EL ARRIBISMO, DICTADURA Y DIGNIDAD
José Luis Ayala.
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e entiende
que toda persona vinculada a la cultura en general, es digna debido a la
formación humanista que tiene. No se trata de alguien que ignore los principios
básicos de la dignidad humana. Según el Diccionario de la Real Academia
Española, es una cualidad de digno. Excelencia, gravedad y decoro de personas,
manera de comportarse. Digno, merecedor de algo, que tiene dignidad o se
comporta con ella.
El ser humano
a diferencia de los animales, se rige por conceptos relacionados a una evidente
conducta pública, que a la vez le permite tener autonomía, reflexión, decisión
y determinación. Sin embargo, tiene limitaciones como obligaciones con personas
de su entorno, a quienes les debe respeto y solidaridad, de modo especial con
el destino de las mayorías de seres humanos, que conforman las sociedades de su
entorno cultural.
El concepto
de dignidad y valores humanos tienen sus fundamentos básicos y provienen
especialmente de la política, la ética, la religión, la filosofía, la cultura y
particularmente de la moral. Todos los seres humanos se rigen por principios en
una sociedad que respeta, la dignidad humana. Pero cuando el Estado o el
gobierno rompen todos los principios de respeto a la dignidad humana, se
convierte en un caos sumamente peligroso para la convivencia humana.
Cuando el
Estado asume una postura fascista y acusa sin pruebas a ciudadanos de ser
terroristas, es una clara señal de derrota política. Una lectura correcta del
lenguaje oficial e inhumana represión, permite saber que al carecer de
argumentos frente al reclamo de las grandes mayorías, la respuesta es matar a
más peruanos.
Los
responsables de las muertes de 80 peruanos saben que serán procesados, juzgados
y encarcelados. Tendrán el debido proceso judicial y contarán con las garantías
de un tribunal especializado. Así, el gobierno de Dina Boluarte pasará a la
historia como una nefasta dictadura.
Cuando el
Perú, académicos, escritores, historiares, la inteligencia, etc., etc., pero de
modo especial la intelectualidad peruana, esperaba un pronunciamiento de parte
de los eternos agregados culturales, no han dicho nada de nada. Al contario han
guardado un silencio sepulcral. En otras palabras, han asumido un rol de
complicidad francamente vergonzoso. ¿No saben acaso lo que realmente ocurre en
el Perú? ¿No están informados respecto a una innecesaria violencia social?
¿Ignoran acaso que el fascismo criollo ha regresado con más fuerza? ¿Por qué se
callan precisamente cuando es necesario que el mundo sepa lo que reamente
ocurre en el Perú? ¿Con qué moral pueden representar a un Perú ensangrentado,
lacerado y agredido?
El
arribismo empezó en América con la indecente conducta de Cristóbal Colón. Luego
vino Francisco Pizarro, traicionó al inca Atavalipa y mintió ante los reyes de
España. Una inconducta no estudiada es la de Felipillo y otros jóvenes que no
tuvieron otra opción que ser cómplices. Los arribistas durante la colonia y la
República han logrado tener una suculenta pensión. No protestaron durante los
regímenes de Sánchez Cerro, Benavides, Odría ni Morales Bermúdez.
El ensayo
de Dante Peláez en verdad es contundente cuando dice: “El arribista como
agregado cultural es el más conchudo y cara dura de todos los arribistas
‘profesionales’. Espera el resultado de las elecciones generales. No dice por
quién hay que votar, generalmente es un joven de derecha, ignorante, sumiso.
Habla poco para que no lo ‘tasen’ como imbécil y mediocre. No opina, no dice
nada del gobierno de turno. Es el eterno consejero cultural, el responsable de
la imagen del Perú en el mundo. De modo que está obligado a ser un sabio en
historia, un gran crítico literario. Sobre todo, está por encima del embajador
cuando se trata de la Historia del Perú”. 2
Si los
agregados culturales saben que el gobierno de Dina Boluarte es fascista y ellos
son demócratas, ¿por qué no renuncian y denuncian los crímenes? ¿Con qué moral
pueden hablar del Perú si desconocen tantas muertes? ¿Qué clase de
intelectuales son que no renuncian por principios que rigen una conducta
coherente? Sin embargo, nunca es tarde para tomar una actitud digna. Bastaría
señalar la conducta de Raúl Porras Barrenechea, que supo decir no y asumió una
actitud digna.
Sin
embargo, nunca es tarde para asumir una digna decisión histórica.
________________________
1.-
Carlos Delgado Olivera. EJERCICIO SOCIOLÓGICO SOBRE EL ARRIBISMO EN EL PERÚ.
Revista de sicoanálisis, siquiatría y sicología. México. Nro. 10. Pág. 44.
1968. México.
2.- Dante Peláez. EL ETERNO AGREGADO CULTURAL. Revista de sociología. Pág. 34. Ediciones Cantolao. 2000. Lima.
Aimaras, dieron las talla, largamente |
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