Escribe: Milciades Ruiz
El
sistema de dominación capitalista mundial ha llegado a un punto de inflexión de
su absolutismo, bajo la égida de EE UU. El ordenamiento mundial que este, había
establecido, viene siendo desordenado por el surgimiento de otro bloque que,
actuando con sus mismas reglas lo está desplazando. ¿Cómo nos afecta esta
situación? Veamos.
Este
enfrentamiento ha desatado una disputa generalizada entre los posesionarios del
dominio actual (Bloque occidental) que se resisten a perder sus influencias y,
los que persisten en desplazarlos (Bloque oriental). El choque abarca aspectos
militares, comerciales, financieros, políticos, etc. Tal como van las cosas,
nos dirigimos hacia una nueva situación en el ordenamiento mundial capitalista.
Mientras
tanto, los países dominados como el nuestro, afrontan las consecuencias de
dicha pugna interbloques. La república peruana siempre ha estado sometida al
dominio de EE UU y ello se ha reflejado en un ordenamiento interno supeditado a
la voluntad del amo yanqui. Al alterase el ordenamiento mundial, se alterará
nuestro ordenamiento nacional.
Para
combatir esa inflación, tanto EE UU como Europa, han recurrido a elevar la tasa
de interés bancario, para frenarla, reduciendo la circulación del dinero. Esto
ha obligado a hacer lo mismo al BCR en nuestro país. Con ello se encarece el
crédito, reduciendo la demanda y la liquidez de clientes bancarios, obligados a
gastar menos.
Si la gente
deja de comprar, los negocios caen y se retraen nuevas inversiones por temor a
no recuperarlas a altos intereses bancarios. Entonces, se produce menos. Es
decir, el crecimiento económico se estanca. Así, los países que nos compran
bajan sus pedidos, entonces estamos obligados a producir menos y a menores
precios. Es la maldición de un país dependiente primario exportador neto, que
vive solo de materia prima en manos extranjeras, sin diversificación económica.
Tasa internacional de crecimiento del PIB en 2021 y 2022, y proyecciones para 2023 y 2024. (En porcentajes)
Al reducirse las inversiones mundiales, también se reduce la compra de materia prima a nuestros países, bajan los precios internacionales y caen las exportaciones. También se reduce el uso de máquinas en alquiler, se prescinde de personal, bajan los pedidos a toda la cadena de suministros. Estos a su vez, reducen personal y bajan los pedidos de servicios, transporte y materiales, etc. Y sigue la cadena.
La
población entonces, pierde capacidad adquisitiva, el comercio pierde velocidad,
y despide personal. El desempleo genera delincuencia, conflictos sociales y
hasta familiares. A causa de la mala situación económica, hay menor recaudación
de impuestos directos e indirectos, canon, regalías, etc. Caen los ingresos
estatales.
Según la
CEPAL, en América Latina, el consumo total se ha desacelerado como resultado de
la reducción del consumo privado, de bienes y servicios, que sigue siendo el
principal impulsor del PIB. Esto repercute en menor recaudación tributaria y
menor disponibilidad de fondos públicos.
América
Latina (16 países): aceleración o desaceleración de los componentes de la
demanda interna, primer trimestre de 2023 (En porcentajes)
El siguiente reporte del SUNAT, indica que los ingresos tributarios del gobierno central a julio del 2023, se han reducido 13% respecto a julio 2022. El Impuesto a la Renta recaudado en julio se contrajo en 11,3%, las Rentas de Cuarta Categoría (-12,6%), los pagos del Régimen MYPE Tributario (-7,2%), los pagos del Régimen Especial de Renta (-3,8%), las Rentas de Quinta Categoría (-2,2%), las Rentas de Segunda Categoría (-1,9%) y los pagos de las Otras Rentas (-35,6%). El Impuesto General a las Ventas de julio disminuyó 9,7%.
Comercio Exterior: julio 2023
De otro lado, el valor total de las Exportaciones FOB de
junio representó una disminución de 25,2% en comparación con las cifras
obtenidas en similar mes del año anterior. Este resultado se explicó por las
menores ventas de Productos Tradicionales (-31,4%), y No Tradicionales, que
disminuyeron 6,3%.
Todo esto pues, nos indica que tendremos días difíciles, y
los que cargarán con el peso mayor del sufrimiento serán los más indefensos. En
la cadena económica, los que están mejor posicionados corren traslado de los
efectos del derrumbe a los que están debajo, y así, salvan su rentabilidad y
nivel de vida. Estos a su vez, corren traslado a los que están más abajo
sucesivamente, hasta que se llega al final, donde los desprotegidos no tienen a
quien trasladar la crisis.
Esto, creará condiciones de lucha popular por la
sobrevivencia. Cada cual se defiende como pueda, de manera honrada y de malas
maneras. Muchos se agarrarán del estado para salvar lo suyo. Ya estamos viendo
el grito de la prensa por que el estado no usa los fondos en la previsión de
posibles desastres climáticos. No se piensa en la prevención del desastre
económico que se viene. Es que son las empresas constructoras las que están
detrás de esta grita, buscando asegurarse con los contratos, aunque sea sobornando.
“No es el amor chancho, sino a los chicharrones”.
Bueno pues, si esta es la perspectiva, ¿qué haríamos
nosotros en la posición en que nos encontramos? ¿Esperamos que ocurra el
desastre para recién pronunciarnos? O tomamos la iniciativa en defensa de los
indefensos, exigiendo las garantías de protección económica. Podemos pedir la
restructuración del presupuesto, el congelamiento de obras de infraestructura y
gastos superfluos en el parlamento como en todas las dependencias públicas,
para formar un fondo de generación de empleo masivo, pero no nos escucharán.
Los que están en el poder, solo miran y escuchan lo que
responde a sus intereses. No hemos construido el contrapoder y poco podemos
hacer, salvo marchar en prevención de daños mayores, y luchar hasta lograr las
conquistas sociales requeridas. Prepararnos para la lucha organizada, es una
tarea inmediata. Una lucha con objetivos claros y concretos, con factibilidad
realista para obtener resultados tangibles.
La lucha ciega, conduce al fracaso. Salvo mejor parecer.
Setiembre 12- 2023
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