domingo, 13 de noviembre de 2011
Historia de la Ciudad de Puno, la otra capital de Puno
Escribe: René Calsín Anco | LOS ANDES - 04 nov 2011
Los antecedentes de la Ciudad del Lago se remontan hasta los primeros pobladores altiplánicos; después están asociados a las diversas aldeas puquinas y aymaras que florecieron en el área donde hoy se encuentra esta ciudad. Las aldeas puquinas resultaron establecidas por los qaluyos, pukaras y tiwanakus y las aldeas aymaras por los qollas y lupaqas. En este medio geográfico, hace medio siglo, surgió un pueblo inka, con la denominación de Puñuy; sin embargo, este espacio logró mayor notoriedad cuando el pueblo minero de San Luis de Alba hizo de capital de corregimiento y cuando se fundó la villa de Nuestra Señora de la Concepción y San Carlos; se consolidó cuando se convirtió en sede de intendencia, que es equivalente a capital departamental.
LOS PRIMEROS POBLADORES.- En la hoy ciudad de Puno, la presencia humana data de hace diez milenios, cuando recolectores y cazadores convirtieron a las pampas y los cerros en recintos de recolecta y caza. En la actualidad queda material lítico y arte rupestre (en Salcedo) que da testimonio de este poblamiento inicial. Después contamos con la integración de los pescadores o uros, que se asentaron por inmediaciones del lago Titicaca y los ríos; estos habitantes que hicieron que la pesca sea su principal actividad, se comunicaban a través de la lengua uruquilla. Hace ocho decenios se extinguió el uruquilla en Ch’imu (a escasos kilómetros de la ciudad de Puno) y zonas aledañas.
LA AGRICULTURA Y LA GANADERÍA.- Hace cinco milenios, con el descubrimiento de la agricultura y la ganadería, los recolectores se transformaron en agricultores y los cazadores en pastores o ganaderos. Por esas conquistas aparecían la arquitectura y la textilería; los pobladores errantes se convertían en sedentarios, cuando empezaron a fijar su residencia. Esos descubrimientos motivaron el paso de una economía recolectora a una economía productiva.
LAS ALDEAS PUQUINAS.- En el medio que tratamos, hace tres milenios florecieron varias aldeas asociadas a las culturas agropastoriles, que ponderaron a la agricultura, nos referimos a Qaluyo, Pukara y Tiwanaku. Estas culturas, forjadas por moradores de habla puquina, lograron una preponderancia de dos milenios. Una de las aldeas Qaluyo se identificó en Chincheros (cerca al lago, por el Km. 8 de la vía Puno - Juliaca). Una de las varias aldeas puquinas surgió por el cerrito Huajsapata, desde entonces este enigmático cerrito hizo de lugar sagrado, a decir de Félix Palacios Ríos: “Wajsapata... tiene las evidencias de un importante asentamiento Pukara, posiblemente un templo”. En la actual ciudad de Puno, hubo numerosas aldeas tiwanakus, para Mario Núñez Mendiguri la isla Esteves fue “el principal centro Tiwanaku” de esta área.
LAS ALDEAS AYMARAS.- Ante el declive de la cultura Tiwanaku y la incursión militar de pobladores de habla aymara, ocurrió una expansión puquina y un enfrentamiento entre puquinas y aymaras. Después de que los puquinas resultaron vencidos por los aymaras, estos establecieron varios reinos en el altiplano. El ámbito que tratamos estuvo en jurisdicción de los qollas y lupaqas. A qollas y lupaqas, que lograron una hegemonía de cuatro centurias, los separaba un río, que en la colonia se le llamó río Puno y en la república río Socabón; en la pasada centuria se podía apreciar a este río.
EL PUEBLO DE PUÑUY.- Este pueblo resultó formado por pobladores qollas en los años aurorales del siglo XVI, cuando Huayna Cápac gobernaba el Tawantinsuyo; porque en la administración de este inka se cambió la sede del Qollasuyo, de Hatunqolla a Chucuito. El cambio de la capital propició un rediseñamiento del Cápac Ñan o camino real de los inkas. En el nuevo sistema vial resultaron favorecidos tres lugares: el primero fue Chucuito, por ser la nueva capital del Qollasuyo; el segundo fue Paucarcolla, puesto que el Cápac Ñan que se desplazaba del Cusco a Chucuito, dejaba de cruzar el pueblo de Hatunqolla y en su lugar pasaba por Paucarcolla; y el tercer lugar favorecido fue el que resultó elegido para que un ramal del camino Chucuito – Cusco, se dirigiera a la costa; precisamente en ese lugar de la bifurcación del camino real de los inkas emergió y floreció el pueblo de Puñuy. El curaca Qacha estuvo al mando de este pueblo que contaba con 500 tributarios.
EL REPARTIMIENTO DE PUNO.- El 1 de agosto de 1535, por cédula suscrita por Francisco Pizarro, se estableció el repartimiento de Puno sobre el pueblo de Puñuy. El repartimiento se encomendó al conquistador Gómez Mazuela. Al curaca del pueblo de Puñuy los hispanos lo denominaron Señor de Puno. A Gómez Mazuela le sucedieron los encomenderos Martín Dolmos y Alonso García Ramo. En 1573, según la Tasa de la visita general de Francisco de Toledo, el repartimiento de Puno contaba con 983 tributarios, de los cuales 603 eran aymaras y 380 uros, en total hubo 4705 pobladores.
EL PUEBLO DE SAN JUAN DE PUNO.- El 24 de junio de 1591 se estableció el pueblo de San Juan de Puno. En ese mismo año se determinó la edificación del templo de San Juan por orden del Obispo de Charcas; al respecto el historiador Alejandro Cano escribió: “mandó construir en 1591 el Obispo de Charcas Fray Domingo de Santo Tomás”. El pueblo hispano de San Juan de Puno hizo de capital del repartimiento de Puno, teniendo por plaza principal al actual parque Pino.
EL PUEBLO DE SAN LUIS DE ALBA.- Asociado al auge minero se formó el pueblo minero de San Luis de Alba. En menos de una década, de simple campamento minero se convirtió en capital del corregimiento de Paucarcolla. Este pueblo ostentó tal privilegio once años, hasta el debelamiento de la rebelión de Laykakota, que trajo consigo su destrucción y el traslado de su población. En 1770 Cosme Bueno decía: “sirvió de Capital, desde el año de 1657, el asiento de este mineral con el nombre de San Luis de Alva, hasta el año de 1668”. El pueblo de San Luis de Alba en su máximo esplendor, contó con una población superior a los 10 000 habitantes.
LA FUNDACIÓN DE LA VILLA.- Como desenlace de los sucesos de Laykakota, el 9 de setiembre de 1668 el virrey Conde de Lemos en un ambiente convulso fundaba la villa de Nuestra Señora de la Concepción y San Carlos cerca al pueblo de San Juan de Puno, con el respectivo trazado de la población, la distribución de solares y el señalamiento de sitios para la plaza principal (hoy plaza de Armas de Puno), la iglesia matriz y otras instituciones. Además, la villa fundada se convirtió en capital del corregimiento de Paucarcolla. Ocho semanas después, el 4 de noviembre, se realizaba la misa de acción de gracias, que solemnizaba la conclusión del traslado de la población de San Luis de Alba.
Sobre la fundación de la villa hay una referencia en el libro de Diego Esquivel y Navia: Noticias cronológicas de la Gran Ciudad del Cuzco, escrito en plena colonia, a mediados del siglo XVIII. Tal referencia es contundente y esclarecedora, no sólo porque indica la fecha de la fundación de la villa, sino porque alude al libro y al folio en donde se encuentra la ordenanza del virrey Conde de Lemos. La referencia expresa: “Llegó el virrey a Puno... Después de demolida Laycacota, hizo el conde ciertas ordenanzas para la nueva población, su fecha en Puno en 9 de septiembre, las que están en el libro 12 de Provisiones de esta ciudad, a fojas 262. De vuelta de aquel asiento entró el virrey en el Cuzco, miércoles 24 de octubre”.
LA TOMA DE PUNO.- En los años de la revolución tupacamarista la villa de Puno se convirtió en el último reducto colonial. La villa sufrió tres asedios. Después de esos cercos, hubo un éxodo hispano, de la villa de Puno a la ciudad del Cusco. Luego de los asedios y la evacuación, el 28 de mayo de 1781, las fuerzas patriotas tomaban la villa de Puno. Esa toma simboliza el momento más importante de la revolución, porque significó el inicio del efímero Perú independiente, que se prolongó por diez meses; para el historiador Juan José Vega: “La toma de Puno… marca quizá el momento más alto de todo el ciclo tupacamarista”.
LA INTENDENCIA DE PUNO.- El 21 de junio de 1784, después de la revolución tupacamarista, se estableció la intendencia de Puno. Carmen Torero Gomero en un estudio sobre la Audiencia del Cuzco, escribe: “El 21 de junio de 1784 se hizo efectivo el pedido, formándose la Intendencia de Puno con los partidos de Puno, Chucuito, Lampa, Azángaro, y Carabaya, segregados de la Intendencia de La Paz”. La villa de Nuestra Señora de la Concepción y San Carlos, o simplemente villa de Puno, con la instauración de esta intendencia se convirtió en su sede, es decir, en capital departamental, puesto que las intendencias tienen su equivalente en los departamentos; de manera que Puno nuevamente adquiría otra jerarquía, de capital provincial devino en capital departamental.
LA CIUDAD DE PUNO.- Dos décadas después de que Puno se convirtiera en capital de intendencia, el 14 de octubre de 1805, la villa de Puno accedía al rango de ciudad, por real orden. Sobre el título alcanzado y la fecha de emisión, contamos con un ilustrativo artículo que apareció en La Bolsa de Arequipa, el 17 de setiembre de 1865. En el artículo aparece la siguiente información: “El valle de Puno es mui estrecho, y su población asciende á diez mil almas, cuya mayoría se empleaba, en la época de nuestra historia, en el trabajo de las minas. En este valle está situada la villa de Puno, que fué mas tarde distinguida por Carlos IV con el título de ciudad, por real orden de 14 de octubre de 1805”.
EL DEPARTAMENTO DE PUNO.- Con el acceso a la república, las intendencias se convirtieron en departamentos. Así, la intendencia de Puno se transformó en departamento de Puno. Por vez primera el departamento de Puno aparece registrado el 26 de abril de 1822, cuando se convocó a elecciones por supremo decreto.
LA INDEPENDENCIA DE PUNO.- A más de dos semanas de la batalla de Ayacucho, el 27 de diciembre de 1824 se levantó la población puneña. El historiador Alejandro Cano escribía: “El 27 estalló el movimiento popular... la multitud que se lanzó sobre la guarnición hispana, consiguiendo su desarme tan rápido como incondicional. Abriéronse las puertas del depósito de los prisioneros de la isla de Esteves”. Apenas que los patriotas lograron el control de la ciudad de Puno, se formó un ejército al mando del militar de mayor graduación que estuvo confinado en la isla Esteves, nos referimos a uno de los lugartenientes de José de San Martín, el general argentino Rudecindo Alvarado, quien nombró al primer prefecto de Puno, programó la jura de la independencia y la instalación de las nuevas autoridades ediles. Así, el 30 de diciembre se procedía a la jura de la independencia en la plaza de Armas de la ciudad de Puno, con mucha solemnidad y gran júbilo.
LA PROVINCIA DEL CERCADO.- Por el decreto dictatorial del 2 de mayo de 1854, suscrito en el Cusco por el presidente provisorio, Mariscal Ramón Castilla, se determinó la creación de la provincia del Cercado y se reordenó la demarcación de las demás provincias del departamento de Puno. La provincia del Cercado (hoy provincia de Puno), se creo con los distritos de: Puno (capital), Ácora, Atuncolla, Cabana, Capachica, Caracoto, Coata, Chucuito, Juliaca, Paucarcolla, Pichacani, San Antonio, Tiquillaca y Vilque.
LA OTRA CAPITAL DEL PERÚ.- En 1967 el notable narrador andino y escritor universal José María Arguedas denominó a la ciudad de Puno: “la otra capital del Perú”; es decir la Capital del Folklore Peruano, por la milenaria, riquísima, vasta y variada tradición dancística de la región Puno. 18 años después, el 5 de noviembre de 1985, por Ley Nº 24325 se concretaba esta designación de manera legal; el primer artículo de la mencionada Ley expresa: “Reconócese a la ciudad de Puno, capital del Departamento del mismo nombre, la categoría de ‘Capital del Folklore Peruano’”.
LA CAPITAL REGIONAL.- El 14 de abril de 1989 se crea la región José Carlos Mariátegui, conformada por los departamentos de Puno, Moquegua y Tacna. Esta región estuvo en funciones hasta el 5 de abril de 1992. La ciudad de Puno, en varias ocasiones, hizo de capital de la región José Carlos Mariátegui.
LA ACTUAL CIUDAD DE PUNO.- Desde 1992 y por un decenio la ciudad de Puno volvió a ser capital departamental. Desde el 2002 los departamentos se denominaron regiones; por tanto, hoy la ciudad de Puno es la capital de la provincia de Puno y de la región del mismo nombre.
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