Enero 6,
1942 – Julio 21, 2020
Nació en Capachica, Puno, Perú. Formado en la
ERBA de Arequipa, en su momento realizó exposiciones individuales y colectivas
en el Perú y en el extranjero desde 1973, mereciendo diversos premios y
menciones honrosas desde 1968. Su pintura figurativa realista` muestra dominio
en el dibujo. Sus obras se encuentran en varios países de Europa y Japón.
De Victor
Turpo M., dice el prestigiado poeta y escritor peruano Arturo Corcuera:…”El
rincón andino de la casa familiar es conocido por la pintura de Victor Turpo.
En Estados Unidos y en grandes ciudades de Europa ha encandilado la luz del
fogón de sus cocinas provincianas. Pocos pinceles como el suyo tienen la
vocación de introducirnos a la intimidad del hogar, de acercarnos a los
elementos del quehacer cotidiano: las ollas de barro, donde aun hierve el
latido de la tierra; las ollas de fierro forjado en las que el óxido impregna a
veces la huella del olvido; las tinajas de chicha fermentando congojas; el
cucharon de palo junto al batan de piedra; conviven en sus cuadros la cebolla y
la risa de la mazorca cusqueña; asoman el zapallo, el perejil, las papas; la
leña alzándose y crepitando roja como un incendio de rocotos. Esta atmosfera de
sol y claroscuros, de trazo firme y pinceladas sueltas, nos transmite el
sentimiento de las cosas que el ojo de Turpo ve y que el con su pintura nos
hace ver a todos". (Yony Cuentas)
Por Mag.
Julio Lopera Quintanilla
Centro Cultural
UNSA
Diario EL PUEBLO, Arequipa, 26 de julio de 2020
Nació en
Puno un 6 de enero de 1942. Desde niño tuvo una inclinación auténtica y natural
hacia el arte. En el campo de la pintura se formó profesionalmente en la
Escuela Regional de Arte Carlos Baca Flor de Arequipa. Perteneció a las
primeras promociones de la institución y formaba con Luis Palao y con Mauro
Castillo una pléyade brillante.
Víctor
Turpo tuvo un gran talento, estudió además arquitectura, concluyó su formación
y se graduó y se tituló en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la
Universidad de San Agustín en la Especialidad de Diseño Estético interior
y Exterior, siendo reconocido en la Facultad como uno de los alumnos más
destacados.
Turpo fue un artista de talla, un artista internacional. Participó en diversas
exposiciones individuales y colectivas en Europa particularmente en Italia,
España, Suiza y Portugal así mismo en Japón y Estados Unidos del mismo modo en
varios países latinoamericanos como Venezuela, Ecuador, Puerto Rico entre
otros.
El motivo
de preocupación e interés de la pintura de Turpo fue nuestra ciudad, pues la
temática de nuestro artista recreaba siempre el marco arquitectónico de
la ciudad blanca; sus calles, las fachadas de Arequipa, las cocinas, los
fogones, el monasterio de Santa Catalina, el Misti y la campiña
arequipeña particularmente Sachaca, Huasacache, y Tiabaya. Víctor Turpo
pintó también en Puno y en Bolivia, en Cochabamba, allí se interesó por los
románticos tejados potosinos. Luego su temática cambia y se orienta hacia el
trabajo de los bodegones particularmente de las flores.
La técnica
que trabajó fue el óleo. Su paleta es limpia, la pincelada es su trazo es
seguro y ágil, nunca utiliza carboncillo ni lápiz y mancha. Manchaba siempre,
iba sombreando los colores y luego los empastaba. Su textura es pastosa, tiene
bastante empastado hasta llegar a la aspereza, trabaja con los sienas y los
sepias con verdadera maestría, sus tonos son pardos. Después se abre un nuevo
capítulo en su desarrollo artístico y cambia, desde allí el expresionismo
señala su factura. Comienza a utilizar entonces los colores brillantes, pero
sin abandonar el color local, tiene una producción prolija y es como artista un
verdadero prodigio.
Turpo quien recibió la influencia de Julio Morales Velarde y de Luis Palao Berastain. Fue un pintor que unió a su gran talento un conocimiento profundo de la pintura, es un pintor ágil, rápido, un hombre muy esforzado que tuvo sus objetivos muy claros y una voluntad a prueba de fuego. Todas estas características le posibilitaron alcanzar un gran éxito.
Nuestro
artista como ser humano era un hombre muy cordial y alegre, pero sobre todo
desprendido que nunca albergó en su corazón egoísmo y no obstante la enorme
valía que tenía mantuvo lejos de su espíritu a la soberbia y fue más bien
siempre sencillo en su manera de ser. Abría las puertas de su corazón y de su
taller a todos los artistas y de modo particular a los jóvenes a los cuales
trasmitía sus enseñanzas con una generosidad muy grande.
Turpo sin
lugar a dudas, es un pintor señero, emblemático, un paradigma y un modelo para
las generaciones de jóvenes que se están formando profesionalmente en el camino
del arte en la academia arequipeña y es un referente a seguir dentro de la
tradición arequipeña.
Su irreparable
desaparición tuvo lugar el martes 21 de julio. Deja un hondo vacío muy difícil
de llenar en la plástica nacional. <>
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