EFERVESCENCIA...DE IDENTIDAD,
RITMO Y COLOR.
P
|
uno hoy despertó más temprano que nunca, con fuegos
artificiales y bombardas, desde la madrugada, dando la bienvenida a
propios y extraños, se engalana con danzas autóctonas y típicas, de los lugares
más recónditos de la Región.
Es Cultura Viva, qué vibra al compás de su música y
tradición, en honor a la Virgen de la Candelaria, festividad declarada como
Patrimonio Cultural e Inmaterial de la humanidad.
Es el LVI Concurso de danzas que conservan su esencia e
identidad. Los trajes típicos revalorizan los tejidos ancestrales, con colores
llamativos que reflejan las flores y productos de cada zona. Niños, jóvenes y
ancianos se han preparado con ansias y entusiasmo, con previos ensayos, es la
fiesta de la familia.

Y es que estas participaciones van creciendo en entusiasmo y
cantidad, de allí los dos días de presentación. Los instrumentos son típicos,
resaltan los pinquillos, tarkas, zampoñas, quenas. Los atuendos son confeccionados
con tejidos, matizados con colores hermosos y vivos, los sombreros de las damas
adornados con flores multicolores. La música es acompañada por el canto
colectivo en castellano, quechua y aymara, a viva voz, con toda la fuerza y
energía.
Vibra el estadio ante aplausos y admiración de lugareños,
turistas nacionales y extranjeros. Todos hermanados al compás de alegría,
danza, música y algarabía qué año a año abraza orgullosamente en esta expresión
de Cultura Viva y estoica, del Perú profundo, abrazada por el lago navegable
más alto del mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario