En Chile y en Venceremos (Perú)
VICTORIAS PIRRICAS
Carlos León Moya
En HILDEBRAQNDT
EN SUS TRECE Nº 759, 21NOV25
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a izquierda en Chile obtuvo una victoria pírrica en
la elección presidencial del domingo último: ganó la primera vuelta, pero
perdió la segunda.
Jeannette Jara, candidata de la Unidad por Chile y
miembro del Partido Comunista, consiguió el primer lugar con el 27% de los
votos. Sin embargo, todos los sondeos mostraban que perdería la segunda vuelta
con José Antonio Kast o Evelyn Matthei, sus contrincantes de derecha. Por eso,
su gran objetivo era conseguir un 36% (el histórico tercio de la izquierda en
Chile) para poder remar así con esperanza la segunda vuelta. Pero no:
lejísimos.
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| Jeannette Jara |
Las críticas y autocríticas de la izquierda en
Chile han sido durísimas y públicas. Por ejemplo, su lejanía a las principales
demandas de la gente, como seguridad (especialmente en sectores de ingresos
bajos, capturado por Kast); la percepción de que son la continuación del
gobierno actual de Gabriel Boric, pese a que buena parte de electores lo
rechazan (los partidos de gobierno en Chile no consiguen ser reelectos desde el
2010); y no haber empatado con un ánimo de rechazo ya no hacia el gobierno,
sino hacia todo el establishment político en general y a la tradicional
dicotomía izquierda-derecha, representada por Franco Parisi y su 20% de votos
(un candidato muy extraño para Chile, pero que en Perú sería parte de lo
cotidiano).
Todo esto ha convertido la elección en una gran
crisis para la izquierda chilena. Jara no ganará, pero es igual de importante
detener la sangría y que la derrota no sea tan abultada.
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ero si ellos comparasen su “gran crisis” con la
minicrisis de la miniizquierda peruana, tendrían entre alivio y espanto.
La izquierda peruana aún ni empieza la campaña y ya
casi perdió la primera vuelta.
La alianza VENCEREMOS, una de las tres opciones de
izquierda para el 2026, realizó el domingo unas primarias burdas, innecesarias
y mal hechas. A pesar de su prédica democrática, la elección no fue abierta ni
directa sino a través de delegados, justamente la forma más manipulable. Como
si ellos fuesen muchísima gente, como si fuesen el Partido Comunista de la
Unión Soviética y no 500 gatos peleándose por un atún.
Al final, esa primaria la ganó una plancha
presidencial aparecida a última hora. Vicente Alanoca, el precandidato del
Nuevo Perú que ya hacía gira en los medios como si fuese el oficial, perdió
frente a Ronald Atencio. De seguro usted no sabe quién es, y está bien: es el
algo de alguien. Es el abogado de Guillermo Bermejo, y postuló en su reemplazo
porque él fue sentenciado a prisión hace un mes.
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| Vicente Alanoca |
El costo de esta
“victoria” no ha sido electoral. De hecho, el perfil “castillista”, conservador
y autoritario de Atencio empata bien con las actuales demandas de un sector del
país, y podría conseguir un buen resultado. Sin embargo, su victoria ha
destruido la confianza entre los dos grupos que componen la alianza Venceremos,
la cual -a su vez- es una de las tres opciones de izquierda. Es decir, el 33%
del 1% de la intención de voto se ha sacado los ojos y se acusan entre sí.
Parece ser una victoria pírrica. Sí, como la de Chile. Cada uno con sus
victorias pírricas: unos en la cima, otros en el subsuelo. <♦>


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