EL RESCATE DE ATAHUALPA Y
LAS MINAS DE ORO EN SANDIA
Paul
Velarde García
L |
a historia de las minas de oro de las minas en la
provincia de Sandia se entrelaza con la época del Imperó Incaico y la llegada
de los “conquistadores españoles” al territorio peruano. Este territorio que en
su origen pertenecía a la provincia de Carabaya, albergaba una fuente importante
de riqueza aurífera para los ¡ncas.
En el año 1532, el arresto de Atahualpa, el último
emperador inca, marcó un acontecimiento trascendental en la historia de la
minería en Sandia. Atahualpa fue capturado por Francisco Pizarro en Cajamarca.
como resultado de la incursión española en suelos peruanos. Para asegurar su liberación.
Atahualpa no tardó en detectar la codicia de los españoles, así que jugò sus
cartas.
Ejecución de Atahualpa |
Atahualpa cumplía así esa su promesa, esperando que
sus captores, en nombre del rey de España le devolviesen lo que tan generosamente
había comprado su libertad. Pero Pizarro no tenía intención de cumplir con su
palabra. Pizarro quería quitarse de encima al emperador Inca, así que organizó
un juicio-pantomima cuya sentencia estaba escrita de antemano.
En la noche del 26 de julio de 1533. Atahualpa fue
conducido al centro de la plaza de Cajamarca, donde tenía que ser quemado, sin embargo,
a cambio de abrazar la fe cristiana y bautizarse Atahualpa, que durante su
cautiverio se había resistido a abandonar su religión finalmente cedió ante la
amenaza de ser quemado. El fraile lo bautizo allí mismo y minutos después
Atahualpa fue estrangulado.
Después de la muerte del Inca Pizarro envía a una delegación
-liderada por Pedro de Candía- a las mimas de donde se extrajo tan suntuoso
botín de oro. Candía era conocido como el “griego” y fue uno de los trece
hombres que acompañaron a Francisco Pizarro desde la isla del Gallo y que luego
se convertiría en el primer alcalde de la ciudad del Cusco. Candía era un ferviente
creyente de la leyenda de "El Dorado” (la mítica ciudad, de oro).
En la búsqueda de esta legendaria tierra, se enteró
de la existencia de unas minas en el sur-oeste del Cusco que habría sido la principal
fuente de oro utilizado en las piezas del Coricancha, el templo del sol en Cusco.
En su propósito por explorar más territorios y siguiendo el antiguo camino de los
Kallawayas, Pedro de Candia exploró te región de Puno y visitó minas como Lak’aya,
Coraní en Carabaya y posiblemente Ananea. Poco a poco fue avanzando a las
primeras estribaciones del territorio conocido como Hattun Kallawaya. Sin
embargo, ninguna de estas minas cumplió con sus expectativas de encontrar El
Dorado.
Movido por su insaciable ambición, Pedro de Candía
se adentró aún más en la selva hasta que finalmente, el 24 de junio de 1540 llegó
a Sandia tras un asombroso viaje a caballo y acompañado de un ejército, y descubrió
un lugar donde encontró generosas pepitas de oro. Este hallazgo fue tan significativo
que decidió fundar una Villa en ese sitio, a la que llamo San Juan del Oro que
en la actualidad es un distrito de la Provincia de Sandia.
Seguidamente otros expedicionarios españoles se
sumaron a la travesía, como Anzurez, Ñuflo de Chaves, Álvarez Maldonado. Recio
de León y Diego de Zecenarro. A partir de ese momento se inició la explotación
de las minas de oro en gran parte del territorio de Sandia, como Patambuco, Phara,
Quiaca, San Juan del oro, Yanahuaya, Massiapo y Cuyo Cuyo.
Años más tarde, en 1542, se comenzaron a recibir
remesas de oro, dirigidas a la corona española provenientes de este vasto
territorio y de las más antiguas minas conocidas en el Perú, ubicadas en
Carabaya o Kallawaya. Durante la epoca colonial, la minería en Sandia
experimento un desarrollo significativo. Desde 1542 hasta 1809. En Crónica del
Perú de Pedro Cieza de León se hizo mención a la abundancia de oro en los rìos
de Sandia. Se relató el hallazgo de una inmensa pepa de oro hallada en la Villa
de San Juan del Oro, con un peso de 122 libras (55 kilos) que fue obsequiada
al rey Carlos V.
Las minas de Sandia se caracterizaban por tener galerías
estrechas y sin luz, que apenas permitían el paso de un solo hombre encorvado.
Aunque no eran minas de gran profundidad, estas minas subterráneas alcanzaban
aproximadamente 70 metros de profundidad.
Durante el periodo colonial la explotación minera en
Sandia fue una fuente de riqueza para los explotadores y una actividad económica
importante en la región. Sin embargo, también trajo consigo la explotación y el
abuso de los trabajadores, asi como el saqueo de los recursos naturales.
La provincia de Sandia, que anteriormente pertenecía
a Carabaya, experimentó un importante cambio en su estatus durante la epoca
republicana. Fue en el año 1855 cuando Sandia se convirtio oficialmente en
provincia, separándose de Carabaya. Durante el periodo de la República (1821- 1980)
la actividad minera en Sandia continuó desempeñando un papel relevante en la
economía regional. Hoy en día, las minas de oro de los incas en la provincia de
Sandia siguen siendo un testimonio de la riqueza y la complejidad de la
historia minera en el Perú. <>
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