domingo, 25 de febrero de 2024

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BAYETA ANDINA:

HISTORIA DE RESISTENCIA Y QUERENCIA NUESTRA

Escribe: Vasty Lescano Ancieta

“I ¡Hila, hila guaguallay! Más que sabio fue bueno quien el Kaitu inventó. El que sabe hilar tiene fuer­za, para hacer cordel de tu vida, reúnete, cordel” (Gamaniel Churata) “...no sabía que aquellos teji­dos eran seda o lana, Según su fineza con muchas labores o figuras de oro de martillo, de tal manera acentuado en la ropa, que era de maravilla, que en España y en todo el mundo se estima por muy rica y sutil obra” (Gonzalo Fernández de Oviedo, cro­nista mayor)

Vientos y truenos bra­man, ahí donde los hom­bres viven y siguen luchando, 500 años nos dejaron a ti BAYETA ANDINA, la vida te cono­ce como la chispa del fuego, en ti el tiempo cubre todos los dolores, tienes la textura de las penas y el color de la alegría. Este homenaje va para ti, por lo que fuis­te y eres: querencia nuestra y resistencia activa contra toda opre­sión y por lo que hoy vienes escribiendo en la gran historia, junto a los hombres de tu pue­blo. Presente estás en el vaivén de las polleras y en los bien cogidos pantalones de los varones andinos de estirpe de acero, coraje de guerre­ros.

Las sabias manos llega­ron del África pasando por Asia a tierras andinas, donde tu estirpe, se desarrolló autónoma, nació junto con el hombre creador de vida, y siguiendo el hilo del deve­nir, se hicieron titanes atreviéndose a encum­brar las más altas cum­bres, 5000 msnm fueron desafiados, conquista­dos y dominados. Ven­cieron a la naturaleza tan agreste y sujetaron a su voluntad varios micro ambientes que incluía varios pisos ecológicos, producto de una gran evolución biológica y social; su cerebro se potenció por la alimentaión de animales y plan­tas, ampliaron sus capa­cidades creativas y las transmitieron con el habla y por los genes. Con la experiencia propia se hicieron sapientes, cogieron el fuego traído del Asia y desarrollaron sus instrumentos de pro­ducción, estableciendo formas sociales más altas y cohesionadas, una socialización pecu­liar. En ese interregno comenzaron a domesti­car sus camélidos, audazmente se echaron a la mar y fueron poseidones de anzuelo y arpón, luego vino la red, y el salto al tejido “el útil más complejo conocido era la citada red, junto a ella cabe situar las canastas, las esteras, y todo aquello que dio origen al arte del teji­do...más o menos 5000 años ac...”(1) Ahí flore­ciste libre y activa en los recios brazos y caderas de hombres de muy limi­tados recursos tecnológi­cos y una gran capacidad de fuerza, adaptación y creatividad.


La mujer reproductora que es obligada a que­darse más tiempo con las crías, descubre el batán y la agricultura, generando saltos cualitativos nota­bles y con ello las propie­dades de las plantas y sus ricos beneficios. Emilio Choy confirma que fue la mujer la reco­lectora en sí y Engels nos enseña que en esos momentos se da la comuniad primitiva siendo los hombres y mujeres igua­les en responsabilidad y beneficios.

En el imperio esclavista Inca vemos “Entre las numerosos y sofisticadas técnicas...que asombra al mundo está la técnica de telas con oro, plata y recamadas con plumas que se le llamó llapchilluli, se aprecia la importan­cia del trabajo colectivo, donde todos se involu­cran en el quehacer del tejido...a los niños, les correspondió la tarea de recolectar plu­mas...recoger flores y hierbas para los teñidos y alimentos, llamados pauau pallac, el kumbicamayoc determinaba el diseño y eran grandes hechiceros ...y gasas que en palabras de Martín de Murúa “tengo en mi poder una camiseta... de Capachica que cabe en un puño...porque es muy finísima, no hay quien la vea que no se quede pasmado de ver cosa tan notable” (2)

Más tu recio caminar fue interrumpido por la vil conquista española, que aprovechó la crisis políti­ca y teniendo sed de riqueza para resucitar al agónico imperio feudal español; implantó sobre el latir de la preciosa san­gre derramada de tu pue­blo por el genocidio colonialista, los obrajes texti­les. Y ahí, con la opresión y explotación inmisericorde que se llevó la vida de 9 millones de los tuyos, germinaste en pr­eciosísimas telas de Bayeta, los españoles trajeron el telar de pie y los ovinos, tú con tu ener­gía y vida fuiste hermosa tela, fina bayeta de gran renombre.

Al inicio el invasor usó los telares y famosas telas incas, maravillosas obras de arte de fibra de auquénidos, “...no existe nada en nuestra cultura, con el cual se pagaba el tributo al Estado...que posea el esplendor de una belleza incompara­ble, como...una pieza de textilería, un objeto de mérito excepcional e inigualable”(3) Hubo variedad de telares, el telar de cintura llamado Kallwa en la sierra y kungallpo en el norte, la cadera ejerce su presión lo que marca la tensión, energía y vida de la tela; el telar de cuatro estacas o pampawana, luego se implanta el telar de pie o pedal, en el que la ten­sión es ejercida por poleas.

En estos centros se esquilmarían a jóvenes, niños y ancianos indígenas trabajaban en jorna­das de 12 a 16 horas diarias “Las labores en los obrajes se hacían en situaciones peores que en las minas.... Para ev­itar que indígenas forza­dos a trabajar se escapa­ran, se les amarraba con gruesas cuerdas y las puertas se mantenían cerradas, hasta bien entrada la noche, alum­brados por tenues velas o mecheros de grasa...” (4)

Dicen que los obra­jes textiles desaparecie­ron por el levanta­miento de Túpac Amaru y Túpac Katari y también porque a la corona no le convenía el auge de la industria textil de las colonias por ser causa de una gran desocupación en España. Pero quedó la ancestral forma de hilar, tejer y teñir a pesar de haberse per­dido muchas técnicas textiles, algunos pasaron a ser fábricas del sistema empresarial que explot­aba la gran capacidad creadora de los nuestros, floreció la actividad textil y la productividad, los materiales que se usaban era la lana de ovino, el algodón y en menos medi­da la fibra de los caméli­dos y la cabuya. Claro que por largo tiempo la población originaria se resistió a usar lana de ovino e incluso a su cria­nza, puesto que fue sím­bolo de la opresión, con el tiempo quedó la humil­de Bayeta que servía para vestirlos, como que­rencia nuestra y activa resistencia.

Hoy encontramos, que por la proliferación de fibras y tintes altamente contaminantes, que gene­ran las actuales relacio­nes de producción capi­talistas en su fase impe­rialista, de costos meno­res y pingues ganancias para el 0.01% de la población, ha generado que la Bayeta andina que es la tela abasca, “de tierra,” orgánica, compaginada con la tendencia de cuidado del medio ambiente, esté en proce­so de extinción, por ello nos atrevemos audaz­mente en contribuir a salvarla, aplicándola a la moda actual, experien­cia de la cual hablaremos en otro artículo. Confec­cionada por nuestros artesanos, llevan en la mente y recias manos nativas el desafío de enarbolar más en alto este orgánico y maravi­lloso tejido.

Creemos que el trabajo en bayeta de gran abrigo, desde diferentes puntos culturales, sociales, artísticos y económicos, tiene gran perspectiva y debe ser desarrollada como una industria de producto bandera. La moda a nuestro entender es la forma como, cada clase entiende el arte del vestido a través del cuaI expresa sus valores y principios, lejos de menospreciar este arte indígena tan hermoso, de colores, texturas matices y significados cargados de contenido, nos hace presentes luciendo con orgullo la bayeta que enarbola los anhelos, bregas y conquistas de los más pobres. No la vil posición burguesa de que son producto de subjetivismos e imagine­rías, de estados de áni­mos, basura para entur­biar el fundamento, sien­do toda hechura del hom­bre producto de palpitan­te realidad, en este caso del arte. La verdadera moda étnica reta lo fatuo y comercial con brega, cultura e historias genuinas. Terminamos con José María Arguedas “No hay país más diverso, más múltiple en variedad terrena y humana, de­ amor y odio, de urdiem­bres y sutilezas, de sím­bolos utilizados e inspira­dores...” como el Perú.

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(1) ECONOMIA PREHISPÁNICA, Luis Guillermo Lumbreras, IEP, 2008, Art. Los orígenes de la civilización, pág.23.

(2 y 4) HILO CONDUCTOR Tradición y Moda en el Perú, Olga Zaferson, Ediciones del Hipocampo,201 3, págs. 31,48,80.

(3) LA TRADICIÓN TEXTIL DE LOS INCAS, Universidad San Antonio de Abad del Cuzco, Banco Continental (folleto)


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SIMBOLOGIA Y RACISMO EN EL CATOLICISMO.

EL IMPERIO DEL PODER EN LOS “CUENTOS” RELIGIOSOS Y APARICIONES

Escribe: Rolando Waldo GOMEZ POMA

“La Festividad de la “Virgen de la Candelaria” y la imagen sagrada de la Virgen María dio vuelta al mundo por la devoción y fuerza telúrica de su gente, tanto de quechua/aimaras e hispano hablantes de la región Puno. Festividad reconocida como Patrimonio Cultural Inma­terial de la Humanidad por la UNESCO el 27 de noviembre de 2014. Esta manifestación reli­giosa es la más grande del país resultado del sincretismo andino y occidental, cultura viva como manifiesta José María Arguedas que es la expresión de folklore más grande por la cohesión social de fe, creencia, devoción, arte y belleza en el altiplano. Simbólicamente la imagen de la Virgen es un constructo social y cultural asociado a algo sagrado en lo físico, tangible que divisas y tocas en una procesión.” [Fredy Reyes - La Simbologia de la Virgen de la Candelaria Asimilada a la Pachamama].

Montufar
En cada centro poblado u organización social andi­na, los mitos y creencias ancestrales tienen bas­tante peso religioso, pese a que por más de 500 años fuimos sometidos por el imperio español. Pero la forma como fui­mos inducidos a la reli­gión católica y sus tradi­ciones festivo religiosas fue obra de los sacerdo­tes que ingresaron a territorio andino de la mano con los hispanos armados. Por ello,

“(...) Vivimos en un entorno que es a la vez simbólico y físico, y somos nosotros los que construimos las significaciones del mundo y de nuestras acciones en el mundo con la ayuda de símbolos; gracias a estos sím­bolos “significantes”, que distingue de los “signos naturales”, tenemos la capacidad de “ponernos en lugar de otro", porque compartimos con los demás los mismos sím­bolos; compartimos una cultura, que es un conjun­to elaborado de significa­ciones y valores, que guía la mayor parte de nuestras acciones y nos permite predecir, en un sentido amplio, el com­portamiento de los demás individuos” [Rose, 1962].

Supuestamente los reli­giosos practican el amor al prójimo y detestan los lujos terrenales, pero en suelo andino “Los espa­ñoles católicos, por el contrario, vinieron a Amé­rica en busca de riquezas y utilizaron la religión católica para dominar a las poblaciones origina­rias [Guamán Poma, 1993]. Así, los sacerdo­tes católicos en sus juris­dicciones obligaban a las personas originarias a realizar fiestas patrona­les y otras prácticas en honor a las imágenes religiosas (propias de las religiones paganas roma­nas y griegas) para sacar réditos económicos [Robins, 2009]. Estas imáge­nes consideradas divinas representaban la belleza ideal católica similares a los ídolos grecorromanos [Caro, 1985].” Hoy claramente la conferencia episcopal peruana se ha convertido en un “partido político del clero” puesto que ellos se mimetizan con los gobernantes de turno y casi siempre se ponen en contra de los sufridos ciudadanos peruanos, lo más grotes­cos actos fueron ejecuta­dos por los sodalicios, la versión satánica de Cipriani fue aberrante y los actuales gobernantes de la iglesia católica en el Perú no defienden a los ciudadanos.

Cada pueblo tiene su historia sobre aparicio­nes de señoras adorna­das lujosamente, cruces quemadas enterradas, milagros... parece que todos los relatos fueron redactados por algún cura para captar “adep­tos”. Se tiene conocimien­to que Túpac Amaru, sitió Puno y como una forma de pedir clemencia, el cura de los indios preparó una procesión de la Vir­gen de la Candelaria, que a los ojos de los “indios” sitiadores fue una gran demostración de milita­rismo. De tanta impresión huyeron despavoridos, pero el asombro de los sitiados fue más supremo y agradecieron a la virgen a quien le atribuyeron que los humanos de la procesión fueron conver­tidos en una milicia orde­nada y equipada para la guerra.

“La Festividad de la Virgen de la Candelaria, que se celebra cada mes de febrero en la ciudad de Puno, incluye actividades de carácter religioso, festivo y cultural que beben de tradiciones católicas y elementos simbólicos de la cosmovisión andina. La fiesta principal comienza a principios de mes con una misa al amanecer, seguida de una antigua ceremonia de purifica­ción. A la mañana siguiente, un acto litúrgi­co da paso a una proce­sión religiosa, mientras la imagen de la Virgen es llevada en alto por las calles acompañada de música y bailes tradicio­nales. El festival continúa con dos concursos que atraen a numerosos gru­pos que reúnen a varios miles de bailarines y músi­cos de toda la región. Los principales practicantes son habitantes rurales y urbanos de la región Puno que pertenecen a las etnias quechua y aymara. Muchos emi­grantes de Puno también regresan para participar, lo que refuerza un senti­do de continuidad cultu­ral. Tres federaciones regionales de practican­tes cooperan para orga­nizar la festividad y pre­servar los conocimientos y habilidades tradiciona­les asociados con la dan­za, la música y la fabrica­ción de máscaras. Los ensayos y talleres de artesanía son los lugares donde estas habilidades se transmiten a las gene­raciones más jóvenes. La festividad se cierra con una ceremonia a la Vir­gen, un desfile y misas de despedida.” [Decisión del Comité Intergubernamental: 9.COM 10.34].

“La denominación de Virgen de la Candelaria y su devoción aparece en España donde “la imagen se veneró con especial devoción en las Islas Canarias, donde ostentó el cargo canónico de patrona general del Archipiélago Canario” [Mendoza & Laura, 2009] y por el lado andino “La fiesta de la Candelaria, tiene reminiscencias en la fiesta de Anata y que a la vez, es la madre tierra, o la Pachamama (Virgen=Pachamama)” [Flo­res, 2015] en clara alu­sión que se trata de la misma advocación a esta deidad en el occidente y el altiplano peruano. Nos conlleva a reflexionar quien realmente fue la Virgen María ¿Por qué tantas advocaciones en el mundo católico? ¿Por qué relacionan a la Vir­gen con la Madre Tierra? estas y otras son las inte­rrogantes que nos hemos planteado en el presente trabajo de investigación.” [Ob.cit].

Si existe la costumbre del agradecimiento a los Apus Tutelares, pese a la oprobiosa organización criminal “Santa Inquisi­ción”, es por la cosmovisión andina, donde las comunidades campesi­nas nunca perdieron su identidad y lograron sub­sistir con su totemismo y la deidad de cada ele­mento natural que nos rodea, inclusive en la festividad en honor a la Virgen de la Candelaria, la tradición es ofrecer el agradecimiento a la santa tierra en algún Apu que se sortea con la coca, ésta cere­monia se realiza casi siempre por la noche y al día siguiente se asis­te al rito religioso católico, como si nada hubiera pasado. Otro de los actos tradicionales en esta festividad es la entra­da de khapos y el ruego a los Apus para que en los días festivo reine la paz y tranquilidad.

Ahora bien, en pleno siglo XXI parece que el obispo antisocial ordenó a sus eunucos para que se apropien de la fiesta mediante un comité de salvaguarda, donde un grupo de nimios sujetos quieren disponer que todos bailen en un senti­do o no se haga la vene­ración a la virgen de la Candelaria fuera de las 18:00 horas. Empero la propia declaración de la Unesco reza en el siguiente sentido (copia literal)

“Decide que, a partir de la información contenida en el expe­diente, la nominación satisface los siguientes criterios para su inscrip­ción en la Lista Repre­sentativa: Inscribe Festi­vidad de la Virgen de la Candelaria de Puno en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inma­terial de la Humanidad; Toma nota de que la músi­ca, las danzas y las arte­sanías no son el tema principal de la nomina­ción, como se indica en el expediente, y que las expresiones culturales asociadas a la Festividad de la Virgen de la Cande­laria de Puno son com­partidas por comunida­des andinas de la región”;

Recuerda que la inscrip­ción en la Lista Repre­sentativa no implica exclusividad.

Parece que los ciudada­nos de Primera Clase y el resto aún se practica desde la curia religiosa y sus monaguillos Del Olmo, 2003, al estudiar los textos históricos, especialmente religio­sos, para ahondar en el fenómeno del racismo desde la perspectiva religiosa, afirma que el concepto de la “limpieza de sangre” se introduce a finales del siglo XV por los católicos para garanti­zar la “pureza de sangre” de sus feligreses. Con este “ideal” discriminaban a los judíos o musul­manes, supuestamente por su “impureza de san­gre” y por su color de piel oscura, presuntamente a base de las Santas Escri­turas [Éxodo 34:16; Deuteronomio 7: 3; 23: 2-4; Esdras 9: 2]; por ello, el autor denomina este concepto como “racismo cristiano-biológico” [Ob Cit.] <>





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