LA GRAN QUIJADA
Escribe: Guillermo Vásquez Cuentas
Tomado
de punocuturaydesarrollo.blogspot.com, enero 2016.
Publicamos
ahora esta nota, por la actualidad
que
ha cobrado en la coyuntura política del Perú.
E
|
n
las elecciones peruanas en curso[i],
hay un candidato presidencial estadounidense que -como a buena parte de sus
connacionales- de tanto mascar chicle le creció la quijada.
Matrero
en el manejo de teorías y prácticas de la economía política del
demoliberalismo, bien aprendidas en su largo tránsito por organismos
internacionales, empresas transnacionales y sus propias empresas, el hombre de
la gran quijada ha demostrado gran audacia al candidatear al ejercicio del máximo
cargo de poder de un país del que abjuró solemnemente, pese a ser su país
natal.
¿Su
difundida imagen de gringo económica y políticamente exitoso, le ha ayudado en
el logro de un lugar expectante en las encuestas sobre intención de voto en
Lima y algunos lugares del Perú?. ¡Claro que sí!. Eso porque hay ciertos
limeños, especialmente sanisidrinos, miraflorinos, sanborjinos, molineros,
surcanos (en cuyos distritos vive la gran parte de la alta clase política de
este país) que tienen entre sus sueños y aspiraciones ser parte de una sociedad
que se configure con los moldes de la llamada “american way life” (estilo de
vida estadounidense).
Pero,
infortunadamente, no son solo ellos. Si alguna verdad ha dicho en una de las
campañas anteriores el parco hoy alcalde Castañeda, es que el alza porcentual
de apoyo al hombre que de tanto mascar chicle le creció la quijada, “obedece a
una moda pituca
de quienes creen que votar por un pituco los hace también
pitucos”. (Como se sabe, en el Perú el término “pituco” sirve para designar a
persona generalmente presumida y “de clase alta”. Nosotros llamamos
“pituquesos” a los aspirantes a pitucos).
FOTO: Politica Total |
Como
para confirmar el aserto del ex-alcalde limeño de habla escasa, están las
estadísticas levantadas por varias encuestadoras sobre “Intención de voto
presidencial por nivel socioeconómico” que vienen publicando distintos medios
de comunicación masiva. Allí se constata que el de la gran quijada se encuentra
en el segundo o tercer lugar de las preferencias.
Llama
profundamente la atención de cualquier analista de la coyuntura política
regional, el apoyo de algunas capas citadinas de electores de Puno y Juliaca al
hombre que de tanto mascar chicle le creció la quijada, lo cual resulta
desconcertante, por decir lo más suave.
Cuando
hace algún tiempo, en un artículo que publicamos criticando la actitud de
quienes se oponían por razones racistas, anti-cholas y anti-indias a que los aimaras
tuviéramos una universidad, nos referimos a esa capita de mistis a los que
identificamos como “pituquesos”, es decir aquellos que, echando al trasto sus
orígenes, su identidad, su historia, el debido orgullo por sus ancestros,
quieren fungir de pitucos, o sea lo que coloquialmente y vulgarmente se conoce
como “cholos igualados”.
Parece
que son muchos de ellos los que –increíblemente- habrían pasado a integrar la
plataforma social de electores sobre la que se levantan las pretensiones del
ciudadano extranjero, cuya “renuncia” a la nacionalidad gringa parece ser un
bluf del cual apenas se empieza a investigar y hablar.
Esa
actitud es tanto más triste como ridícula y patética en nuestra región, cuando
vemos a algunos puneños de tez cobriza, muchos de ellos jóvenes,
propagandizando el voto por el hombre de la gran quijada.
Lo
que falta a esas personas, no es solo un tratamiento intensivo con fuertes
dosis de “ubicaína”, sino también y sobre todo, clases de Historia Política del
Perú, porque en ella encontrarán variedad de “anticuchos” del quijadón. Y no
van a decir que la literatura sobre este tema es escasa. Hay mucho escrito al
respecto.
En
el conjunto de biografías con enfoque crítico que han sido publicadas, no
pueden pasar desapercibidos los empeños del hombre de la gran quijada como
lobby de intereses del capital extranjero, de lo cual hay abundantes ejemplos
reveladores de su recóndita posición antiperuana y pro extranjera.
Solo
como ejemplo y como es muy sabido, esa posición se puso en evidencia cuando
desde el cargo de miembro del Directorio del Banco Central de Reserva del Perú,
regaló una millonada de dólares a la Internacional Petroleum Company, poco
antes expulsada de los campos de Brea y Pariñas por el gobierno revolucionario
de Velasco Alvarado.
Para
no responder por ese hecho ante la justicia peruana, optó por huir del país.
Debido a las soberbias dimensiones de la quijada, es fácil imaginar las
dificultades que tuvieron sus cómplices y colaboradores para embutirlo en la
maletera del auto que lo hizo trasponer la frontera.
Los
jóvenes puneños y peruanos que, tal vez de buena fe, simpatizan con esa
candidatura, deberían repensar detenidamente el sentido patriótico de su voto
en los comicios que se avecinan.
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[i] Las
últimas elecciones presidenciales y congresales
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Juramento de PPK a su patria, Estado Unidos:
“Declaro bajo juramento, que renuncio absolutamente y por completo a toda lealtad y fidelidad a cualquier estado o soberanía extranjera, de quien o del cual haya sido sujeto o ciudadano antes. Que apoyaré y defenderé a la Constitución y las leyes de Estado Unidos de América contra todo enemigo, extranjero y nacional. Que profesaré fe y lealtad reales hacia el mismo; que portaré armas de fuego bajo la bandera de Estado Unidos cuando lo exija la ley. Que prestare servicio como combatiente en las Fuerzas Armadas de los Estado Unidos cuando lo exija la ley. Lo juro ante Dios”
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Juramento de PPK a su patria, Estado Unidos:
“Declaro bajo juramento, que renuncio absolutamente y por completo a toda lealtad y fidelidad a cualquier estado o soberanía extranjera, de quien o del cual haya sido sujeto o ciudadano antes. Que apoyaré y defenderé a la Constitución y las leyes de Estado Unidos de América contra todo enemigo, extranjero y nacional. Que profesaré fe y lealtad reales hacia el mismo; que portaré armas de fuego bajo la bandera de Estado Unidos cuando lo exija la ley. Que prestare servicio como combatiente en las Fuerzas Armadas de los Estado Unidos cuando lo exija la ley. Lo juro ante Dios”
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