TIENE EL SEGUNDO SALARIO MEDIO MÁS BAJO DEL PAÍS Y PBI A LA BAJA
Por CEPES 11 enero, 2023
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original de Gestión |
Las
protestas en el sur del país siguen escalando y ya han cobrado la vida de
varios peruanos, situación que ha sido acentuada en Puno, en donde la cifra de
muertos ascendió a 17.
Esta región
tiene indicadores económicos que podrían dar algunas luces sobre el malestar,
pero que también podrían verse deteriorados por el clima turbulencia social.
En
principio, según datos del Instituto Nacional de Estadística e Informática
(INEI), Puno tiene una población alrededor de 1.2 millones (4% de la cifra
nacional) con un alto componente rural (46% frente al registro nacional de
20%).
Empresas
y principales productos
Un reporte
del INEI de setiembre del año pasado informa que el departamento tuvo 68,774
empresas formales en el 2020 (2.5% del total), la mayoría de ellas
microempresas (66,122). Por sector, se expone una concentración importante de
las comerciales (28,418) y servicios (25,399).
Sus
principales productos están relacionados con los rubros minero y agrícola,
entre los que se encuentran plomo, oro, cobre, estaño o café.
Miguel
Pintado, economista e investigador del Centro Peruano de Estudios Sociales
(Cepes), señaló que el departamento destaca por su especialización agropecuaria
y, en menor medida, minera. Las protestas, en consecuencia, impcatarán en estos
sectores, además de en comercio y algunos servicios.
“El canal
de impacto, por un lado, es que las protestas absorben mano de obra disponible
para producir. Algunos centros de distribución o comercialización están
cerrando o reduciendo horas. Todo esto también encarece el transporte, que
impacta a lo largo de la cadena productiva”, anotó.
Fernando
Gonzáles, economista del Instituto Peruano de Economía (IPE), señaló también la
sensibilidad del comercio, pero sobre todo la pérdida de producción que habría
en el agro por su vínculo con los perecibles.
Del mismo
modo señaló el impacto en servicios, por el lado de turismo, en un contexto en
el que se acercan fiestas clave como la Candelaria.
“Servicios,
agropecuario y comercio representan la mitad de la economía de Puno. La
actividad económica va de la mano con el empleo, sobre todo en estos sectores
que son intensos en mano de obra”, apuntó.
Agregó que
el impacto es más acentuado por la informalidad en esos sectores. “Muchos de
esos trabajadores no están asegurados, por lo que si paran dejan de recibir
ingresos. Esto pasa sobre todo en los comercios, que muchas veces tienen que
cerrar”, anotó.
Sangrienta lucha contra la postergación |
Una
publicación del INEI, de noviembre del 2022, indica que el ingreso medio
proveniente del trabajo en Puno fue de S/805 en el 2021, el segundo registro
más bajo luego de Huancavelica, y lejos de la cifra nacional (S/1,327).
Ligado al
bienestar, según data de la misma entidad al 2021, el 20.5% de la población de
esa región no satisface al menos una necesidad básica.
“Fuera de
Lima y los principales plazas del país, los ingresos son más bajos, pues se
trata de zonas con un mayor componente rural y con actividades de un menor
retorno. Puno tiene incidencia en la actividad agropecuaria, donde hay ingresos
bajos respecto a otras actividades. Minería sí genera mayores retornos, pero no
concentra mucho empleo. Por otro lado, el no satisfacer necesidades básicas es
más común en lugares de mayor población rural dispersa“, indicó Pintado.
Gonzáles
hizo a la posición de Puno en el Índice de Competitividad Regional del IPE: 21
de 25 regiones. Destacó que el departamento se encuentra rezagado en los
pilares de infraestructura, salud y entorno económico.
“Por el
lado infraestructura, solo el 45% de su población tiene acceso a los servicios
de electricidad, agua y desagüe, mientras que a nivel nacional (este indicador)
es de 70%. En salud, hay un 70% de niños entre 35 meses y 6 años con anemia, y
ello impacta en el desarrollo de estos en el largo plazo. En entorno económico,
el sector agropecuario no es moderno, y, por lo tanto, hay una baja productividad
con alta informalidad. Todo ello explica la falta de competitividad de Puno”,
apuntó.
Agregó que,
si bien el indicador ha mejorado respecto a años pasados, podría haber una
percepción de que sus pares lo han hecho en mayor medida, lo que puede explica
en parte el malestar social.
PBI,
inflación e inversión
El PBI de
Puno creció en 2.9% hasta setiembre del año pasado. Sin embargo, tuvo una
ligera contracción (-0.6%) en el tercer trimestre, según el INEI (1.7% a nivel
nacional).
Según
analistas, las protestas de diciembre podrían traer hacia abajo sus resultados
del último bloque del año previo. Miguel Pintado espera que el primer trimestre
del 2023 se vea afectado por la misma razón.
Asimismo,
resaltó el impacto de las protestas por el lado de inflación, debido a los
bloqueos. Cabe indicar que el dato de variación de precios de Puno es de 8.91%,
por encima del registro nacional (8.56%). “Cuando hay protestas se generan
desequilibrios en la oferta, lo que puede agravar un contexto de inflación que
ya es alta, sobre todo en los focos en conflicto”, apuntó.
Por otro
lado, Phase Consultores indicó que, para Puno, se tiene previsto que la
inversión privada aporte 5.1% en su PBI del 2023, pero esta estaría en riesgo
por las protestas.
“La mayoría
son proyectos mineros, pero, en general, son operaciones de mantenimiento de
las minas existentes (alrededor de US$ 180 MM). A eso le sumamos los estudios
de impacto ambiental (EIA) y estudios preliminares de los proyectos anunciados
(Falchani, Corani, Macusani, Ollachea), que serían alrededor de US$ 20 MM. En
el escenario de riesgo podríamos considerar que en vez de US$ 200 MM en minería
en Puno se inviertan solo US$ 130 MM – US$ 150 MM”, anotó.
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