LA CAIDA DE UNA MAFIA CANJEANDO
VOTOS CONGRESALES POR IMPUNIDAD
Américo Zambrano
En HILDEBRANDT EN SUS TRECE Nº 664, 1DIC23
Toda la historia sobre la confirmación de que en la Fiscalía
de la Nación se instaló una mafia que canjeaba votos por impunidad. Personaje
crucial en esta trama es el congresista-topo que la fiscal Marita Barreto logró
meter en las filas de su bancada. Hay indicios de que podría estar cerca de
Fuerza Popular.
El 6 de noviembre pasado, tres semanas antes de que
explotara la bomba, la Fiscal de la Nación Patricia Benavides convocó a su despacho
a la fiscal Marita Barreto Rivera, la coordinadora del Equipo Especial de
Fiscales Contra la Corrupción del Poder (Eficcop), para hacerle una propuesta
sorprendente.
Benavides le ofreció a Barreto promoverla como
fiscal adjunta suprema, adscrita a la Fiscalía de la Nación. Barreto, según
fuentes cercanas a su despacho, entendió rápidamente que esta proposición era
una suerte de trampa para apartarla del Equipo Especial y, de esta manera,
interferir y neutralizar las investigaciones que afectan a varios de los actuales
aliados de Benavides en el Congreso. Es lo que Benavides hizo con el Equipo
Especial del caso Cuellos Blancos, primero, y con el Equipo Especial del caso
Lava Jato, más adelante.
Así que Barreto dijo que no. Aquel día la fiscal
coordinadora salió de la oficina de la Fiscal de la Nación con la idea de que
Benavides no se quedaría de brazos cruzados y que, tarde o temprano,
encontraría la manera de sacarla del Eficcop. El reloj había empezado a
correr.
Para entonces, la investigación fiscal y policial
que destapó la existencia de una presunta organización criminal enquistada en
lo más alto de la Fiscalía de la Nación ya se encontraba en marcha.
En mayo pasado el Equipo Especial de fiscales,
liderado por Marita Barreto, tomó contacto con un parlamentario que aseguró
tener las pruebas que demostraban que Patricia Benavides había montado un
“programa criminal” de votos por impunidad con los grupos que manejan las
riendas del Congreso.
El legislador -al que se le dio el seudónimo de
“Roberto”- señaló que Benavides, a través de su operador y asesor principal,
Jaime Villanueva, había negociado con un grupo de congresistas para que estos voten
a favor de la elección de Josué Gutiérrez como defensor del Pueblo, de la
inhabilitación de Zoraida Ávalos como fiscal suprema y también para que apoyen
el intento de destitución de los siete miembros de la Junta Nacional de Justicia
(JNJ). Todo ello a cambio de archivar las investigaciones fiscales de carácter
penal que comprometían a diversos parlamentarios en actos de corrupción.
"FN" |
El congresista apodado "Roberto” colaboró con
el equipo de Barreto durante varios meses en calidad de “agente especial”, un
insólito topo del Equipo Especial al interior del Parlamento. Pero fue recién
el jueves 16 de noviembre cuando decidió entregar todos los chats y audios que
dejaban al descubierto el papel de Jaime Villanueva Barreto como brazo derecho
y operativo de la Fiscal de la Nación.
Doctor en filosofía por la Pontificia Universidad
Católica del Perú, catedrático de la Universidad Mayor de San Marcos y
conferencista sobre “ética judicial”, Villanueva pasó de ser un exfuncionario
público del gobierno del detenido Pedro Castillo a un exasperado anticaviar
que no tuvo problemas para aliarse con la ultraderecha del Congreso.
Villanueva, según las investigaciones en marcha,
fungió de emisario y enlace de la Fiscal de la Nación ante el Congreso, a
pesar de que estas no eran sus funciones como gerente central del Despacho de
la Fiscalía de la Nación. Lo hizo debido a que era el funcionario de mayor
confianza de Patricia Benavides. Así lo confirma un chat de Whatsapp, del 18 de
mayo de 2023, en el que Villanueva le recuerda lo siguiente al parlamentario
que se convertiría, luego, en el agente especial “Roberto”: “Como ella misma
(Patricia Benavides) le dijo, yo soy el único autorizado para hablar en su
nombre y coordinar con ustedes”.
De tal manera que Jaime Villanueva no actuó a título
personal sino como único y máximo representante de la titular del Ministerio
Público.
En un inicio, la fiscal Marita Barreto, en
coordinación con el Equipo Especial de la Policía, liderado por los coroneles
Harvey Colchado Huamaní y Walter Lozano Pajuelo, esperaba ejecutar la
operación luego de que el Pleno del Congreso debatiera y votara el informe de
la Comisión de Justicia que planteó la remoción de los miembros de la JNJ.
Colchado y Lozano, los artífices de la captura de Florindo Flores Ala, alias
“camarada Artemio”, el último miembro del comité central de Sendero Luminoso,
en 2012, bautizaron a la operación como “Vallaría V’, en referencia al plan que
tuvo como objetivo matar con una bomba a Adolf Hitler y con ello derrocar al
régimen nazi el 20 de julio de 1944.
Por lo menos 32 policías del Equipo especial fueron
enviados a realizar una minuciosa vigilancia a Villanueva y también a otros dos
asesores de Benavides: Miguel Girao Isidro y Abel Hurtado Espinoza.
Sin embargo, la reserva se quebró y el entorno de la
Fiscal de la Nación empezó a sospechar que algo estaba por ocurrir. El primer
indicio se produjo el miércoles 22 de noviembre pasado, cuando Patricia
Benavides ordenó enviar a Colombia a Marita Barreto -quien no forma parte de la
Fiscala de Extinción de dominio- para participar en un foro sobre recuperación de
activos.
Barreto debía viajar a Colombia del 28 de noviembre
al 1 de diciembre, periodo en el cual la coordinación del Equipo Especial de
Fiscales contra Corrupción del Poder quedaría en manos de Marena Mendoza, una
incondicional de la fiscal Patricia Benavides.
Con Mendoza dentro del Eficcop como gato de despensero,
Benavides habría apuntado a sabotear y eliminar todas las evidencias que comprometían
a su asesor Jaime Villanueva y a ella misma según fuentes del equipo especial
de la Policía. Por lo tanto, la operación planeada por Barreto debía ejecutarse
antes de su viaje a Colombia.
La noche del domingo 26 Benavides se enteró por una filtración,
de que su consejero, Jaime Villanueva, sería detenido. La fiscal de la Nación
se reunió de inmediato con su círculo de confianza en la sede del Ministerio Público,
en el centro de Lima, sin advertir que la Policía observaba sus movimientos.
Villanueva no acudió al cónclave, lo que hizo suponer que ya estaba advertido
del operativo fiscal y policial.
Las cámaras de seguridad del Ministerio Público
captaron a Benavides ingresando al piso nueve de la institución a las 8:48
p.m. del domingo 26. Benavides abandonó la Fiscalía pasadas las tres de la
madrugada.
De acuerdo con fuentes del Equipo Especial, en esta
reunión nocturna participaron los fiscales Daniel Jara Espinoza, Elmer Ríos,
Marena Mendoza, quien reemplaza a Rafael Vela en la coordinación del equipo
Lava Jato, Francisco Avellaneda, Fiorella Casique Alvizuri, entre otros
funcionarios, según el cuaderno de ocurrencias del piso nueve.
Horas después, durante el allanamiento a este ambiente,
la Policía encontró en el tacho de la oficina del asesor Abel Hurtado pedazos
de la resolución que ordenaba la destitución de Marita Barreto de la
coordinación del Equipo Especial de Fiscales Contra la Corrupción del Poder.
Los policías también descubrieron un documento roto
que llevaba el membrete de la Autoridad Nacional de Control (ANC) de la
Fiscalía con el nombre “Barreto Rivera”, una evidencia de que la Fiscal de la
Nación estaba perfectamente al tanto de la investigación disciplinaria que
este organismo había abierto contra la fiscal Marita Barreto.
En el piso nueve de la Fiscalía los policías del
Equipo Especial también hallaron un listado de las denuncias constitucionales
que la Fiscal de la Nación presentó contra algunos congresistas, así como
váucheres de transferencias bancarias a nombre del asesor Miguel Girao Isidro y
tres DVD etiquetados con los nombres “JNJ competencial”, “Porky” y
“Resoluciones FN Coordinadores
Nacionales”, de acuerdo con el acta de incautación en poder de este semanario.
"FILOSOFA" Chirinos |
Fuentes de
la Fiscalía y la Policía indican que la destitución de la fiscal Marita Barreto,
tramada horas antes de la ejecución de la operación
Valkiría V", compromete a Benavides y a su entorno cercano en otro
presunto delito: Obstrucción de la justicia.
La filtración permitió que Villanueva eludiera la captura
por algunas horas. El. asesor salió de su casa en un vehículo conducido por su
padre y se internó en la clínica San Pablo, de Surco, donde fue finalmente
detenido el lunes 27. Cuando los efectivos del Equipo Especial lo arrestaron, Villanueva,
quien se encontraba tendido en una camilla, supuestamente aquejado de una
lumbalgia, dijo que había perdido el celular. El teléfono e llevaba cuando se internó
en la clínica se encuentra a nombre de su padre.
El asesor Abel Hurtado no puso resistencia cuando
los policías llegaron a su domicilio para detenerlo. Hurtado ya había borrado
todos los archivos y documentos de su teléfono y de su computadora personal. Miguel
Girao Isidro, en cambio, no se encontraba en su casa cuando los agentes ejecutaron
el operativo “Valkiria”. Fue capturado la mañana lunes 27. También había
eliminado de su celular todos los mensajes de Whatsapp y de otras redes
sociales.
El congresista que cooperó con el Equipo Especial,
el agente especial “Roberto”, entregó todas las conversaciones por WhatsApp
que tuvo con Villanueva de mayo a noviembre pasados. También proporcionó una
treintena de audios del asesor principal de la Fiscal de la Nación.
Los chats, según las investigaciones fiscales,
revelan las “influencias ilícitas” de Benavides para el nombramiento del defensor
del Pueblo, Josué Gutiérrez, la inhabilitación de la exfiscal suprema Zoraida Ávalos
y el intento para remover a todos los miembros de la JN J.
En los chats con el congresista, Villanueva explica
las razones por las cuales Gutiérrez tenía que ser elegido defensor del
Pueblo. “El defensor es muy importante, pues él es quien preside la comisión
que elegirá a la nueva JNJ”, escribió Jaime Villanueva el 18 de mayo.
Este semanario fue uno de los pocos medios de prensa
independientes que alertó que el nombramiento del excongresista Josué
Gutiérrez obedecía, precisamente, a un plan para capturar a la JNJ. Lo que no
pudo confirmarse, hasta ahora, era que detrás de esta ofensiva se encontraba
como titiritera, la actual Fiscal de la Nación.
Un nuevo audio muestra también las coordinaciones de
Villanueva con el Congreso para inhabilitar a la exfiscal suprema Zoraida Ávalos,
quien era descrita como una posible sucesora de Patricia Benavides.
En la grabación se escucha a Villanueva decirle al
congresista topo que era urgente que el Congreso apruebe la destitución de
Avalos porque, de lo contrario, la exfiscal suprema podría conseguir el
respaldo de la Junta de Fiscales Supremos y evitar, de esta manera, su
remoción. “Lo que queremos (es) demorar todo lo posible (la Junta de Fiscales
Supremos) para que no interfiera con la decisión que tome el Congreso. Esa es
la situación”, se le escucha decir a Villanueva.
Ese mismo día Villanueva le escribió un mensaje a su
contacto parlamentario, sin saber que este entregaría los chats a la Fiscalía,
para insistirle en que el Congreso tenía que destituir lo más pronto posible a
Zoraida Avalos. “Acabo de reunirme con ellos. Pero me dicen que ya anunciaron
en canal N que (Ernesto) Bustamante ha pedido que se postergue (la sustentación
de la inhabilitación de Ávalos). “Entonces, ¿cómo quedamos?”, escribió el
asesor de Benavides.
Villanueva llegó a clasificar a los congresistas en
tres grupos, de acuerdo con las investigaciones pendientes de resolución en la
Fiscalía de la Nación. El “filósofo” le envió esta lista a su fuente el 25 de
mayo pasado. En el grupo denominado como “Niño
1” figuran los legisladores Raúl Doroteo, Juan Carlos Morí, Jorge Flores
Ancachi, Darwin Espinoza e Ilich López, quienes son investigados por los
supuestos delitos de organización criminal y tráfico de influencias.
En el bloque “Niño
2” se encuentran Edwin Martínez, Luis Aragón, Hilda Portero, Carlos
Zeballos, Francis Paredes, Óscar Zea, Katy Ugarte, Paúl Gutiérrez, Segundo
Quiroz, Edgar Tello y Américo Gonza. Ellos presentan una investigación fiscal
abierta por los presuntos delitos de organización criminal, tráfico de
influencias y negociación incompatible o aprovechamiento indebido del cargo.
El tercer grupo, “Niño 3”, está conformado por María Acuña, María Agüero, Guido Bellido,
Guillermo Bermejo, Digna Calle, Isabel Cortez, Víctor Cutipa, Alex Flores, Luis
Kamiche, Nieves Limachi, Jorge Marticorena, Heidi Juárez, Segundo Montalvo,
Alfredo Pariona, Luis Picón, Kelly Portalatino, Wilson Quispe, Abel Reyes,
Janet Rivas, Silvana Robles, Rosío Torres, Cheryl Trigozo, Elias Varas, Lucinda
Vásquez, Magaly Ruiz y Karol Paredes. Todos ellos tienen una carpeta abierta en
la Fiscalía por el supuesto delito de cohecho pasivo impropio.
Los chats y audios muestran que el consejero de
Benavides tenía relaciones con congresistas de diversas bancadas, entre ellas
Fuerza Popular, Acción Popular, Perú Libre, Alianza para el Progreso, Avanza
País, Renovación Popular, Perú Bicentenario y el Bloque Magisterial. El principal
consejero de la Fiscal de la Nación incluso llegó a manifestar en otro chat que
“tendría condicionado” (los votos) de Perú Libre, el Bloque Magisterial y “el
partido político de José Luna Gálvez”.
El 15 de junio Villanueva le remitió a su fuente en
el Congreso la copia de la resolución de la Fiscalía de la Nación que ordenaba
el archivamiento de las denuncias por corrupción contra una treintena de
legisladores, entre ellos “Los Niños”. Poco después, el 21 de junio pasado, el
Congreso inhabilitó a la fiscal suprema Zoraida Ávalos.
Este semanario obtuvo documentos reservados de la
Policía que revelan que, en diciembre de 2022. el Equipo Especial de la PNP, a
cargo del coronel Harvey Colchado, recomendó la detención preliminar por diez
días de los parlamentarios de Acción Popular Darwin Espinoza, Jorge Flores
Ancachi, Wilson Soto, Hilda Portero, Jorge Palomino, Jhakeline Ugarte, Francis
Paredes, Javier Reyes, Jorge Palomino, Isay Soto, Johan Jaime y Lucas Borjas,
integrantes de la presunta organización criminal “Los Niños”, por el presunto
delito de organización criminal en agravio del Estado y otros. Sin embargo, la
Fiscal de la Nación se negó a solicitar esta medida al Poder Judicial. Esta fue
la primera pista de lo que la Policía ha denominado como un “programa criminal”
montado por Patricia Benavides “para permanecer en el más alto cargo de la institución
y desde ahí someter la institucionalidad del Ministerio Público”.
DIME CAVIAR |
En otro chat Jaime Villanueva menciona la necesidad
de remover a los integrantes de la JNJ. “El mensaje es que tenemos que sacar a
la èlite caviar de la JNJ y de todas las instituciones (…) Mientras nosotros
estemos aquí, la JNJ no será tomada por Cerrón. Aquí ustedes y nosotros vamos
juntos, pero tenemos que eliminar la amenaza lagarta", dijo Villanueva en
referencia a Zoraida Ávalos.
Villanueva, posteriormente, le envió a su
“contacto” en el Congreso un “proyecto de resolución legislativa” para que los
parlamentarios sepan cómo es que debían fundamentar la propuesta de ley para
remover a los siete integrantes del organismo de justicia encargado de
nombrar, investigar, ratificar y destituir a los jueces y fiscales de todo el
país. El dominio del documento de Word confirma que fue creado en una de las
oficinas de la Fiscalía de la Nación, según la investigación policial.
Las pruebas obtenidas por el equipo especial
liderado por Marita Barreto demuestran que el hampa gobernaba desde el
despacho de Patricia Benavides. Este caso explica también por qué la
institución descabezó al Equipo Especial del caso Cuellos Blancos y al Equipo
Especial del caso Lava Jato, a cargo de Rafael Vela, que investigaba también a
Keiko Fujimori, la lideresa de Fuerza Popular, entre otros poderosos aliados
que podían garantizar la permanencia y continuidad de la titular del Ministerio
Público.
AL cierre de esta edición la Fiscal de la Nación se
mantenía aferrada a su puesto, mientras la fiscal Marita Barreto denunciaba ser
víctima de reglaje y acoso desde el interior del Ministerio Público. El jueves
último la Junta Nacional de Justicia (JNJ) anunció que programó para el próximo
miércoles 6 la audiencia presencial para “evaluar” el pedido de suspensión
contra Benavides. Esa parsimonia expresaba una peligrosa debilidad.
La instructora de la JNJ Imelda Tumialán Pinto, ha
propuesto aplicar a la titular del Ministerio Público la suspensión preventiva
de su cargo. Hasta ahora, Villanueva no se ha acogido a la colaboración eficaz.
Tampoco se conoce la identidad del congresista que decidió colaborar con el
equipo liderado por la fiscal Marita Barreto. Aunque ha trascendido que podría
ser alguien cercano al partido de Keiko Fujimori. En uno de los chats, del 18
de mayo pasado, Jaime Villanueva le pide al “agente especial” si le “podría sacar
una cita con Nano (Guerra García), por el tema del PL que Abel le habló ayer
sobre la JNJ’. El contacto del hoy detenido asesor respondió sin dudar: “Sí,
claro”. ■
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