martes, 15 de abril de 2025

SOBRE UN TRASLADO DE RESTOS INEXISTENTES

 RESTOS DE FERNANDO.

IMPERDONABLE TRAICIÓN AL PERÚ

Por: José Luis Ayala.

E

l ilustre Colegio Profesional de Historiadores del Perú CPHP, afirma que no existen pruebas científicas de que los restos de Fernando Túpac Amaru, provengan del cementerio donde está enterrado. Señala que no se ha exhibido documento alguno que así lo acredite. El cuestionamiento académico que no haya tenido una respuesta científica de parte de traficantes con mentalidad colonial y servil, es grave. No es la primera deleznable acción ni será la última.

Este hecho se desarrolla dentro la doctrina y pensamiento oficial del Estado Español llamado La leyenda negra, creada y acuñada por el historiador español Julián Juderías y Loyot (1877-1918). En síntesis, todo cuestionamiento referente a la invasión de España, ataques, crímenes, saqueos, robos y muertes de aproximadamente 10 millones de personas, dice que no es verdad. El primer historiador que fue censurado con odio fue Bartolomé de las Casas.

El primer loby para atacar y saquear al Perú fue el Contrato de Levante, Pizarro, Luque y Almagro, eran mercenarios. Felipillo fue el primer mentiroso y traidor. Los españoles asesinaron a Atahualpa y a Huáscar, mataron de Túpac Amaru I. No se trató de un acto de conquista sino de invasión y ataque. Saquearon y destruyeron el Koricancha, diezmaron las Islas del sol y la luna. Destruyeron el sistema político incaico, asesinaron a Juan Choxne, primer líder de la resistencia cultural, ajusticiado por el odio del cura Cristóbal de Arbornoz. Implantaron la crueldad del perreo, asesinaron a José Gabriel Túpac Amaru, Micaela Bastidas, a sus hijos Hipólito y Mariano, a miles de quechuas cuyos nombres no se conocen.

Túpac Amaru fue traicionado en Langui el 6 de abril de 1781, por Francisco Santa Cruz y Ventura Landaeta, dos de sus partidarios. Fue derrotado en la batalla de Checacupe, sentenciado a muerte y degollado vivo en la Plaza de Armas del Cusco el 18 de mayo de 1781. Luego mataron a Micaela Bastidas y su hijo Hipólito, apresaron a Juan Bautista Túpac Amaru. Asesinaron a Pedro Vilca Apaza y Tomás Catari. Durante la colonia se produjeron 140 revueltas y rebeliones en el siglo XVIII en el Perú y el Alto Perú.

Todo empezó cuando el presidente de México Andrés Manuel López Obrador, asumió el cargo y le pidió al rey de España que pidiera perdón a México por las atrocidades cometidas por los españoles. El rey de España no ha contestado hasta ahora, debido a que no quiere reconocer el ataque a México, menos los saqueos y matanzas imperdonables.

Lo que ha optado el Estado Español, no es guardar silencio sino alentar, impulsar, financiar toda actividad y hechos destinados a tergiversar los sucesos del pasado, de modo que quienes pretendan descolonizar el pensamiento dominante, son absolutamente ignorados. Los historiadores de la coloniedad gozan de becas de estudios, pero sobre todo de financiación para publicar sus libros. Es en este esquema que se explica la edición de un libro que representa una versión de los historiadores oficiales colonialistas: Las cartas de Fernando Túpac Amaru y otros documentos (1782-1798), fue un meditado avance para después traficar oficialmente con los supuestos restos de Fernandito. No menciona que Fernandito fue castrado para que no tenga descendencia, toda vez que era el único Túpac Amaru vivo en la tierra. Un solo hecho hubiera bastado para una certificación respecto a la veracidad, someter los pocos restos humanos a una prueba científica que consiste en comparar el ADN de Fernandito, con los de sus parientes que muchos de ellos viven en Pampamarca y Tungasuca.

Al no haberse producido ese hecho, no solo es un acto inaceptable, es un tráfico para justificar el asesinato de sus padres, hermanos, parientes y miles de peruanos durante y después de la rebelón de Túpac Amaru. Se trata de un acto que será registrado como una acción de impostura y traición al Perú y América.

Sin embargo, la llamada Leyenda negra[1] tiene en el Perú un historiador contestatario como Aníbal Quijano que ha escrito Coloniedad y Descoloniedad del Poder[2], señala que mientras no haya una toma de conciencia colectiva, será difícil superar los traumas. La colonialidad es una teoría que Aníbal Quijano define como una forma de imposición del sistema capitalista, el eurocentrismo y la modernidad. Este patrón vigente impone actos deshonestos como el tráfico de los restos de Fernandito.

Esta corriente filosófica tiene importantes aportes de intelectuales como E. Dussel, W. Mignolo, S. Rivera, J. Viaña y Walsh. Debido a ellos no es posible escribir historia sin tener en cuenta la Escuela de los Annales, corriente historiográfica en la que concurre la historia y otras disciplinas como la sociología, geografía, economía, psicología social y antropología.

El ignaro y servil alcalde del Cusco, se ha prestado a una patraña que es una vil traición al Perú y América, a los Tupac Amaru, a miles de quechuas que fueron asesinados. Pero la historia tiene un proceso dialéctico y continuo, la lucha de Túpac Amaru, es la lucha por la libertad, la diaria batalla para que el pan social, esté al alcance de las grandes mayorías pauperizadas e invisibles. El acalde ha amenazado con querellar a quienes critiquen su traición. La notificación debe llegar a munsnawa@yahoo.com

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 Notas:

 (1) Según la versión de la doctrina oficial española: La leyenda negra es una falsa historia de España contada por sus enemigos. Es una versión llena de violencia, muerte, asesinatos y robo del oro de América. Falso, cada día la descolonización es más fuerte.

(2) Aníbal Quijano. Coloniedad y descoloniedad del poder. Universidad Ricardo Palma. Editorial Universitaria. 2022. Lima

 

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