LECTURAS INTERESANTES Nº 925
LIMA PERU
18 OCTUBRE 2019
THE END
César
Hildebrandt
Tomando de HILDEBRANDT EN SUS TRECE N° 464, 18OCT19
N
|
ava fue el hombre más próximo a Alan García.
Desde que estuvo en la viejísima Mutual Perú, nombrado por García,
Nava fue íntimo del hombre que se hizo rico mientras gobernaba (en ambos
periodos).
Luis Nava |
Nava quería a García. Lo quería y siempre lo defendió. Muchas veces
calumnió, insultó y difamó a quienes nos opusimos a su amo.
Nava también se hizo rico con García. De eso no hay duda. Son socios,
secuaces, gemelos.
Ahora sale el exsecretario general de Palacio a decir lo que siempre
supo.
No lo hace por salvarse. Sabe que terminará en la cárcel. Sabe que
nada rehará su destruida reputación. Sabe que no volverá a ser el camarlengo
de aquel papa de los porcentajes en aquel vaticano trucho de las obras públicas
entregadas a dedo.
Nava ha decidido hablar porque ya no tiene por qué callar. Está solo.
Considera que el suicidio de García, una huida que nada tiene de majestuosa, lo
deja en libertad de hablar. De contar su versión de compinche. De pasar por
colaborador eficaz de póstuma connotación.
Los apristas y la familia del suicida acusan a Nava de todas las
perversidades imaginables. Lo cierto es que el defecto mayor de Nava fue
trabajar al lado de García tantos años. ¿Quién corrompió a quién? ¿O fue obra
mutua, concierto dual de licitaciones y tajadas?
García se mató para no estar como Nava.
Nava hace lo que puede. Y lo único que puede hacer ahora es cantar. Su
jefe huyó intentando perderse en una nube de misterio. ¿García como enigma? No
me hagan reír. Todo está claro en este presidente que no honró el cargo.
Nava ha traicionado una amistad viciosa.
El Otorongo: lonchera con dólares de Odebrecht a Alan |
Lo indiscutible es que Nava y García fueron socios en el pecado de
creer que el Estado es ordeñable, que el cargo público es una puerta giratoria,
que el poder debe llamar siempre al dinero.
Nava y García. En eso terminó el intelectual que los Neira veneraron
hasta obtener el nombramiento. Nava y García. En eso terminó el Apra.
Nava y García, del mismo modo que Mulder y Galarreta, que Velásquez
Quesquén y Keiko Fujimori, que Elias Rodríguez y Cecilia Chacón: pares de la
decadencia, duetos de un atardecer moral que se lleva todas las luces dejadas
por Haya.
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