LECTURAS INTERESANTES N° 878
LIMA PERU 12MAR19
UN DOCTORCITO, HERMANO
César Hildebrandt
Tomado de “HILDEBRANDT EN SUS TRECE” N°
435, 8MAR19
N
|
ecesito
atención médica.
Sucede
que tengo el asco a tiro de palabra. De cualquier palabra.
Me da
asco la política mundial. Me da asco la Unión Europea, que protesta porque el
asqueroso de Maduro expulsa al asqueroso del embajador alemán. ¿No es la UE,
en muchos aspectos, la casa de tolerancia de los Estados Unidos? ¿No es Maduro
el dietista idiota y radical de su pueblo? ¿No es Alemania el reino de la
perfección consumista y los afectos desaparecidos? ¿No volverían a ser nazis
si se les permitiera?
Mucho
asco me da Trump, como lo saben mis lectores. Pero es el mismo asco que siento
por Macron, ese maitre de La Tour d’ Argent. Y es la misma repulsión con
reflujo gástrico que me causa Kim Jon-un, el heredero de esa casa Usher de
Corea del Norte.
Y
respecto de Macri, no siento nada porque Macri no existe: un fondo buitre
gobierna la Argentina.G
George Groz |
Bolsonaro
me acongoja las tripas, es cierto, pero también Ortega, el revolucionario que
terminó de guachimán empoderado de la derecha. Payasos y asesinos dominan el
escenario mundial mientras la ultraderecha europea prepara la noche y sus
cuchillos. Será la respuesta, otra vez bárbara, a la dictadura de lo
“políticamente correcto” que impuso una izquierda que ama a la plebe y ha
renunciado a todo liderazgo moral.
¿Y lo
que sigue haciendo Israel con los palestinos? ¿Y el experimento social
practicado por Occidente en Siria, ensayo catastrófico sucedido después de que
los dementes del ISIS creyeran -otra vez- que Alá es un carnicero y Mahoma un
Charlie Manson? ¿Y el odio pakistano-indio, que podría convertirse en guerra
atómica? ¿Y los curas pedófilos? ¡Qué digestión!
Mientras
tanto, en este pequeño país donde he nacido y deberé morir (sic), la política,
que ya había desaparecido en manos de fiscales que firman y policías que
allanan, se esfuma otra vez porque un congresista arrecho entabla diálogos de
horroroso gusto con una señora que se lo permite y que reanuda el contacto aun
después de los agravios de tono parrillero. ¿Cómo? ¿A eso nos hemos reducido?
Bueno, sí. Eso es lo que también somos. Eso es lo que nos merecemos. Para eso
hemos trabajado tantos años arruinando nuestra educación y permitiendo que la
hipocresía de la prensa concentrada nos gobernara el alma. Fuimos González Prada
y Porras. Hoy somos Lescano y Rosita Bartra, que ahora quiere una ley que
castigue “el acoso político con agravantes” cuando se trate de congresistas o
funcionarias públicas. Ser mujer en el Perú ya no es una condición que implica
la igualdad ante la ley: es un privilegio. ¿Habrá que desear ser mujer? ¿De eso
se trata?
La
prosperidad falaz de las encuestas presidenciales cambia de tendencia y ahora
el señor Vizcarra debería entender el mensaje. ¿Lo entenderá? ¿Entenderá que la
decadencia de las cifras es una demanda para que gobierne y dedique sus
esfuerzos a paliar los daños que debieron preverse y a estimular la economía
ralentizada? Gobernar no es salir en la tele ni tuitear. Es tomar decisiones.
En Madre de Dios, por ejemplo, se tomó una. La pregunta es si se sostendrá,
dada la presión millonaria" de quienes compran el oro ilegalmente obtenido.
La decisión que se adoptó frente a los camioneros fue fatal y crea un
precedente de juzgado de guardia: si matoneas y te apoderas de las carreteras,
te va bien.
Hildebrandt en sus Trece |
Nadie
piensa en grande en la política peruana. Nadie nos habla del país al que
aspira, de las ideas que podrían reunirnos,
de las metas que nos podrían permitir obviar esta asquienta cotidianidad de
acosadores y sangre en las
calles. Un ejemplo notable de esa carencia de horizonte es el Congreso de Juan Sheput, que ha hecho
de la nimiedad y la pobreza intelectual, todo un manual de instrucciones. En resumen,
doscientos años después de la independencia nacional seguimos siendo, desde el
punto de vista institucional un país no nato, una república a medias, una
nación acribillada por las diferencias.
Vuelvo al tema del asco, que empieza a ser en mi caso
una sombría recurrencia.
Podría decir que, en el fondo del túnel,
el optimismo nos espera y que la paz y el progreso están a la
vuelta de la esquina. Pero cuando pienso en lo que aquí se ha convertido el feminismo, en los planes fujiapristas para
sabotear al gobierno y deslegitimar las investigaciones del caso Lava Jato, en las taras sociales
que nos paralizan, en el periodismo anencefálico
que domina la prensa que vemos,
oímos y leemos, qué quieren que haga,
llego a la conclusión de que la
desesperanza es el único modo de
no contaminarse, la única manera de demostrar alguna resistencia y un cierto coraje. Todo entusiasmo sobre el Perú revelaría un cociente intelectual
peligroso. Y en relación al mundo, cito a
Tomás Unger, ese hombre extraordinario en un país de grisuras tiesas: “La sexta extinción de las especies -la antropogénica- ha comenzado”. ▒
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