a Fidel Castro justificar la invasión soviética a Checoslovaquia. Pensé: no hay hombre nuevo, hay nuevas subordinaciones Me dio una pena asquienta.

Pero Vladimir Putin no es Leonid Brézhnev y la Federación Rusa no es la Unión Soviética ni existe el Pacto de Varsovia y ni siquiera Checoslovaquia existe.

Rusia es hoy lo que queda de su implosión, de su extinción como imperio zarista, primero, y estalinista. Después.

Occidente, el podrido Occidente con mayúscula que tanto le gusta a Vargas Llosa y a la CNN de los analfabetos, no quiere a Rusia. No le basta con ser la fuerza hegemónica en Europa, la au­toridad inapelable gracias a la servidumbre de ingleses, alemanes y franceses (no cito a los españoles porque esos son los extras de los estudios Churubusco). No le basta nada al imperio de los Estados Unidos. No lo sacia el orden sino que necesita la humillación.

Rusia es un despojo. Pero los rusos son los mismos que perdieron 25 millones de vidas para derrotar a los nazis. Sin esa cuota de martirio es probable que el ejército nazi no hubiese sido finalmente derrotado (y en Ucrania, no lo olvidemos, hubo pronazis que arroparon la invasión germánica).

Rusia es un sueño en escombros. Pero Estados Unidos y su harén de la Unión Europea y del mundo no admiten ni siquiera esa existencia cenicienta. Quieren una Rusia de rodillas. acalambrada por la contrición. Por eso Estados Unidos prometió en el 2008 que Georgia y Ucrania podrían estar alguna vez en la OTAN, la organización que acabó con Yugoslavia haciéndonos creer que sólo los serbios eran los forajidos que había que matar.

Putin

Putin, que es un déspota y que ha permitido un grado extremo de corrupción a su alrededor, es también un ruso que no quiere ver a su país, ayer potencia mundial, convertido en corista del Lido de París.

Por eso Putin no puede permitir que Ucrania ingrese a la OTAN, con lo que el cerco terminaría de cerrarse, la provocación que empezó la madrugada del jueves es un gesto desesperado: neutralizar y esterilizar a Ucrania como amenaza militar. Que dos republiquetas rusófonas y rusofilas sean el pretexto, poco importa. El objetivo es que la OTAN no use a Ucrania como plataforma de una agresión que nadie puede, racionalmente, descartar. Rusia no quiere tragarse a Ucrania. Lo que no admite es que Estados Unidos pueda instalar misiles nucleares en la acera del frente.

Putin ha actuado antes de que Ucrania se inscriba en la OTAN. El discurso de Joe Biden después de la invasión deja claro que Estados Unidos esta impedido de intervenir militarmente y que no tiene el menor propósito de cambiar esa situación.

Putin ha dado un golpe de mano que le costará muy caro a la economía tusa, pero también a la del mundo.

El temor norteamericano de que Europa -y sobre todo Alemania- dependa demasiado del gas ruso se ha disipado por ahora. Putin tiene a Ucrania bajo control, pero Estados Unidos ha recuperado el pleno dominio sobre Europa.

El mundo está en manos de bandidos que aparecen como jefes de estado. lo que es intolerable es que algunos de ellos hablen de democracia, pureza de intenciones y sueños de paz. Si te pusieras en su camino, te dispararían. <*>

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