EMILIO
VASQUEZ
VÁSQUEZ, Emilio (Acora 1903-Lima 1986): maestro y escritor. H. de Tomás Vásquez
Vidangos y de Juana Chamorro (Saravia?), n. el 4-IV-1903 y m. el 27-XI-1986.
Desde la infancia hubo de trabajar, para
atender a sus necesidades; pero esforzóse para terminar la educación secundaria
en el Col. Nací. San Carlos, de Puno; y a mérito de las calificaciones obtenidas
en sus estudios se le otorgó una beca en el Instituto Pedagógico Nací, de
Varones.
Con el título de Profesor de Primera
Enseñanza, inició sus tareas docentes en una escuela de Chucuito (1928); pasó
luego a Juli, llave y Puno; fue transferido a la Dirección de Educación Normal
del Ministerio de Educación Pública; e ingresó entonces a la U. M. de San Marcos,
en la cual obtuvo título de Profesor de Segunda Enseñanza y el grado de Dr. en
Educación.
Nombrado asesor de los cursos de Letras en el
Col. Nací. San Luis Gon- zaga, de lea (1950), desempeñó allí sus funciones
hasta jubilarse. Y requerido por la U. Nací, del Centro, hízose cargo de exponer
varias asignaturas de su especialidad en la Facultad de Educación.
Contribuyó, en Puno, a la edición del Boletín Titikaka (1926-1930), bajo
la dirección de Gamaliel Churata; y desde entonces ha colaborado intensamente
en publicaciones culturales. En 1986 recibió las Palmas Magisteriales en el
grado de Amauta, otorgadas por el
Ministerio de Educación a solicitud
unánime del Congreso de la República. Ha publicado cinco poemarios,
inspirados en el hombre y el paisaje
de su tierra nativa: Altipampa
(1933), Tawantinsuyo (1934), Kollasuyo (1940), Altiplania
(1966) y Poema- rio Titikaka (1884). Estudios sobre teoría y práctica de
la educación: Negación de la escuela peruana (1935); Posibilidad de
un sistema peruano de educación (1944); Manual de educación rural
(1947); Panorama de la educación rural en los países andinos (1954);
Pedagogía general (1957 y 1966); Historia de la educación (1969). Estudios
antropológicos: La
pandilla puneña (1947); Santo Domingo de Sicaya (1949); El
mestizaje sudamericano (1970). Estudios histórico-literarios: Simón
Rodríguez y un elogio del Libertador (1952); Paisajes de lea (1958); Moisés
Sáenz (1965); Iniciación poética de Alejandro Peralta (1976); La
rebelión de Juan Bustamante (1976); El maestro Raúl Porras Barrenechea
(1981).
(ENCICLOPEDIA ILUSTRADA TAURO DEL PINO)
ALGUNAS OPINIONES SOBRE LA
OBRA DE EMILIO VÁSQUEZ
DE LUIS ALBERTO
SANCHEZ
En el 4 tomo de Literatura Peruana, p. 1547, Luis Alberto
Sánchez reconoce a Emilio Vásquez como poeta y maestro y en esas dos
dimensiones de su personalidad destaca la indigenidad de su mensaje y de su
actitud de protesta:
“Emilio Vázquez, maestro de profesión, escritor de
vocación, indígena de raza, ha publicado libros en prosa y en verso... expresión sencilla de proclamado orgullo
indio, y, aunque a menudo en son de protesta, suave y armoniosa protesta de
poeta” (p. 1547)
DE JOSE URIEL
GARCÍA
En el prólogo al poemario Altipampa de Emilio Vásquez
José Uriel García afirma: “A todo esto me saben estos poemas de ALTIPAMPA de
Emilio Vásquez, poemas lacustres y pamperos, que igual de otros de su
constelación espiritual, ha ido recogiendo en su peregrinación por pueblos
kollavinos, peregrinación apostolar de maestro de indios... Altipampa es un
poemario del drama kollavino.”
DE JORGE BASADRE
En el prólogo al libro La Rebelión de Juan Bustamante de
Emilio Vásquez, Jorge Basadre destaca las manifestaciones del pensamiento
político de Emilio Vázquez en la
exposición histórico — crítica de la obra: “Emilio Vázquez es un veterano de
la docencia, condecorado no sólo por los diplomas y títulos que uno a uno
obtuvo, sino fundamentalmente por la tenacidad y la limpieza de su labor”.
(p. 9)
“Hombre siempre inquieto y curioso no sólo en el aula y
en los libros, sino en la vida, recuerda sus tareas de obrero gráfico, que echó
tinta y cajeó originales en El Eco
de Puno y en La Tea” (p. 10).
“Emilio Vásquez recuerda su enfrentamiento peligroso en
1935 con el Prefecto de Puno, general Armando Sologuren, cuando firmó unos
artículos en Noticias de Arequipa, sobre los luctuosos acontecimientos
de la hacienda San José de don Bernandino Arias Echenique, en la provincia de
Azángaro” (p 10).
“Sesentón como yo, envidio su actividad, su espíritu de
trabajo, y, más que nada su integridad espiritual y moral. Integridad: concepto
implícito en el nombre del periódico de Abelardo Gamarra, es lo que debemos
pedir, sobre todo, a los escritores de nuestro tiempo” (p. 11).
“Emilio Vásquez ha tenido el acierto de exhumar la figura
de Juan Bustamante hombre sin paralelo. Relata su odisea como el primer peruano
que viajó dos veces por el mundo; su trayectoria de político limpio y defensor
tesonero y abnegado de los indios y la tragedia que circundó su muerte, una de
las más horribles que manchan el siglo XIX” (p 11).
“A la luz de los minuciosos esclarecimientos de Emilio
Vásquez y de las normas teóricas generales antedichas podríase intentar una
ubicación de la rebeldía y el sacrificio de Juan Bustamante” (p 14)
DE AUGUSTO TAMAYO
VARGAS
En el tomo II de su LITERATURA PERUANA, Augusto Tamayo
Vargas tan sólo menciona a Emilio Vásquez entre los poetas peruanos: “La
poesía peruana se puebla de cuadros nuestros; ya es el ambiente porteño en
Spelucín; ya son aspectos serranos en Alejandro Peralta, en Emilio Vásquez, en
Luis Rodríguez, que se dejan seducir por impresionantes fórmulas vanguardistas”
(p. 333)
En el prólogo al libro POEMARIO TITIKAKA, Tamayo Vargas
expresa: “El Poemario Titikaka, ya compilado en 1950 y sólo dado a la
publicidad ahora (1984), vuelve a hacernos oír la voz del antiguo cantor de la
meseta andina. Mientras tanto el maestro ha ido adquiriendo solidez y
experiencia de educador desde el Centro Escolar Inicial hasta la Universidad,
sea en Puno, en Lima, en Ica, en la Universidad Nacional de Huancayo, y esa
experiencia se manifiesta en la forma que ataca la poesía con una mayor
serenidad de yaya, conductor de juventudes”. (p 16)
DE ESTUARDO NÚÑEZ
En LITERATURA PERUANA DEL SIGLO XX, Estuardo Núñez juzga
a Emilio Vásquez como poeta: “Emilio Vásquez es quien resumen más
cercanamente una tendencia expresionista (en la poesía) por su mayor categoría
épica, por el carácter hímnico de sus poemas y por su agudísimo sentido humano,
integral y potente” (p 53).
“Emilio Vásquez es un caso ejemplar como pocos en el Perú
de permanente y perseverante dedicación a los menesteres intelectuales. Muy
joven iniciado en las tareas del magisterio en su tierra natal, Puno, bajo la
sabia advocación de ese maestro que fue José Antonio Encinas, destaca ya dentro
de una nueva generación de poetas que promovió el movimiento indigenista con
Alejandro Peralta, Gamaliel Cuarta, Carlos Oquendo, Luis de Rodrigo, Dante
Nava, Aurelio Martínez, Mateo Jaika, Alberto Cuentas y Emilio Armaza, y que
caracterizaron en la prosa a Emilio Romero y a Inocencio Mamani en el teatro” (p. 9 Pórtico en el libro El Maestro Raúl Porras
Barrenechea)
DE RICARDO
GONZÁLEZ VIGIL
En artículo dedicado al POEMARIO TITIKAKA, publicado en
El Comercio (28—7—1985) de Lima, destaca la proyección indigenista de la poesía
de Emilio Vásquez: “Más depurado que en sus poemarios anteriores, Emilio
Vásquez labora en Poemario Titikaka páginas que merecen figurar en una
selección de la poesía indigenista o nativista”.
DE CESAR
ATAHUALPA RODRÍGUEZ
En Carta—crítica de César Atahualpa Rodríguez, comenta la
obra literaria de Emilio Vásquez de esta manera: “Emilio Vásquez cuya poesía
intento comentar, es uno de los grandes poetas de ese movimiento revolucionario,
a que hago referencia... Por la poesía de Emilio Vásquez circula la sangre de
la raza aymara, raza no sojuzgada sino después de muchas cruentas intentonas de
los quechuas con una entonación de pututo, instrumento de guerra que sólo
pueden soplar los que tienen los pulmones bien templados, listos para la
guerra” (p. 100)
DE CARLOS DANIEL
VALCARCEL
En su glosa sobre Emilio Vásquez en el libro Poemario
Titikaka juzga a Emilio Vásquez de esta manera: “Pertenece a una generación
de distinguidos, educadores puneños y colaboró dentro de esa pléyade de
maestros ejemplares que encabezara el ilustre educador José Antonio Encinas,
maestro en los diversos escalones de la enseñanza nacional y que culminó con el cargo de rector
de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, cuna de la cultura peruana”
(p.. 102).
Más adelante, Valcárcel expresa: “El Dr. Estuardo
Núñez... ha efectuado el escorzo del maestro Vásquez en una breve pero
sugerente presentación que capta la esencia del pensamiento y la actitud
personal del conferenciante de esta noche, sobre los héroes sin paralelo, Túpac
Amaru y Vilcapasa, inmolados en aras de una patria libre y soberana (1781—82),
en el Cusco y en Azángaro, Puno” (p. 104).
“El Dr. Emilio Vásquez es un maestro de vocación, con un
sentido de humildad (virtud, de los fuertes) y una fruición intelectiva
admirable, por su tenacidad y pétrea impavidez ante cualquier injusta
incomprensión”. (p 63) El
Maestro Rául Porras Barrenechea).
“Mérito del libro del maestro Vásquez es su
intencionalidad aglutinante y constructiva, alejada de intenciones conflictivas
o iconoclastas propiciante de una tendencia de integradora actividad
interdisciplinaria. Porque el libro de Emilio Vásquez contribuye a un fraterno
acercamiento cultural, gracias a la voz de un hijo del Titikaka, milenaria
pacarina del Perú”. (p 64,
Colofón en el libro El Maestro Rául Porras Barrenechea).
DE JOSE TAMAYO
HERRERA
En su “Historia Social e
Indigenismo en el Altiplano”, dice: “Emilio Vásquez ha sido el autor de
producción más vasta y versátil..., se ha convertido en la memoria viva del
indigenismo puneño, particularmente del Grupo Orkopata, a cuyo recuerdo y cuyo
culto, consagra los últimos años de su vida fructífera de maestro y escritor”.
(p. 107 de Poemario Titikaka).
DE MANUEL SUAREZ
MIRAVAL
.”.. El poeta puneño Emilio Vásquez nos brinda en Altiplanía
un hondo y veraz contacto terrígeno. Desde Altipampa y Kollasuyo (1933 y 1940)
Vásquez ha estado siempre ligado a su paisaje y su dintorno. Es la expresión de
su ambiente alto, muy alto, que sólo pueden pulsar pulmones privilegiados, tal
el autor de Altiplania”. (Revista IDEA, Lima., Junio de 1969).
DE GAMALIEL
CHURATA
“Emilio Vásquez, con este haylli, arranca de la
insurgencia promocional que tuvo gleba en Orko—pata. Esto es que viene
de las raíces telúricas de la altiplania del Kollao” (p.7 — Pórtico de Altiplanía).
“Emilio Vásquez es hombre que por la morfología de la
mentalidad, la composición mineral de la osatura, hasta por el perfil aruwake,
hace paradigma del poeta del Sagrado Lago de nuestros señores inkas, y si vivió
su trágico cotidiano, convivió la fascinación azul del vértigo de la altura,
sin olvidar ni un minuto que el hombre como el chaiña —el jilguerillo de
nuestras arboledas— posee una sola forma de hacerse amar: el canto, pues la
única sugerencia legal lírica de toda naturaleza germinal” (p. 11, Pórtico de Altiplanía).
DE EMILIO ARMAZA
“Alejandro Peralta, tú y yo, hemos penetrado en el alma
del hombre y el paisaje del gran Collao, mediante nuestros cantos. Nuestra
poesía es el trasunto de un mundo para muchos casi desconocido” (p 106. Poemario Titikaka).
BREVE
ENTEVISTA DE WINSTON ORRILLO A EMILIO VASQUEZ
Revista OIGA N° 377,
5JUN1970
El sur beligerante
Emilio Vásquez es, sobre todo, poeta y educador.
El proviene de esa beligerante generación que editaba el Boletín Titikaka y
que, según Jorge Basadre, no tendrá paralelo en el Sur por la obra qué había
desarrollado.
— ¿Cuál es ella, Emilio?
—"Nuestro aporte al
estudio del problema indígena, del problema de la tierra; de lo que hoy se
llama justicia social".
Nacido en Puno, en 1903, Emilio Vásquez define la
temática de su poesía como "eminentemente peruana en el más noble sentido
de la palabra. En ella se puede oír el acento de la quena y del pututo, del
charango y la guitarra".
— Háblanos de tus libros
—Ellos son Altipampa
(1933), TawantinMuyo (1934), Kollasuyo (1940), Altiplano (1966). Igualmente
tengo otro poemario Titikaka ya totalmente listo, pero tengo problemas para
editarlo. Existe —y es preciso denunciar esto— una
terrible indolencia y desdén
hacia el autor nacional. Uno lleva su libro a la librería y se lo arrinconan.
Claro porque se tiene que dejar a consignación y al librero sólo le interesa
vender aquello que tiene que pagar por letras. El autor peruano, que edita con
sus esfuerzos y sacrificios, está marginado. Pero volvamos a mis libros. El
primero de ellos tuvo suerte, pues, al poco tiempo de su aparición varios de
sus poemas fueron publicados, en francés, en la revista Monde, que entonces
dirigía Henry Barbusse; también se hicieron traducciones al alemán y al inglés,
donde formaron parte de una antología de la poesía americana. En portugés
también han aparecido unas crónicas mías sobre el Titikaka".
— ¿Cómo influye la política en tus libros?
—No se puede prescindir
de la política; ella gravita sobre la emoción del creador. Yo fui distribuidor
de la revista Amauta y de los 7 Ensayos de Mariátegui en la provincia de
Chucuito, donde vivía.
— ¿Conociste a Oquendo de Amat?
—Me parece estarlo viendo
ahora mismo. Estuvimos en Juli, capital de Chucuito. Era un bohemio empedernido.
Pobre como Cristo y meditativo. Bebía mucho y era de espíritu totalmente
desprendido: él quería que todos fuéramos lo mismo. Vestía muy modestamente y
siempre andaba con un abrigo gris que protegía su flaco cuerpo del gran frío.
Su poesía es muy profunda y trascendente.
— Hay un joven poeta, Ornar Aramayo, que es
puneño..
—Lo conozco mucho. Su
mamá fue mi alumna. A él le dimos una comida varios poetas del Centro Cultural
Puno. Me parece algo de lo más importante de la nueva generación, junto con
José Luis Ayala, otro poeta también puneño y joven. ■