BENITO LASO:
PERSONALIDAD ILUSTRE CASI DESCONOCIDA
Escribe:
Luis H. Urviola Montesinos
Tomado de revista REPORTE Nº 128, Puno, julio
de 2023
B |
enito Laso de La Vega
(1783-1862), arequipeño de nacimiento, fueron sus padres: José Nicolás Laso de
la Vega y Gonzales y doña Evarista Gonzales Quijano. Se graduó de abogado en la
Real Audiencia del Cusco (el 5 de noviembre de 1805). Contrajo matrimonio con
doña Anacleta de los Ríos, propietaria de minas en la Intendencia de Puno, en
1810.
Entre 1810 y 1811, en el contexto del movimiento de
Mateo Pumacahua, tuvo contacto con el ejército de Castelli, enviado por la
Junta de Buenos Aires sobre la Audiencia de Charcas. Involucrado con el apoyo a
la expedición de Pinelo y Muñecas al Altiplano con la responsabilidad de jefe
de despacho militar y político de mencionados patriotas.
Develado dicho movimiento, en 1814, fue tomado
prisionero por los realistas y, gracias a la intercesión de su cuñado, quien
pagó un rescate de 5,000 pesos, fue confinado a Tacna en compañía de su
esposa.
Dedicado a su trabajo de propagandista por la causa
de la Independencia, se dedicó a escribir en prosa y verso numerosas
producciones, como su poema “El Perú Esclavizado” (escrito en 1811 y publicado
en 1825)
En 1826 escribió su célebre Exposición, documento
que es un alegato de la personalidad y obra del Libertador Simón Bolívar en el
Perú. Este documento señala cinco hechos constatables sobre la relevancia del
Libertador y la necesidad de su permanencia en el Perú. El primer hecho se
refiere a que el Perú no supo trabajar por si mismo por la Independencia. Un
segundo hecho es que no fue don José de San Martín, pese a su voluntad, el
designado a independizar el Perú. El tercer hecho que señala Benito Lazo es el
estado tardío del nacimiento del Estado Peruano en comparación con sus
homólogos suramericanos. Como cuarta constatación factual, se refiere a la
atrasada presentación del Perú en el escenario de la lucha continental y, como
quinto hecho constatable, señala la falta de identidad nacional. También
criticó, adelantándose a las Tesis de Feuerbach, las posturas teoricistas de
muchos políticos y filósofos que formaron escuelas, pero no levantaron naciones
(Laso, 1826; Urviola, 2013).
En 1846 sostuvo una célebre polémica con Bartolomé
Herrera sobre la soberanía de la inteligencia. Hacia 1858 fue redactor del
periódico anticastillista “El Constitucional” y se identificó con los
ideólogos y políticos Francisco Gonzales de Paula Vigil, Francisco Javier
Mariátegui, José Gregorio Paz Soldán y José Gálvez. Fue vocal fundador de las
cortes superiores de Arequipa, Trujillo y de la corte suprema. Desempeño el cargo
de diputado por Puno y, entre otros cargos, fue ministro de gobierno y
relaciones exteriores en el gobierno de Agustín Gamarra.
Entre su obra poética se destacan los siguientes
títulos: “El Perú esclavizado” (1811), “La soledad” (1815). Entre sus escritos
políticos tenemos: “El iris de la Paz”, “Conveniencias populares” (1829),
“Relación de méritos, servicios y patriotismo” (1833), “Aristócratas: ¿los hay
en Arequipa?” (1834), “Para la historia” (1834), “Polémica con Jun Gualberto
Valdivia”, artículos editoriales del “Correo Peruano” donde defiende la
soberanía nacional atacada por Bartolomé Herrera en un sermón, en Lima (1846),
“El poder de la fuerza y el poder de la Ley” (1858) y otros; siendo el más
representativo La Exposición que hace en defensa de Bolívar (libro que puede
adquirirse gratuitamente en el repositorio de publicaciones virtuales de la
PUCP; ver la dirección electrónica en nuestra nota de pie de página N° 2).
Con su ingreso a la edad adulta mayor fue transformándose
más clerical abjurando de sus ideas patrióticas y defensoras de la soberanía
popular. Un detalle, afín a dicha constatación, es su oposición a la
Confederación Perú Bolivia encabezada por Andrés de Santa Cruz. ¿Influyó su
educación juvenil en el Seminario San Jerónimo de Arequipa que dirigía Jorge
Chávez de la Rosa? ¿O acaso es cierto que, como decía José Ingenieros, lo de
genio y figura hasta la sepultura es una excepción muy rara en los hombres?
Tristes constataciones en el capítulo V, La vejez niveladora, del libro El
Hombre mediocre. Como remate, en el lenguaje popular suele oírse que los
jóvenes suelen ser incendiarios, pero de viejos devienen en bomberos. No
obstante, alejándonos de la crítica de su alma biológica, recordaremos con
gratitud puneña a Benito Laso; como el referente de una personalidad ilustre
que no quisiéramos desconocida ni olvidada. <>
Referencias
bibliográficas:
LASO,
Benito: 1826 EXPOSICIÓN QUE HACE BENITO LASO DIPUTADO AL CONGRESO POR LA
PROVINCIA DE PUNO, publicada por la Imprenta Republicana Administrada por
José María Concha, en Lima, cuyo facsímil fue compilado en uno de los libros
preparados por el historiador venezolano Leonardo Altuve Carrillo (1979).
MILLA
Batres, Carlos (Comp.) 1986 Diccionario histórico y biográfico del Perú,
siglos XV-XX, Tomo V: Lima: Ed. Milla Batres, 9 vols.
URVIOLA,
Montesinos, Luis Hernán 2013 Bolívar en Puno y otros ensayos bolivarianos. Puno:
Universidad Nacional del Altiplano.
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