COMANDANTE CERO EN RPP
César Hildebrandt
En HILDEBRANDT EN SUS TRECE Nº 733, 16MAY25
L |
a Comandante Cero, o sea la popularmente conocida
como Dina Asesina, le encarga a su abogánster de turno que salga en RPP, que la
conexión ya fue pedida.
Entonces el abogánster se despacha a su gusto y dice que la Fiscalía ha hecho muy mal reabriendo el caso de las muertes de fines del 2022 y comienzos del 2023, que en esos episodios no hubo víctimas sino hombres violentos justamente reprimidos, que la policía y el ejército tienen todo el derecho de usar pistolas y fusiles cuando se les amenaza con armas letales, que la única muerte injusta y violenta fue la del policía al que terminaron quemando. Dice todo eso y la locutora de RPP no repregunta, no interrumpe, no interviene para decir que en aquellas jornadas de sangre y miedo hubo gente que pasaba cerca del tumulto y que perdió la vida por el fuego indiscriminado y errático de policías y militares que habían recibido la orden de disparar porque estaban enfrentando “una conspiración terrorista”, que quien mató de una pedrada al suboficial PNP José Luis Soncco fue un expolicía dado de baja por mala conducta, que gente que prestaba primeros auxilios fue blanco de las balas de las fuerzas del orden. La locutora no locuta, la comunicadora guarda silencio ante la infamia y el abogánster continúa calumniando a los muertos y haciéndonos recordar que fue la mujer de los Rolex quien habló de aquellos “ponchos rojos” presuntamente bolivianos y notoriamente inexistentes. La señora que mandó matar ahora manda agraviar a sus víctimas.
Entonces pienso: es la misma RPP gubernamental del
fujimorismo en todo su esplendor. Era RPP cuando Manuel Delgado Parker iba al
SIN a recibir instrucciones y concertar campañas para la reelección ilegal del
año 2000. Ahora permite que un pirata de la abogacía, pagado con recursos
públicos, enlode tumbas y reputaciones. ¡Y es la radio más importante del país!
Lo que pasa es que Boluarte, aconsejada por su
equipo más guerrero, está ajustando cuentas. Y una de las cosas que ha hecho es
cortar el flujo publicitario del gobierno si no se dan ciertas señales. RPP las
está dando. Sus silencios programados, sus entrevistas oficialistas, las
omisiones de su información son el SOS de su billetera. Ya no es que vaya
Chlimper con un maletín lleno de más de 200,000 dólares para hacerle campaña a
Keiko. Ahora la prioridad es la pauta oficial dictada por la señora que dio la
orden de matar gente para demostrarle a la derecha que era capaz de todo.
Esto sucede en la semana en que la presidenta
sostenida por el congreso del hampa ha hecho cambios que nada significan y que
han encumbrado como jefe de la PCM, al hombre en quien más confía (sospechoso
de ser todo un cuello blanco, cómo no). Quienes esperaban que el régimen
cambiara de actitud pecaron otra vez de ingenuos: nada sustantivo puede cambiar
cuando no hay metas ni propósitos. Este gobierno no tiene ideas ni horizonte
sino un mamífero instinto de durar.
A veces me pongo a pensar si estos 16 años de
semanario valieron la pena. Más allá de nubes grises, mi respuesta siempre es
sí. Valió la pena enfrentarse a García y sus viejas avideces, a Humala y su
corte, al frívolo Kuczynski, al decepcionante Vizcarra, al Castillo negado que
terminó en un charco. Y siempre al fujimorismo, el cáncer del Perú, el resumen
de todas nuestras taras, el fracaso de nuestra república.
Valió la pena seguir luchando. Hay momentos, es
cierto, que nos sentimos una minoría en el destierro, emisarios de una causa
perdida, forasteros en un país que hace todo lo posible por ser desagradable.
Pero siempre llegamos a la misma conclusión: aunque terminásemos siendo un
puñado de suicidas, siempre será bueno pelear por una prensa decente, unos
políticos que amen el orden tanto como la justicia social, unos partidos que no
sean siglas inventadas por ladrones o psicópatas, un país de buen hablar y
mejor pensar, un mundo donde condenar el genocidio en Gaza sea el eco
espontáneo de una sublevada indignación. <:>
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