sábado, 17 de junio de 2023

OPINION: EL MOMENTO POLITICO EN EL PERU EN SINTESIS

 ¿CUÁNTAS MUERTES MÁS QUIEREN?

Por: Marisa Glave

“La amenaza de Boluarte, preguntando ‘¿cuántas muertes más quieren?’, ante la reactivación de las protestas, es una señal más de su mando sobre las acciones represivas del Gobierno”.

Las últimas declaraciones de la señora Boluarte son una amenaza contra la ciudadanía que se organiza para ejercer su derecho a la protesta. Es una abierta demostración de un ejercicio autoritario del poder, basado en la fuerza de las armas y no en la legitimidad social.

Con menos de 15% de aprobación, la sobrevivencia de Boluarte en el poder depende exclusivamente del beneplácito de la componenda política congresal y de la acción represiva de las fuerzas del orden. Ambas condiciones son inestables y lo sabe bien la actual ocupante precaria de Palacio de Gobierno.

El Congreso tiene una agenda propia con dos objetivos. Por un lado, el copamiento institucional, del que ya hemos hablado y que tiene como últimas víctimas los organismos electorales —en particular el Jurado Nacional de Elecciones— y la Junta Nacional de Justicia. Por el otro, la bicameralidad como mecanismo de continuidad.

La compraventa de votos en el Congreso es intensa estos días. El cogoteo de Alva en cámaras —su verdadero retrato— es solo una expresión de lo que pasa en los pasillos congresales todos los días. El objetivo es lograr a como dé lugar 87 votos para evitar un referéndum. ¿Por qué? No solo porque en general la bicameralidad no es la propuesta más popular, sino porque esta versión supone crear un Senado hiperpoderoso, uno que no podrá disolverse bajo ningún concepto y que tendrá hegemonía limeña, pues, como se sabe, el voto por distrito único privilegia la representación de las circunscripciones más grandes y Lima, no lo olvidemos, concentra el 30% de la población. Se pretende con este cambio bloquear los caminos institucionales a las propuestas de cambio que vienen desde las demás regiones y provincias del país.

Estarían por lograr pronto los votos. Boluarte les es útil solo mientras duren estas negociaciones, luego es desechable. De hecho, Boluarte es un costo electoral. La mejor evidencia es la última declaración de la señora Fujimori, tratando de desmarcarse de este Gobierno. Es evidente que no quiere cargar con un peso muerto.

Por otro lado, las declaraciones de Boluarte y Otárola echando toda la responsabilidad de las más de 60 muertes a la PNP y a las FF.AA. son también una señal de alerta para los oficiales encargados de reprimir a la ciudadanía. No es solo la justicia peruana, son organismos internacionales los que observan con detenimiento la violación de derechos humanos en nuestro país desde el 7 de diciembre. La amenaza de Boluarte, preguntando “¿cuántas muertes más quieren?”, ante la reactivación de las protestas, es una señal más de su mando sobre las acciones represivas del Gobierno. Ojalá que quienes reciben las órdenes sean conscientes de la carga de responsabilidad que les echarán encima.<>

ARTE FOTOGRAFICO

 

Mateo Candia


J.J. Choquehuanca: Orquesta nativa


N.N. Contraluz en Parque Pino

Christian Rivera: Manco en Huajjsapata

Chambilla: Verbena

GRANDES MUSICOS PUNEÑOS

 MARIANO BÉJAR PACHECO

Por: Félix Paniagua Loza

En COMPOSITORES Y MUSICOS PUNEÑOS, Puno 1990, p. 33

Uno de los grandes valores de la música puneña, es MARIANO BEJAR PACHECO, naci­do el 25 de marzo de 1893, en la provincia de Melgar - Puno distrito de Nuñoa, tierra de colorido y riqueza musical folklórica. Sus estudios primarios los hizo en su tierra natal; la secundaria en el Colegio Nacional “San Carlos” de Puno en 1909. Por su espíritu de superación en 1930 ingresó a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos de Lima, a la Facultad de Antropología siendo discípu­lo del amauta Dr. Julio C. Tello.

Sus estudios de música, inició en Nu­ñoa, con el sacerdote jesuita profesor Soste­nes Rendón excelente músico, que descu­brió la vocación musical de Béjar Pacheco; en 1926 continuó sus estudios musicales en la ciudad de Arequipa, siendo alumno del notable compositor Don Felipe Lino Urquieta; y, en 1928 realizó sus estudios completos de folklore, con el Maestro español Felipe Pedrell.

Béjar Pacheco con su vocación musical, se destacó en la organización de estudiantinas y conjuntos de arte vernacular, en la Capital de la República, de ahí que “la crítica musical ha ejercido mucha influencia sobre los intérpretes y aún sobre la formación de conjuntos tal es el caso de los más famosos que han sido sin duda alguna, Carlos Raygada (que alguna vez firmó Mazappa) y César Arróspide de la Flor, aún en actividad. Recordamos otros nombres mencionaremos a Guillermo Salinas Cossío, Mariano Béjar Pacheco, Carlos Sanguinetti” [i]

Dominaba todas las técnicas de la Ciencia Musical, fue maestro del compo­sitor, músico, musicólogo y abogado huanuqueño Francisco Pulgar Vidal, en violín.

Radicado en Arequipa, cultivó la música de Cámara y Sinfónica en el famoso Teatro Olímpico, el maestro Enrique Pinilla dice: “Don Mariano Béjar Pacheco compositor e investigador puneño autor de las óperas “Melgar” y “El Pueblo del Sol”, el poema sinfónico “Amazonas”, muchas andinas inspirados en el folklore quechua y wanca” [ii]. Como músico compositor en:

1917.- Fue Director de la Orquesta de la Primera Compañía Incaica Cusco, realizando una gira por Bolivia, Chile y Argentina con el patrocinio del Dr. Ángel Vega Enríquez, catedrático de la Universidad San Antonio de Abad del Cusco.

 1928.- Obtuvo el Tercer Premio, en el Primer Concurso de Música y Bailes Nacionales, realizado en la Pampa de Amancaes de Lima.

1930-1931.- Crítico Musical del diario “EL COMERCIO DE LIMA”.

1930.- Fue organizador y fundador de la Sociedad Internacional de Música Contemporánea, junto con José Sabogal, Andrés Sas, María Wiese y Gustavo Brandes.

1930.- Secretario General de la Sociedad de Músicos Nacionales.

1936.- Integra la Comisión Organizadora de la Orquesta Sinfónica Nacional.

1946.- Secretario General del Sindicato de Músicos del Perú.

1946.- Fundador y Director de la Orquesta Sinfónica Peruana.

1946.- Como folklorista, fundó el Instituto Nacional de Relaciones folklóricas. Como compositor estrenó en el Teatro Municipal de Lima, su ópera “EL PUEBLO DEL SOL” basada en la novela del mismo nombre del escritor arequipeño Augusto Aguirre Morales.

1922.-1926.- Béjar Pacheco en la docencia, fue profesor de música en el Colegio Nacional Independencia Americana de Arequipa.

1946.-1963.- Profesor de Música de los colegios nacionales de Pedro A. Labarthe, José María Eguren, Teresa Gonzáles de Fanning y en el Instituto Pedagógico de Lima.

Y, en los colegios particulares de Pando, Corazón de Jesús, Nuestra Señora del Gimnasio Peruano, San Jorge de Miradores y Modelo de Lima.

Béjar Pacheco con su exquisita pluma, colaboró en varias revistas de la ciudad de Arequipa como: “Los Ángeles”, “Humanidad”, “Antara”, “Folklore” y otras; asimismo publicó artículos de su especialidad en el diario El Comercio de Lima.

Como ente social, fue uno de los organizadores de las actividades del Club Puno, de Lima, con motivo del Aniversario de la Fundación Española de la ciudad de Puno, en la que participó cada año.

Béjar Pacheco también incursionó en la labor política, así en:

1946.- Fue Secretario General de la Agrupación de Músicos Apristas e integran­te de la Agrupación de Maestros Apristas “Manuel Gonzáles Prada”.

1945 - Concejal del Municipio de Chosica; y

1946- Concejal del Municipio de Lima.

Entre sus obras musicales de Mariano Béjar Pacheco son: ”Pandilla Puneña”, “Andinola Aymara N- 10”, OPERAS: “Melgar” y “El Pueblo del Sol”. BALLETS: “Una fiesta en Ajllahuasi”, “Sueño de Ripac”, “Manchay Puito”, “Estampas del Imperio”,Flecheros del Inca”, “Los Aukis Bravios”, “Honderos Collas”.

PRELUDIOS: 56 preludios para piano y varios sinfónicos.

POEMAS SINFONICOS: “Amazonas”, “Nuñoa”, “Tempestad en el Lago”. PLEGARIA: (Para barítono)

CANCIONES ESCOLARES: Danzas y juegos rítmicos

LABOR LITERARIA Y DE DIVULGACION:

Historia Crítica de la Pro­ducción Musical en Arequipa, Tecnificación de los instrumentos musicales peruanos, por medio de la aplicación musical, Estudios del folklore peruano y su tecnificación.

HIMNOS: Himno a Arequipa (letra del Dr. Francisco Mostajo), Himno de la Gran Unidad Escolar José María Eguren, Himno del colegio Gimnasio Peruano, Himno del colegio San Jorge de Miraflores.

Mariano Béjar Pacheco, ilustre músico puneño por sus composiciones, crea­ciones y como Profesor de colegios, mereció medallas de oro, de plata, diplomas de honor, en el Perú y el extranjero, por llevar y difundir el mensaje de la música puneña. Falleció en Lima, el 6 de agosto de 1969[iii].

DATOS ADICIONALES[iv]

Mariano Bejar Pacheco contrajo matrimonio con Trinidad Morales Olazabal. Fruto de esta unión, fue una hija: Elsa Bejar Morales.

En Segundas nupcias, casó con N. Rivera. Tuvieron dos hijos: Jorge Béjar Rivera, y  Héctor Béjar Rivera[v]

Desde su infancia se dedicó al estudio de la música. Folklorista, compositor e instrumentalista. En Bolivia, Argentina, Chile, Colombia y otros países, ha ofrecido conciertos sinfónicos de las mejores obras peruanas instrumentadas por él. En 1924 fué premiado con medalla de Oro por la Municipalidad de Arequipa, en un Certamen de Compositores y también en Lima, en 1929 obtuvo el Primer premio pecuniario y medalla de oro en un concurso.

Es un indigenista que ha trabajado bastante, en los diferentes aspectos de nuestra música y un gran conocedor de la Organografía incaica (descripción de los instrumentos).

El Archivo Audiovisual de Música Tradicional y Popular del Instituto de Etnomusicologia, tiene en calidad de donación los manuscritos originales de la obra del compositor puneño de principios del siglo XX, Marino Béjar Pacheco, que consta de 166 piezas de sus obras musicales (para piano, orquesta, y una ópera). La colección está en proceso de clasificación, catalogación y digitalización.

____________________  

[i]  DE MUSICA EN EL PERU, obra editada por el Patronato Popular y Porvenir Pro Musica Clásica, págs. 157-158

[ii] Ibid

[iii] Datos proporcionados por el Sr.  Jorge Bejar Pacheco

[iv] Victoria Vargas S., Teoría y Cultura Musical, pg. 61-62, s/ed., Lima, 1947.

[v] Héctor Béjar Rivera (Huarochiri, 2 de septiembre de 1935) es un escritorsociólogoartista plástico y abogado peruano; catedrático de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y la Pontificia Universidad Católica del Perú. Fue guerrillero del Ejército de Liberación Nacional en los años 1960 junto a Javier Heraud. Sirvió brevemente como ministro de Relaciones Exteriores entre el 29 de julio y 17 de agosto del 2021, durante el gobierno de Pedro Castillo.







viernes, 16 de junio de 2023

HILDEBRANDT OPINA SOBRE LA ACTUALIDAD POLITICA

 KEIKO CANDIDATA

César Hildebrandt

Q

Tomado de HILDEBRANDT EN SUS TRECE Nº 640, 16JUN23

ué gran noticia. Qué buena nueva.

Keiko Fujimori volverá a candidatear.

No importa que, por ahora, su lanzamiento sea una manera de distraer a la gente ante el juicio oral que se viene: la señora quiere estar sentada en el banquillo con la aureola de ser lideresa de un partido y no como lo que de veras es: jefa de una organización criminal que cuenta con una poderosa representación parlamentaria.

Al final, la señora candidateará por cuarta vez. Porque le han dicho que a la cuarta va la vencida y que esta vez “no nos ganan, arribaperú”.

¿Volverán los Romero a darle millones de dólares?

¿Volverán las oscuras golondrinas de su guarida sus verdes a colgar?

¿Volverá RPP a recibir plata en maletines?

¿Volverá la CONFIEP a hacer una megachancha?

¿Volverán los cócteles milagrosos, las mochilas volanderas, lospadrinazgos sin huella?

Aquí, en esta modesta revista, estamos felices. Una cuarta canidatura de la heredera de la mafia fujimorista terminará, otra vez, en sepelio electoral. Y esta vez el rigor mortis puede ser definitivo. No hay regreso después de cuatro pésames, no hay vampiro que aguante cuatro estacas.

Si la derecha reincide en Keiko Fujimori, es que no tiene remedio ni capacidad de entender el país.

El antifujimorismo no es repudio ni odio: es miedo. Entiéndanlo de una vez por todas: el antifujimorismo es un mecanismo de defensa ante la posibilidad de que la Yakuza peru­viana se instale otra vez en Palacio. El antifujimorismo no proclama per­secución alguna: teme la que vendrá cuando gente de la calaña de Galarreta se instale en el poder y lo infecte. El antifujimorismo no opta por ningún candidato: votará a ciegas por quien enfrente a la señora que estudió en el extranjero con plata que todos los meses le entregaba el muy depravado Vladimiro Montesinos, socio de su sórdido padre.

El antifujimorismo es la memoria sanadora. Gracias a él recor­damos cómo es que las fuerzas armadas se pudrieron, la justicia se despachaba en el SIN, los fiscales aplaudían como focas, el Tribunal Constitucional fue baño público, el Congreso un bulín, los ministros una manga de cómplices, la prensa -en general- una zorrona. Nadie hizo tanto para que el Perú fuera el muladar que fue y que termi­namos de descubrir gracias a un video. Todo intento anterior de entronizar un autoritarismo corrupto y con vocación de metástasis quedó como ridículo si lo comparamos con lo que le hizo Fujimori al país. ¿Benavides? Agua de malva. ¿Leguía? Un ensayo débil. ¿Odría? Una mala imitación. ¿El gobierno militar? Un acto fallido. Fujimori sumergió al Perú en una solución química que combinaba lo peor del criollismo con lo más hábil del populismo extorsivo. No hubo institución oficial que se salvara del experimento social del fujimorismo. Hasta la iglesia católica tuvo que producir un Cipriani para ponerse a tono.

De modo que si la derecha no entiende que el antifujimorismo está más vivo que nunca y que no importa cuánta hipocresía harvardiana derrame la presunta nueva Keiko, allá ella.

El problema es que esa persistencia en el error puede arropar a un radical de consecuencias devastadoras. Mientras más cerca se sienta la amenaza del fujimorismo zombi, más opciones habrá para que un demagogo de las izquierdas extraviadas se presente como el macho salvador.

¿Eso quiere la derecha?

¿O quiere que un Jurado Nacional de Elecciones reorganizado por el fiijimorismo le dé una mano a Keiko en el escrutinio? ¿Quieren una Juliaca a la ene potencia? ¿Sueñan con una guerra civil?

La derecha no le debe nada al fujimorismo. Los empresarios de verdad saben muy bien que las vacas gordas de los buenos tiempos no vienen de un texto constitucional sino del trabajo, la inversión, los precios internacionales, el capital foráneo, el valor de la moneda, la estabilidad jurídica. La constitución de 1993 fue el marco. Pero no habría pintura en ese marco sin el quehacer de los peruanos produc­tivos. Lo reitero: los empresarios no le deben nada al fujimorismo. Al contrario: los herederos del corrupto Fujimori han contaminado al conservadurismo peruano con un tufo de malignidad que distancia y polariza. Tener éxito creando empleo y riqueza no requiere militar en el fujimorismo, un club del crimen que premiaba el mercantilismo, la opacidad, el financiamiento ilegal y las trafas del poder judicial montesinista.

La derecha, como la izquierda, tiene que renovarse. El mundo de hoy se ha complicado lo suficiente como para exigir no sólo nuevos rostros sino una nueva comprensión de las cosas. El fujimorismo, como el marxismo-leninismo, es una antigualla, un cadáver insepulto, un mal recuerdo. Recuerden, suscriptores de “Gestión”: Fujimori perdió ante Castillo. Lo que vendrá ahora es la profecía de Disney: perderá ante Tribilín. ▒▒




jueves, 15 de junio de 2023

ESCRITOS IMPORTANTES DE INTELECTUALES PUNEÑOS DESTACADOS

 INTERPRETACIÓN DEL MITO (APUNTES)

Gamaliel Churata

El absoluto del hombre primitivo ha mantenido sobre él una influencia decisiva hasta el momento en que ciertos factores extraños a la simpleza de sus costumbres vinieron a reemplazarla por otro absoluto suscitado en un nuevo paisaje o concierto vital.

¿Qué absoluto u órgano de costumbres es el absoluto del hombre primitivo?

Si analizamos los elementos que integran estas dos unidades encontraremos que coexisten a todo intento de formación mental y complementan el concepto de universo y de mundo, al mismo tiempo que actúan sobre el individuo en el perentorio sentido de infundir el sentimiento y la intuición de las cosas, percibibles más allá de sus relaciones exteriores.

A este resultado podríamos llegar de manera directa y simple planteando el problema con enunciados domésticos y manuables, porque, en último análisis, el absoluto no es sino la unidad del ser en la vida, y esta unidad se realiza más directamente cuando el hombre se liga con mayor entrañamiento a la raíz de intereses de su grupo, o sea el humus social. Es decir, el absoluto se declara y vierte cuando el individuo realiza previamente un connubio con agua, viento, calor, etc. Y luego con electricidad, radio, automóvil o cinematógrafo, unidades de su mundo mental. Mientras este consorcio no se efectúa, no hay posibilidad de la existencia del mito, no hay unidad o sinergia, no hay absoluto.

El mito representa o simboliza, pues, la expresión de unidad del hombre con el mundo que domina, pero del cual se comprende tributario en cuanto rinde pleitesía a la unidad mental que él mismo establece y denomina.

El mito resulta, entonces, una entidad sutil cuya formación se realiza diariamente en cada uno de nuestros pensamientos, y, sobre todo, en cada uno de nuestros actos, y su posibilidad resulta real y orgánica puesto que proviene del hombre. Los cristianos emiten a Cristo como el Pako emite al Achachila, dueño, empero, de una potencialidad superior, de la potencialidad que viene de la unidad del ser con el mundo de las cosas, o sea la Naturaleza.

Si admitimos el espectáculo de la luz y nos apercibimos de ella, es muy natural que el mito luminoso se llame Apolo entre los griegos, Wirakocha entre los americanos de la Altiplanicie u Osiris entre los persas; pero de que se llame a que sea en la realidad hay una distancia inconmensurable, en medio de la cual se observa todo el diálogo de la Edad Media y de la Época Moderna. No. No es preciso, sin embargo, que las cosas sean, basta que las cosas tengan utilidad, y como la utilidad es un concepto práctico, se deduce que todo lo útil es real… y es, pues, real, en el hombre, que es toda la realidad que las cosas puedan ambicionar a poseer. Aquí radica una de las condiciones vitales del mito, y la razón primordial de su ser.

Una vez que esta realidad se ha corporizado, nace su verdadera función, y su función se llama civilidad.

La civilidad no es más que una afirmación de la voluntad de ser en alianza con la naturaleza de las cosas. Hay ciudades antiguas que nacieron de estas grandes emanaciones mitológicas; se llamaron Ur en la Caldea o Tiwanaku en América; se llaman Leningrado o Roma…

¿Cómo se realiza el proceso de mitologización del individuo o del grupo? De antemano cabe afirmar que tanto vale decir mitologización que integración, sea del hombre como unidad social o del grupo como estamento colectivo. Cuando el grupo cinegético se bautiza con el nombre de un animal –Kunturis– es porque ambas fuerzas vitales se han complementado hasta dar origen a determinada unidad social y mental. Esta operación de liturgia simple, denuncia el concepto del tótem, paso firme ya para la formación del dios metafísico. Nada tan interesante como este proceso. El aneródromos griego o el buey Apis son representaciones de esta unión secular por medio de la que el hombre ensaya apoderarse de las fuerzas de la naturaleza en su propio servicio. Pero, seguramente nada lo explica mejor que algunas piezas de arqueológicas de origen aymara o nazca. Lo que el alfarero indio quiso representar en el hombre que se apodera del puma hembra, no fue seguramente el vicio nefando, porque luego elevó el fruto intelectual de este maridaje a símbolo o mito de su pueblo. Así, el hombre-puma o el hombre-cóndor, indicarían que el hombre se adueñó por sus virtudes de la fiereza del animal rampante o de la altivez del ave, rey de los picachos andinos y de su cielo. Quirón, el sabio centauro, es, sobre todo, la animación de un arquetipo en que el hombre aparece dominador de la bestialidad oscura, y cuando el Cisne posee a Leda, perfectibilísima, los griegos quisieron ofrecernos la más insinuante, eurítmica e impoluta noción que de la belleza femenina había concebido ese pueblo.

Los hijos de Letona fueron, porque la madre reventó una fecundidad digna de la tierra, abundantes y agrarios como el sapo, y de este animal tomaron las virtudes que los hicieron grandes en su tiempo, y existe hoy un pueblo –el Soviet– que ha tomado también del espectáculo de la naturaleza el símil o el tótem para realizarse en el mundo. La República del Proletariado revela que su organización no proviene de una química diabólica sino de la honda, sistemática y simple sabiduría del gobierno natural.

Cuando se contempla esa República donde el trabajo, la urgencia de dar, de reproducir el pensamiento, de alimentar de su espíritu una época, funciona con la amplitud y armoniosa regularidad de un pulmón joven, sólo se piensa en seres diminutos como el electrón del viento y numerosos y eficaces como ellos.

Yo ignoro si algún especialista se ha detenido a considerar los términos en que el proceso de mitologización de una idea guarda relación con el menester doméstico de los hombres. Mas, esto es primordial y simple. No existiría dios alguno en el panteón de las religiones si este proceso de culinaria vital no se hubiera cumplido en todas sus formas. Nada por lo demás más lleno de poesía, o de vida real. En efecto, cuando el juicio inapelable del racionalismo herético dominó al mundo de las ideas, las religiones perdieron para siempre su valor inmutable. Supimos, entonces, que la muerte no existe, o que la muerte es antes que todo, la trasmutación de una forma de la materia en otra forma de la materia, es decir, un viaje. ¡El viaje tenebroso a través de rutas ilimitadas donde la tiniebla blasfema y gruñe y el pobre ser que vivió la plenitud de la vida solar añora el hontanar nativo, en hambritud de la linde opuesta de esa selva oscura, forte y fortissima, donde se abre, de pronto, la plenitud angélica… la otra vida!

Los hermanos Ayar
Este mundo de ideas no fue inventado por el Dante, ni Juan Crisóstomo; este mundo de ideas corresponde, con mayor o menor sutilidad, al acervo primitivo. Los incas pensaron –los griegos arcaicos y egipcios igualmente– que en la muerte no había sino un deceso parcial, de consciencia y presciencia, ya que el yo orgánico del difunto seguía viviendo, para lo cual era necesario poner a su alcance chicha, maíz, coca, en fin, todos esos pequeños elementos que sustentaron, acabaron de formar e impulsaron a la vida tal ser que no ha muerto sino que viaja… y qué viaje! ¡Pronto las raicillas penetran acuciosas rompiendo el secreto de la tierra y se apropian del corazón y los ojos, del músculo y del hueso, y taladran, ágiles, pertinaces, múltiples, hasta que el grano de maíz o la semilla de árbol, revienta buscando el seno núbil de la mujer amada para echar allí, en sangre suya, la yema tierna que rompe el terrazgo hasta elevarse hacia el sol y la vida! Qué honda, tenebrosa y escalofriante tragedia entretanto la de la célula que ha conservado su personalidad entera hasta ese momento súbito cuando siente que un nuevo ser, breve y suave, la reclama para otra existencia…

Los pieles rojas –Chateaubriand lo refiere– no daban sepultura a los niños, pensando que habiendo muerto sin vivir no era la tierra la llamada a reintegrarse de ellos, sino las aves que cantan y las flores que perfuman; así, al amanecer, ataban el cadáver de una rama elevada y pedían que la Naturaleza se restituyera de ese hálito. ¿Hay acaso manera más simple, profunda y bella de comprender la vida, de mitologizar la vida? Pues de esta suerte, haciendo hervir a través de milenios la misma patata, nuestro antepasado comprendió que entre él y este fruto de la tierra se había realizado una sociedad y con ella un convenio tácito, naciendo de este hecho la cultura y los grupos de América…

En la mecánica de la historia se ve que el primer acontecimiento social se relaciona con el primer fenómeno de la producción. El mar engendra imperios que son como él, políticamente proteicos y amenazadores, otros donde la tierra infunde la proporción estética en las cosas y en los hombres, y en otros donde el sistema fluvial da origen a pueblos constantemente angustiados por la idea de una deidad antropomórfica y meteorológica. La formación –es de repetirse– del grupo, tiene, sobre todo, origen en un mito, en el mito de la producción. Y hasta el mito hombre: Javhé –el Achachila, Freud lo denomina el Patriarca–, no tiene valor alguno para su grupo sino en tanto sirve como elemento de la conservación colectiva.

Siempre que la relación entre la naturaleza y el hombre fue perfecta, es decir mientras el hombre vivió sujeto a ella, se realizó un consenso, una relación armónica de elementos que dio origen a esta forma superior de síntesis intelectual que denominamos un mito. Mas, hay que anotar que la Naturaleza puede estar también constituida, o representada, por el mundo mecánico, el mundo fáustico que dijo Spengler, porque no es solamente Naturaleza lo que ha salido de las manos estuosas de Dionisos, sino todo aquello en que el hombre levantó su voluntad de vivir…

El hombre y su grupo no alcanzan otra forma de entenderse que a través de símbolos mitológicos, de alegorías suprafísicas, de porciones matemáticas de conocimiento hablado, con las cuales y para las cuales acordaron vivir en sentido social. Algo más, a medida que la sociedad evoluciona, sus mitos adquieren mayor inmaterialidad, se refieren menos a fenómenos de la tierra y más a porciones de intelecciones positivas que son generalmente representaciones de anhelos de equilibrio en el beneficio y la distribución de la riqueza. El proceso cumple, entonces, la ley que Kant llamó de percepción trascendental. “La proyección más o menos completa de las condiciones permanentes y accidentales del sujeto sobre el objeto”, conforme enseñó Wundt.

He aquí por qué la buena técnica en los estudios históricos aconseje rastrear la filosofía de los hechos a través de las mitologías populares, antes que hacerlo en las obras específicas de historiología que se elaboran con propósito deliberado de producir una conclusión determinada. Es así cómo, más, mucho más que los cronicones religiosos de la Colonia, puede aclarar la Historia de la América, el estudio de los mitos indígenas, vivos aún en la tiniebla del aplanamiento intelectual de sus grupos primitivos. Y esto resulta particularmente indiscutible cuando se analizan los sistemas económicos del Ayllu, de los cuales los cronistas transmiten datos generalmente equivocados o porfiadamente erróneos. Y es que el mito –repitamos–, para la filosofía del hombre entrañado en el universo de la Vida, no es, no puede ser otra cosa que la manifestación de su unidad en el mundo, es decir el primer sentido de disciplina del conocimiento aplicado al trabajo: su absoluto.

Estas leyes, por lo demás, se perciben claramente en el fenómeno de la formación del lenguaje. La filosofía positiva señala varias condiciones para determinar la existencia del mito: que el fenómeno sea percibido por todos; que su presencia sea la condición de generalidad, tanto en la vida individual como en la colectiva y luego en el elemento que más propiamente denominamos, ahora, económico y que se refiere a la zona geográfica en que se produce. Es natural que el criterio materialista acepte muchas de las conclusiones del positivismo; pero para el materialismo histórico, el mito no es sino la traducción metabólica del fenómeno de la producción relacionada con el grupo, y el lenguaje se explica como uno de los aspectos del problema general a que se vio obligado el grupo primitivo; de esta manera las ideas adquieren formas alegóricas o simbólicas que traducen la satisfacción de tales necesidades inmediatas.

Max Müller ha explicado el penoso desarrollo de este proceso tan semejante a la gestación del óvulo, pero tan maravilloso y completo como ella. Sólo en el idioma moderno se puede constatar valores definidos y concretos en que el símbolo se separa del valor positivo de la realidad. Así, en rigurosa técnica dialéctica, el nacimiento del lenguaje ha sido siempre considerado como un fenómeno germinativo. El hombre moderno, educado en la ciencia que sostiene con Kepler que “la naturaleza se expresa en matemáticas”, ha escindido el valor florestal del lenguaje antiguo, el cual, al referirse al fruto, relacionábalo con su mito mediato, confundiendo ambos conceptos en una ambivalencia que da pintoricidad a su idioma pero que le resta precisión. Por eso, el lenguaje, como ninguna otra manifestación del hombre, denuncia la nacionalidad, y con la nacionalidad, las necesidades vitales del grupo… podríamos decir, con Braum, que tanto el lenguaje como el mito –y siempre aquél es una forma de éste– es un instinto biológico de la raza, en tanto es un producto social.

Parece, pues, que el hombre en el accidentado decurso de su vida no puede superar ciertas formas que condicionan su devenir y que en el cumplimiento de su misión como ente social, es decir como personaje histórico, tiende a la formación de grandes símbolos que le permiten mostrarse organizado en una disciplina trascendente.

Considerado así el mito, es de un valor permanente intransferible.

miércoles, 14 de junio de 2023

PINTORES EXTRANJEROS SIMPATIZANTES DE LA PUNEÑIDAD

 JOSÉ MALANCA EN PUNO

 #retratandoelAltiplano #PunoPerú

E

n mayo de 1928 llegó a Puno José Américo Malanca (1897-1967), pintor nacido en Córdoba (Argentina) y reconocido paisajista. Tras haber estado en Europa y como parte de una beca viajó por Bolivia y Perú y otros países de América. Identificado ya con las ideas renovadoras de los muralistas mexicanos y de los primeros grupos apristas que conoció Europa (Malanca diseño la primera bandera del Apra), tomó contacto en Puno con Gamaliel Churata y los personajes del grupo Orkopata.

Lago Titicaca
“Encontré (en Puno) otra clase de hombres, de un temperamento, y que demuestran con franqueza sus simpatías para los argentinos. Contra mis deseos, sólo permanecí cuatro días en Puno y emprendo nuevamente la marcha hacia Cusco, la ciudad más histórica de América” (Otero, 2017).

A pesar del corto tiempo, congenió rápidamente con Churata y se dice que la foto de éste en que se le vería en la biblioteca municipal de Puno habría sido tomada por Malanca. Churata le hizo cartas de recomendación para sus amigos en Cusco y para José Carlos Mariátegui a quien también envió un artículo sobre la obra del argentino, la misma que apareció en en el número 19 de "Amauta" ("Posibilidad vernacular en la pintura de José Malanca”, diciembre de 1928). Allí dice Churata:

“Con recursos imaginativos poderosos, pudo (José Malanca), obedeciendo a su entronque occidental, dar uno de los muchos pintores cosmopolitas que han nacido ocasionalmente en América; pero prefirió –y hasta creo que en la elección obró más el instinto que el cálculo- la incursión a lo americano… Pero ¿y qué es, a fin de cuentas, lo americano? Desde su estudio en Florencia él sentía la nostalgia del Cusco… ¡Kosko! … Es decir, en él se despertaba un nuevo hombre viniendo del ancestro” (Churata, 1928).

Calle de Puno
Tras estar en Cusco y conocer Machu Picchu y a los intelectuales indigenistas, Malanca llegó a Lima a principios de noviembre de 1928 y realizó su exposición “Paisajes de América”, presentando 31 pinturas sobre Bolivia, Puno y Cusco. Se hizo amigo de Mariátegui quien lo nombró su representante en el exterior. Malanca es el autor de conocidas fotografías del Amauta y su familia, pues era un buen fotógrafo. En Lima conoció a la poeta Blanca del Prado con quien luego se casó y vivió luego en Córdova.

Malaca regresó a Puno en varias ocasiones, como en 1935 en que se relacionó con el "Circulo Pictórico Laykakota" y habría dicho: “A los hombres, a la luz, al color y al fantástico lago que hacen de Puno la patria de los pintores” (Reynoso, 2013a). También habría realizado en 1937 una exposición en Puno y otra en Lima.

En Puno se encuentran las pinturas de Malanca "Calle Deza" en el Museo Dreyer, y “Calle de Puno” y “Casonas de Puno antaño” en el Club Kuntur.

___________________

Fuentes:

Otero, R. (2017). Artistas en tránsito: viajes, tradición y renovación en las artes plásticas de Córdoba durante los años 20. Bernal, Argentina: Universidad Nacional de Quilmes.

Churata, G. "Posibilidad vernacular en la pintura de José Malanca”. Revista Amauta N° 19. Diciembre de 1928.

Reynoso, 2013a. Rumbos de la pintura puneña. En: http://casadelcorregidor.pe/colaborac.../_biblio_Reynoso.php

Reynoso, 2013b. Pintores y pintura puneña. Empresa de generación eléctrica san gabán s.a.

Gutiérrez, R (2018). “El “viaje americano” o el redescubrimiento de la propia identidad a través del arte”. En: El pensamiento americanista en tiempos de la Reforma Universitaria. Buenos Aires, CEDODAL, 2018.




 

ACERCA DE UNA REVISTA PUNEÑA Y PUNEÑISTA

https://altiplania.org/2021/11/04/palabras-iniciales/

En noviembre del 2021 cuando la pandemia todavía hacia estragos, salió el primer número de Altiplania. Los invitamos a repasar los artículos de ese número, para lo cual cada día publicaremos entradas que los llevaran a la revista. Empezamos con la presentación inaugural de la revista:

Somos un grupo de gente puneña que ha decidido materializar el principio de una sugestiva aventura intelectual, consistente en continuar y afianzar el trabajo cultural que cumplimos a través de diversos medios que la moderna tecnología de comunicación social ofrece, para aunar y coordinar esfuerzos comunes para el tratamiento intelectual de contenidos sobre la realidad global del amplio espacio geográfico que sirve de asiento a los pueblos collavinos.

Nos interesa la larga trayectoria histórica de las colectividades humanas altiplánicas; las vicisitudes que desde tiempos remotos jalonaron su accidentada vida; los aportes de nuevas sangres que ellas fueron recibiendo a través de los siglos; y, la cultura de rico y diverso contenido que se fue forjando en la cuenca hidrográfica del gran Titikaka, desde milenios y centurias y que con carácter indio, cholo y mestizo se manifiesta pletórica y se enriquece en nuestro tiempo. (Seguir leyendo en https://altiplania.org/2021/11/04/palabras-iniciales/)

Equipo Editor: Guillermo Vásquez Cuentas, Carlos Portugal Mendoza, Rene Calderón Vilca
 ___________________________ 

NOTA:  Todos los números publicados aparecen en la columna de la derecha. Con solo un click sobre la caratula del numero que se se desee, se puede leer y/o bajar el contenido.

COSTUMBRES DE MI TIERRA

 AÑO NUEVO ANDINO 5531

CON RITUAL ANCESTRAL PRESENTAN ACTIVIDADES PROGRAMADAS EN PUNO

Tomado de: Vive Candelaria, https://vivecandelaria.com/

C

on un ritual ancestral sabios andinos y autoridades de la municipalidad de Puno presentaron el lanzamiento oficial del “Año Nuevo Andino 5531”, en esta edición la celebración milenaria será recibida en el mirador Kuntur Wasi este 21 de junio, además se han adicionado diversas instituciones que formarán parte de los actos conmemorativos.

El ingreso al puerto Luis Banchero Rossi fue el escenario de la presentación, que fue iniciada por el responsable de la Sub Gerencia de Promoción, Educación, Cultura y Deporte, Melvin Otto Quispe Churquipa, que indicó que la actividad es muy importante para provincia de Puno, pues revalora las costumbres y tradiciones de nuestro entorno.

“Sintámonos orgullosos de nuestras costumbres, esta actividad permitirá reactivar la economía mediante una serie de actividades, que se realizarán desde hoy hasta el 21 del presente, el 15 y 16 se realizará la parte teórica conceptual por parte de los conocedores del porqué del año nuevo andino, en coordinación con el Concejo Regional de Sabios Andinos”, explicó el funcionario.

Por su parte el primer regidor Dr. Salvador Hancco Aguilar, quien en idioma quechua sostuvo que el origen de nuestras costumbres debe ser encumbrado. “Permítanme darle gracias al Dios sol, a la madre naturaleza, Pachamama por dar el tiempo de reunirnos en esta ocasión, sabemos que somos descendientes de los quechuas, urus, amazónicos, aymaras. El día de hoy damos por iniciado estas actividades, son 5531 años de vivencia el poblador andino, nuestras costumbres y tradiciones, a través de la vestimenta, educación, música, danza y platos típicos de la zona, que podemos compartirla con las urbes de otros continentes”, manifestó.

Además, se contó con la participación de los sabios y sabias aymaras y quechuas que realizaron un pequeño agradecimiento a la Pachamama, por los dones brindados y por el nuevo sol. <>

 

AÑO NUEVO ANDINO

Adolfo Huirse 

Una sociedad como la andina, organizada en torno a la producción agrícola de acuerdo a la observación de los fenómenos astronómicos, es probable que debió regirse por un calendario luni-solar vinculado a los ciclos de la naturaleza. Se afirma que ese año está dividido en trece meses de 28 días cada uno, con cuatro semanas de siete días, correspondientes a las cuatro fases lunares. Total 364 días. El día faltante para completar los 365 días está dedicado al Sol, su suprema deidad. Este día es llamado Inti Raymi (en quechua), o Willka Uru (en aimara), y coincide con el inicio del Año Nuevo Andino los 21 de junio. En el mundo mapuche el año nuevo es el Wetripantu, uno de los tres grandes ritos de esta nación que comienza la noche del 23 de junio, como preparación a la salida del sol el día 24.
Cada Año Nuevo Andino coincide con el solsticio de invierno, es decir, cuando el Sol comienza un nuevo recorrido, visto desde nuestro hemisferio. Según el calendario quechua (oficialmente aceptado desde 1992 en Ecuador, Perú, Bolivia, Norte Chileno y Norte Argentino) estaríamos (2013) en el año 5531. 
Hay que recordar, en contrario, que el mundo andino abarca etapas que son anteriores al mundo quechua: Chavín, Tiwanaku, Wari, etc. Si hablamos de civilizaciones como Caral (costa central del Perú), o la de los puquina y los uru en el altiplano peruano-boliviano, es posible remontarnos a los más tempranos inicios de la historia de la civilización en los Andes. 
El solsticio de junio es el momento en que el sol llega a su punto más bajo, cuando los rayos del sol bañan con su máxima inclinación las regiones del hemisferio sur de la Tierra. Esta etapa corresponde a la culminación del invierno y es el momento elegido para la celebración del Año Nuevo Andino, ya que “marca el fin de una temporada de cosecha y el inicio de una nueva época de siembra”. 

El solsticio de invierno marcó la celebración de la fiesta más importante del incario ya que, desde el gobierno de Pachacútec, entronizó el culto estatal al Inti o Dios Sol con la fiesta del Inti Raymi o Fiesta del Sol. La celebración suprimida por la sangrienta evangelización católica pero pudo sobrevivir en forma de manifestaciones sincréticas y a través de la tradición oral. 
Entre 1930 y 1940, un grupo de intelectuales y artistas cusqueños encabezados por el profesor universitario antoniano Humberto Vidal Unda, surgidos del movimiento cusqueñista, decidió recuperar el Inti Raymi de la historia, depurarlo de elementos cristianos, y presentarlo como un espectáculo originario de tipo teatral. Desde entonces, con muy pocas excepciones, ha sido representado cada año, recreándose y evolucionando constantemente.
*
SOLSTICIO DE JUNIO: La Tierra muestra al Sol el Trópico de Cáncer, latitud 23,44° Norte. Es la noche más larga y el día más corto del año, en el hemisferio sur. La Eclíptica llega a su punto más bajo en el día y al más alto durante la noche. (Ocurre entre el 20 y el 21 de Junio). 

 ___________________ 


     
EXTRACTOS DE GOOGLE

     ¿Qué es el Año Nuevo Andino en el Perú?      El Año Nuevo Andino es una festividad milenaria aimara que se lleva a cabo cada 21 de junio y que ha sido retomada hace 20 años en las regiones de Puno y Cusco (Andina, 2019).22 jun 2022

      ¿Qué es el Año Nuevo Andino y porque se celebra?      El Año Nuevo Andino es una antigua tradición de los aimaras, que luego fue adoptada por el Imperio Inca. Esta celebración tiene lugar cada 21 de junio, que coincide con el solsticio de invierno en la zona del hemisferio sur, donde está ubicado el Perú.

      ¿Qué significado tiene el Año Nuevo Aymara?       El año nuevo aymara, Willkakuti (en aymara: «retorno del sol»)​, Machaq Mara (en aymara, "año nuevo") u oficialmente en Bolivia Año Nuevo Andino Amazónico, se celebra el 21 de junio de cada año en Bolivia, y también en Argentina, Chile y Perú. Simboliza el retorno del sol y el nuevo ciclo agrícola.

     ¿Cómo se cuentan los años en el calendario andino?      En el calendario andino la "Luna anual", tiene trece períodos de 28 días; el "Sol anual" 12 meses, 8 de 30 días y cuatro de 31; a la sumatoria que da 364 días, se les suma un día más: Jach'a Uru o Día Grande.

      The Associated Press:       En algún lugar de Bolivia, tras la puesta del sol los creyentes bailan alrededor de la fogata donde ardieron las ofrendas a la Pachamama -Madre Tierra- mientras el amauta Víctor Machaca aviva el fuego con alcohol.       “Esto ha cruzado fronteras y ahora se celebra en todo el continente. Es el nacimiento del Sol. Desde nuestros abuelos tiwanakotas siempre se ha celebrado, es nuestro horizonte. Hoy debemos recibir las energías positivas para tener mejores condiciones de vida. Eso es el año nuevo andino: vivir bien, en paz y armonía”, dijo Machaca al finalizar el ritual.